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jueves, abril 21, 2016

Manifiesto Sevilla por la Republica-2016

Acabar con las contrarreformas y recortes, y defender los derechos elementales a PAN, TRABAJO y TECHO exige luchar por la República.

El régimen monárquico establecido en 1978 vive su crisis más profunda. La corrupción lo corroe desde la Casa Real, implicada en asuntos de corrupción y relacionada estrechamente con corruptos, hasta el último ayuntamiento. Los partidos más vinculados al régimen han perdido millones de votos y, tras las últimas elecciones generales, no se vislumbra una combinación que permita formar gobierno. La ruptura con el pueblo de Cataluña, que expresa la desafección de todos los pueblos, no encuentra solución en este marco y se coloca, cada día más, como una de las condiciones indispensables para una salida política.

El régimen niega los derechos y aspiraciones de la inmensa mayoría y destruye sus conquistas sociales y democráticas, a la vez que aplica la represión a la movilización social y sindical. Cientos de sindicalistas y activistas sociales están siendo perseguidos por la acción combinada del gobierno, el poder judicial y los cuerpos policiales.
Nos llevan a la miseria mientras más de 30.000 millones de euros, la mayor partida de los Presupuestos del Estado, se destina a pagar los intereses de una Deuda Pública que no han contraído las personas trabajadoras.
El pueblo rechaza la constitución de un nuevo gobierno de continuidad del régimen y exige un gobierno que imponga un salida democrática y que acabe con los recortes y derogue las contrarreformas
Un inmenso rechazo a este régimen, que niega al pueblo las necesidades más elementales, y que recorta gravemente sus derechos, sus conquistas sociales y democráticas, se ha expresado en estos últimos años, tanto en las urnas como en las calles.

La supervivencia de la población trabajadora, de la juventud, de los pueblos del Estado Español, la defensa y recuperación de los derechos democráticos elementales y de las conquistas sociales exige un urgente cambio político y social, que no es posible bajo el marco de la Monarquía súbdita de la Troika. No es posible ninguna regeneración democrática, ninguna lucha contra la corrupción, dentro del marco podrido de la Constitución de 1978.
Hoy, levantamos las banderas tricolores para reivindicar un cambio político y social, que sólo puede partir de una Asamblea Constituyente Soberana que proclame la democracia, el gobierno por y para la mayoría, del pueblo y para el pueblo, la aplicación efectiva del derecho al trabajo, a la vivienda, a la sanidad y a la educación pública, la convivencia fraternal de todos los pueblos y naciones, es decir, la República.

viernes, abril 01, 2016

Solidaridad con Andres Bódalo Pastrana


http://www.indultobodalo.info/
Andrés Bódalo Pastrana es un sindicalista que lleva 30 años defendiendo los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, principalmente de los jornaleros y jornaleras de Andalucía, colectivo al que pertenece. Siempre ha defendido la necesidad de unas condiciones laborales dignas, defendiendo la aplicación de los Convenios Colectivos y luchando por la mejoras laborales en los mismos. Fue elegido como concejal por el Ayuntamiento de Jaén en las últimas elecciones municipales lo que da fe de su apoyo popular y su calidad de representante público elegido por las urnas.

Las acciones por las que se ha condenado al sindicalista Andrés Bódalo ocurrieron en el seno de una concentración frente al Ayuntamiento de Jódar (Jaén) que dieron lugar a una breve confrontación con los que en aquel momento ostentaban la representación popular en el municipio y en la que Andrés intentó en todo momento apa
ciguar los ánimos.

Sin embargo, Andrés ha sido condenado a 3 años y 6 meses de prisión por atentado a la autoridad. Entendemos que la sentencia resulta desproporcionada en alto grado, quedando la presente solicitud de indulto como último intento de evitar su encarcelamiento y el cumplimiento de la pena. Junto a la pérdida social y sindical que puede provocar la entrada en prisión de Andrés Bódalo se une la difícil situación económica en que queda su familia compuesta por seis personas de tres generaciones incluido un hijo de 12 años y una nieta de 6 años enferma crónica, ya que Andrés es la única fuente de ingresos de una familia que al igual que él y muchos andaluces y andaluzas sufren ausencia de rentas y trabajo. Por tanto, entendemos que la concesión del Indulto por parte del Consejo de Ministros del Gobierno de España servirá en este caso para corregir la desproporción de la pena impuesta.

Por todo lo expuesto los abajo firmantes, manifestamos nuestro apoyo y solicitamos SE CONCEDA SU INDULTO TOTAL O PARCIAL para evitar la ejecución en prisión de la pena.

