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lunes, julio 19, 2010

Cuba y el trostkismo

Discurso de Fidel Castro en la clausura de la primera conferencia de solidaridad de los pueblos de África, Asia y América
Pronunciado el 15 de enero de 1966 en el teatro Chaplin.
Pag 63-74.Obras escogidas de Fidel Castro Tomo-II
Colección ciencia. Editorial Fundamentos

El trotskismo: instrumento vulgar del imperialismo y la reacción

Los imperialistas yanquis contra nosotros no sólo han usa¬do el bloqueo económico, no sólo han usado de las agresiones armadas, no sólo nos han amenazado mortalmente en determi¬nadas circunstancias, no sólo han perpetrado contra este país todo tipo de sabotajes, filtraciones de espías, ataques piratas, sino que el imperialismo yanqui ha acudido contra nuestro país a armas más sutiles, como son las armas de la propaganda y de la calumnia. Y no sólo eso, sino que el imperialismo yanqui y sus agentes han tratado de destruir el prestigio de la Revolución Cubana al margen de las luchas revolucionarias de este conti¬nente, y han tratado -de la manera más vil y más calumniosa¬ de desacreditar a la Revolución. Y se han valido de todos los medios, se han valido de todos lo hechos, se han valido de todas las armas.

Desde luego que a los imperialistas les interesaría una dis¬cusión en concreto de estos problemas. A un irresponsable cual¬quiera, a un charlatán cualquiera, a un fantoche cualquiera, no le importa afirmar cualquier irresponsabilidad, cualquier ca¬lumnia. Bien es sabido que sólo al enemigo le interesaría de qué forma se lleva a cabo en la práctica esa palabra que se llama so¬lidaridad, no sólo con los pueblos revolucionarios de este con¬tinente, sino de todo el mundo.

Pero ¿qué ha ocurrido? Hay un hecho que voy a tomar co¬mo ejemplo para demostrar cómo trabaja el imperialismo y sus agentes, y que es un hecho extraordinariamente interesante. Me refiero a la campaña realizada por el imperialismo yanqui y sus agentes en relación con la partida de nuestro compañero Er¬nesto Guevara.

Creo que esto es un asunto que hay que "tomar por los cuer¬nos" para esclarecer algunas cosas.
El compañero Ernesto Guevara, unos cuantos revoluciona¬rios de este país y unos cuantos revolucionarios fuera de este país saben cuando salió, qué ha estado haciendo en este tiem¬po y, desde luego, los imperialistas estarían muy interesados en saber, con todos los detalles, donde está, qué ha hecho, cómo lo hace y, desde luego, al parecer no lo saben y si lo saben lo disimulan mucho. I

Pero desde luego, éstas son cosas que el tiempo, cuando las circunstancias lo permitan, permitirá su esclarecimiento. Pero los revolucionarios no necesitamos esos esclarecimientos; es el enemigo quien se vale de estas circunstancias para tratar de in¬trigar y para tratar de confundir y para tratar de calumniar.

El compañero Guevara se unió a nosotros cuando estába¬mos exiliados en México, y siempre, desde el primer día, tuvo la idea, claramente expresada, de que cuando la lucha termi¬nara en Cuba, él tenía otros deberes que cumplir en otra parte, y nosotros siempre le dimos nuestra palabra de que ningún in¬terés de Estado, ningún interés nacional, ninguna circunstancia, nos haría pedirle que se quedara en nuestro país, obstaculizar el cumplimiento de ese deseo o, de esa vocación. Y nosotros cumplimos cabal y fielmente esa promesa que le hicimos al compañero Guevara.

Naturalmente, que si el compañero Guevara iba a salir del país, era lógico que lo hiciera clandestinamente, era lógico que se moviera clandestinamente, es lógico que no haya estado lla¬mando a periodistas, es lógico que no haya estado dando con¬ferencias de prensa, es lógico que dadas las tareas que se propu¬so debiera hacerla en la forma en que lo hizo. Y, sin embargo,

¡Cuánto provecho han tratado de sacar los imperialistas de esta circunstancia y cómo lo han hecho!
Es por eso que yo traje algunos papeles. No se vayan a asus¬tar ustedes pensando que les vaya leer todos los papeles que aquí hay, sólo lo que han escrito todos los periódicos imperialistas y burgueses con relación al caso del Comandante Guevara, lo que han escrito los periódicos de Estados Unidos, sus revistas, sus agencias cablegráficas, los periódicos burgueses de América Latina y de todo el mundo. Y vamos a ver quiénes han sido pre¬cisamente los principales voceros de la campaña imperialista de intriga y de calumnia contra Cuba con relación al caso del com¬pañero Guevara. En primer término, ciertos elementos que han sido utilizados en las últimas décadas de manera constante contra el movimiento revolucionario. Y así; si ustedes me dan un poquito de tiempo, entre tantos datos voy a buscar uno muy interesante.

