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lunes, septiembre 11, 2023

11 de Septiembre de 1973 (Recordando a Chile).

 Equipo de Redacción,11 de septiembre del 2019


El golpe de Estado en Chile del 11 de septiembre de 1973 fue una acción militar llevada a cabo por cúpulas de las Fuerzas Armadas de Chile de la Marina, Fuerza Aérea y el Ejército, en conjunto con Carabineros para derrocar al gobierno de la Unidad Popular que encabezaba el presidente Salvador Allende.

Salvador Allende había asumido en 1970 como Presidente de Chile y la posibilidad de ser objeto de un golpe se había asomado mucho antes en el marco de la denominada “Guerra Fría”. El gobierno de Estados Unidos, dirigido por el presidente Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger, influyeron decisivamente en grupos políticos, empresariales y militares opositores a Allende, financiando y apoyando activamente la realización de un golpe de Estado. ​ Dentro de estas acciones se encuentran el asesinato del general René Schneider y el Tanquetazo, una sublevación militar el 29 de junio de 1973.

El empresario que encabezó los enlaces con los servicios de inteligencia de Estados Unidos para la planificación del golpe de Estado, fue Agustín Edwards Eastman, propietario de la empresa periodística El Mercurio S.A.P., que publica los diarios chilenos El Mercurio y La Segunda, entre otros. Las acciones de conspiración en Chile incluyeron medidas para la desestabilización del gobierno, campañas comunicacionales, la polarización del país, la promoción de la violencia civil, sabotajes, entre otras.

Si bien otros países sudamericanos vivieron también feroces dictaduras militares como Bolivia, Brasil, Uruguay y Argentina, la de Chile tuvo la característica de instaurar un grotesco laboratorio del modelo neoliberal, desarrollándose a su vez el saqueo del país, otorgando amplios beneficios y privilegios a un grupo económico oligárquico instalándolos en la cúspide del poder, y cogobernando con los sectores militares golpistas, estatus logrado a través de múltiples actos de crueldad, persecución, asesinatos, masacres, , torturas y exilio de un amplio sector de la población.

Parte importante de este estatus y de los privilegios otorgados a la oligarquía durante la dictadura militar se mantienen en el presente al interior del Estado chileno y por razones legales, fácticas y también de corrupción, han sido parte importante de las negociaciones y sumisiones de los diversos gobiernos en el denominado retorno al periodo democrático, donde los grupos económicos luego del saqueo y control de recursos, bienes y servicios durante el régimen que encabezó Augusto Pinochet Ugarte y la Junta Militar (11 de septiembre de 1973 al 11 de marzo de 1990), que mantenía numerosas restricciones comerciales con países democráticos en el mundo, lograron durante los gobiernos de la Concertación abrir caminos a la exportación por medio de numerosos tratados internacionales de Libre Comercio, siendo el gobierno de Ricardo Lagos el que más contribuyó en ese sentido, inflándose la fortuna a nivel mundial de grupos como Angelini, Matte, Paulmann, Luksic, Piñera, entre otros.

Durante la dictadura militar las aguas del país se mercantilizan a fines privados y se inicia un periodo de amplias privatizaciones, comenzando un proceso de expansión del extractivismo (minerías, forestales, celulosas, pesca, otros) y la sobre explotación de los territorios para el lucro de estos grupos.

El dictador Augusto Pinochet Ugarte murió el 10 de diciembre del 2006 con una gran fortuna que estaría relacionado con el saqueo y favores concedidos a intereses empresariales. Por su parte, el empresario conspirador del golpe, Agustín Edwards, murió el 24 de abril del 2017.

Antecedentes de la masacre

Con el golpe de estado se declara el Estado de Sitio en todo Chile y se prorroga hasta 1987. Esto significó la sustracción de la justicia y el traspaso a jurisdicción militar de tiempo de guerra el conocimiento y decisión de las causas por infracción a las normas de dicho Estado de Sitio.

Bajo esta excusa el gobierno de Pinochet se dedicó a hacer detenciones arbitrarias. Se calcula en más de 250.000 detenciones las realizadas los primeros días del golpe.

Ejecuciones sin previo aviso, desapariciones y muertos en falsos enfrentamientos, se volvieron prácticas habituales. Diversos testimonios han dado cuenta de la existencia en ese periodo de la delación entre vecinos y colegas fomentada por la Junta Militar.

A comienzos de la dictadura se disolvió el Congreso Nacional y el Tribunal Constitucional, los partidos de izquierda fueron considerados ilegales y disueltos. Otros partidos fueron considerados en receso, mientras que los Registros Electorales se incineraron y se cesaron las funciones de Alcaldes y Regidores.

Si bien, no existe unanimidad respecto al número real de víctimas de las violaciones a los derechos humanos en Chile durante ese periodo, el número que se ha dado bajo el comando de Augusto Pinochet, se estima en 40.280 personas, entre asesinados, desaparecidos y torturados. El dato consta en el informe oficial en 2011 de la Comisión Asesora para la Calificación de Presos, Desaparecidos, Ejecutados Políticos y Víctimas de Prisión Política y Tortura

Entre 1990 y 1991, la Comisión de Verdad y Reconciliación -más conocida como Comisión Rettig- reunió miles de testimonios y documentos sobre los muertos y desaparecidos. Su trabajo fue completado entre 2003 y 2004 por la Comisión sobre Prisión Política y Tortura -más conocida como Comisión Valech-, que conoció los relatos de las víctimas y los métodos que utilizaron los militares y agentes de la dictadura.

La Comisión Rettig estimó en 2.279 el número de muertos o desaparecidos, pero un tercer grupo de trabajo, la Comisión de Reparación y Justicia, añadió una nueva lista de 899 crímenes, que elevó la cifra final de víctimas a 3.197.

A su vez, en el informe elaborado por las Fuerzas Armadas, entregado a una Mesa de Diálogo cívico-militar que se reunió entre 1999 y 2001, figuraron 200 nombres de detenidos desaparecidos. Todos ellos fueron lanzados al Pacífico, a los ríos y los lagos de Chile o sepultados en lugares ignorados, sobre un total de 1.198 hombres y mujeres, publicaba laverdad.es.

Las principales cifras de estos informes arrojan que un 46 % aproximado de las víctimas asesinadas no tenía afiliación política y la mayoría de los ejecutados militantes, eran integrantes del Partido Socialista, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y del Partido Comunista. Los sindicatos también sufrieron parecida suerte. Estos fueron unos de los principales blancos de la oleada inicial.



