En las pasadas fiestas de Illora, un joven de 19 años resultó muertodespués de una pelea multitudinaria. De un lado payos y del otro, gitanos,al parecer un empujón le hizo caer al suelo con la desgracia de que segolpeó la cabeza contra el bordillo produciéndole la muerte, horas anteslos amigos del fallecido propinaron una paliza al hermano pequeño delpresunto agresor y fue trasladado por un vecino al hospital porque ademásde la perdida de conciencia le habían roto una pierna. No fue una muertepremeditada, fue una pelea a altas horas de la madrugada, con alcohol pormedio, y en respuesta a una agresión anterior. El presunto agresor fueentregado a la policía por sus propios padres que mantienen, a día de hoy,la palabra de que cumpla la condena que el juez le imponga según laculpabilidad que determine que tiene en el asunto.
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