¡Ah! lo encontré. Es un cable de la UPI, de diciembre 6 de 1965, que dice: "Ernesto Guevara fue asesinado por el Primer Ministro cubano Fidel Castro por orden de la URSS -declaró Felipe Albaguante, jefe de los trotskistas mexicanos en declara¬ciones a El Universal-. Agrega que el Che fue liquidado por in¬sistir en poner a Cuba en la línea china". Esto, naturalmente, venía a tono con una campaña que comenzaron a desatar los elementos trotskistas en todas partes simultáneamente.

y así, con fecha octubre 22, en el semanario Marcha, se publica un artículo en que un conocido teórico del trotskismo, Adolfo Guil, afirma que el Che salió de Cuba debido a discre¬pancias con Fidel por el conflicto chino-soviético y que el Che no pudo imponer su opinión en la dirección. Dice que el Che, en forma confusa, propugnaba la extensión de la revolución al resto de América Latina, en oposición a la línea soviética. Dice que la Dirección Cubana estaba dividida entre un ala conserva¬dora, que incluye a viejos dirigentes del PSP, los partidarios del Che y Fidel y su equipo en. una posición de oscilación centrista conciliadora. Dice que el Che salió de Cuba por carecer de me¬dios para expresarse y que Fidel temió enfrentar a las masas para explicar el caso Che. Este mismo teórico del trotskismo, el 31 de octubre de 1965, como reportero de Nuevo Mundo, un periódico italiano, escribe un artículo calificando a la Direc¬ción Cubana de filosoviética y acusando a Fidel de no haber explicado políticamente al pueblo lo ocurrido con el Che. Dice que el Comandante Guevara fue derrotado por el PSP y el equi¬po castrista; Critica al Che por no haber llevado a las masas la lucha por imponer su tesis y concluye que el Estado cubano, paralizado por su propia política no apoyó abiertamente a la revolución dominicana. Y sobre esto me voy a referir más ex¬tensamente un poco más adelante.

En el número de octubre de 1965, el periódico Batalla, de los trotskistas españoles, declara que el misterio que rodea el caso del Che Guevara debe ser aclarado. Dice que amigos del Che suponen que la carta leída por Castro es falsa y se pregun¬tan si la Dirección Cubana se orienta hacia una sumisión a la burocracia del Kremlin.

Por la misma fecha, aproximadamente, el órgano oficial trotskista de Argentina publica un artículo en el que asegura que el Che está muerto o preso en Cuba. Dice que "entró en conflicto con Fidel Castro por el funcionamiento de los sindi¬catos y la organización de las milicias". Agrega que "el Che se oponía a la integración del CC con los favoritos de Castro, es¬pecialmente oficiales del ejército, seguidores del ala derecha de Moscú".

Pero uno de los escritos más sucios, más groseros y más in¬decentes es el que escribió el dirigente del Buró Político Lati¬noamericano de la Cuarta Internacional en el periódico Lucha Operaria, de Italia. Sobre este artículo, largo por cierto, sólo voy a leer tres párrafos.

Empieza diciendo:
"Un aspecto de la agudización de la crisis mundial de la bu¬rocracia es la expulsión de Guevara. Guevara ha sido expulsado ahora, no desde hace ocho meses. Ocho meses ha durado la dis¬cusión con Guevara y no han sido ocho meses que pasaron be¬biendo café, han luchado duramente y quizás ha habido muer¬tos, quizás se ha discutido a golpes de pistola. No podemos de¬cir si han matado o no a Guevara, pero existe el derecho a su¬poner que lo hayan matado.

