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jueves, agosto 23, 2007

Perú: Los desatinos del locuaz presidente Alan García

Terra
Esther Rebollo (EFE)

Conocido por su locuaz oratoria y considerado un viejo animal político, el presidente Alan García ha dejado boquiabierto a más de uno por sus desatinadas declaraciones sobre el gran sismo que ha devastado la costa de Perú.Su primer desacierto fue sólo tres horas después del terremoto de ocho grados Richter registrado a las 18.40 hora local del 15 de agosto (23.40 GMT) y cuyo epicentro se fijó en el mar, frente a las costas de Pisco.García se dirigió por televisión a los peruanos para asegurarles que 'gracias a Dios' no se había producido una 'gran mortandad' y descartar que se tratara de una catástrofe.Su subconsciente pudo traicionarlo al pensar exclusivamente en Lima, que se estremeció con fuerza pero donde los daños no llegaron a los niveles de las ciudades de Ica, Pisco y Chincha, todas al sur de la capital, donde murieron 500 personas y más de mil resultaron heridas.Lo paradójico es que antes la televisión ya había informado de grandes destrozos en Ica e incluso del derrumbe de una iglesia con feligreses en su interior.

Aquella llamada a la tranquilidad impidió el desplazamiento de soldados y policías aquella misma noche al lugar del desastre, donde los supervivientes se organizaron para rescatar de los escombros a sus seres queridos, vivos o muertos.Así lo relató el congresista del gubernamental Partido Aprista, Edgar Núñez, quien perdió a seis familiares en la Iglesia de San Clemente de Pisco y quien al conocer el suceso viajó por carretera hasta esa ciudad, sin encontrarse a su paso un policía o un soldado.

Núñez relató al programa 'El Francotirador', de Jaime Bayly, que aparte de vecinos sólo se encontraban en la zona periodistas, porque éstos 'sí habían percibido la gravedad' del suceso.De haber desplegado al Ejército de forma inmediata 'se habrían salvado vidas', denunció este congresista, a quien Bayly advirtió con ironía de que por estas declaraciones corría el riesgo de ser retirado del Partido Aprista.El presidente se instaló al día siguiente del sismo en Pisco, donde organizó su cuartel general y continuó con los desatinos.Vale como ejemplo la respuesta a un periodista español, que le preguntó sobre las informaciones que hablaban de una supuesta desorganización en la distribución de la ayuda, con una comparativa entre el terremoto de Perú y la Guerra Civil española.

'Su país no se arregló en dos días después de la Guerra Civil', fue su respuesta, que el periodista y escritor Jaime Bayly calificó de 'barbaridad'.'Quien tenga miedo que se vaya', fue otra de las cuestionadas frases de García cuando un grupo de cooperantes españoles que trabajaban en la búsqueda de cadáveres le reclamaron más seguridad porque se habían visto en medio de un tiroteo.También llegó a afirmar que se habían producido dos sismos seguidos sin antes consultar al Instituto Geofísico del Perú, cuando el director de sismología de este organismo, Hernando Tavera, dijo días después que fue un sólo terremoto de tres minutos y 30 segundos de duración y 'muy complejo en su desarrollo'.

Acompañado del presidente colombiano, Alvaro Uribe, el mandatario peruano se adentró el domingo en las ruinas de la iglesia de Pisco, donde ofrecieron una conferencia de prensa entre los gritos de los bomberos que, temerosos del colapso, exigían la salida inmediata del centenar de periodistas agolpados.Los congregados no daban crédito del desorden generado ante la decisión de García de invitar a Uribe a acceder a ese peligroso lugar junto a una comitiva de agentes de seguridad y periodistas.El lunes, Alan García volvió a hablar desde Pisco a la prensa: 'a veces algunos periodistas, no necesariamente peruanos, también de otros países, juegan a las alarmas.

Hay alguna gente que gusta de atemorizar, llevan malas noticias, destruyendo el ánimo de la población'.Ante los ojos atónitos de los informadores, sostuvo que la prensa nacional e internacional debería confirmar sus informaciones antes de transmitirlas a la población.Por último exclamó: '¿Dónde están mis amigas las cantantes?, ¿dónde están mis amigos los artistas?, ¿dónde están mis amigos los futbolistas?, se necesita también distracción para los muchachos', subrayó ante una población que ha perdido todo y sólo reclama ayuda de emergencia.

Intereses y movimientos bajo la alfombra Palestina

Txente Rekondo

Rebelión

Los acontecimientos que sacudieron las calles palestinas hace unas semanas, y que todavía sigue dando coletazos en forma de medidas presidenciales y supuestas renuncias, no obedecen al guión de la mayoría de artículos y reportajes que nos han estado bombardeando desde entonces. Lejos de encontrarnos ante enfrentamientos entre "extremistas y moderados", "islamistas y laicos", los cruentos hechos arriba mencionados obedecen más a la lucha por el poder que mantiene dentro de Al Fatah las diferentes familias y corrientes que coexisten en su seno.