Por su parte, al menos 150 religiosos fueron obligados a salir del país en los primeros compases de la dictadura. Las iglesias formaron grupos pro- defensa de los Derechos Humanos (Comité Pro-Paz) y su actuación en ocasiones llegó a enfurecer al propio gobierno.

Al final en 1975 está organización comandada por el Cardenal Silva es cerrada adoptando como motivo principal que es una organización por la cual los marxistas – leninistas crean problemas que perturban la tranquilidad nacional. En sus años de vida esta organización denuncio más de 6900 casos de persecución política además se asesoraron más de 6900 casos de exoneraciones.

Las persecuciones de religiosos se sucedieron y hubo muertes y torturas de sacerdotes laicos así como incendios de capillas. En 1974 los sacerdotes españoles Antonio Llido y Gerardo Poblete murieron a consecuencia de las torturas. El comité Pro-Paz del Cardenal Silva fue sustituido por la Vicaría de la Solidaridad creada por la Archidiócesis. Su labor de asesoramiento y de denuncias condujo a la persecución de los que trabajaban en ella.

Ante esto hubo grandes ejecuciones y secuestros masivos en el mundo del campesinado y comunitario. La persecución de dirigentes rurales iba paralela al desmantelamiento de la reforma agraria, traspasando tierras de campesinos y comunidades a intereses empresariales.

Se estima en más de 171 las personas de origen Mapuche que fueron ejecutadas o desaparecidas, según informe que encabezó el historiador Hernán Curiñir, señalando: “Existe el caso de una lactante menor de 1 año y una señora de 73 años asesinadas por agentes del estado”.

Los Principales órganos de “inteligencia” que actuaron en esta política del terror eran: El Servicio de Inteligencia Militar. (S.I.M.), Servicio de Inteligencia Naval. (S.I.N.), El Servicio de Inteligencia de Carabineros. (S.I.CAR.), El servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea. (S.I.F.A.), La dirección Nacional de Inteligencia. (DI.NA.), El Comando Conjunto, La Central Nacional de Informaciones. (C.N.I.), La Dirección de Comunicaciones de Carabineros. (DI.COM.CAR), Comando de Vengadores de Mártires. (CO.VE.MA.). Varios de agentes de inteligencia post dictadura formaron empresas de seguridad, como Osepar, que colaboraron con empresas forestales chilenas, tema que fue atendido por un Grupo de Trabajo de la ONU sobre Mercenarios y Guardias Privados y que presentó su Informe de Mision a Chile, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Marzo de 2008.

Antecedentes del saqueo

No es posible desprender el golpe de Estado con los principales grupos económicos beneficiados de la dictadura militar, como tampoco la fortuna del dictador. Según el autor del Libro “Pinochet, el gran comisionista”, la riqueza del dictador superó los 29 millones de dólares, pero hay voces que dicen que esta suma es muchísimo mayor: departamentos en Valparaíso, Reñaca, Iquique, Santiago, propiedades en el Molocotón, Parcelas en Quintero, autos, entre otros. ¿Fortunas propias que se ganan en una carrera militar y de servicio a la “patria”?

725 era el número de compañías en manos del Estado al momento del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. La mayor parte fue a parar a manos de grupos económicos altamente concentrado cuya mayoría surgieron y se consolidaron en los primeros años de la dictadura. Al menos se perdieron 2.500 millones de dólares, en cifras de la época, solamente en la transferencia a manos privadas de las 30 empresas más grandes. Estos montos, de acuerdo al porcentaje del PIB, corresponderían hoy a unos 6.000 millones de dólares, según señalaba un informe de diputados que fueron opositores a la dictadura y que recabaron información.

Varias de estas empresas recayeron en amistades cercanas e incluso parientes, como el yerno del dictador, con la empresa Soquimich que significó 261,9 millones de dólares menos que su valor real. Corfo, además, dejó de percibir 184 millones de dólares por la venta de la azucarera estatal Iansa. La generadora de electricidad Endesa representó una pérdida de 895,6 millones de dólares, otra generadora del mismo rubro, Chilgener (hoy Gener) de 171,1 millones de dólares, la distribuidora Chilectra de 96,4 millones de dólares y el Banco de Chile de 66,9 millones de dólares, dicta el informe parlamentario. Asimismo, se enajenaron 15.000 propiedades inmuebles de bienes nacionales, de los cuales 11.000 fueron a parar directamente a manos de privados. “Estamos hablando de cerca de ocho millones de hectáreas que estaban en manos del Estado, cerca de 20% se mantuvo en poder de campesinos, pero el resto fue transferido a otros privados”, explicaba el diputado Carlos Montes sobre este informe.

Por otra parte, más de 600 empresas privadas fueron cerradas durante la dictadura militar tendiente a privilegiar el monopolio sobre ciertas actividades a favor de grupos aliados o también llamados co gobernantes. Cierre de medios de comunicación, empresas de servicio, energía, entre otras. Finalmente, la imposición del modelo neoliberal impuso marcadamente una pirámide, la que post dictadura fue administrada por los gobiernos de la concertación y que arrojó, por ejemplo, que grupos o personas como “Luksic, Angelini, Matte, Paulmann y Piñera, gane lo mismo que un millón de chilenos” con fortunas acumuladas de manera absolutamente inmoral, en gran parte a costa de la depredación de industrias extractivas, energéticas o la banca.

La estatal Endesa pasó a privatizarse y allí, los intereses de varios grupos económicos-políticos alineados con la dictadura pasaron a su vez a vincularse con la transnacional matriz en España. La misma, recibió el control de más del 80 % de las aguas de Chile. COPEC, el holding petrolero, conexa con empresas como Forestal Arauco y Celulosa Celco, pasó a las manos del empresario italiano Angelini. Grandes extensiones de tierras, muchas de las cuales eran de la reforma agraria de campesinos y comunidades, son traspasadas a favor de los grupos forestales, incluido los Matte con CMPC. Asimismo, con el cierre de numerosos medios de comunicación, Agustín Edwards se queda prácticamente con un monopolio, controlando la prensa escrita a través de El Mercurio y sus diarios conexos nacionales y regionales, convirtiéndose en el instrumento comunicacional de la dictadura y recibiendo fortunas de arcas públicas a costa del avisaje estatal. También, se puede señalar el paso de concesiones mineras a numerosas empresas extranjeras, entre numerosos otros casos relacionados al saqueo del país.