"¿Por qué Guevara no aparece? No lo han presentado en La Habana por temor a las consecuencias, a la reacción de la población, pero en definitiva al esconderlo producen el mismo efecto. La población dice: por qué Guevara no sale, no aparece. No hay ninguna acusación política, existen elogios políticos en relación con él. ¿Por qué no han presentado a Guevara? ¿Por qué no ha hablado? ¿Cómo es posible que uno de los fundado¬res del Estado obrero cubano, que hasta hace poco tiempo re¬corría el mundo en nombre del Estado obrero, imprevistamen¬te diga: me he aburrido de la Revolución Cubana, voy a hacer la revolución en otra parte? Por otra parte, no dicen dónde ha ido y no se presenta. Si no hay ninguna divergencia por qué no se presenta. Todo el pueblo cubano comprende que hay una lucha enorme y que esta lucha no se ha terminado. ~

"Guevara no estaba solo ni está solo. Si toman estas medi¬das contra Guevara es porque hay una gran tendencia, muy grande, que está de su parte. Y además de una tendencia muy grande, hay una enorme preocupación del pueblo.

"Hace poco tiempo, el gobierno cubano publico un decre¬to bastante severo: es necesario restituir todas las armas al Es¬tado. En aquel momento la cuestión era un poco confusa, aho¬ra está claro qué fin tenía esta resolución: era contra la tenden¬cia Guevara. Tienen miedo de un levantamiento".

Otro párrafo: "¿Por qué han hecho callar a Guevara? La Cuarta Internacional debe llevar adelante una campaña pública en ese sentido, exigiendo la aparición de Guevara, el derecho de Guevara a defenderse y discutir, a hacer apelación a las ma¬sas, a no fiarse de las medidas tomadas por el gobierno cubano, porque son medidas burocráticas y quizás de asesinos. Han eli¬minado a Guevara por callar su lucha, han hecho callar a Gue¬vara. No obstante que su posición no fuese consecuente desde el punto de vista revolucionario, porque tendía a la armoniza¬ción de sus posiciones en la tendencia revolucionaria".

y más adelante dice: "Esto demuestra, no la potencia de Guevara o de un grupo guevarista en Cuba, sino la madurez de las condiciones en el resto de los Estados' obreros para que en breve tiempo estas posiciones fructifiquen. No se engaña a la burocracia con maniobras y medidas de este género. La elimi¬nación de Guevara significa para la burocracia la tentativa de liquidar una base de posible reagrupamiento de tendencias re¬volucionarias que continúan el desarrollo de la revolución mun¬dial. Esta es la base de la liquidación de Guevara y no sólo por el peligro que representa a Cuba, sino porque incluye el resto de la revolución latinoamericana.

"Al Iado de Cuba está Guatemala, al Iado de Cuba está Gua¬temala con el programa de la Revolución Socialista y, no obs¬tante su fuerza y los discursos de su líder máximo Fidel Castro, no ha podido impedir que el Movimiento '13 de Noviembre' se transforme en un movimiento socialista-revolucionario y que luche directamente por el socialismo".

No es absolutamente casual, ni mucho menos, que este señor, dirigente de la Cuarta Internacional, mencione aquí muy ,¬ufano el caso de Guatemala y del Movimiento '13 de Noviem¬bre', porque precisamente con relación a este Movimiento el imperialismo yanqui ha usado una de la tácticas más sutiles pa¬ra liquidar un movimiento revolucionario, que fue filtrarle los agentes de la Cuarta Internacional que -por ignorancia, por ig¬norancia política del dirigente principal de este Movimiento-, lo hicieron adoptar nada menos que esa cosa desacreditada, esa cosa antihistórica, esa cosa fraudulenta que emana de elemen¬tos tan comprobadamente al servicio del imperialismo yanqui, como es el programa de la Cuarta Internacional.

¿Cómo ocurrió esto? Yong Sosa era, sin duda, un oficial pa¬triótico; Yong Sosa encabeza el movimiento de un grupo de ofi¬ciales del ejército -en cuyo aplastamiento por cierto participa¬ron los mercenarios que después invadieron Girón-, y a través de un señor que era comerciante, que se encargó de la parte política del movimiento, la Cuarta Internacional se las arregló para que ese dirigente, ignorante de los problemas profundos de la política y de la historia del pensamiento revolucionario, le permitiera a ese agente del trotskismo-acerca del cual nosotros no tenemos la menor duda es un agente del imperialismo- que se encargara de redactar un periódico en el cual se copiaba “de cabo a rabo” el programa de la Cuarta Internacional
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Lo que la Cuarta Internacional cometió con eso fue un ver¬dadero crimen contra el movimiento revolucionario, para aislar¬lo del resto del pueblo, para aislarlo de las masas, al contagiarlo con las insensateces, el descrédito y la cosa repugnante y nau¬seabunda que hoy es en el campo de la política el trotskismo. Porque si en un tiempo el trotskismo representó una posición errónea, pero una posición dentro del campo de las ideas polí¬ticas, el trotskismo pasó a convertirse en los años sucesivos en un vulgar instrumento del imperialismo y de la reacción.