Se trata sobre todo de una minoría, que aprovechando el apoyo de actores extranjeros (la Unión Europea, EEUU, Israel, Egipto, Jordania.), buscaría mantener sus privilegios y su status quo, aun a costa de ampliar y mantener el sufrimiento de la mayoría de la población Palestina.

Presentar todo ello pues como un enfrentamiento entre Hamas y Al Fatal en opinión de algunos analistas sería "simplificar mucho un problema más complejo". Y en esa línea entraría las diferencias y tensiones que se suceden estas semanas dentro de Al Fatah, y que interesadamente se ocultan en los medios occidentales. Los seguidores del difunto Abú Amar (Yasser Arafat) se oponen al giro estratégico que estaría impulsando la facción liderada por Mohammed Dahlan, conocida con el sobrenombre de "grupo Dayton", ya que su apoyo y financiación procede directamente del general norteamericano del mismo nombre.

Las críticas internas a esas posiciones colaboracionistas se han sucedido, y recientemente, un líder veterano como Farouk Al-Qaddoumi señaló que "la OLP de hoy en día es una organización ilegal e ilusoria. Además, su comité ejecutivo no es representativo y no tiene derecho para neutralizar órganos electos como el Consejo Legislativo Palestino". Además, al mismo tiempo, varios dirigentes de las Brigadas Al-Aqsa han rechazado el llamamiento de Abbas para disolverse y entregar sus armas, argumentando que mientras dure la ocupación israelí mantendrán sus estructuras.

El apoyo del presidente palestino a Dahlan podría haber llegado a su fin, de ahí tal vez la "renuncia" de éste a sus cargos, interpretada como algunos como una tabla de salvación para el propio Abbas, cada día más desprestigiado ante su propio pueblo por sus maniobras y sus apoyos locales y extranjeros.

Recientemente se han ido publicando en la prensa árabe documentos que señalan el papel colaborador de Dahlan con las agencias extranjeras.
Así, tras la maniobra de Hamas en Gaza se han hecho públicos documentos en poder de los Servicios de Seguridad palestinos, controlados por hombres de Dahlan, y en los que se recogen comunicaciones con oficiales norteamericanos, listas de seguimientos de líderes de Hamas y Al Fatah, miembros de Hamas para "ser asesinados". Y además hace unas semanas se supo de las intenciones del propio Dahlan de apoyar un plan de EEUU para boicotear el triunfo electoral de Hamas. O la carta del propio Dahlan al ministro de defensa israelí en el 2003, donde se ofrecía a terminar con Arafat, y a cumplir las promesas que realizó delante de Bush.

Otra prueba de las maniobras de Dahlan la encontramos en su relación estrecha con el clan de la familia Dagmoush en Gaza, que han mantenido secuestrado al periodista de la BBC Alan Johnston, y que finalmente ha sido liberado por fuerzas de Hamas y a pesar de los intentos de los hombres de Dahlan por evitarlo.

La estrategia de Mahmoud Abbas se vuelve a mostrar como un claro error de estrategia, y sus movimientos se muestran cada día más como una carrera hacia el desastre que como la búsqueda de soluciones para su pueblo. La
coincidencia de las propuestas del presidente palestino con las formuladas desde Washington, aplaudidas por Israel, y seguidas como fieles lacayos por los aliados europeos de EEUU y los regímenes colaboracionistas árabes, con
Egipto y Jordania como claros exponentes, significan repetir la historia y con ella los mismo errores. Cada vez que esos actores extranjeros han maniobrado en torno a los asuntos palestinos, la respuesta de este pueblo se
ha vuelto con el efecto contrario. Siempre que Israel ha intentado dividir y fragmentar al movimiento palestino se ha encontrado con una resistencia más fuerte y con un apoyo popular hacia ésta todavía mayor.

La alfombra Palestina necesita una importante sacudida para limpiar toda la suciedad que se está acumulando bajo ella. El presidente palestino es una marioneta de EEUU e Israel (como lo son también los aliados árabes y europeos), Hamas, Al Fatah y otras organizaciones palestinas tienen el mismo objetivo, "acabar con la ocupación, la libertad de los presos políticos, el derecho al retorno para todos los palestinos y al libertad para ser una nación segura y libre, igual que el resto de naciones, con sus propias fronteras y su paz".

Los dirigentes de Hamas han manifestado su disposición a trabajar en ese camino, aceptando que la base para el diálogo podría estar en el reciente acuerdo de la Mecca, en el del Cairo del 2005 o el de la Conciliación Nacional Palestina del año pasado. Además aceptarían la supervisión de países árabes y de todo aquel dispuesto a actuar de buena fe.

