Ver vídeo Estatutos establecen que los símbolos del Partido son una bandera, que contiene una "estrella roja de cinco puntas, símbolo del internacionalismo proletario", así como "dos cintas con los colores nacionales: una verde, la otra roja", y un himno, cuyo título es “La Internacional”. Estos artículos, que aparecen al final de los Estatutos, demuestran cómo, incluso en las reglas de funcionamiento del Partido, las dimensiones patriótica e internacionalista están presentes simultáneamente y de manera complementaria.La dimensión patriótica del PCP no puede confundirse con ninguna noción de nacionalismo. Porque se integra a su concepción y proyecto izquierdista, porque no confronta ni desafía a otros países o patrias, porque establece el marco nacional para la lucha, dondequiera que se desarrolle, como el elemento unificador de un objetivo común que los trabajadores de todos los países continúan.Los Estatutos establecen que los símbolos del Partido son una bandera, que contiene una "estrella roja de cinco puntas, símbolo del internacionalismo proletario", así como "dos cintas con los colores nacionales: una verde, la otra roja", y un himno, cuyo título es “La Internacional”. Estos artículos, que aparecen al final de los Estatutos, demuestran cómo, incluso en las reglas de funcionamiento del Partido, las dimensiones patriótica e internacionalista están presentes simultáneamente y de manera complementaria.

Los Estatutos establecen que los símbolos del Partido son una bandera, que contiene una "estrella roja de cinco puntas, símbolo del internacionalismo proletario", así como "dos cintas con los colores nacionales: una verde, la otra roja", y un himno, cuyo título es “La Internacional”. Estos artículos, que aparecen al final de los Estatutos, demuestran cómo, incluso en las reglas de funcionamiento del Partido, las dimensiones patriótica e internacionalista están presentes simultáneamente y de manera complementaria.

La dimensión patriótica del PCP no puede confundirse con ninguna noción de nacionalismo. Porque se integra a su concepción y proyecto izquierdista, porque no confronta ni desafía a otros países o patrias, porque establece el marco nacional para la lucha, dondequiera que se desarrolle, como el elemento unificador de un objetivo común que los trabajadores de todos los países continúan.

Basta ver las celebraciones promovidas por el Partido en torno al V Centenario del Natalicio de Luís de Camões, que se extenderán hasta finales de 2025. Camões, poeta de dimensión universal, autor de una obra de gran cultura humanista, rica literaria y creativo, porque éste no es sólo patrimonio del país, sino que su conocimiento es un derecho del pueblo. Cómo contrasta esta comprensión con los intentos nacionalistas, elitistas, colonialistas y reaccionarios de apropiarse de su figura y su obra.

Contrariamente a lo que algunos insisten en afirmar, no existe ningún antagonismo entre patriotismo e internacionalismo. Cada victoria y cada logro del proletariado de un país, o incluso de un pueblo contra el imperialismo, son contribuciones importantes a la victoria de la clase trabajadora también aquí en Portugal. En esta fase histórica, fortalecen nuestra capacidad de resistir al enemigo. Asimismo, la lucha por los derechos de los trabajadores y del pueblo portugués, por la soberanía nacional, teniendo siempre presente la realidad económica, social y cultural del país, es un componente esencial de nuestra lucha por la transformación de la sociedad. Por eso, cuando luchamos, ya sea para aumentar salarios y pensiones, ya sea para defender los servicios públicos y las empresas, o para rechazar la injerencia y el sometimiento de nuestro país a los intereses del imperialismo, estamos aportando la mayor contribución posible al fin de la explotación. del hombre por el hombre. Nuestro Partido, de hecho, tiene un vasto legado que lo demuestra, cuyo ejemplo más llamativo son quizás los ocho puntos del Programa para la Revolución Democrática y Nacional y todo el proceso de la Revolución de Abril.

Asimismo, cuando 33 mil trabajadores de Boeing en Estados Unidos logran varias victorias sindicales después de casi dos meses de lucha, cuando el pueblo palestino resiste la guerra genocida de Israel, cuando la Cuba socialista persiste en la construcción soberana de su camino incluso frente al bloqueo comercial estadounidense. , luchas financieras y económicas, y muchas otras luchas que enfrentan el capitalismo, el colonialismo y el imperialismo en todo el planeta, cada una de ellas es un ejemplo que nos alienta y da confianza a quienes libramos aquí.

Las Tesis al Congreso abordan en diversos momentos la interconexión de la cuestión nacional con la cuestión de clase, la identificación del marco nacional como campo determinante de lucha y “el ejercicio de la soberanía nacional como condición para la defensa y realización de derechos, promover el desarrollo económico y social, para avanzar en procesos de transformación”.

Y lo cierto es que la combinación de patriotismo e internacionalismo aparece claramente en el Manifiesto del Partido Comunista . Marx y Engels explican en este texto fundacional cómo «la lucha del proletariado contra la burguesía comienza siendo una lucha nacional», cómo «el proletariado de cada país debe comenzar naturalmente por resolver los problemas con su propia burguesía», cómo «la unidad de acción [...] es una de las primeras condiciones" de la liberación de la clase obrera, y como "al igual que se suprime la explotación de un individuo por otro, se suprime la explotación de una nación por otro».

Por eso, por patriótico e internacionalista, este lema que entusiasma a los proletarios de todos los países sigue plenamente vigente: ¡uníos!