Dé tal manera piensan estos señores que, por ejemplo, con relación a Vietnam del Sur, donde un amplio frente revolucio¬nario ha unido a la inmensa mayoría de la población, a distin¬tos sectores de la población, los ha unido estrechamente alre¬dedor del movimiento de liberación en la lucha contra el impe¬rialismo, para los trotskistas eso es absurdo, eso es contrarrevo¬lucionario. Yesos señores llegan a la osadía, a la cosa insólita frente a los hechos y a las realidades de la historia y del movi¬miento revolucionario, a expresarse de esa forma.

Afortunadamente, en Guatemala el movimiento revolucio¬nario se salva. Y se salva gracias a la clara visión de uno de los oficiales que junto con Sosa había iniciado el movimiento re¬volucionario y que comprendiendo aquella insensatez, aquella estupidez, se separa del Movimiento "13 de Noviembre" y con otros sectores progresistas y revolucionarios organiza las Fuer¬zas Armadas Rebeldes de Guatemala. Y ese oficial joven que tuvo tan clara visión de la situación es quien ha representado al movimiento revolucionario de Guatemala en esta Conferencia, el Comandante Turcios.

El Comandante Turcios tiene en su haber el mérito no sólo de haber sido uno de los abanderados de la lucha armada por la liberación de su pueblo oprimido, sino el mérito de haber sal¬vado al movimiento revolucionario guatemalteco de una de las estratagemas más sutiles y más pérfidas del imperialismo yanqui y levantar las banderas revolucionarias de Guatemala y de su movimiento antiimperialista, rescatándola de las manos sucias de estos mercenarios al servicio del imperialismo yanqui.

y tenemos la esperanza de que Yong Sosa, cuyas intencio¬nes patrióticas al iniciar la lucha nadie duda, y cuya condición de hombre honrado nadie duda -a la vez que sí tenemos muy serias razones para dudar de su actitud como dirigente revolu¬cionario de Guatemala, pero ya esta vez bajo otra dirección ba¬jo otra guía que sí demostró, en momentos como esos, claridad de visión y actitud de dirigente revolucionario.

Esta posición de los trotskistas es la misma que adoptaron todos los periódicos y agencias publicitarias del imperialismo yanqui, la misma con relación al caso del compañero Ernesto Guevara; toda la prensa imperialista de Estados Unidos, sus agencias cablegráficas, la prensa de los contrarrevolucionarios cubanos, la prensa burguesa en todo el Continente yen el resto del mundo. Es decir, que esta campaña de calumnia y de intri¬ga contra la Cuba Revolucionaria en relación al caso del com¬pañero Guevara hizo coincidir de una manera exacta a todos los sectores reaccionarios imperialistas, burgueses, a todos los calumniadores y a todos los intrigantes contra la Revolución Cubana.

Porque es incuestionable que sólo a la reacción y sólo al imperialismo les puede interesar desacreditar a la Revolución Cubana, destruir la confianza de los movimientos revoluciona¬rios en la Revolución Cubana, destruir la confianza de los pue¬blos de América Latina en la Revolución Cubana, destruir su fe.

y por eso, no han vacilado en el empleo de las armas más su¬cias y más indecentes.

Este mismo señor Guil, que de vez en cuando posa entre otros intelectuales norteamericanos en la revista Monthly Re¬view, de Estados Unidos, tuvo la villanía de escribir el siguiente párrafo, que vale la pena analizar, con relación a la crisis de Santo Domingo. Dijo así: "Un punto culminante de esta crisis tiene que haber sido la Revolución Dominicana, donde el Es¬tado obrero. cubano quedó paralizado por su propia política, sin apoyar abiertamente a la Revolución, mientras en Cuba ha¬bía una tremenda presión interior para una política de apoyo activo. Si la crisis era muy anterior a Santo Domingo, induda¬blemente Santo Domingo precipitó la Revolución."