La salida del dictador

Pactos y diversos acuerdos establecidos entre militares, sectores político – empresariales de la ultra derecha chilena y la Concertación por la democracia habrían generado la salida pacífica del dictador Pinochet en 1990 a tal extremo, que los gobiernos “democráticos” terminaron administrando el modelo económico de la dictadura y continuaron con los beneficios para los grupos económicos privilegiados por el régimen militar.

Cabe señalar que el empresario y militante de la derecha, Sebastián Piñera, quien fue presidente de Chile entre los años 2010 al 2014, durante la campaña de 1988 del Sí y el No sobre la continuidad del Gobierno de Pinochet apareció manifestando su opción por el NO, tratando de vestirse en la gesta “democrática”. Era evidente que así sería para los grupos privilegiados por la dictadura. El modelo ya había sido impuesto, los monopolios y oligopolios ya habían sido instalados y mantener a Pinochet a la cabeza del estado era inviable ya que los distintos países calificados de “democráticos” y respetuosos de los derechos humanos no podían establecer relaciones comerciales – diplomáticas con una dictadura militar, la que además tenía una larga lista de denuncias por masacres y violaciones sistemáticas de derechos humanos, entonces, había que “sacar al dictador”, en pacto, para que luego los diversos tratados comerciales se pudiesen liberar.

Cabe mencionar que Piñera, durante la dictadura militar, no solamente fue privilegiado, sino además obtuvo diversos niveles de proteccionismo. Documentos desclasificados de la CIA en Estados Unidos muestran no sólo el nivel de influencia y relación de su persona con la dictadura o a través de su hermano como ministro de Estado o de su padre, que le dieron ventajas en sus proyecciones empresariales, sino además incluye una gestión de lobby del Embajador de Estados Unidos James Theberge con el Presidente de la Corte Suprema para ir en su favor e incluso, la de una operación de inteligencia que lo sacó del país mientras tenía orden de detención, sin perjuicio de que la investigación judicial concluyó con la condena de dos de los implicados en la estafa al Banco de Talca, mencionados también en los documentos, quienes pasaron una respetable temporada tras las rejas.

Esto explica el rol fundamental que tuvo Piñera para pedir el retorno del dictador que se encontraba en Inglaterra detenido por acciones de la justicia internacional, bajo las peticiones del Juez español Baltazar Garzón por delitos de lesa humanidad. Piñera decía que “No somos colonia de nadie”.

Finalmente, Pinochet retornó a Chile y murió postrado, claudicado, sancionado moralmente, pero bajo una impunidad política y judicial otorgada por el pacto “Militar – político – empresarial”, cuya herencia se manifiesta en el presente en las estratosféricas fortunas de grupos económicos, una Constitución Política fáctica que sigue vigente y amplias redes de corrupción entre sectores empresariales con políticos.

 

Alfredo Seguel, Mapuexpress / Resumen Latinoamericano

Relato de Fidel Castro sobre el golpe de estado de Chile.

 

Discurso completo

viernes, septiembre 01, 2023

Manifiesto sobre Consejo Europeo

 

Los dias 5 y 6 de Octubre se celebrarán en Granada reuniones de la denominada Comunidad Politica Europea y del Consejo Europeo Extraordinario.  Ambos eventos tienen como objetivo debatir y decidir políticas y acuerdos que sirvan a los intereses del poder financiero y de las grandes empresas que dominan y tienen a su servicio  la “Unión Europea” y los propios estados que la conforman o que se le supeditan.

Esas politicas tienen por objeto seguir colocando todos los recursos públicos (con los consiguientes recortes contra las necesidades del pueblo ) al servicio del capital privado y de su tasa de ganancia, acelerando la privatización y el negocio en la sanidad, enseñanza, sistema público de pensiones etc…y por supuesto aumentar la explotación de la población trabajadora, desvalorizando los salarios y encareciendo el precio de los productos, bienes  y servicios que compramos.


Todo ello es lo habitual, convenientemente disfrazado de discurso falsamente social, ecológico y hasta de solidaridad frente al “ subdesarrollo y la pobreza”. Pero ahora se añade la concrecciòn cada día mayor de una politica activa de guerra imperialista y  de supeditación a los dictados e intereses de  los USA-OTAN.  Además de las consecuencias de muerte y destrucción que ello conlleva, el constante e imparable aumento del gasto militar lo estamos pagando los/as trabajadores/ as con nuestros empleos y nuestros derechos laborales y sociales (como ha puesto de manifiesto la conflictividad laboral y social en nuestro pais, en Francia y otros estados europeos), con el empobrecimiento cada vez más general. Ya sabemos además que se nos va a imponer una nueva “ vuelta de tuerca”,  lo que desvergonzadamente califican  desde el FMI, Banco Mundial y Banco Central Europeo de  “políticas de austeridad”.

Trabajadorxs Pensionistas formamos parte activa del movimiento de defensa del sistema público de pensiones, contra su privatización (acelerada por el Gobierno “ progresista”de Pedro Sánchez )  y por la reivindicación de pensiones dignas hoy y para el futuro. Y apoyamos y participamos en las luchas de los trabajadores en activo, pues formamos parte del movimiento obrero y queremos contribuir a que éste adquiera conciencia de clase, conciencia de su fuerza para pasar a la ofensiva contra el capital y por la construcción de una sociedad sin explotación. 

Por todo ello nuestro colectivo se adhiere y participa en las iniciativas unitarias que denuncian el carácter explotador y depredador (contra los trabajadores, los pueblos y el medio ambiente) de las políticas que se van a refrendar y seguir implementando en esa “ cumbre” en Granada. Las actividades de rechazo y reivindicación que se van a realizar desde diversas posiciones y preocupaciones deben dar lugar también al debate para lograr la mayor coordinación y unidad en la lucha, para que ésta alcance más difusión,  fuerza y eficacia.

Recordamos que el 28 de Octubre tenemos una cita de movilización en Madrid, en la que debemos participar todos/ as los  que compartiremos la que vamos a poner en práctica en Granada.

Por la unidad en la lucha contra el capital y contra quienes sirven sus intereses.

¡¡Gobierne quien gobierne lo público se defiende!!

¡¡Por la Huelga General!!

¡¡Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases!!

Trabajadorxs Pensionistas

Tres aniversarios de la represión franquista, por C. Hermida

 Federación de Republicanos (RPS)

Se cumplen en este mes de agosto tres aniversarios de la represión franquista:  fusilamiento de Federico García Lorca (18 de agosto de 1936), matanza de Badajoz  (14-15 de agosto de 1936) y fusilamiento de las “Trece Rosas” (5 de agosto de 1939). Los tres hechos se explican  a la luz de los objetivos que perseguía el golpe militar de julio de 1936 y la guerra civil que desencadenó la sublevación.

