Unidad Popular Revolucionaria Antiimperialista *(UPRA)*
*COMUNICADO.* _I Parte_
El pueblo de Venezuela atraviesa otra coyuntura compleja en la cual las contradicciones se agudizan a un nivel muy alto y las fuerzas antagónicas se ponen en tensión, cada una tratando de ejecutar su política y derrotar al contrario.
Es necesario que como pueblo que resiste y lucha contra la agresión imperialista hagamos nuestro propio análisis, fijemos posición clara contra el fascismo y el imperialismo para avanzar con nuestro proyecto de democracia popular rumbo al socialismo, sin dejarnos confundir ni atemorizar por la propaganda reaccionaria.
Actuar en función de los intereses de los explotados, enfrentando a los imperialistas y sus títeres que pretenden subordinarnos a su proyecto opresor, contrario a la ruta de la liberación nacional y el socialismo es nuestra labor.
Mientras las potencias imperialistas se enfrentan por imponer su modelo y luchan por un nuevo reparto del mundo, amenazando con destruir el planeta, los pueblos conscientes nos negamos a ser presa de un reparto entre gigantes o peones del ajedrez mundial, levantando proyectos propios basados en la historia, tradiciones, modo de vida y simbologías, lo que acarrea ser agredidos por las potencias imperialistas que nos quieren sumisos en su órbita, lo que lleva a la necesidad de construcción de un modelo socialista, que es mal visto por los imperialistas, que realmente quieren poblaciones mansas, mercados estables para sus mercancías, fuerza de trabajo barata y fuentes de materias primas estratégicas.
Nos enfrentamos también a una lucha interna, más complicada, ya que debemos lidiar con quienes quieren llevarnos de nuevo al redil del bloque imperialista tradicional y repetir la historia de una América latina sumisa a EE.UU., o quienes quieren subordinarnos al bloque emergente, pero ante ese falso dilema planteamos un sendero de desarrollo propio, independiente y autónomo, alejado de las dos propuestas capitalistas - imperialistas dominantes y sus agentes, para mantener la soberanía e independencia y abrir camino a la verdadera propuesta socialista, único modelo realmente alternativo a la opresión de los poderosos capitalistas.
Otra contradicción se desarrolla sobre la base histórica de combate entre el trabajo y el capital, entre el proletariado y la burguesía. Una lucha que representa el poder violento de los EE.UU. a nivel mundial y la burguesía tradicional en lo local. Con diferencias, esta es la contradicción que unifica a todos los explotados del mundo, independiente del nivel de conciencia y organización, en países imperialistas o en países dependientes, sometidos o neocolonias, estamos obligados a luchar por mejores condiciones de vida, mejor salario para el obrero, financiamiento y asesoría al campesino, proyectos sociales para las comunidades, bien sea en nuestro país de nacimiento o en uno diferente, porque mientras domine el capital seremos explotados y oprimidos y estaremos unidos por esa necesidad de luchar por una mejor vida.
La tierra hoy se encuentra plagada de guerras y son millones de seres humanos que pierden la vida cada día; hombres, mujeres; ancianos o niños; cultos o incultos; hablantes de una u otra lengua, que profesan alguna religión o ninguna; de piel negra, morena roja, amarilla, blanca; de cualquier continente o región del mundo, mueren destrozados por las bombas producidas en las fábricas que enriquecen a los capitalistas, unos empuñando las armas por órdenes de los grandes burgueses y otros para defenderse de la agresión, pero la casi totalidad de esos muertos son nuestros hermanos de clase; los que no somos propietarios de medios de producción y estamos obligados a vender nuestra fuerza de trabajo para poder comer. Mientras tanto los grandes burgueses y sus familias se protegen con los cuerpos de los asalariados y se enriquecen con la fuerza de trabajo que explotan a nivel global, lo que ratifica y hace más evidente que la lucha es nacional por su forma e internacional por su contenido, hermanando a los explotados en el sufrimiento y la necesidad de luchar contra la explotación para desterrar a los capitalistas e imponer un mundo de justicia social.
Son tiempos de gran tensión y convulsión a nivel mundial y regional, de avance de las ideas retrógradas y criminales, de normalización del asesinato y de justificación del derramamiento de sangre; siempre y cuando sea sangre de los oprimidos, porque cuando los oprimidos nos sublevamos y nos defendemos somos catalogados de salvajes, terroristas; amenazados, agredidos y asesinados con saña y crueldad, pero eso permite demostrar el proceso de implantación de una doble moral, de ideas fascistas por parte de los imperialistas, con el avance de un proceso de fascistización de la sociedad en general, que lleva a ver "normal" la violación de las más elementales normas construidas después de la segunda guerra mundial con la expansión de las ideas socialistas en todo el mundo y que hoy, contrariamente, se llega a la generalización de las prácticas genocidas más macabras que han perfeccionado los sionistas como instrumento extremista y reaccionario del gran capital internacional en su expansión.
En América se viven tiempos de grandes transformaciones, especialmente en el ámbito de las relaciones entre países y las pretensiones del grupo dirigido por Trump que plantea tratar al resto del continente con una parte sumisa a EE.UU. dando nuevos bríos a la política del destino manifiesto y la doctrina Monroe lo que creará gran agitación y confrontaciones.
El pueblo de Venezuela juega un papel importante y se enfrenta a una situación de gran tensión provocada por la agudización de las contradicciones fundamentales.
Los intentos imperialistas por dominar totalmente a Venezuela, la existencia de algunas ideas, experiencia y tradición de lucha por la soberanía nacional, la solidaridad del verdadero movimiento revolucionario y comunista internacional, más el impulso del proletariado por romper las amarras del capitalismo nos dan una base importante para confrontar con éxito a un enemigo muy poderoso.
El Proletariado en su desarrollo debe echar a un lado las ideas de la pequeña burguesía temerosa y acomodaticia para lanzarse de frente a la lucha por el socialismo, privilegiando la alianza Obrero, Campesina y Comunal, comprendiendo que éstos son elementos que tensionan en Venezuela desde dentro del propio proceso y llevan a pensar en el necesario paso a niveles más altos de participación y dirección del pueblo en todos los procesos de resistencia y lucha que requieren una vanguardia decidida, con alta conciencia de clase que haga a un lado el oportunismo vacilante de los vividores de oficio...
La alianza Obrero, Campesina y Comunal en la calle enfrentando la ofensiva imperialista es la garantía de triunfo.
Con la razón y la fuerza venceremos!!.
Ante el imperialismo que viva el socialismo.
El 10 de enero nos juramentamos con el pueblo en la calle contra el fascismo y el imperialismo.
UPRA
Enero 8 de 2025.
Rumbo a la IX Convencion Nacional de UPRA.
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