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miércoles, enero 18, 2017

Resumen de Obras de V.I.Lenin-IV

Materialismo y empiriocriticismo: Lenin denunciaba el empiriocriticismo ruso como el aspecto teorico-filosofico del revisionismo moderno, que bajo la apariencia del marxismo no hacia mas que falsificarlo, introduciendo doctrinas nitidamente antimaterialista. Detras de la lucha entre empiriocriticismo y materialismo dialectico, no hay temas-dice Lenin- que la lucha de dos tendencias que representan los intereses antagonicos de las principales clases de la sociedad capitalista.

Al mismo tiempo que hacia la denuncia del revisionismo filosofico, Lenin aprovechada, por contraposicion, para hacer una importante exposicion de los principales aspectos del materialismo dialectico.













Del derecho de las naciones a la autodeterminacion,notas criticas sobre la cuestion nacional:Por derecho a a la autodeterminacion de las naciones solo se puede definir-considera Lenin-el derecho a la separacion bajo forma de Estado independiente de las diversas colectividades que forman nacionalidades diferenciadas.

Los movimientos nacionales estan ligados a la epoca de la victoria del capitalismo sobre el feudalismo.La base economica de estos movimientos se deduce de la necesidad de la burguesia para el triunfo de la produccion mercantil para conquistar el mercado interior. para esto es esencial que territorios cuya poblacion hable una misma lengua adquieran nivel estatal. La unidad de lengua y cultural es una de las condiciones para la circulacion mercantil que corresponde al capitalismo moderno.Debido a esto, la norma en el periodo capitalista sera la existencia de estados nacionales.

Partiendo de esta situacion, la tarea del proletariado sera combinar el apoyo a la lucha de las naciones a formar estados independientes, liberandolas de las potencias opresoras, y contribuyendo a su debilitamiento con la lucha por la unidad de la lucha proletaria y de las organizaciones proletarias a nivel internacional.
Completo igualdad de derechos de las naciones: derecho a la autodeterminacion de las naciones: este es el programa nacional que enseña a los obreros el marxismo, que muestra la experiencia mundial y la experiencia de Rusia.

Notas criticas sobre la cuestion nacional
Lenin niega que los movimientos nacionalistas puedan constituir un frente de lucha adecuado para enfrentar la dominación burguesa. En cambio, afirma que la única forma de lucha no es una que aúne a los oprimidos bajo una cultura nacional, sino bajo al opresión de la clase, "[l]a consigna de la democracia obrera no es la "cultura nacional", sino la cultura internacional de la democracia y del movimiento obrero mundial.".1 Lenin niega efectividad a la cultura nacional como posibilidad revolucionaria porque está ligada siempre a la cultura burguesa de la que forma parte. El 'internacionalismo proletario' se desliga de la cultura burguesa al establecer un vínculo horizontal entre la clase proletaria internacional a diferencia del vínculo vertical de la nacionalidad que incluye a todas las clases. Aceptar la autonomía nacional implicaría acercar al pueblo a su burguesía.

Esto no significa que la cultura nacional deba ser abandonada completamente en favor de una sola cultura y una sola lengua. Lenin desaprueba la implantación artificial de una lengua en otra cultura:
Ningún demócrata, y con mayor ra­zón ningún marxista, niega la igualdad de derechos de los idiomas o la necesidad de polemizar en el idioma propio con la burguesía "propia" y de propagar las ideas anticle­ricales o antiburguesas entre los campesinos y los peque­ños burgueses "propios".2
La atención a la cultura en la que el movimiento proletario se propaga debe ser tomada en cuenta. Sin embargo, esto no significa tomar al medio por el fin, al vehículo de la emancipación (la cultura nacional) por la emancipación misma (la revolución proletaria). La cultura nacional está inevitablemente permeada por la cultura burguesa, por lo que concebir el campo de la contienda política bajo otra perspectiva sería caer en el idealismo. La forma propiamente materialista de enfrentar la cuestión nacional es rechazándola por sus elementos burgueses:
Lo que determina el significado de la consigna de "cul­tura nacional" no son las promesas o los buenos propósi­tos de tal o cual intelectualillo de "interpretarla" "como vehículo de la cultura internacional". Considerar así las cosas equivaldría a caer en un subjetivismo pueril. El significado de la consigna de cultura nacional lo determi­na la correlación objetiva entre todas las clases del país dado y de todos los países del mundo.3
Este rechazo, desde una perspectiva materialista, no puede ignorar las condiciones culturales en que se encuentra por lo que debe emplearlas para llevar el discurso proletario. El idealismo se detecta en privilegiar lo nacional sobre la clase.
Los liberales y socialdemócratas, según Lenin, han esgrimido el argumento en contra de la asimilación como forma de reivindicación de las demandas de autonomía nacional. La asimilación es entendida por estos como la aniquilación de la cultura propia, como una forma de violencia contra las tradiciones y las costumbres arraigadas. Lenin, en cambio, ve en la asimilación, desprovista de sus elementos violentos, un efecto progresivo en la medida en que propicia el advenimiento del capitalismo.
Pero, ¿queda algo real en el concepto "asimilación" si excluimos toda violen­cia y toda desigualdad? Sí, desde luego. Queda la tendencia histórica univer­sal del capitalismo a romper las barreras nacionales, a borrar las diferencias nacionales, a llevar las naciones a la asimilación, tendencia que cada decenio se manifiesta con mayor pujanza y constituye uno de los más poderosos motores de la transformación del capitalismo en socia­lismo.4
Todos los argumentos anteriores convergen en el último apartado en el que Lenin argumenta la necesidad de un Estado centralizado. La autonomía nacional es una forma de disgregación no sólo cultural, sino también económica. Con la fragmentación cultural se pierde el sentido de la unificación económica que une a todas las luchas políticas. La división geopolítica en varias naciones propiciaría una conciencia de la propia nacionalidad y de la política dividida de la economía. De la misma forma el estado centralizado generaría una conciencia política unificada bajo la economía.
Los marxistas, como es natural, están en contra de la federación y la descentralización, por el simple motivo de que el capitalismo exige para su desarrollo Estados que sean lo más extensos y lo más centralizados. En igualdad de las demás condiciones, el proletariado consciente aboga­rá siempre por un Estado más grande. Luchará siempre contra el particularismo medieval, aplaudirá siempre la más estrecha cohesión económica de grandes territorios, en los que se pueda desarrollar ampliamente la lucha del pro­letariado contra la burguesía.5
Es de notar la insistencia de Lenin en la necesidad de generar las condiciones para el desarrollo del capitalismo, tanto en cuanto a la organización del Estado como en el desarrollo de la asimilación cultural. Esto se debe a que Lenin escribe en un periodo anterior a la Revolución Rusa por lo que el desarrollo del capitalismo y su tendencia, según Lenin, a romper las barreras nacionales es un buen índice del progreso inminente hacia el socialismo. La transición entre capitalismo y socialismo está precedida por la transición entre lo medieval y lo capitalista, entre el mujik y el proletario. Lenin ve en la tendencia de la centralización estatal un elemento progresivo del capitalismo en su transición al socialismo.

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