La guerra civil fue el camino escogido por la burguesía industrial, los terratenientes, la oligarquía financiera, un amplio sector del Ejército y la Iglesia Católica para aplastar a unas clases sociales que se habían atrevido a poner en práctica un mundo diferente. Aquí radica la explicación de la represión genocida de los sublevados: destruir el proyecto modernizador del régimen republicano y erradicar el movimiento de emancipación social que estaban llevando adelante los sectores populares en los años treinta. La represión franquista no fue producto de las pasiones desatadas por la contienda, como se ha sostenido en ocasiones, sino una operación premeditada y planificada que se ejecutó a través de la guerra civil.



Desde el inicio de la contienda, los militares rebeldes desataron una represión salvaje contra las organizaciones políticas y sindicales de izquierda. Los fusilamientos masivos mostraban una voluntad de exterminio y aniquilación del adversario. El terror generalizado  tenía como objetivo  la extirpación de lo que la derecha consideraba la anti-España. El propio Franco, en una entrevista que concedió al corresponsal estadounidense Jay Allen aseguró que estaba dispuesto a matar a media España para conseguir sus objetivos.  

Por eso asesinaron a Federico García Lorca. La burguesía granadina, la barbarie falangista, los militares traidores, todos ellos fueron los criminales. Le odiaban por  su republicanismo, por sus inclinaciones sexuales, por su denuncia de la injusticia y del oscurantismo. Aborrecían su alegría, su pasión por la vida  y su libertad de pensamiento.  Despreciaban  su cultura,  su sensibilidad, su poesía.

 Las “Instrucciones” del general Mola dictadas antes de la sublevación y en los primeros días de la guerra  inciden en que la acción de los militares debe ser extremadamente violenta:

“Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al Movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas” (Instrucción reservada nº 1, de 25-5-1936).

 19 de julio de 1936, en Pamplona, dirigiéndose a los alcaldes navarros, afirmó:

“Hay que sembrar el terror…, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros”.

Las declaraciones de otros mandos militares como Yagüe y Queipo de Llano eran del mismo tenor, con insistencia en la voluntad de aniquilar, de arrancar lo que ellos consideraban las “malas hierbas”. No se trataba únicamente de ganar la guerra, sino de borrar y eliminar todo lo que significase libertad de pensamiento, modernización, reivindicación social y progreso. Por ello, el terror alcanzó a poetas, maestros, líderes sindicales, dirigentes políticos y a cualquiera que se identificase con el ideal republicano. Fue una operación vastísima de  limpieza ideológica y social que pretendía destruir hasta sus cimientos el entramado de     organizaciones  sociales y culturales de los trabajadores: periódicos obreros, ateneos libertarios, Casas del pueblo, bibliotecas populares; en fin, todo lo que el proletariado había construido con enorme esfuerzo desde el último cuarto del siglo XIX fue arrasado. De esta manera, a sangre y fuego, con saña, con decidida voluntad de exterminio, se fue materializando el genocidio republicano.

El avance del ejército sublevado iba siempre acompañado de terribles matanzas. En su marcha por tierras de Badajoz, la columna mandada por el teniente coronel Yagüe  sembró el terror en los pueblos conquistados, fusilando a 6.610 personas. La ciudad de Badajoz fue sometida a un brutal saqueo por parte de legionarios y marroquíes, y en su plaza de toros se fusiló a más de mil republicanos, según hizo constar en sus crónicas el periodista portugués Mário Neves.

 La mejor muestra de la mentalidad de los sublevados la ofrecen varias declaraciones de Gonzalo de Aguilera y Munro, aristócrata, terrateniente  y capitán del ejército franquista, que desempeñó el cargo de oficial de prensa de Franco y Mola durante un período de la guerra. A un periodista norteamericano le dijo sin inmutarse:

“Todos nuestros males vienen de las alcantarillas. Las masas de este país no son como sus americanos, ni como los ingleses. Son esclavos. No sirven para nada, salvo para hacer de esclavos. Pero nosotros, las personas decentes, cometimos el error de darles casas nuevas en las ciudades en donde teníamos nuestras fábricas. En esas ciudades construimos alcantarillas y las hicimos llegar hasta los barrios obreros. No contentos con la obra de Dios, hemos interferido su voluntad. Si no tuviéramos cloacas en Madrid, Barcelona y Bilbao, todos esos líderes rojos habrían muerto de niños, en vez de excitar al populacho y hacer que se vierta la sangre de los buenos españoles. Cuando acabe la guerra destruiremos las alcantarillas. El control perfecto para España es el que Dios nos quiso dar. Las cloacas son un lujo que debe reservarse a quienes las merecen, los dirigentes de España, no el rebaño de esclavos”.

En una entrevista con el periodista inglés Peter Kemp afirmó:

“El gran error que han cometido los franquistas al empezar la Guerra Civil Española ha sido no fusilar de entrada a todos los limpiabotas. Un individuo que se arrodilla en el café o en plena calle a limpiarte los zapatos está predestinado a ser comunista. Entonces ¿por qué no matarlo de una vez y librarse de esa amenaza?”.

Y en una conversación con al periodista norteamericano  John T. Whitaker declaró:

“Tenemos que matar, matar, ¿sabe usted? Son como animales, ¿sabe?, y no cabe esperar que se libren del virus del bolchevismo. Al fin y al cabo, ratas y piojos son los portadores de la peste. Ahora espero que comprenda usted qué es lo que entendemos  por regeneración de España… Nuestro programa consiste… en exterminar un tercio de la población masculina de España. Con eso se limpiaría el país y nos desharíamos  del proletariado. Además también es conveniente desde el punto de vista económico. No volverá a haber desempleo en España… ¿se da cuenta?”.

El terror se convirtió en la forma de dominación de los militares golpistas. Las decenas de miles de fusilados eran enterrados en fosas comunes, al pie de un árbol, lanzados a profundas simas o arrojados al mar con un peso en los pies. Los pozos de Caudé, en Teruel; la sima de Jinámar, en Gran Canaria; la fosa de Candeleda, en Ávila; la fosa de la Barranca, en la Rioja, y tantas otras, fueron el destino de miles de hombres y mujeres cuyo delito era  defender la legalidad republicana.