En el acuerdo de la Mecca, se recogían entre otros tres puntos clave, la formación de un Gobierno de Unidad nacional, la reforma de los actuales ejércitos de seguridad, al tiempo que se ponía en marcha un nuevo plan de seguridad para los territorios palestinos, y finalmente, la reforma de la OLP y un nuevo acuerdo político en torno a la estructura política
Palestina.

El primer punto pone muy nerviosos a Washington y Tel Aviv, mientras que el segundo se enfrenta con el rechazo de los cuadros del "grupo Dayton", de ahí y siguiendo el guión preestablecido (embargo económico, pronunciamientos
públicos contra el gobierno de Hamas, intento de acabar con el gobierno electo.) no es de extrañar que esos elementos buscarán una especie de "golpe de estado" con la colaboración de Abbas y otros dirigentes de Al Fatah.

La comunidad internacional, la misma que dice defender "la democracia y sus valores" debe comprender que de perseverar en su intromisión, serán cada vez más lo que vean a esas propuestas como una mera burla a la inteligencia.
De los pueblos, al tiempo que da más argumentos a aquellos "que no aceptan el uso de ese sistema, que no quieren trabajar en él y que su única solución es quemar el sistema". Y sobre todo, desestabiliza todavía más una ya Delicada región.

TXENTE REKONDO.- Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)

La batalla por el poder continuará en Turquía

Txente Rekondo


Nadie duda del éxito del AKP, que probablemente aumente considerablemente su apoyo popular, sin embargo, paradojas del complejo sistema electoral turco, ese aumento de votos no traerá un mayor número de parlamentarios
Las recién celebradas elecciones parlamentarias en Turquía han sido calificadas como históricas, ya que para muchos analistas el resultado de las mismas puede traer un importante giro en las bases que hasta la fecha han sustentado a la república turca desde su creación el siglo pasado. Para otros no obstante, los cambios de producirse no
serán tan transcendentes.

En muchos medios occidentales se sigue presentando esta convocatoria como el enfrentamiento entre el fundamentalismo islamista y el laicismo republicano, es decir, entre el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y las fuerzas opositoras del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido de Acción Nacionalista (MHP),
Que cuentan además con el apoyo del todopoderoso ejército turco.

Sin embargo, nos encontramos ante un escenario que representa una verdadera lucha por el poder. Un pulso entre los que buscan un cambio y los que se oponen a él. Buena parte de la población turca ha apoyado al AKP, logrando esta formación además la incorporación de personas que en el pasado podrían estar cerca de las élites favorables al status quo. Estas han reaccionado ante esta situación y han querido presentar las elecciones como una lucha basada en una división religiosa.

Lo que algunos sectores han definido como la Santísima Trinidad turca, lo tres pilares de la Turquía moderna hasta la fecha (Ejército, la república y Mustafa Kemal Ataturk), podían comenzar a tambalearse. De ahí que en los últimos meses, el que se autocalifica como defensor a ultranza de esos principios, el Ejército turco, lleve a cabo diferentes maniobras para mantener el status quo actual.

La intervención directa o indirecta de los generales turcos ha sido evidente en estos meses, con comunicados calificados como golpe de estado virtual (el de abril) o el más reciente de 8 de junio donde ha llegado a calificar a los defensores de los derechos humanos y a otros críticos como "simpatizantes o colaboradores de organizaciones terroristas".

Además de atacar al gobierno y avisar "de amenazas del fundamentalismo religioso y el terrorismo", ha dejado claro que intervendrá "cuando sea necesario", aunque no ha especificado cómo. A esa cadena de eventos hay que sumar la amenaza de invadir Kurdistán Sur o el incremento de acciones militares contra los kurdos del norte.

La promoción de sentimientos chauvinistas, con el apoyo de partidos como el CHP o el MHP, la utilización de la organización paramilitar fascista Lobos Grises (ya en los años 70 lo hizo para atacar a las organizaciones de la izquierda revolucionaria), y la caracterización del gobierno del AKJP como fundamentalista y traidor a los principios de la República han sido algunas de las tácticas militares. Y todo ello para defender sus importantes intereses políticos, ideológicos y sobre todo económicos (sería interesante conocer a fondo el peso de los militares en empresas importantes turcas y toda la red de propiedades que poseen).

En esta línea, algunos preguntan por la posibilidad de un golpe de estado militar tras las elecciones si el AKP logra la mayoría absoluta. En términos de legitimación sería bastante complicado tanto a nivel interno como de cara a la comunidad internacional. Sin embargo esa estrategia sí ha reforzado a los partidarios de la actuación militar, y
aunque pocos, se mostrarían muy decididos. De todas formas probablemente, la táctica a seguir en el peor de los escenarios sería "presentar una causa "nacional" que afectará a la opinión pública, el gobierno debería actuar con
mayor pasividad, los burócratas se hacen de nuevo con el control y éstos delegan en los salvaguardas de la nación, los militares". Como señalaba un profesor universitario en Estambul, no se puede olvidar que los militares han dado cuatro golpes de estado en la joven historia de la República,de ahí que convenga ser cauto, pero al mismo tiempo indicaba que "la verdadera amenaza para nuestra democracia no es el fundamentalismo religioso, sino el
ejército turco".