Movimiento Obrero,sindicalismo y revolucion

Círculos Comunistas por la Confluencia Popular (CCCP)   
Marzo de 2016    

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Análisis de estrategia y táctica dentro del debate sindical. En el ámbito del movimiento obrero y del sindicalismo que lucha, debemos reflexionar desde la experiencia histórica internacional y desde el ámbito cultural geográfico histórico en el que hemos vivido, trabajado y luchado. Necesitamos el movimiento obrero revolucionario en este proceso confluir, para vivir y debatir la práctica unitaria y desde ella, construir los instrumentos del poder obrero y popular, instrumentos que no se pueden inventar, instrumentos que se construyen desde la unidad del movimiento obrero en la lucha popular, instrumentos a descubrir, que están labrados en la experiencia de la lucha del movimiento obrero y sindical revolucionario. 
Pero, para la recuperación de una nueva conciencia de clase, debemos ganar la hegemonía en el seno de la clase obrera y esto solo será posible, si el movimiento participa de la dirección, organización y debate, en el seno del movimiento obrero y sindical que lucha, disperso en estos momentos históricos en distintos sindicatos, secciones sindicales, sectores, comarcas y movimientos, debilitándose a la clase obrera y a nosotros. Por eso es fundamental la suma de la confluencia de l@s que luchamos en el seno del movimiento obrero y sindical organizado, con la lucha política  general del conjunto del pueblo, construyendo unidad popular real. Esta es la pretensión que los círculos comunistas tenemos, con este debate que planteamos.
La lucha histórica entre revolución y reformismo, algo más que una división teórica. En estos momentos álgidos de la larga crisis del sistema capitalista, cuando amplios sectores de masas se proletarizan, más alzan la voz los viejos reformistas neoliberales, con la ocurrencia de que la clase obrera ya no existe, proclamando la idea de que tod@s l@s que trabajan son clase media. Tesis de los viejos revisionistas del marxismo norteamericanos de los años cincuenta del siglo pasado, mientras reclaman como negocio, el puesto de trabajo de mediadores entre patrono y trabajador@s en la lucha de clases, lucha que descaradamente reconoce la clase empresarial, que la están ganando por goleada.
El nuevo reformismo provenientes de los movimientos sociales, más suave, dice que la clase obrera existe, pero que debido a su fragmentación y a las nuevas relaciones y contrataciones laborales, fruto del desmantelamiento del sistema fordista, ya no es el sujeto transformador, limitando la pertenencia a la clase obrera sólo al trabajad@r industrial, revisando el marxismo con ello y con la desnaturalización del sistema capitalista, al que critican, faltos de alternativa política, solo por sus errores, los cuales piensan, tienen enmienda.
Pero veamos cual es la realidad de las clases trabajadoras desde su situación concreta y desde su respuesta a la crisis económica, es decir desde la lucha de clases. Pero previamente solo recordar, que todos los estudios estadísticos y sociológicos de la clase obrera, indican su existencia, incluidos los de la base industrial. Para ello solo hay que remitirse, a los anuarios que los organismos institucionales y financieros emiten, sobre las empresas existentes y mano de obra empleada.
Pero esta existencia en su composición y estructura ha cambiado, por ello el sistema de respuesta en la acción sindical debe estudiarlo, experimentarlo y adaptarse a él, para una mejor batalla en la lucha de clases. La antigua vanguardia industrial del sistema fordista, hoy forma parte de la aristocracia obrera, es fácil verlos desfilar al lado de los ejecutivos y burócratas sindicales, defendiendo el libre mercado para su empresa y combatiendo el de China, Rusia y otras potencias emergentes. Pero esto va acabándose también y las nuevas situaciones de cierres y deslocalizaciones, pondrán a este sector de nuevo (por ser los que más operarios concentran en los centros de trabajo) en la vanguardia de la lucha.   
Debemos partir en este contexto, que la historia moderna de la lucha de la clase obrera española, es la historia del sometimiento mayoritario de una clase, inducida por la derrota ideológica y política de la etapa de la transición en los años setenta, con la paz social firmada por los sindicatos CC.OO y UGT y los partidos entonces representantes de la clase obrera y popular el PCE y PSOE, con la oligarquía española euroalemana. Paz social sobre la cual, durante los cuarenta años de su duración, imponen la cultura desclasada y reformista, del revisionismo triunfante de la transición.
Pero el año 2010, se inició con protestas y movilizaciones por la indignación general de la clase trabajadora, provocada por los recortes, privatizaciones y una agresiva política de austeridad ejecutada por el gobierno del PSOE de Zapatero, por mandato de la oligarquía financiera euroalemana, que implicó la ruptura del pacto social de la transición, con el objetivo de la eliminación del estado de bienestar y del estado de derecho. Todo ello salpicado con la salida a la luz de la corrupción existente.
http://www.sinpermiso.info/sites/default/files/styles/large/public/world-rate-of-profit-maito.png?itok=u-pVKAxhCon la ruptura del pacto social, las movilizaciones de 2010 indicaron el cambio de ciclo. Esta es la principal lectura que el sindicalismo revolucionario tiene que sacar de la actual situación, porque no solo indica un cambio de ciclo con una movilización espontánea e independiente. Evidencia la ruptura de los más avanzado de las clases trabajadoras, con el viejo reformismo que lo encadenaba políticamente a la clase burguesa dominante. Es decir, el inicio de una independencia política que llevará su propio proceso y de ahí, la importancia de la intervención en el movimiento obrero y sindical para el movimiento  revolucionario, porque de la dirección política que tome la lucha de la clase obrera, dependerá el tipo de salida a la crisis estructural, global, del sistema capitalista.
Pero no solo se da una movilización y ruptura en la infraestructura económica, determinante por la necesidad imperiosa de la acumulación de fuerzas. Sino que también tiene su correlación en la parte de la superestructura política, con el nacimiento de Podemos y las confluencias, que han desestabilizado el tablero político nacional, conformando una tercera fuerza política que rompe el hegemonismo parlamentario y político construido desde la transición del bipartidismo, arrasando a lo que llaman casta, como responsables de las políticas de austeridad y corrupción y a todas las fuerzas políticas de izquierdas, que se opongan a la confluencia y a la unidad popular.
Estas dos partes de un mismo momento político, son decisivas para el movimiento obrero sindical revolucionario, ya que la intervención en esta nueva realidad política de ruptura del pacto social, fruto del proceso de generalización y profundización de la crisis global del sistema capitalista, son las claves para el desarrollo de un sindicalismo de clase, sociopolítico, asambleario y de lucha por su emancipación en el socialismo. Esta es la mar donde queramos o no, debemos navegar, para ello dos reflexiones.
La experiencia histórica del sindicalismo revolucionario en Europa como primera. Conscientes de que partir de la experiencia histórica de la lucha de la clase obrera, es partir de los clásicos marxistas del movimiento obrero revolucionario y comunista internacional y de las experiencias insurreccionales, levantamientos y motines de los sindicatos y partidos obreros desde su existencia hasta mediados del siglo XX, cuando se consuma, la entrada del sistema norteamericano de producción fordista en Europa y el pacto social que conlleva.