El furor represivo contó con la bendición de la Iglesia Católica que, con pocas excepciones, apoyó la sublevación militar, denominó “Cruzada de Liberación” a lo que era una guerra de exterminio, participó directamente en la represión y la justificó, considerándola como una obra de depuración y redención. Los militares y falangistas nunca hubieran podido asesinar en masa si la Iglesia hubiera manifestado su oposición. Una actuación decidida de los obispos habría servido para salvar decenas de miles de vidas. Muy al contrario, adoptó una postura beligerante contra la República e incitó al odio y la venganza.

El final de la contienda no atenuó el furor represivo. Por el contrario, el régimen franquista  se dedicó a una operación sistemática para liquidar cualquier oposición. El 5 de agosto de 1939 trece jóvenes, conocidas como “Las Trece Rosas”, varias de ellas menores de edad, fueron fusiladas por su pertenencia a las Juventudes Socialistas Unificadas. Fue un episodio de la violencia que se desató contra las mujeres republicanas que se habían atrevido a desafiar entre 1931 y 1939 el orden social y moral conservador impuesto por las clases dominantes  y la Iglesia Católica  durante siglos. 

No tenemos una cifra exacta de la represión franquista, y probablemente nunca la conoceremos, debido a la destrucción de documentación que se llevó a cabo tras la muerte de Franco para ocultar la obra genocida, pero contamos con un buen número de estudios y tesis doctorales que nos proporcionan cifras escalofriantes. Los últimos estudios arrojan un total de 130.192 personas asesinadas en la zona franquista durante la guerra (Ángel Viñas, ed.: En el combate por la Historia. La República, la Guerra Civil, el Franquismo. Barcelona, Pasado&Presente, 2012. Pág. 495). Pero todavía hay centenares de fosas comunes por exhumar y habría que añadir los fusilamientos  de posguerra, los muertos en cárceles y campos de concentración a causa del hambre, las enfermedades y los malos tratos. La represión franquista no bajará de 200.000 víctimas entre guerra y posguerra.

La dictadura franquista cometió un genocidio con los republicanos españoles. Un genocidio que el pacto de silencio de la mal llamada “transición democrática” ha mantenido oculto, pero que el tesón de investigadores honestos y familiares de las víctimas está rescatando del olvido. Cada vez que se abre una fosa común y se recuperan los restos de republicanos fusilados surgen voces que hablan de olvidar, de no remover el pasado. Son voces conocidas, las voces de la derecha, de los beneficiarios de la dictadura; las voces de los que no quieren que se sepa lo que ocurrió en España durante el franquismo porque ellos mismos o sus familiares tienen las manos manchadas de sangre.

Ni olvido ni perdón. Olvidar no sólo sería una injusticia histórica para todos los que dieron su vida defendiendo la libertad, sino que permitiría aflorar (ya está ocurriendo) versiones justificadoras de la rebelión militar y la dictadura franquista. El estudio de las causas de la guerra y  de la represión franquista permitirá mantener viva la conciencia antifascista de las jóvenes generaciones. Y en cuanto al perdón, son los responsables de la rebelión militar y de la posterior guerra civil los que deben pedir perdón al pueblo español. El Ejército debe pedir perdón, la Iglesia, los jueces del Tribunal de Orden Público y todos los que colaboraron de forma activa con la dictadura fascista y se lucraron con ella.

¿Cuál es el error?Sobre la situación del P.C.Venezuela.


¿Por qué los líderes de algunos partidos comunistas adoptaron posiciones hostiles a las revoluciones de sus países contra el imperialismo? ¿Cometerá el mismo error el Partido Comunista de Venezuela?

En 2019, pocas semanas después de que el presidente Nicolás Maduro ganara un nuevo mandato presidencial en Venezuela, Juan Guaidó se declaró presidente del país con el apoyo de la oposición respaldada por Estados Unidos y con una estrategia para derrocar a Maduro y al régimen bolivariano que representa. Guaidó fracasó en su objetivo a pesar del apoyo que recibió de las capitales occidentales, especialmente de Washington. Como resultado de este fracaso, la oposición liberal se fragmentó en una gran cantidad de grupos, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad para enfrentar al presidente Nicolás Maduro y su gobierno bolivariano en las próximas elecciones presidenciales de 2024 y las legislativas de 2025.

El presidente Nicolás Maduro se ha beneficiado de la disminución de la presión estadounidense y occidental sobre su gobierno, especialmente después del estallido de la guerra de Ucrania y de que los capitales occidentales acudieran a los tribunales de Caracas para obtener su petróleo, y para lanzar una campaña para combatir la corrupción dentro de su partido y el Estado. Hecho que provocó la dimisión de más de 60 alcaldes importantes del país, además de un gran número de altos funcionarios, entre ellos el ministro de Petróleo, Tariq El-Aissami.

A la luz de estos acontecimientos, hubo un cambio notable en la posición del Partido Comunista de Venezuela, que anunció que no apoyaría al presidente Maduro en las próximas elecciones, con el pretexto de apoyar a los sindicatos que exigen un aumento de sus salarios y bajo con el pretexto de la renuencia de Maduro a luchar contra la corrupción, señalando que el Partido Comunista había condenado el encarcelamiento de Leoner Asawahi, ex director de la fábrica estatal de Cartón, acusado de corrupción y exigió una investigación independiente sobre su suicidio pocos días después de su encarcelamiento.

Esto se produjo en momentos en que se repitieron los enfrentamientos entre representantes del Partido Comunista en la Asamblea Nacional, encabezado por Jorge Rodríguez, y representantes del gobernante Partido Socialista Unificado, lo que llevó a la dirección del Partido Comunista de Venezuela a contactar a los representantes de la oposición y las ONG respaldadas por Estados Unidos para coordinar esfuerzos contra Maduro en las próximas elecciones presidenciales y legislativas. A raíz de estos contactos, un gran número de miembros del Partido Comunista se rebelaron, porque consideraban que cualquier crítica que tuvieran contra el gobierno del presidente Maduro, nunca debían contactar a los agentes de Estados Unidos en Venezuela y a la oligarquía que controlaba el país antes del ascenso al poder del fallecido presidente Hugo Chávez en 1999. Esto llevó a estos miembros a presentar una denuncia contra la dirección del partido comunista ante la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que resultó en la destitución de la dirección del Partido Comunista y el nombramiento de una nueva dirección.