Otra de las incógnitas que se presentarán al cierre del recuento será la fórmula de gobierno que tendrá Turquía en los próximos años. Nadie duda del éxito del AKP, que probablemente aumente considerablemente su apoyo popular, sin embargo, paradojas del complejo sistema electoral turco, ese aumento de votos no traerá un mayor número de parlamentarios, sino que probablemente pierda su actual mayoría absoluta.

Todo dependerá del número de partidos políticos que logren superara el 10% estatal (el CHP lo hará, y probablemente lo mismo ocurra con el ultraconservador MHP. Otras dos formaciones albergan alguna esperanza, aunque no lo tendrán nada fácil, el Partido Democrático (DP) y el Partido Joven (GP)), y del peso que finalmente adquieran los independientes, en su mayoría kurdos.

Si el AKP logra rebasar los 276 parlamentarios (número necesario para formar un gobierno monocolor) puede optar por gobernar en minoría o buscar el apoyo de algunos independientes. Sin embargo esta fórmula tendrá importantes consecuencias para la estrategia del propio AKP, pues deberá buscar alianzas y consensos, ante una oposición parlamentaria (CHP y MHP) y otra extraparlamentaria (ejército) que buscan acabar con su proyecto. Además no podrá llevar adelante su anunciada reforma constitucional que limitaría los poderes del presidente y del ejército,
Ni diseñar una agenda con contenido religioso.

Un gobierno alternativo de la oposición tampoco se presenta como una opción muy consolidada. Las diferencias de fondo entre esos partidos, aunque se muestren de acuerdo en "combatir al AKP", y la mala imagen de experiencias similares en el pasado son obstáculos de peso para rechazar esta fórmula. También cabe la posibilidad de una alianza del AKP con algún partido de la oposición, pero en estos momentos esa salida sería a corto plazo, pues si alguno ve debilitada a la otra parte tras las elecciones buscará su marginación política inmediata.

Sea cual sea la composición final del parlamento turco, es evidente que ese estado tendrá ante sí todavía importantes retos que superar: el acceso a la Unión Europea, el tema kurdo, los derechos de las minorías religiosas, Chipre, los derechos humanos, el papel del ejército. Además también hay que tener en cuenta que del resultado
Final puede depender también la elección del próximo presidente turco, y sobre todo nos mostrará quien sale vencedor de este pulso, si los que desean cambiar el actual status quo o sus acérrimos defensores. O como señalaba un periodista turco, el tema clave es si "nos convertimos en parte de un mundo globalizado y libre, o somos un estado xenófobo dirigido por burócratas y chovinistas demagogos".

EL TRIUNFO DEL AKP

La victoria del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) está fuera de duda, aunque ésta pueda tener un cierto sabor agridulce, en función del número de parlamentarios que logre alcanzar al final del recuento electoral.

De todas formas es interesante diseccionar brevemente los motivos que han llevado a esta formación política a romper los esquemas que existían hasta la fecha y lograr alcanzar cotas de apoyo popular tan importantes. De confirmarse su aumento de votos sería la primera vez en la historia reciente turca que un partido político que llega al
gobierno logra, no sólo mantener sus votos, sino aumentarlos. Hasta ahora "hacerse con el gobierno ha significado descender por debajo del diez por ciento en las siguientes elecciones".

Para entender este avance del AKP nos encontramos con todo un abanico de claves que explican ese triunfo. Por un lado es evidente que el discurso positivo de su campaña ("una nueva Turquía" o "la esperanza para el futuro") contrasta con los mensajes de una oposición que no representa alternativa consistente alguna. Además, buena parte de la población percibe el mensaje y actitud del CHP o del MHP como una fuente de inestabilidad política y económica.

Otro elemento clave son los logros económicos conseguidos por el AKP, logrando doblar la renta per cápita, reduciendo la deuda pública, y el clima de estabilidad que ha logrado ha sido atrayente para las inversiones extranjeras. También hay que señalar que la campaña contra el gobierno turco dirigida por los militares y los partidos de la oposición ha logrado que buena parte de la llamada "mayoría silenciosa" turca perciba al AKP como una víctima de esa campaña. Esa victimización ha contribuido a atraer votos indecisos.

Y si abordamos la caracterización del propio Partido de la Justicia y el Desarrollo, también obtenemos importantes argumentos para entender su resultado electoral. El giro hacia el centro político, mostrando que islamismo y democracia son compatibles, como lo son el cristianismo y la democracia para algunos en Occidente, supone presentarse como cualquier partido conservador europeo. Además si esta fórmula de "democracia-islamista" consigue asentarse, puede servir de ejemplo para las agendas occidentales en Oriente Medio.