Hasta la segunda guerra mundial, la base de funcionamiento y organización de los sindicatos y partidos obreros, responden a la necesidad del combate diario desde los gremios de producción y barriadas obreras, tanto por falta de derechos y libertades para la clase obrera, como por su dispersión en pequeños y medianos centros productivos, también por las oscilaciones que las crisis cíclicas, producían de desempleo y miseria entre las masas obreras. Produciendo insurrecciones obreras y populares.
Toda la etapa del fordismo como sistema productivo, desarrollado por EE.UU durante la II Guerra Mundial y a partir de los años cincuenta, generalizado para la reconstrucción europea de la posguerra, es la historia del desarrollismo, de las grandes industrias y grandes sindicatos y también de la creación del estado de bienestar, el mayor pacto social creado, que abarcaba a toda la Europa occidental, tanto porque el sistema fordista de producción necesitaba una clase obrera sana e instruida, como por la existencia del bloque socialista soviético y la China popular.
La superación del sistema fordista de producción en Europa, se inicia con el estreno del estado de bienestar en el sur europeo que sale de las tinieblas de las dictaduras fascistas militares. Dictaduras como instrumento político de explotación de las clases trabajadoras y campesinas, en un proceso de acumulación de capital por la alta burguesía y de internacionalización de las finanzas y la producción.
Hoy el sistema dominante en la organización del trabajo, está basado en la flexibilidad, polivalencia, movilidad y precariedad laboral, en un contexto internacional (global) de externalización de fases productivas, deslocalización empresarial y máxima competitividad, mediante el abaratamiento de la mano de obra por las grandes tasas de desempleo, con la eliminación de derechos, libertades y democracia en los centros de trabajo y con el desarrollo cientificotécnico de la robótico y la telemática.
Esto nos sitúa en un marco parecido, al de los primeros años de desarrollo del capitalismo y de la generalización de la clase obrera, pero mucho más masiva y global, con la misma falta de derechos democráticos y libertades en los centros de trabajo y en proceso de reducción por tecnificación, pero en una fase completamente superior, en la fase del alumbramiento de la afirmación después de la doble negación. Aparentemente, esta es la conclusión a las que nos llevan los datos encima de la mesa y solo la acción consciente, organizada y colectiva del ser humano, puede cambiar nuestro destino.
La experiencia española bajo el franquismo del sindicalismo sociopolítico asambleario, como segunda. El ejemplo de construcción de un partido y un movimiento obrero y sindical bajo la dictadura franquista, después del  cruento golpe militar fascista de 1936, que masacró a centenares de miles de trabajador@s y ciudadan@s y los que no, a un exilio del que pocos regresaron, es el elemento más reciente en la lucha de la historia del movimiento obrero revolucionario español. Donde aporta esta experiencia de poder obrero y popular, instrumentos singulares organizativos y participativos, de horizontalidad y asamblearismo desde el análisis sociopolítico de la realidad social. Donde el poder de la decisión lo tenía y lo debe seguir teniendo, la asamblea de base de centro de trabajo, sector o barrios.
Representa aún hoy, aunque en una menor escala, un tipo de sindicalismo que une lo políticamente concreto de las reivindicaciones económicas con las generales, mucho más políticas y solidarias, con un discurso político transversal, donde entran todas las batallas y necesidades humanas, como la solidaridad, el feminismo, la ecología o el internacionalismo. Desde los criterios amplios y flexibles a los que obliga el consenso de la pluralidad, que se sintetiza en la supremacía de la unidad del movimiento, para la conquista del objetivo final: la emancipación de las clases trabajadoras en el socialismo.
Un tipo de sindicalismo sociopolítico, asambleario, de poder desde la base de producción, centro de trabajo, sector o barrio. Es decir, que por encima de todos los valores políticos, el poder obrero en la toma de decisiones, siempre lo tenían las asambleas de base.
Desde este sindicalismo sociopolítico, es desde donde se dio la principal batalla contra la desmovilización del movimiento obrero y social, iniciada por el PCE en el año 1975, con el objetivo de pactar con la nueva burguesía emergente, su papel en la nueva España que surgía. Su victoria desmantelando el movimiento sociopolítico de las comisiones obreras, demostró que el PCE controlaba al movimiento obrero y a las masas obreras, imponiendo el pacto social europeo del estado de bienestar, a cambio de su legalización y la de CC.OO. sin que nada cambiase en la estructura del estado, manteniéndose incólume, el poder económico, político, jurídico y militar burgués.
Estrategia de colaboración entre las fuerzas mayoritarias de la clase obrera y popular, el PCE, PSOE, CCOO y UGT con la oligarquía dominante. Política que se consolida una vez convocada las primeras elecciones generales en el 1977, la firma de los Pactos de la Moncloa y la constitución monárquica en 1978 y finalmente el estatuto de los trabajadores en el 1979, al cual solo se opuso en primera instancia CC.OO, pero reprimida rápidamente por el aparato del PCE. Estatuto que se significó, como arma de eliminación masiva, de miles de sindicalistas revolucionarios mediante el despido libre indemnizado.  
Esto nos dice, que todas las claves de las condiciones de la transición política, previamente pasaron por la imposición de la hegemonía ideológica y política entre la clase obrera, del reformismo revisionista del PCE y PSOE, para posteriormente, con el apoyo del gobierno burgués, empresarios y la represión, desterrar las posiciones políticas más avanzadas en el seno de las clases trabajadoras.
Se inventaron decenas de virtudes palaciegas alabando la transición por parte de los vencedores, se inventaron decenas de golpes de estado y faltas de correlaciones de fuerzas por parte de los que traicionaron a la clase obrera, pero por encima de todas estas historias que cuentan los historiadores del sistema, prevalece el hecho, de que todas las versiones triunfaron, después de la derrota ideológica y política de la clase trabajadora.
La experiencia histórica nos demuestra que hay que llevar la lucha política al seno de la clase obrera, donde trabaja, vive y lucha. Nos demuestra también, que la historia la escriben l@s que conquistan la hegemonía en las organizaciones de la clase obrera, pero la mayoría del activo actual de la militancia revolucionaria y comunista, la individual y colectiva de los distintos destacamentos comunistas, aducen una serie de descalificaciones o limitaciones del sindicalismo y suelen acudir a las citas de los clásicos del marxismo como justificación, fundamentalmente de Lenin, dejando las organizaciones sindicales de masas, en manos del pensamiento reformista pequeñoburgués.
Copiar o reproducir las frases de nuestros clásicos, no sirven ni demuestran absolutamente nada, si no vienen envueltas en el contexto concreto en el que se dio y dijo. Solo tienen validez sus principios, desde la comprensión de la lógica dialéctica de la que debemos partir todo marxista a la hora de los análisis, desde los espacios y tiempos históricos concretos en los que se dieron o dan.
Lenin, el dirigente clásico marxista más duro en la crítica contra el economicismo, en las filas de los revolucionarios socialdemócratas, nunca criticó el trabajo en las organizaciones sindicales, como organizaciones de masas de las clases trabajadoras, al contrario siempre lo ponderó y abanderó.
Lo que sí criticó con todas sus fuerzas, fue al trabajo sindical economicista y corporativo de los cuadros y militancia del partido, influenciados por el oportunismo de derechas hegemónico en el partido, que solo ponía énfasis, en la acción institucional en los parlamentos y en los pactos con las clases dominantes por las cúpulas. Evidentemente desde estas estrategias que tod@s conocemos hoy en la actualidad, a la derecha del partido le interesaba que su militancia, solo hicieran lucha reivindicativa economicista.