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El papel de la dirección del Partido Comunista de Bolivia para frustrar a Guevara

Esta no es la primera vez que la dirección de un Partido Comunista se apresura a entrar en conflicto con líderes y figuras antiimperialistas. Un ejemplo importante es el del papel desempeñado por la dirección del Partido Comunista de Bolivia al fallarle al luchador por la libertad internacional Ernesto Che Guevara en los años sesenta.

Cuando el Che Guevara llegó a Bolivia en 1966 para lanzar la revolución, se puso en contacto con Mario Monje, el secretario general del Partido Comunista de Bolivia. Mario Monje jugó un papel facilitando los contactos de Guevara con varias organizaciones de izquierda en Bolivia. Guevara y Monje sostuvieron varias reuniones durante la estancia de Guevara en Bolivia. Discutieron estrategias, intercambiaron información y coordinaron sus actividades.

A pesar de esto, Guevara y Monje no estuvieron de acuerdo sobre cómo lograr cambios en Bolivia. La visión revolucionaria de Guevara era más radical que el enfoque de Monje, que buscaba ganar el poder mediante elecciones. Monje intentó presentarse como líder absoluto de la revolución lo que fue rechazado por Guevara. Esto hizo que Monje amenazara a los miembros del Partido Comunista de Bolivia con destituirlos del partido si cooperaban con el Che Guevara. Monje incluso informó a las autoridades bolivianas apoyadas por Washington sobre la ubicación de Guevara, lo que permitió a estas autoridades sitiar, capturar y asesinar al Che Guevara en 1967. Posteriormente, Monje se distanció del legado revolucionario de Guevara, criticó públicamente sus tácticas y condenó la lucha armada, considerando que el camino hacia el cambio no se llevaría a cabo excepto a través de elecciones. Esta retórica fue adoptada por muchos líderes de los partidos comunistas de todo el mundo, describiendo el enfoque de Guevara como un enfoque "aventurero".

Los líderes de los comunistas argelinos antes de la revolución

Si nos trasladamos al mundo árabe, encontraremos que el Partido Comunista de Argelia durante las décadas de 1930 y 1940 estaba dedicado a la lucha política y a la defensa de las libertades democráticas en el marco de la unidad con Francia. Los nacionalistas argelinos se adhirieron a la unidad con Francia y a la cooperación con el Partido Comunista Francés. Además, condenó las manifestaciones de los argelinos el 8 de mayo de 1945 al finalizar la Segunda Guerra Mundial para exigir la independencia. Esto hizo que el Partido Comunista de Argelia perdiera gran parte de su credibilidad y que su membresía no superara los 15.000 miembros a principios de los años cincuenta. Se hicieron intentos de establecer un frente argelino unido entre el Partido Comunista de Argelia, los académicos y los grupos nacionalistas, liderados por el Messali Hajj, pero estos esfuerzos fracasaron debido al desacuerdo sobre la estrategia que debía adoptarse contra el colonialismo francés. El Partido Comunista se negó a adoptar la lucha armada y prefirió mantener buenas relaciones con Francia, que estaba gobernada por un gobierno socialista.

Al estallar la revolución argelina, la dirección del Partido Comunista argelino se opuso a esta revolución, considerando que no podía salir victoriosa, "sobre todo porque está apoyada por un régimen reaccionario" (es decir, Gamal Abdel Nasser en Egipto, que se había enfrentado a un intento de golpe de Estado liderado por los comunistas en 1954).

Los ataques sorpresa llevados a cabo por el Frente de Liberación Nacional en noviembre de 1954 sorprendieron a todos, incluido el Partido Comunista Argelino. Bajo la presión de sus miembros europeos, que preferían la lucha pacífica, la dirección del partido emitió una declaración el 2 de noviembre de 1954 condenando la violencia. Esto creó una brecha entre la dirección del partido y sus miembros que comenzaron a cooperar con el Frente de Liberación de Argelia. Esto hizo que el NLF no confiara en la dirección del partido comunista. Después de la independencia en 1962, la dirección del Partido Comunista de Argelia inició una campaña de incitación contra la revolución, que llevó a la prohibición del partido en 1965.

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Los líderes del Partido Comunista Palestino durante la Nakba

Pasamos al Partido Comunista Palestino y su postura hacia el movimiento sionista. Este partido fue fundado en la década de 1920 e incluía miembros árabes y judíos en sus filas en un momento en que muchos comunistas judíos en el mundo todavía se aferraban a su ideología sionista y no la veían como un conflicto con su afiliación comunista. La dirección del Partido Comunista Palestino, representada por Emile Habibi y Tawfiq Toubi, consideró que el establecimiento de la entidad sionista conduciría al progreso de la región árabe gobernada por regímenes reaccionarios. Por tanto, estuvo influenciado por la posición del Partido Comunista Soviético, que apoyaba el establecimiento de la entidad sionista. Un artículo publicado en el periódico sionista Haaretz hace unos años elogiaba la "lucha de los líderes árabes" por el establecimiento de Israel. El artículo señalaba que en las décadas de 1940 y 1950 los líderes de izquierda se les podía llamar "luchadores por la libertad israelíes". En aquellos días, la izquierda árabe luchaba por la independencia de Israel y no se oponía a un "Estado judío".

En agosto de 1948, antes de la reunificación del Partido Comunista de Israel, los comunistas árabes celebraron una reunión en Haifa. Emile Habibi, uno de los fundadores de la Liga Nacional para la Liberación de Palestina y más tarde miembro del Partido Comunista Israelí Unido, pronunció un discurso. Kul al-Shaab, el periódico del Partido Comunista de Israel, publicó extractos de su discurso en el que decía: "La Liga luchará para que las masas árabes de Israel se conviertan en un elemento democrático que, junto con las fuerzas democráticas judías, luchará contra por la plena implementación de la resolución de las Naciones Unidas y por la independencia del Estado judío y árabe basada en el entendimiento judío-árabe”.

La celebración masiva tuvo lugar en octubre de 1948 en el Cine May de Haifa. El periódico Davar citó a Habibi pidiendo "la expulsión del ejército iraquí ocupante de la Tierra de Israel" y declaró que el Partido Comunista lucharía "para proteger la independencia del Estado de Israel".

En su discurso en la reunión, Meir Willner, uno de los firmantes de la Declaración de Independencia de Israel, afirmó la contribución de "la gran mayoría de nuestros camaradas judíos y árabes en la lucha en las filas de las FDI. Muchos de nuestros camaradas fueron asesinados y heridos en batallas, dando así un ejemplo de luchadores por la libertad valientes y honestos".

