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jueves, diciembre 22, 2011

Rusia:revuelta de colores al estilo "Gapón

V.Kashin.
(vicepresidente del CC del PCFR)
Kprf.ru

Traducido del ruso por Josafat S. Comín

V. Kashin
Lo que ha ocurrido no es nada nuevo en la vida política de nuestro país. En los últimos 20 años de la historia moderna de Rusia, no ha habido ni una sola ocasión en que se hayan dado unas elecciones limpias. Incluso la actual constitución se aprobó en 1993 bajo las bocas de los cañones de los tanques, con la más descarada violación de la legislación entonces vigente.
En esta ocasión los “privatizadores del poder” pensaban que esta nueva “representación circense” que ellos denominan elecciones, volvería a colar.

Esas esperanzas estaban fundamentadas, dado que el movimiento obrero y en general el movimiento de resistencia popular en Rusia contra estos usurpadores, no reúne la capacidad necesaria de respuesta. Solo que esta vez los señores han equivocado sus cálculos. Gracias a la infatigable actividad política del Partido Comunista y a la propia desolación que provoca la realidad, aunque de un modo lento pero seguro, está creciendo la actividad política y social de la ciudadanía de a pie. Muchos representantes de la nueva generación de rusos no quieren ser considerados como ganado. La gente está recuperando poco a poco la dignidad, la autoestima. La descarada desfachatez con la que actúa el “partido del poder” les provoca indignación y aversión. Cada vez hay más gente así. Muchos de ellos ya han engrosado nuestras filas, o se han convertido en nuestros partidarios. Esos racimos de ira popular se transforman cada vez más en protesta organizada, bajo la dirección del PCFR.

Inmediatamente después de que se anunciasen los resultados de las “elecciones”, el PCFR hizo pública una declaración, calificando de ilegítimos los resultados y la presencia en el parlamento de una parte de los diputados de “Rusia Unida”. El 5 y el 6 se produjeron mítines de protesta por todo el país. El 18 de diciembre celebraremos un acto de protesta contra la falsificación de la voluntad popular. El PCFR está decidido a llegar hasta la última instancia para defender cada voto recibido a su favor, no solo en manifestaciones callejeras, también en los juzgados, sin excluir las instancias internacionales.

Todos a la manifestación del 18 de diciembre
Frente a los actos de protesta el gobierno reacciona del modo habitual: intenta dialogar con la gente con el lenguaje de la fuerza bruta, asustar al pueblo. Detrás de esa violencia se oculta el miedo del gobierno ante al pueblo, la falta de confianza en la firmeza de su posición. El gobierno confía en que el ganado arme un poco de jaleo para luego volver de nuevo a sus establos.
Pero por más que se esfuercen estos autocoronados delincuentes y ladrones de la Rusia actual, cada vez es más gente la que ve como el país está gobernado por un puñado de sinvergüenzas maleantes. Su fuerza no está en las porras de la policía ni sus blindados. El régimen está podrido de arriba abajo, e incluso los gendarmes de la Rusia contemporánea no siempre les son leales. No, no es gracias a la presencia de porras, que se mantiene el actual gobierno. Su fuerza está en nuestra insuficiente organización. El miedo de los trabajadores ante la lucha, su falta de organización, su habitual pasividad; ese es el verdadero baluarte del régimen actual.

Al mismo tiempo no puede haber duda en que al actual gobierno de la oligarquía, le importa un bledo el pueblo, y si se hiciese necesario no vacilarían en recurrir al uso de las Fuerzas Armadas. Ese rictus sanguinario de la “democracia” rusa, es algo que seguro recuerdan muchos de los que estuvieron en Moscú en octubre de 1993.
Hoy junto a las tropas del ministerio del interior también lanzan a las organizaciones juveniles progubernamentales, como “Nashi”, a los que se inculca que los indignados no son más que la infantería de la futura “revolución naranja”, de sus líderes liberales y sus amos del otro lado del océano.

Algunos de esos “líderes” liberales del tipo de Nemtsov, Kaspárov, así como algunos cabecillas despistados de la “izquierda”, como Ponomariov y Udaltsov, ciertamente le hacen el juego al gobierno, organizando mítines de “protesta”.