Siempre teorizó para la militancia, la intervención política entre las masas desde criterios políticos e ideológicos, atendiendo a las realidades concretas, contradicciones internas y necesidades del movimiento obrero en cada momento, posiciones revolucionarias que sirvieran para vertebrar orgánicamente a la clase obrera, elevar su nivel de comprensión política y la introdujera en el conocimiento y comprensión del socialismo, como único sistema válido para su emancipación. Desde la intervención concreta en el centro de la lucha de clases: el centro de trabajo, sector y el barrio.
Siempre intentó ganarse a los sectores obreros del partido socialdemócrata, ejerciendo la crítica al desprecio interesado que el ala derecha tenía, a que los obreros revolucionarios hicieran política desde el partido. Lenin pretendía que intervinieran en él, en sus reuniones,  y que allí fuera donde se tomasen las decisiones que tenían importancia, para el desarrollo sindical del movimiento obrero revolucionario.
L@s clásicos del movimiento obrero, defendieron la intervención revolucionaria en los sindicatos para hacer sindicalismo revolucionario, no economicismo. Quienes desprecian el sindicalismo, porque está limitado en su quehacer político,  o cae en la burocracia derechista  con intereses con la patronal e instituciones, o es un dogmático infantil de izquierdas, que desde el desprecio a las posiciones de los revisionistas, rechaza la militancia en los centros donde trabaja, vive y lucha la clase obrera, criticando desde afuera para dividir dentro de ella.
Lo que demuestran los clásicos y la historia moderna de la lucha revolucionaria de la clase obrera española, es que la opción de hacer sindicalismo revolucionario, es una opción política del sindicalista que lo practica, no de que el sindicalismo tenga limitaciones, por eso Lenin ejercía la crítica, dependiendo siempre del lado que bascula el error. Evidentemente que para el partido es necesario muchas cosas más, como la intervención en la superestructura política parlamentaria o la coordinación entre la lucha de masas y la institucional por ejemplo.
Pero lo fundamental siempre estará, en el nivel político y organizativo de la estructura orgánica propia, de las que se nutra la clase trabajadora, porque son los gérmenes de su futura estructura de poder popular, desde los lugares donde trabaja, vive y lucha. Pero esto solo es posible, si garantizamos la independencia de la clase obrera de la ideología de las clases dominantes, desde la máxima de ni dioses, reyes ni tribunos.
Si la militancia revolucionaria de la mayoría de los destacamentos comunistas, tuvieran la experiencia de militar y trabajar de forma unitaria, dentro del movimiento global que lucha, que aglutina a lo más avanzado de la clase obrera y del pueblo y no exclusivamente, desde la militancia sectaria y limitada a grupos de elegidos, sabrían que muchos comunistas en el PCE, hemos criticado históricamente la práctica economicista de la mayoría de los cuadros y dirigentes en el sindicato, por despreciar al partido, por no asistir a sus reuniones y no tomar las decisiones de la línea política en el trabajo de masas, desde el debate político del partido, como Lenin siempre defendió en el Partido Socialdemócrata Ruso y no los pactos por arriba con la patronal y los parlamentos, como antes y ahora.
Ceñirnos al contexto económico y político internacional que vivimos para partir de él.Desconocemos en lo fundamental, por donde avanzará la profundización de la crisis global del sistema capitalista, crisis, que se perpetúa por encima de las crisis cíclicas del capitalismo, con el continuado descenso de los beneficios empresariales, iniciado en los años setenta del siglo pasado. Desarrollo que nosotros podemos cambiar, tal como Cuba, China o Bielorrusia nos lo demuestran día a día.
Vemos, que el proceso de destrucción mediante la guerra, de vidas humanas y producción, ha comenzado hace tiempo y no solo por la periferia geográfica de los países subdesarrollados, también en la Europa, corazón del sistema capitalista, con una capacidad de destrucción total. La destrucción de Yugoslavia, Irak, Ucrania o el acoso por el imperialismo a Rusia o China, día tras día lo demuestra.
También vemos, como el sistema de producción y consumo a que nos arrastra el capitalismo, destruye la naturaleza, acabando con el precario equilibrio del sistema climático terrestre, poniendo en peligro no solo al ser humano, sino también, a la existencia de cualquier tipo vida inteligente en el planeta. El cambio del clima, el deshielo o la contaminación atmosférica, son el pan nuestro de cada día.
Conocemos, que el desarrollo cientificotécnico separa cada día más la producción del trabajo  humano, la robotización y la telemática nos sustituyen en amplias gamas de la producción industrial, servicios y agroalimentaria, limitando el beneficio  empresarial por la competitividad en la producción. Los robots, una vez recuperada la inversión y el mantenimiento, todo es deducible y no consume.
Sabemos que este desarrollo bajo el capitalismo, está llevando a que millones de personas no tengan empleo ni medios de subsistencia, demostrándose, que el desarrollo cientificotécnico al servicio del sistema capitalista, solo crea desigualdad, miseria y sufrimiento generalizado al ser humano. La destrucción del sistema productivo en Oriente Medio y Centro Europa, provocando millones de inmigrantes, es la demostración clara de todos los días.
También, que la situación de propiedad de los medios de producción y riquezas en manos de una exigua oligarquía, exacerba con su poder, lo más salvaje del ser humano para mantener su posesión, mediante la imposición del patriarcalismo cultural y económico, como instrumento autoritario para la usurpación continuada de la igualdad de los seres humanos, del hombre y la mujer y del derecho a la propiedad pública, nacida de las sociedades antiguas del matriarcado. Usará todos los medios para impedir, que la igualdad de la mujer y la propiedad pública de los bienes y riquezas de la comunidad ligadas a ella, sea conseguida por la humanidad.
¿Qué hacer desde el sindicalismo revolucionario de clase, para unirse a la lucha política global?  La correlación de fuerzas políticas, ha iniciado un movimiento de cambio en el 2010 y constatado en estas últimas elecciones generales al parlamento español del 2015, pero este movimiento se da, sin correlato en la participación del ámbito organizado de la clase obrera y del movimiento obrero y sindical.
Corresponde a lo más consciente y preparado de la clase obrera, a su vanguardia comunista y revolucionaria de dar esta batalla, a prepararse desde los principios de nuestros clásicos y desde la experiencia histórica y cultural del movimiento obrero en el lugar que trabajas, vives y luchas. Este es el mayor déficit y debilidad, que actualmente manifiesta el movimiento de masas iniciado de ruptura política de la dependencia histórica, que la clase obrera arrastra del reformismo revisionista y la burguesía dominante desde la transición política.
Es el momento de la unidad, de unir todas las voluntades y confluencias para multiplicar el grosor de la línea política iniciada, de la independencia de la clase obrera de la burguesía que la oprime y explota y de sus lacayos entre el pueblo. Una unidad desde el debate político y la confrontación entre las masas, contra aquellos que pretenden, desde el sindicalismo economicista de las cúpulas de los sindicatos y partidos hasta ahora mayoritarios, de que nada cambie y contra aquellos entre nuestras filas, que desde su izquierdismo infantil nos dividen, debilitan y separan de la clase obrera, abandonandola, cuando no entregándola, en manos de la derecha política y del fascismo. Solo desde esta unidad seremos capaces de construir organización y una nueva conciencia de lucha.

