“.... La memoria de los combatientes de la Comuna es venerada no sólo por los trabajadores franceses, sino por el proletariado de todos los países. Porque la Municipalidad no luchó por una causa puramente local o estrictamente nacional, sino por la emancipación de toda la humanidad trabajadora, de todos los desgraciados y de todos los ofendidos. Luchador avanzado de la revolución social, la Municipalidad ha ganado simpatía donde sea que el proletariado sufra y lucha. La imagen de su vida y muerte, la visión del gobierno laboral que tomó y preservó la capital del mundo durante más de dos meses, el espectáculo de la heroica lucha del proletariado y su sufrimiento tras la derrota, todo esto ha revigorizado la moral de millones de personas de trabajadores. Despertó sus esperanzas, se ganó sus simpatías por el socialismo. El estruendo de los cañones de París ha despertado el estrato social más atrasado del proletariado y ha dado un nuevo impulso en todas partes al desarrollo de la propaganda revolucionaria socialista. Esta es la razón por la que la obra del Municipio no está muerta; vive en cada uno de nosotros.
La causa del municipio es la causa de la revolución socialista, la causa del empoderamiento político y económico completo de los trabajadores, es la causa del proletariado mundial. En este sentido ella es inmortal. ”
Con estas palabras de Lenin queremos recordar la primera vez cuando el poder del estado estuvo en manos de los trabajadores, el primer gobierno obrero de la historia, el asalto al cielo del proletariado.
El trabajo nocturno fue abolido, la libertad de prensa y asociación estaba garantizada, hombres y mujeres increíbles eran iguales.
Aunque durara sólo 72 días, incluso hoy 151 años separados el eco de la Comuna de París se hace eco como ejemplo para todos los futuros ataques en el cielo.
¡Gloria eterna a la comuna de París!
¡Viva el comunismo!
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