A ello hay que añadir el importante peso de una figura carismática como la que representa su líder, Tayyip Erdogan, y la propia composición geográfica del AKP, que le lleva a "recoger votos de todos los rincones de Turquía", o su estructura interna, "que contiene un número muy importante de cuadros por todo el país", sin olvidar tampoco que el partido es "una coalición de alianzas que representan a diferentes segmentos de la población".

Finalmente, nos encontramos con el apoyo de las congregaciones religiosas que ven en la actitud del ejército y sus aliados políticos un ataque contra sus posturas. La imagen de "centro liberal" es significativa, pues ha logrado atraer el apoyo de importantes sectores de la minoría cristiana, como el patriarca armenio que ha pedido el apoyo al AKP.

Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)

Palestina:entrevista con dirigente de FDLP

Hawatmeh: Rechazamos las condiciones israelíes sobre el derecho al retorno...
Hamas y Al-Fatah deben realizar una revisión autocrítica de Sus destructivas políticas
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Por: Dima Ezz Al-din*
9 de agosto del 2007

El posible retorno a los territorios ocupados del líder histórico del Frente Democrático para la Liberación de Palestina Nayef Hawatmeh,
desató en Israel una tempestad al iniciarse una intensa polémica. Por una parte, los partidos de extrema derecha y los órganos de seguridad encontraron en
este suceso una posible venganza hacia el líder histórico al comenzar nuevamente la instigación basada en la operación Maalot llevada a cabo por el
FDLP. Mientras tanto, los medios gubernamentales israelíes anunciaron que respaldarían este paso y darían la bienvenida a Hawatmeh y a un grupo de
líderes de la OLP y de Al-Fatah en el marco de su plan de apoyar al Gobierno de Abbas en esta etapa.

Hawatmeh rechazó rotundamente la idea de que su regreso pudiera favorecer a uno de los contendientes del conflicto palestino y manifestó su decisión
de plantear una iniciativa palestina para limar las asperezas inter-palestinas. No obstante, el Frente Democrático muestra cautela con relación a los informes provenientes de Ramallah sobre el posible retorno del líder, mientras, las oficinas del FDLP en Damasco continúan recibiendo las noticias de la Autoridad Nacional Palestina para facilitar el retorno del Secretario General.

P: ¿Cual es la verdad sobre los rumores con relación a su retorno a los territorios palestinos ocupados y cual es la verdadera posición israelí al respecto?

R: Para mí no hay retorno a los territorios palestinos ocupados. El gobierno de Olmert está enfrascado en el levantamiento del Muro de Berlín ante nosotros, mientras abre sus puertas a todos los que aprobaron el parcial e inconcluso Acuerdo de Oslo y puso a toda la causa Palestina ante un callejón sin salida. Actualmente, el Gobierno de Olmert pone condiciones y restricciones para una visita limitada a dos semanas y esto es lo que rechazamos de principio a fin, porque el derecho del retorno a la patria es un derecho sagrado y legítimo en virtud de las convenciones internacionales y la Cuarta Convención de Ginebra de 1949, por tanto el proyecto al retorno no es un planteo actual.

P: Su respuesta es que no hay retorno condicionado y es una respuesta Definitiva. ¿Con relación al otro aspecto del tema, cesarán ante este límite las negociaciones entre Abu Mazen y el Gobierno israelí?


R: Quizás haya intentos de negociación entre el Presidente de la ANP y el Jefe del gabinete Israelí, pero una vez más digo que no hay perspectiva Para solucionar este problema, porque las condiciones israelíes son totalmente inaceptables para nosotros.

P: ¿En otras palabras, se desprende que su retorno se enmarca dentro del derecho al retorno a los territorios palestinos?

R: Nosotros defendemos el derecho al retorno como uno de los eslabones del derecho del pueblo palestino para regresar a su hogar nacional, en virtud de
la Resolución 194 de la ONU y de la Convención de Ginebra. Nosotros queremos reafirmar el principio del derecho al retorno sin condiciones ni restricciones.

P: En este contexto, algunos medios de información tratan el tema del regreso de líderes como usted y como el Sr. Farouk Kaddoumi y otros, como parte de una serie de pasos que impulsan los EEUU e Israel para apoyar la autoridad del Presidente Abbas. ¿Qué opina al respecto?

R: Son planteamientos huecos y maniobras destinadas a sembrar escollos en el camino de los dirigentes palestinos. Es un intento de ahondar las contradicciones inter-palestinas.

P: Es cierto Sr. Hawatmeh. Sin embargo, ¿es posible que la parte que emite tales planteamientos haga énfasis en abrir este expediente en estos precisos momentos?