También citó la contribución del Partido Comunista para atraer ayuda internacional para la "guerra de independencia del Estado de Israel", afirmando que "así como las masas árabes desean ver al Estado de Israel triunfar sobre los invasores, las masas judías desean frustrar el complot imperialista para añadir la parte árabe de la Tierra de Israel a Jordania."

La contribución de los miembros del partido a la independencia de Israel quedó revelada en un interrogatorio parlamentario de Wellner en 1949 dirigido al Primer Ministro y Ministro de Defensa David Ben-Gurion después del arresto de dos miembros del partido, Ramzi Khoury, secretario del partido en Galilea occidental y Nadim Musa. El periódico Al-Hamshmar informó que Wellner mencionó en su pregunta parlamentaria que estos dos miembros "han estado activos al frente de la resistencia árabe en Galilea Occidental contra las bandas de Fawzi Al-Qawuqji, entonces ¿por qué son arrestados?"

Durante el debate en la Knesset en enero de 1950 sobre la ley del servicio de defensa, la posición de la dirección del Partido Comunista fue notable. Según el periódico "Maariv": "La estrella de Tawfiq Toubi brilló con su postura dura, ya que atacó a Nimr Hawari y condenó su regreso a Israel porque estaba al frente de una organización que trabajaba contra Israel". Toubi se refirió a un discurso anterior de Hawari en Gaza, donde se dirigió al Mufti y dijo: "Bajo tu bandera, Mufti, entraremos en Tel Aviv y arrojaremos a los judíos al mar". El diputado Toubi pidió que Hawari fuera juzgado como "criminal de guerra".

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El siguiente es un discurso de Tawfiq Toubi pronunciado en París en mayo de 1949 durante la celebración del primer aniversario de la declaración del establecimiento de la Entidad Sionista, que fue publicado en la revista del Partido Comunista "Kol Ha'am".

Toubi:

Nuestra celebración de la independencia de Israel

Queridos camaradas,

Les agradezco desde el fondo de mi corazón que me hayan permitido celebrar aquí esta tarde, en esta gran fiesta popular, como lo hicieron mis compatriotas en mi país, el primer aniversario de la creación del Estado de Israel.

Nuestra celebración del establecimiento del Estado de Israel es una celebración de la victoria del principio de autodeterminación del pueblo judío en la Tierra de Israel. Celebramos el aniversario de la derrota sufrida por el colonialismo tras el fracaso de la campaña agresiva de los ejércitos de los gobernantes árabes reaccionarios, y además celebramos la apertura de la puerta hacia nuevas oportunidades para que el pueblo judío sea un factor de progreso en Oriente Medio, construyendo su país como un verdadero Estado democrático popular.

Mientras celebramos, recordaremos con cariño la memoria de la heroica guerra del pueblo judío por la independencia de Israel y la memoria de todos aquellos que dieron su vida en la lucha contra el imperialismo y las intervenciones imperialistas. Tampoco podemos ser honestos si no mencionamos en estos momentos a aquellos amigos que apoyaron al pueblo de Israel en las horas difíciles de su lucha por la independencia.

Con gran gratitud y orgullo miramos estos días a la Unión Soviética y a los países democráticos populares, que no dudaron en echar una mano política y material en la Guerra de Independencia de Israel. Nunca olvidaremos que la Unión Soviética fue el partidario más persistente y fiel de nuestra guerra por la independencia.

La lucha de los demócratas árabes, en Palestina y en los países árabes, su resistencia a la guerra de los gobiernos árabes reaccionarios contra el joven Estado de Israel y el hecho de que participaron con todas sus fuerzas en la guerra de independencia a pesar del terror y las amenazas, "Será visto con cariño como parte de la ayuda y contribución de los demócratas de todo el mundo en la guerra por la independencia de Israel".

Nosotros, las fuerzas democráticas de Israel, al celebrar el Día de la Independencia de Israel, preservaremos la independencia y nunca olvidaremos señalar los grandes peligros que acechan a la independencia de nuestro Estado.

Fuente: Kol Ha'am, 19 de mayo de 1949.

Conclusión

En lo que antecede, revisamos las experiencias de los líderes del partido comunista que calcularon mal la situación política y chocaron con movimientos revolucionarios nacionales hostiles al colonialismo y al imperialismo. Esto se debió a que estos líderes se vieron afectados por sus experiencias burocráticas y su trasfondo dogmático y eurocéntrico que les hacía proyectar ideas preconcebidas que eran inconsistentes con la realidad de sus sociedades. Esto condujo a los errores antes mencionados que contribuyeron en algunos casos al fracaso de los movimientos revolucionarios en su lucha contra el imperialismo, especialmente en el caso del Che Guevara en Bolivia y en Palestina contra el sionismo. ¿Aprenderá la dirección del Partido Comunista de Venezuela de estas experiencias y trabajará para contener el conflicto con el Régimen Bolivariano en Venezuela y así evitar que el imperialismo estadounidense se beneficie de la situación para restaurar su hegemonía sobre Venezuela?

Source espanol.almayadeen.net


¿Cuál es el error?



Chile: 50 años de neoliberalismo (I)


Fuente: PRENSAOPAL22 agosto, 2023


Deja un comentarioen Chile: 50 años de neoliberalismo (I)

Se olvida que el modelo de sociedad extremadamente neoliberal que impuso violentamente la dictadura, fue luego legitimado, consolidado y profundizado pacíficamente en los “30 años” y "seguimos"...


Escribe Felipe Portales


Notablemente, se ha pasado por alto en la conmemoración del medio siglo de la desgraciada destrucción de nuestra democracia que, no sólo se instauró una dictadura terrorista de 17 años, sino que también su diseño a largo plazo ha tenido pleno éxito hasta el día de hoy.


En efecto, se olvida que el modelo de sociedad extremadamente neoliberal que impuso violentamente la dictadura, fue luego legitimado, consolidado y profundizado pacíficamente en los “30 años”.


Un modelo concentrador de la riqueza en grandes grupos económicos fundamentalmente financieros, extractivistas y controladores de los sistemas de educación, salud y previsión; apoyados por el Estado; y con sectores populares y medios atomizados y sin ningún poder real.