10 cosas que todo Brasil necesita saber

Por: Igor Fuser
Publicado 29 marzo 2016

Hasta ahora, el nombre de Dilma ha quedado fuera de todas las investigaciones de corrupción, pues no existe, contra ella, ni la misma la más mínima sospecha.
Es preciso avisar a tod@s l@s brasileñ@s, informar de una manera muy clara y objetiva para que, incluso las cataratas del Río San Francisco, se enteren que:

La capital.com.ar
1. El pedido de destitución de la presidenta Dilma Rousseff no tiene nada que ver con la operación Lava Jato, ni con ninguna otra iniciativa de combate a la corrupción. Dilma no es acusada de robar centavo alguno.  El pretexto utilizado por los políticos de oposición para tratar de desplazarla del gobierno, es el llamado "maquillaje fiscal", es un procedimiento de gestión del presupuesto público de rutina en todos los niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, y fue adoptado en los mandatos de Fernando Henrique Cardoso y Lula sin ningún problema.  Ella, simplemente, puso dinero de la Caixa Econômica Federal en programas sociales, para poder cerrar las cuentas y, al año siguiente, devolvió el dinero a la Caixa. No obtuvo ningún beneficio personal y ni sus peores enemigos logran acusarla de algún acto de corrupción.

2. Justamente por eso el pedido de destitución es un golpe, ya que la presidenta sólo puede ser separada si se demuestra que ha cometido un crimen -y ese crimen no ocurrió, tanto que, hasta ahora, el nombre de Dilma ha quedado fuera de todas las investigaciones de corrupción, pues no existe, contra ella, ni la misma la más mínima sospecha.

3. Al contrario de la presidente Dilma, los políticos que piden la destitución están más sucios que un palo de gallinero.  Eduardo Cunha (PMDB-RJ), quien como presidente de la Cámara es responsable del proceso de destitución, recibió más de R $ 52 millones tan solo de la corrupción en la Petrobras y es propietario de depósitos millonarios en cuentas secretas en Suiza y en otros paraísos fiscales.  En la comisión de diputados que analizará el pedido de destitución, con 65 integrantes, 37 (¡más de la mitad!) están en la mira de la Justicia, investigados por corrupción.  Si ellos logran deponer a la presidenta, esperan recibir, a cambio, la impunidad por las estafas cometidas.