R: Para nosotros, esta cuestión fue planteada en 1996 cuando el Consejo Nacional estaba reunido en la Franja de Gaza. En aquel entonces, rechazamos
el retorno completo porque rechazábamos las condiciones de los Acuerdos de Oslo que expiraron legalmente en Marzo de 1999. En ese mismo año, bajo
la presión de las fuerzas y partidos de los territorios ocupados y los árabes del 48, así como los esfuerzos de varios bloques internacionales, en especial la Unión Europea y Rusia, el entonces premier israelí Ehud Barak tomó la decisión de autorizarnos el retorno y estábamos ya a punto de iniciar tal regreso; sin embargo las presiones de la derecha y de la extrema derecha israelí lo obligaron a anular la decisión en menos de diez días.

P: Teniendo en cuenta que no se ha tomado una decisión definitiva con relación a este tema y el asunto sigue sujeto a las negociaciones entre Abú Mazen y el Gobierno Israelí. ¿En caso de que regresase a los territorios palestinos. ¿Cuál es el papel, sobre todo en el interior, que pretende desempeñar en medio de las tensas condiciones que prevalecen sobre la causa palestina?

R: Vivimos una etapa de liberación nacional. Todo nuestro territorio está bajo la ocupación y la geofagia colonial. Esta lucha puede prolongarse y requiere de todos los que estén en el corazón de la patria y en el centro del acontecer, para dar un avanzado ejemplo a la población en aras de proseguir la lucha y unificar todos los componentes del pueblo, más allá de sus tendencias ideológicas, políticas y partidistas, con vista a crear la mayor unidad y cohesión dentro y fuera de los territorios palestinos para alcanzar los objetivos que consisten en deshacernos de la colonización y la ocupación, lograr los derechos del pueblo a la autodeterminación y la
independencia y hacer costosa la ocupación tanto para el estado como para la sociedad israelí. De este modo se verán obligados a continuar el proceso político negociador bajo el amparo de las Resoluciones de la Legalidad Internacional y tomar en cuenta los principales factores para solucionar la causa en sus diferentes aspectos como el tema de Jerusalén, los refugiados, las fronteras y el derecho al retorno.

P: Esto significa que el retorno de los dirigentes palestinos a Ramallah tiene el objetivo de unificar las filas palestinas, lo cual nos lleva a referirnos a las divisiones en dichas filas. En este contexto no podemos ignorar que fue Nayef Hawatmeh el primero en pronosticar y advertir esta división tras la firma del Acuerdo de la Mecca. ¿Cuales fueron las razones que le hicieron prever tal amenaza pese a que las partes internacionales mostraron entusiasmo por el citado Acuerdo?

R: Es una pregunta legítima y está en su lugar!. Inmediatamente tras la firma del acuerdo de división del poder (parcelación del poder en cuotas), entre Al-Fatah y Hamas, declaramos que ello abriría las puertas a la continuidad del enfrentamiento entre las partes del acuerdo ya que cada cual trataría de ampliar, sin dudas, sus tajadas en las instituciones de la ANP, en el gobierno, en los puestos administrativos, financieros y económicos y en los aparatos de seguridad. Por eso, vimos
Que tal acuerdo asentaría las bases para profundizar la guerra civil en vez de evitarla, y dijimos precisamente que los enfrentamientos podrían cesar unos días pero se reanudarían inevitablemente.

P: ¿En qué basó sus previsiones?

R: Poseemos una lectura de la situación dentro de la Franja de Gaza y demás territorios palestinos y siempre vemos que, cualquier tipo de arreglo bilateral, está viciado por las tentativas de monopolizar el poder, sus instituciones, órganos y la sociedad y que los mismos, conducirán a un mayor enfrentamiento. Y es precisamente lo que ocurrió. Tuvimos a mano informaciones de que ambas partes del Acuerdo de la Mecca (Parcelación del poder por cuotas) se estaban preparando al mismo tiempo para adueñarse de todos los órganos e instituciones de la ANP. Esto fue declarado hace unos días por Mahmoud Al-Zahar, líder de Hamas, al decir abiertamente: Hamas comenzó los preparativos para un golpe de estado militar total en septiembre. Nos preguntamos: ¿Por qué septiembre? O sea después del Acuerdo de Parcelación del Poder para distribuir las instituciones de la ANP.

P: Usted describe el Acuerdo de la Mecca como un acuerdo para la distribución del poder, mientras, por otra parte, es un acuerdo entre los destacamentos principales que despuntaron en las elecciones.

R: Las condiciones de un movimiento de liberación nacional bajo la ocupación son totalmente diferentes a las condiciones de un pueblo independiente donde prevalece la ley de gobierno y de oposición.
Nosotros estamos subordinados a la Ley de Unidad Nacional. Por tanto las cosas no pueden medirse con una sola vara tal como suelen hacer numerosos medios
De información al considerar los resultados de las elecciones del Consejo Legislativo dentro de un sistema electoral no democrático y cojo. La cuestión consiste en que todo el pueblo palestino tenga derecho a tomar parte en la autodeterminación, sólo así podremos decir que la vara con que se mide, es el resultado de cuarenta años de resistencia palestina y de revolución contemporánea, es el cúmulo de mártires de cada destacamento, son los prisioneros, las viudas y casas destruidas.