Como muy bien lo recordó muchos años atrás el destacado líder de RN, Andrés Allamand, Pinochet le aportó a la derecha neoliberal:


“el ejercicio sin restricciones del poder político necesario para materializar las transformaciones. Más de una vez en el frío penetrante de Chicago los laboriosos estudiantes que soñaban con cambiarle la cara a Chile deben haberse devanado los sesos con una sola pregunta: ¿Ganará alguna vez la presidencia alguien que haga suyo este proyecto? Ahora no tenían ese problema”_ (La travesía del desierto; Edit. Aguilar, 1999; p. 156).


Y como lo reconoció crudamente el máximo ideólogo de la “transición”, Edgardo Boeninger, el liderazgo de la Concertación de Partidos por la Democracia llegó a fines de los 80 a una “convergencia” con el pensamiento económico de la derecha, “convergencia que políticamente el conglomerado opositor no estaba en condiciones de reconocer” (Democracia en Chile. Lecciones para la gobernabilidad; Edit. Andrés Bello, 1997; p. 369).


Este viraje ideológico copernicano y solapado del liderazgo de la Concertación nos permite comprender conductas políticas que de otra forma veríamos como locuras auto-destructivas. Especialmente, el virtual regalo que le hizo la Concertación a la derecha de la mayoría parlamentaria que le auguraba al futuro gobierno de Aylwin la Constitución original del 80; y las políticas de asfixia económica con que los gobiernos de la Concertación exterminaron a partir de 1990 los numerosos medios escritos de centroizquierda que habían surgido en la década de los 80.


En efecto, la primera de ellas se hizo a través de la Reforma Constitucional concordada en 1989 entre Pinochet, la Concertación y la derecha, en la que solapadamente en una de ellas (fueron 54 reformas) se modificaron los quórums para la aprobación de las leyes ordinarias de tal forma de impedir que el futuro gobierno (de la Concertación) pudiese contar con aquella.


La segunda se llevó a cabo fundamentalmente a través de una silenciosa discriminación del avisaje estatal en contra de los medios escritos de centroizquierda que habían surgido en la lucha contra la dictadura.


Denuncias históricas (no desmentidas) de esta sistemática discriminación, las han hecho numerosos periodistas, académicos y directores de medios afectados, entre ellos los Premios Nacionales de Periodismo Juan Pablo Cárdenas, Patricia Verdugo y Faride Zerán.


Con la primera, los gobiernos concertacionistas quedaron facultados para sostener plausiblemente que no cumplían sus programas de reformas porque no contaban con las mayorías parlamentarias para ello. Y con la segunda, se aseguraban que la opinión pública nunca se enterase del fondo de todo ello y que no surgiese desde una real centro-izquierda una oposición a los gobiernos concertacionistas.


Esto redundó, además, en que todas las decisiones políticas y económicas claves de la post-dictadura se adoptaran consensualmente entre la derecha y la Concertación sin mayor escándalo, partiendo por el ominoso y desconocido acuerdo constitucional de 1989…



Apuntes sobre las PASO Argentina 2023

 Alfredo Serrano Mancilla

Quién ganó y quién perdió en unas internas que muestran alta fragmentación partidaria, votos que deben analizarse con lupa, y el complejo tramo por andar hasta octubre y noviembre.



Ganó el FMI. No estuvo en la boleta, pero participó.

2. Ganó el Poder Judicial. Tampoco estuvo en la boleta, pero participó no permitiendo que Cristina estuviera en la boleta.

3. Perdió el Centro. No hay que confundir la biconceptualidad (Lakoff) con la moderación. La ciudadanía puede ser conservadora en algunos asuntos (seguridad) y progresistas en otros (más sanidad pública y menos eléctricas privadas). Pero no existe el punto medio. Es pura ficción.

4. Perdió la idea de hacer política creyendo que todo puede ‘arreglarse’ con alianzas por arriba. El votante está poco atento a este tipo de acuerdos y pactos. La crisis de representatividad se acelera.

5. No todo resultado electoral se explica por una campaña electoral. Los eslóganes y los spots suman pocos votos cuando la Política y la Economía reinan a sus anchas.

6. Ganó Milei. Pero no debemos pasar de subestimarlo a sobreestimarlo. Lo importante es lograr caracterizarlo y entenderlo. El voto le llega por diferentes vertientes: la bronca, lo ideológico y lo mesiánico. Está sólido, sí, pero valoremos todo en su justa medida: tiene apoyo del 20 % del padrón electoral (30 % sobre voto válido). Ni más ni menos.

7. Unión por la Patria perdió mucho voto entre PASO y PASO Presidencial 2019-2023 (5,5 millones). Debe ir a buscarlos en el barrio, convenciendo a todos aquellos desencantados que no fueron a votar (que son muchos). La vía es mejorar salarios y condiciones económicas cotidianas. Y, por supuesto, empatizar con los que la pasan mal, construir épica y ser más frontal en la disputa de ideas. Sin subterfugios. Sin eufemismos. Sin miedos.

8. Las peores elecciones de este espacio político siempre tiene lugar sin Cristina Fernández de Kirchner en la boleta. El 2015, sin ella, 36,6 % (en las PASO). En esta ocasión, fue aún peor (27,2 %).

9. Caída notable de Juntos por el Cambio (1,5 millones entre PASO y PASO Presidencia 2019-2023). Totalmente superado por el efecto Milei. Se partieron en dos y no ganó ni el uno ni el otro (aunque Larreta fue el que quedó peor parado). Además, poseen otro problema: no tienen por dónde crecer de cara a la primera vuelta.  

10. Ganó Axel Kicillof. Gestionar bien y defender convicciones siempre son un buen tándem para lograr un gran apoyo electoral. Evitar el exceso de rosca, también. Supo construir en medio de las dificultades. Representa el ‘sí se puede K’.

11. Gran elección de Juan Grabois (1,4 millones de votos). Representa otra forma de hacer política. Con más rebeldía y menos marketing. Con un corpus ideológico muy nítido.

12. La forma de votar localmente (por ejemplo, por Gobernadores) poco tiene que ver cuando se vota a Presidente de la Nación. Lo de tener ‘estructura territorial’ está sobrevalorado. Véase Milei: el más votado en 16 provincias.

13. Alta fragmentación partidaria. Se dieron los tercios. Aunque también podríamos afirmar que fue una elección de quintos. A los tres bloques habría que sumarle los que no fueron a votar, y los que votaron por otras opciones (llegaron a sumar más de 3,5 millones).

14. El partido no se ha terminado. Estas PASO no fungen como primera vuelta. Aún queda octubre, y luego noviembre. Todo está parejo. Hay que jugar y saber jugar. Sólo pierde quien tira la toalla antes de tiempo.

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