4. Quien lidera la campaña por la destitución es el PSDB, partido opositor derrotado en las elecciones presidenciales de 2014.  Su candidato, Aecio Neves, pretende alcanzar en el escritorio el resultado político que no fue capaz de obtener en las urnas, irrespetando el voto de 54.499.901 brasileños y brasileñas que votaron por Dilma (3,4% más que los votantes de Aecio en la segunda ronda).

5. Si se consuma el golpe, la oposición aplicará todas las propuestas elitistas y autoritarias que Aecio planeaba implementar si hubiese ganado la elección.  El presidente golpista, con toda seguridad, cambiará la legislación laboral, en detrimento de los asalariados; revocará la política de valoración del salario mínimo; implementará la terciarización de la mano de obra sin restricciones; entregará las reservas de petróleo del pré-sal a las corporaciones transnacionales (como defiende el senador José Serra); privatizará el Banco do Brasil y la Caixa Econômica Federal; introducirá la educación pagada en las universidades federales, como un primer paso hacia su privatización; reprimirá los movimientos sociales y a la libertad de expresión en Internet; expulsará a los cubanos que trabajan en el Programa Más Médicos; dará luz verde al agronegocio para apropiarse de las tierras indígenas; eliminará la política exterior independiente, degradando el Brasil al papel de sirviente de Estados Unidos.  Es eso, mucho más que el mandato de la presidenta Dilma o el futuro político de Lula, lo que está en juego en la batalla del juicio político.

6. Es un engaño suponer que la economía mejorará después de un eventual cambio en la presidencia de la República. Todos los factores que llevaron al país a la crisis actual continuarán presentes, con varios agravantes. La inestabilidad política será la regla. Los líderes de la actual campaña golpista pasarán a luchar cuerpo a cuerpo por el poder como pirañas alrededor de un trozo de carne. Y Dilma será reemplazada por un sujeto débil, Michel Temer, más interesados en asegurar su futuro (sin duda una silla en el Tribunal Supremo Federal) y protegerse de las acusaciones de corrupción antes que gobernar efectivamente.  La inflación seguirá aumentando, y el desempleo también.

7. En el plano político, Brasil se sumergió en un período caótico, de fuerte inestabilidad.  El derrocamiento de una presidenta electa, sacramentada por el voto, llevará al país a que, por primera vez desde el fin del régimen militar, al frente del Ejecutivo estará un mandatario ilegítimo, rechazado por una gran parte de la sociedad.

8. El conflicto dará la tónica de la vida social.  Las tendencias fascistas, ensañadas con el golpe, se van a sentir liberadas para poner en práctica sus impulsos violentos, expresados simbólicamente, en las imágenes de muñecos colgados mostrando la gorra del MST o la estrella del PT y, de una forma más concreta, en las invasiones y ataques contra sindicatos y partidos políticos, en los ataques salvajes a personas cuyo único delito es vestir una camisa de color rojo.  El líder de esta corriente de extrema derecha, el diputado Jair Bolsonaro, ya defendió abiertamente, en una de las manifestaciones a favor del juicio político, que cada hacendado cargue consigo un rifle para matar militantes del MST.

9. Los sindicatos y los movimientos sociales no se quedarán con los brazos cruzados ante la truculencia de la derecha y la ofensiva gobiernista y patronal contra los derechos sociales conquistados durante las últimas dos décadas.  Va a resistir por todos los medios - huelgas, ocupaciones de tierras, bloqueos de carreteras, toma de edificios, y mucho más.  Brasil se tornará un país desgarrado, por culpa de irresponsabilidad y de la ambición desmedida de media docena de políticos incapaces de llegar al poder por el voto popular.  Eso es lo que nos espera si el golpe contra el presidente Dilma se consuma.

10. Pero eso no sucederá. La movilización de la ciudadanía en defensa de la legalidad y de la democracia está creciendo, con la adhesión de más y más personas y movimientos, independientemente de su afiliación política, creencias religiosas y de si apoyan o no la política oficial.  La opinión de cada uno de nosotros sobre el PT o el gobierno Dilma ya no es lo que importa.  Están en juego la democracia, el respeto al resultado de las urnas y la norma constitucional que prohíbe la aplicación de un juicio político sin la existencia de un delito que justifique esta medida extrema.  Más y más brasileños están percibiendo esto y saliendo a las calles contra los golpistas.  Este 31 de marzo, la resistencia democrática trabará una batalla decisiva.

Es esencial la participación de todos, en cada rincón de Brasil.  Todos precisamos salir a las calles, en defensa de la legalidad, de la Constitución y de los derechos sociales. ¡Todos juntos! ¡El fascismo no pasará! ¡No va haber golpe! (Traducción ALAI).
Fuente original: http://www.alainet.org/es/articulo/176376

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 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección:
 http://www.telesurtv.net/opinion/10-cosas-que-todo-Brasil-necesita-saber-20160329-0058.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net

Email de Clinton: promovimos la guerra de Siria para beneficiar a Israel

Uno de los e-mails de Hillary Clinton publicado por el sitio de Wikileaks ofrece una perspectiva del pensamiento de la actual candidata demócrata a la presidencia de EEUU cuando era secretaria de Estado. El email muestra la estrategia de Clinton como artífice de la intervención estadounidense en Siria y el razonamiento débil y lleno de fallos que dio pie a los planes de intervención en ese país. También deja claro que ella era totalmente ciega a los grandes problemas y consecuencias que la guerra iba a generar.
Como sucede con muchas guerras norteamericanas en Oriente Medio, todo comenzó con Israel. Clinton señala en este sentido que el intento de EEUU de lograr un cambio de régimen en Siria estuvo motivado sobre todo por beneficiar a Israel y romper la alianza entre Siria e Irán, una postura idéntica a la que mantienen responsables israelíes.