Hay que señalar, y el pueblo esto lo recuerda, que estos señores liberales, que están detrás de los actos de protesta en las calles de Moscú, fueron los arquitectos del sistema político resultante en Rusia: Son los mismos que apoyaron el asalto de Yeltsin al parlamento democráticamente elegido en 1993. Fueron ellos, los que en el transcurso de muchos años llevaron a la práctica activamente y respaldaron todas las maquinaciones inimaginables del régimen de Yeltsin y de sus sucesores, que dieron como resultado la actual “democracia soberana”. Fueron ellos los que no dudaron un instante en luchar con los métodos más autoritarios contra la disidencia. Son ramas de un mismo tronco, de un mismo sistema. La única diferencia es que entonces estos señores fueron apartados, y ahora quieren regresar. Quieren utilizar ese descontento popular para sustituir a la élite gobernante. Son una versión actualizada con un matiz “colorido” de Gapón. Y si consiguiesen sus propósitos, inmediatamente harían uso del estilo autoritario de gobierno de aquellos a los que ahora maldicen.

Partiendo de esto, todo el mundo debe tener claro que el camino de los liberales no es el del pueblo. Los únicos que luchan hoy por una auténtica democracia son los comunistas. No se trata de colaborar con los liberales, sino de luchar por la influencia en las masas.

acto de protesta (organizado por los comunistas) contra el fraude, en Novosibirsk

A los liberales rusos, les gusta poner de ejemplo la experiencia de las democracias occidentales, donde supuestamente gracias al “desarrollo de los instituciones de la sociedad civil”, las elecciones no son adulteradas y reflejan de un modo objetivo la voluntad de los ciudadanos. Esa leyenda sobre las “elecciones limpias” es cultivada por las fuerzas políticas más diversas, integradas en la actual vertical de poder. Sin embargo todas ellas mienten. Esa relativa honradez y objetividad del sistema electoral en Europa, si existe no es en modo alguno gracias a que los capitalistas y sus funcionarios se distingan por ser más civilizados y educados. No, el nivel alcanzado de democracia burguesa, es el resultado de una sangrienta lucha de siglos de la clase obrera. Hace apenas cien años, en esa “ilustrada” Europa y en los EE.UU. el censo electoral imponía limitaciones raciales, de sexo o por nivel de renta. No fue la filantropía de los capitalistas, sino las revoluciones y la lucha de clases a lo largo del siglo XX, el ejemplo de la URSS, los que suprimieron una tras otra esas limitaciones. Es una lucha que sigue vigente: El nivel de democracia y el cumplimiento de la legislación electoral, es una cuestión únicamente de correlación de fuerzas de clase en la sociedad. En realidad las elecciones limpias solo existen allí donde los trabajadores está organizados como clase y son capaces de defender su honestidad. Nada de eso existe por ahora en Rusia.


Los comunistas ven el camino real de la lucha en la conjugación de las exigencias democráticas con las reivindicaciones de clase. El actual régimen cometió fraude para mantenerse en el poder y continuar llevando a cabo una política social y económica nefasta y destructiva. La victoria del “partido del poder” no es el fin en sí mismo, sino el medio para conseguir el objetivo real: continuar saqueando nuestro país y a nuestro pueblo.
Los comunistas siempre han estado y seguirán estando con su pueblo. Estamos obligados a conseguir que cada participante de esos actos de protesta no se conforme con gritar en la plaza y regresar a casa decepcionado. Es imprescindible que toda esa gente que protesta comprenda la necesidad de la lucha de clases. La lucha por sus derechos, en todos los aspectos de la vida, y no solo por el derecho a un escrutinio honesto de los votos.
La sustitución de un partido por otro, la sustitución de unas figuras por otras, no implica ningún cambio. Hay que cambiar todo el sistema, sustituirlo por un auténtico poder popular, donde sea el pueblo la única y auténtica fuente de poder.

En estos días decisivos hacemos un llamamiento a nuestro conciudadanos para agruparse en torno al PCFR, para salir el 18-20 de diciembre a las calles de las ciudades de Rusia, para manifestar nuestra protesta contra la usurpación del poder, en defensa de nuestros derechos constitucionales por una vida digna, en defensa del futuro de nuestros hijos y nietos, del futuro de una Rusia floreciente.

Por eso manifestamos:

¡Los falsificadores de los resultados de las elecciones a la cárcel!
¡Todo el poder al pueblo!
¡Por un gobierno de confianza nacional para Rusia!
¡No al estado policial!
¡Todos a votar por un presidente comunista!


Extraído de:
http://kprf.ru/rus_soc/100268.html


http://josafatscomin.blogspot.com/
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