Todos estos aspectos son varas de medición. Además, las elecciones legislativas se realizaron por medio de una ley no democrática y coja circunscripta a Cisjordania y Gaza, dejando fuera de la participación el 60% del pueblo palestino en el destierro y el exilio. Estos no eligieron a Mahmoud Abbas ni a Ismail
Hanniah, no votaron a favor de Al-Fatah, Hamas, Frente Democrático, a nadie.
Es un 60% del pueblo palestino a quienes, hasta el momento, les dieron las espaldas los Acuerdos de Oslo. Por todo esto, nosotros estamos sujetos y subordinados a las leyes de liberación nacional hasta alcanzar, para nuestro pueblo, la unidad nacional y un unificado programa político, social y administrativo, para así seguir las negociaciones políticas, sujetando en la mano, los verdaderos elementos del conflicto palestino - israelí que son: Jerusalén, las fronteras, los refugiados, los asentamientos y no meras negociaciones en torno de asuntos efímeros y parciales tal como está ocurriendo desde los Acuerdos de Oslo hasta el encuentro, hace pocos días, entre Abbas y Olmert.

P: ¿En su criterio cómo llegaron las cosas a este nivel de deterioro?

R: El deterioro o desperfecto, que tuvo lugar, conducen a consecuencias destructivas. El mayor ausente es la unidad nacional palestina y el proyecto nacional palestino unificado. Por eso, hemos trabajado por alcanzar un programa unificado que sirviera de base para erigir el estado palestino. Y logramos, al firmar, sin excepción, todos los destacamentos palestinos, el Documento de Reconciliación Nacional, tras un arduo dialogo que duró seis años desde el 2000 hasta el 2006. Este Documento fue firmado también por el representante del Presidente Mahmoud Abbas y el representante de Ismail Hanniah, entonces Primer Ministro del monopolizado Gobierno de Hamas y Ahmad Bahr, Presidente en Funciones del Consejo Legislativo. En lugar de que las cosas vayan por el rumbo correcto, Al-Fatah llegó a un callejón sin salida tras la formación de nueve monopolizados gobiernos y Hamas en lugar de aprender las lecciones de esta experiencia en el sentido de crear un gobierno nacional abarcador tal como firmó en el Documento de Reconciliación Nacional, repitió al pie de la letra la experiencia de Al-Fatah y se fue por la vía del monopolio unilateral. Es así como quedó atrapado luego de tres meses de formación del Gobierno huérfano monocolor de Hamas.

No obstante, Hamas y Al-Fatah abandonaron sus compromisos derivados del Documento Nacional y fueron en busca de un monopolio bilateral en el
Acuerdo de la Mecca. Sin embargo, Hamas no estaba conforme con dichos resultados lo cual condujo a una batalla que dejó más de mil muertos en el escenario
de la guerra civil y miles de heridos, la incineración de universidades y altos centros de estudio y la destrucción de viviendas, llevando la situación a una realidad más grave y peligrosa.

P: Si Al-Fatah llevó una buena parte de la responsabilidad por los errores cometidos y Hamas, como plantea, repite los errores de Al- Fatah. ¿Por Qué no formaron, la izquierda palestina, un tercer frente o una tercera opción palestina?. No cree que también tienen parte de culpa en el resultado al cual llegó la causa palestina?

R: Me entristece decir que la corriente nacional democrática no pudo, con sus diferentes factores y componentes, formar un frente coalicionado unido capaz de recuperar su peso y efecto tal como lo hizo a lo largo de más de cuarenta años. Es muy triste afirmar que existen serios problemas y divisiones en el seno de las tres corrientes históricas principales del movimiento palestino. En primer lugar, en la corriente nacional populista representada por Al-Fatah, que abarca todos los colores del espectro palestino y siempre está enfrentando divisiones, escisiones y explosiones.

Existen diferencias y posiciones contrapuestas en el seno de la corriente nacional democrática con sus componentes progresistas, izquierdistas y liberales. Y en el caso de la tercera corriente, la Islámica, que entró a la palestra tardíamente tras una hibernación de veinte años (1967 - 1988) está dividida en sí entre Hamas y Yihad Islámica e incluso hay luchas intestinas en el seno de Hamas. Ello demuestra cuán pobre es la cultura de la democracia en el dialogo palestino y cuan pobre es la búsqueda de denominadores comunes. Todo ello conduce a seguir una política basada en blanco y negro y no en los colores del arco iris. Por tanto se hace muy
lento y demorado encontrar una solución porque, ante todo, se hace imprescindible sembrar y ampliar la cultura de la democracia y la cultura de los denominadores comunes. En muchas ocasiones, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina llegaron a formar una dirección unificada que se desplomaba ante el primer acontecimiento político. Añado, muy tristemente, que la ausencia de la unidad nacional palestina en torno a un programa unificado deja efectos muy nocivos y dañinos sobre cada una de estas tres corrientes divididas en sí.