Clinton creía que EEUU impondría un cambio de régimen en Siria a través de las armas y sin tropas y que Rusia no se atrevería a responder a las acciones de Washington, citando el caso de Kosovo.

Clinton afirmaba que el nuevo gobierno sirio rompería los vínculos con Irán y Hezbolá y negociaría un acuerdo de paz con Israel en los términos de este último.

Los fallos que se evidencian de estos cálculos son enormes y muy pocas de las predicciones de Clinton se hicieron realidad. Ella afirma también, por ejemplo, que las negociaciones nucleares con Irán no llevarían a un acuerdo y que Rusia no defendería al gobierno de Assad de los rebeldes apoyados por EEUU. También pronosticó deserciones en masa en el Ejército sirio que nunca tuvieron lugar.

Otro gran error de Clinton fue el hecho de que ella ignoró, como hizo también en Libia, el creciente papel que iban a desempeñar los grupos extremistas y terroristas que estaban implicados en la guerra. Cinco años después, los "rebeldes" apoyados por EEUU desempeñan un papel trivial frente al predomino del EI, el Frente al Nusra y otros grupos terroristas.

Mientras el email es instructivo de la mentalidad intervencionista de Clinton, él puede también ser educativo acerca de la mentalidad intervencionista en general y muestra qué rápidamente la noción de una guerra de "bajo coste" se convierte en una política oficial y cómo los planificadores de los conflictos se muestran ciegos no sólo a la realidad del terreno, sino también a los grandes riesgos que entrañan sus planes.

Jason Ditz - Antiwar.com



Autogestion Yugoslava-III

Gilles Martinet
¿Quien administra la autogestion?
Reunion del consejo de trabajadores de una empresa.
"A tantas fabricas,tantos problemas particulares",hacen notar los que las han investigado sobre el terreno.
Y es cierto que lo que ocurre en una empresa eslovena no se parece apenas a lo que se observa en una fabrica macedoniana, y que el interes de los trabajadores por la gestión no es el mismo en la industria electrónica que en la industria textil. Y sin embargo aparecen un cierto numero de rasgos comunes que intentaremos clasificar.

1.Las opresiones de la base relativas a las remuneraciones, la jerarquia, los contratos,despidos, las cuestiones de seguridad y de higiene, etc., se ejercen en la mayor parte de las empresas sobre los consejos obreros.
El consejo se ocupa de todas las cuestiones que en una empresa capitalista, son normalmente tratados por los delegados de personal o el comite de empresa. El sindicato sirve a veces de intermediarios,pero la existencia misma del consejo reduce su papel(que, por otra parte, nunca tuvo gran importancia). La comparacion entre la stuacion de los obreros en Yugoslavia y en los demas paises socialistas muestra que la existencia de los consejos obreros favorece la formulacion de revindicaciones, aunque estas sean sofocadas.
2.En la mayoria de las empresas,la intervencion de los consejos no sobrepasa este estado. Los miembros del consejo obrero dejan al director y sus inmediatos colaboradores la tarea de arreglar los problemas de gestion propiamente dichos (procedimientos de fabricacion, inversiones, desarrollo del mercado,etc.). El bajo nivel de conocimiento e informacion de los trabajadores es muchas veces usado para justificar esta falta de interes,A esto hay que añadir sin duda, el poco tiempo disponible y la no-remuneracion de las funciones del miembro del consejo.La igualdad entre el equipo directivo que esta durante toda la semana preocupado con los problemas de la gestion y los trabajadores que se dedican a ello despues de una penosa jornada de trabajo, es puramente formal.

Albert Meister, que ha dedicado dos libros a la autogestion yugoslava, compara muy acertadamente el funcionamiento actual de las empresas autogestionadas al de las celulas colectivas de la economia liberal que son las cooperativas.

La autogestion como la cooperacion,ha desempeñado el papel de mecanismo de seleccion.Los mas aptos se han desatacado y,junto a los tecnicos se suceden en los puestos de responsabilidas.La masa solo puede contemplarlos y seguirlos.

Los obreros son generalmente  conscientes de esta situacion. Cada vez existe una mayor tendencia en las grandes empresas a enviar ingenieros y cuadros tecnicos superiores al consejo obreros. En este caso, el consejo obrero deja de ser una oficina  de registro para convertirse en una oficina efectivo de gestion. En 1969, Jean Dru estudio muy detalladamente el funcionamiento de las dos grandes empresas electricas Elektronska Industrija en Servia (18.000 asalariados) e Iskra en Eslovenia (13.000 asalariados). En la primera empresa, la mayoria de los miembros del consejo(presidido por un viejo obrero) poseian un diploma universitario. En la segunda sobre 70 miembros del consejo(presidido por un ingeniero), se contaban 30 ingenieros y cuadros tecnicos superiores(categorias que representan apenas el 5% del efectivo total).Durante una sesion de trabajo de este organismo que duro cinco horas, tomaron la palabra doce delegados, de los cuales diez eran ingenieros y dos eran agentes tecnicos. Existe pues, como señala Jean Dru el inicio de una desviacion hacia una gestión de caracter profesional bajo el control de las instancias elegidas.7