Este señor tiene la villanía de acusar a la Revolución Cuba¬na de no haber dado un apoyo activo a la Revolución Domini¬cana. y mientras los imperialistas acusaban a Cuba; mientras los imperialistas trataban de pretextar su intervención diciendo que elementos izquierdistas y comunistas, entrenados en Cuba, estaban allí al frente del levantamiento; mientras el imperialismo acusaba a Cuba y presentaba a la Revolución Dominicana, no como un problema interno, sino como un problema exter¬no, este señor acusa a la Revolución de no haber dado un apo¬yo activo.

¿ y qué se entiende por apoyo activo? ¿Acaso se pretendía que Cuba, cuyas armas, cuyos recursos se sabe cuáles son sus características, podía impedir y debía impedir el desembarco de las tropas norteamericanas en Santo Domingo? Tiene Cuba armas para defenderse a sí misma y en una correlación infinita¬mente inferior a los imperialistas, armas defensivas. Y son tan miserables estos señores, tan desvergonzados, que intentan res¬ponsabilizar a Cuba de no haber impedido ... Porque ¿qué otra cosa quiere decir apoyo activo? Porque todo cuanto Cuba po¬día hacer dentro de aquellas circunstancias, todo cuanto Cuba podía hacer y debía hacer, lo hizo. Y pedirle a Cuba que impi¬diera el desembarco es como pedirle a Camboya, en el Sudeste de Asia, que impida los bombardeos a Vietnam del Norte y que impida la ocupación, por la Infantería de Marina yanqui, de Vietnam del Sur.

Desgraciadamente, las fuerzas de Cuba son limitadas. Pero en la medida de esas fuerzas, y de la manera óptima posible, y de la manera más decidida, a la vez que más adecuada a las cir¬cunstancias, presta y prestará a la Revolución su máximo apoyó.

A aquellos que crean que este país teme a los imperialistas, a aquellos que crean -con espíritu de superioridad o con inso¬lente delirio de superioridad sobre nadie- que este país teme a los imperialistas, bien les valdría haber vivido unas horas aquí en este país, cuando la Crisis de Octubre, y cuando por prime¬ra vez un pueblo pequeño como éste se vio amenazado con una andanada masiva de cohetes nucleares sobre su territorio, la ac¬titud que tuvo este pueblo y la actitud que tuvo el Gobierno Revolucionario.

Muchas tonterías y muchas boberías se escriben y, sobre todo, se escriben por los irresponsables, cuando ciertos docu¬mentos no pueden ser dados a la luz. Pero algún día 'la huma¬nidad sabrá y algún día la humanidad conocerá todos los he¬chos. Será ese día, cuando los miserables vean que no hubo nin¬gún compañero Guevara asesinado, cuando se conozca igual¬mente cuál fue la posición de Cuba en aquellos días difíciles y cuál fue la serenidad de este pueblo. Cuando se comprenda, no habrá nadie, por insolente que sea, por provocador que sea, que se atreva a poner en duda el sentimiento de solidaridad de este pueblo y el valor de este pueblo.

Valor que lo demuestra el hecho de su conducta. No obs¬tante ser éste un país que está a noventa millas de la metrópoli imperialista, sobre cuyas cabezas en los años venideros pesarán enormes peligros en la misma medida en que el movimiento revolucionario, crezca. Movimiento revolucionario que crece so¬bre todo a partir del ejemplo de la Revolución Cubana; movi¬miento revolucionario que crece, que se agiganta, por el ejem¬plo de Cuba, por las victorias de Cuba, por la posición de Cuba frente al enemigo.

y hay que tener en cuenta que cuando este país desafía ese peligro, éste no es un país que posea millones de hombres so¬bre las armas, éste no es un país que posea armas termonuclea¬res, porque aquí nuestros cohetes son morales; y el número de millones "no es lo infinito, el número de hombres no es lo infi¬nito, sino la dignidad y el decoro de este pueblo.

y serán los años venideros los que hablen por nosotros, y serán los años venideros quienes se encarguen de aplastar a los calumniadores; no a éstos, que son agentes conocidos de los imperialistas, sino a los confusos, a los intrigantes, a quienes se dejan intrigar. y sirven de instrumento a las mentiras contra nuestra Revolución.

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