13 de agosto de 2024   La Voz del Pueblo (Canadá)

Comunicado del Partido Comunista de Canadá  

El Partido Comunista de Canadá ha seguido con gran interés las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, no como un observador imparcial, sino como un partido con una historia de solidaridad con las luchas del pueblo venezolano por la soberanía, la democracia, la justicia social, la liberación de la dominación imperialista y, en definitiva, por un futuro socialista. Extendemos nuestras felicitaciones a la clase obrera y a los movimientos progresistas venezolanos por continuar estas luchas bajo la extrema presión del imperialismo estadounidense y la reacción interna, que desesperadamente buscan de una manera u otra revertir el proceso revolucionario iniciado por el difunto presidente Hugo Chávez.

Ante más de 900 sanciones impuestas por Estados Unidos y los imperialistas occidentales, Venezuela ha tenido que maniobrar en circunstancias hostiles que incluyen numerosos intentos de desestabilización violenta, invasión e incluso un golpe de Estado abortado. Mucho antes del 28 de julio, la oposición de extrema derecha y sus aliados imperialistas anunciaron que sólo un resultado era aceptable: una derrota en las urnas para el partido gobernante PSUV. Condenamos rotundamente cualquier interferencia de ese tipo por parte de las potencias imperialistas, incluido Canadá, que tienen un triste historial de atacar la democracia en otros países e incluso de apoyar la guerra genocida de Israel contra el pueblo de Palestina. En vista de estos antecedentes, Canadá no tiene autoridad política, jurídica ni moral para rechazar el resultado de las elecciones en otros países.

Muchos observadores objetivos y verdaderos amigos del pueblo venezolano han felicitado al gobierno de Maduro, mientras se desarrolla el proceso de verificación de los resultados completos. Es urgente que el gobierno y el pueblo venezolanos mantengan la calma y la paciencia mientras trabajan para concluir definitivamente el proceso electoral, en lugar de aceptar sin más las afirmaciones de la principal coalición de extrema derecha.

En cuanto al balance, se destacan los retrocesos políticos y económicos del gobierno de Maduro durante su mandato 2018-2024, que incluyen violaciones de los derechos sindicales, el incumplimiento de la Ley Orgánica del Trabajo, la privatización de empresas que habían sido nacionalizadas bajo el gobierno de Chávez (incluidas las mineras canadienses) y la venta del petróleo venezolano a la estadounidense Chevron. Durante esos años, 8 millones de ciudadanos abandonaron el país y la inflación aumentó al 40.000 por ciento.

También observamos la pauta de desprestigio electoral por parte del PSUV de fuerzas de izquierda como el Partido Comunista de Venezuela (PCV). Como se ve en la caída de los votos del gobierno de Maduro, estas acciones han tendido a debilitar su propia base de apoyo y a reducir el nivel de confianza de la clase trabajadora en el PSUV. Los comunistas consideran que el antiimperialismo no es sólo patriótico o nacionalista, sino que también implica la emancipación de la clase trabajadora. En este contexto, el PCV se ha distanciado de un gobierno que –bajo intensa presión imperialista, como todos sabemos– ha actuado de manera conciliadora hacia las fuerzas más reaccionarias.

Creemos que el camino a seguir después del 28 de julio es un asunto que compete a los propios venezolanos. Rechazamos los intentos de las fuerzas pro imperialistas, fascistas y reaccionarias de utilizar el reclamo de una mayor transparencia electoral por parte de algunos movimientos populares para justificar intentos de crear caos y buscar una intervención militar extranjera (es decir, de los Estados Unidos).

En este contexto, condenamos los actos de violencia y desestabilización que han empañado la situación postelectoral. El único objetivo de tales tácticas es desviar las legítimas demandas democráticas del pueblo venezolano, equiparándolas falsamente con las acciones de la extrema derecha. Seguiremos expresando nuestra solidaridad con la clase obrera venezolana y con quienes se resisten a la deriva hacia la conciliación con las fuerzas reaccionarias y la clase capitalista venezolana.