4.Parece que los obreros comprenden bien este fenomeno. No se podrian explicar de otra manera la importancia que en el curso de los ultimos años la importancia que en el curso de los ultimos años han tomado los "paros de trabajo" obustava rada.Primeramente el fenomeno fue tapado, despues minimizado y al final, reconocido abiertamente.Numerosos estudios y tesis y varios se minarios le han sido dedicados.Marie Paula Canapa ha resumido muy bien sus conclusiones en su libro Reforma economica y socialismo en Yugoslavia. El primer "paro de trabajo" conocido tuvo lugar en enero de 1958 en las minas de Eslovenia. Las huelgas llegaron a hacerse particularmente numerosas entre 1962 y 19658. En un primer momento afectaron especialmente a las regiones desarrollados (sobre todo a Eslovenia) y se sucedieron entre las empresas con dificultades. Se trata siempre de huelgas obreras: los cuadros tecnicos y los miembros de la administracion no participan nunca en ellas. La detencion del trabajo es el resultado de un conflicto con los tecnicos, pero no menos frecueentemente opone a grupos de obreros entre si. Los problemas salariales son el origen de la mayor parte de los movimientos(81% de los casos estudiados por N.Joranov). En algunos casos, sucede simplemente que los obreros encuentran su salario demasiado bajo. En otros, protestan por la desigualdad de las remuneraciones y piden la aplicacion del principio"a igual tarea, igual salario".Se trata pues casi siempre de una reaccion contra una forma u otra de explotacion mutua.
El fenomeno de los "paros de trabajo" es tanto mas significativo cuanto que la huelga no es legal en Yugoslavia. Ningun texto legislativo la preve. Algunos miembros de la Liga Comunista han sido excluido de ella por haber sido excluido de ella por haber participado en estos "paros de trabajo" pero se va dibujando una corriente a favor de su institucionalizacion.
Un consejo obrero de Zagreb sugirio el reconocimiento de las huelgas propuestas por los reconocimiento de las huelgas propuestas por los sindicatos (despues de agotado el procedimiento de la negociación) y la prohibicion de las demas huelgas(lo que implicaria el despido de las demas huelgas(lo que implicaria el despido de sus promotores). Tal propuestas es singularmente reveladora de la evolucion de la autogestion.
Siempre los salarios
No debemos contentarnos con la descripion de la experiencia,asi que pasaremos ahora a su analisis.
La autogestion no ha suprimido el salariado; tal es el primer punto fundamental que es necesario clarificar. Ya hemos visto a traves del examen del sistema sovietivo que la nacionalizacion de los medios de produccion no es suficiente para provocar la desaparicion del salariado.
La existencia de unidades de produccion "separadas una de otras" conlleva la supervivencia de fenomenos mercantiles y ese producto particular que es la fuerza de trabajo continua siendo objeto de intercambio. Los asalariados han sido separados de sus medios de produccion y su sobretrabajo contribuye a crear una plusvalia social cuyo reparto se les escapa. Su principal consuelo es el de saberse ciudadanos de un "Estado Obrero"y como señalaba Tito, no conocer el paro forzosos. Asi subsisten, en el marco de una economia "socialista", unas relaciones de producción de tipo capitalista,; pero, he aqui en Yugoslavia los obreros detentan el derecho a gestionar sus empresas.
¿No va esto a transformar las famosas relaciones de produccion y si no suprimir al menos conseguir el debilitamiento del salariado? La pregunta esta planteada desde los comienzos de la experiencia.La respuesta no deja hoy ninguna duda.

Salvo en el caso de las pequeñas unidades donde un grupo de trabajadores reciben la misma remuneracion y donde se reparten equitativamente la parte de la renta neta que les corresponde, pudiendo figurar asi como "patron-colectivo", las relaciones sociales son relaciones salariales. El "socialismo de mercado" ha engendrado un mercado"socialista" del trabajo. Este existe de manera evidente en el plano internacional9 y de una forma no menos clara en el plano nacional. El reclutamiento de los cuadros y de los obreros especializados ha sido motivo de multiples tensiones entre las empresas. Si anteriormente los consejos obreros tendian a recortar el abanico de las remuneraciones, en la actualidad muchos de ellos hacen con propuestas de altos salarios a los especialistas cuando desean su colaboracion. En 1979, varias empresas eslovenas ofrecieron a unos obreros yugoslavos estaban trabajando en Austria y Alemania volver al pais con unos salarios equivalentes a los que recibian en el extranjero.
La extension de las huelgas demuestra por otra parte que los trabajadores son perfectamente conscientes de su condicion de asalariados. Hay que admitir por fin que las crecientes oposiciones entre las diferentes republicys reposan principalmente sobre una diferencia cada vez mas posan principalmente sobre una diferencia cada vez mas notables en los niveles de remuneracion. Si se fija en 100 el indice de consumo en Bosnia Herzagovina para el año 1970, hay que atribuir el indice de 128,8 a Macedonia, 129,3 a Montenegro, 165,6 a Servia, 194,9 a Croacia y 301,9 a Eslovenia.
¿Por que esto es asi? ¿Por que? la autogestion yugoslava no es una autentica autogestion obrera? ¿Por que la rehabilitacion del mercado ha significado una restauracion de los mecanismos capitalistas? sin duda las dos cosas van unidas. De hecho hay que preguntarse: 1) si la autogestion obrera era posible  2) si podia ser limitada al marco de la empresa3) si mas alla de un cierto limite, la rehabilitacion del mercado en un sistema socialista no provoca una mutacion cualitativa.
7 Desviacion tanto mas notables cuanto que los consejos obreros eligen muchas veces,ademas del comite de gestion, unos "comites dhe negocios" compuestos por expertos escogidos entre los cuadros de dirección.
8.225 en 1962, 213 en 1963,273 en 1964,231 en 1965.
9.Y no solo entre Yugoslavia y los paises occidentales sino tambien por ejemplo entre Republica Democratica Alemana y Hungria que en 1967 concluyeron un acuerdo referente al empleo de los trabajadores hungaros en Alemania.