P: ¿Ya que estamos hablando de denominadores comunes y estando usted en Damasco así como el Señor Khaled Mashaal Presidente del Buró Político
De Hamas. ¿Se han producidos encuentros entre ustedes para dialogar y posiblemente para hallar estos factores comunes?

R : Lo digo abiertamente, el dialogo entre todas las fuerzas palestinas sobre todo las cinco principales se ha continuado a lo largo de seis
años, desde el estallido de la primera Intifada en el año 2000 hasta la firma del Documento de la Reconciliación Nacional. Este dialogo dio lugar a tres
programas conjuntos: el primero firmado en Gaza en el 2002, el segundo firmado en El Cairo en el 2005 y el tercero en Gaza en el 2006. Pero he
aquí la interrogante: ¿Por qué no se llevaron estos programas a la práctica? La respuesta es porque Hamas y Al-Fatah se desvincularon de estos programas conjuntos y se desviaron, primero, hacia un monopolio unilateral y posteriormente a uno bilateral.

Recuerdo lo que dijo Mahmoud Darwish en un encuentro cultural hace unos días en Haifa: "Me desperté tras ser apresado en uniforme militar - Conducen
como rebaño a prisioneros desnudos de los hijos de su pueblo - Ah! Que barbaridad , estamos en ropaje del verdugo - Me desperté tras de mi coma a una bandera monocolor ..." lo que significa un sistema totalitario impuesto por la fuerza de las armas y basado en una ideología religiosa que actúa ajena al pueblo, en lugar de actuar en virtud de la diversidad palestina que representa la bandera palestina multicolor.

P: ¿Cuándo fue la última vez que se encontró con Khaled Mashaal?

R : Son varias las veces que nos hemos encontrado con los hermanos en la dirección de Hamas porque en varias de las reuniones llevadas a cabo, La última hace diez días, participaron miembros del Buró Político del FDLP y Abu Mussa Marzouk, el Vicepresidente del Buró. El problema no radica en la repetición de los encuentros sino en que Hamas y Al-Fatah hagan una autocrítica a sus destructivas políticas y pongan fin a la parcelación del poder por cuotas y retornen a mediciones coherentes para calcular las fuerzas Inter-palestinas.

P: Quisiera preguntarle su opinión sobre lo que consideran, muchas partes, respecto al control de Gaza por Hamas, teniendo en cuenta sus principios e
ideas. ¿Esto es visto como el predominio o el control del extremismo islamista sobre la Franja? Aprueba acaso estas consideraciones?

R: Nosotros en el Frente Democrático rechazamos todo tipo de régimen totalitario dirigido por fuerzas extremistas o no extremistas, por fuerzas derechistas o izquierdistas. Por eso hemos luchado y luchamos, por crear una diversidad nacional democrática en el caso palestino y creo que lo hemos logrado durante un período largo de tiempo que se extiende hasta 1994 cuando rompió Al-Fatah la unidad nacional y los denominadores comunes y fueron solos bajo la dirección de Yasser Arafat a los Acuerdos de Oslo.

Entonces dijimos NO al régimen totalitario que trató Arafat de construir en 1996 después de haber monopolizado nueve gobiernos y todos los aparatos de
la ANP en estructuras y funciones. En aquel entonces nos opusimos a los gobiernos de Arafat al igual que hicimos cuando declaró Hamas su gobierno monocolor,
porque consideramos que este paso es la antesala al surgimiento de regímenes totalitarios, mediante los Golpes de estado de carácter militar. Hamas puso la mano mediante la fuerza armada en total contradicción a la opción democrática del pueblo, es decir la opción de la diversidad. Los líderes de Hamas y entre ellos Mahmoud Al-Zahar, Rayan y otros, declararon inmediatamente luego del golpe de estado: "Ahora se acabaron todas las demás tendencias ideológicas e intelectuales" y agregaron: "ahora estamos estableciendo el predominio de La Ley Religiosa, se acabó el laicismo y todo tipo de herejía intelectual , porque Hamas solo se mira en su propio espejo.

P: Pasamos a las novedades y hablamos sobre la voluntad del presidente norteamericano George W. Bush de celebrar, en otoño, una conferencia de
Paz en el medio oriente. Usted se refirió en más de una ocasión a los errores cometidos en Oslo y a la necesidad de aprovechar las lecciones del pasado. ¿En su criterio cómo se debe tratar esta convocatoria?

R: Primero creo que Bush llamó a una reunión internacional y no a una conferencia. Él llamó a un meeting y no a una Conferencia. También
entendemos, por su discurso, que no participarán todas las partes del conflicto palestino - israelí, al mismo tiempo palpamos, en su discurso, la presencia de grandes campos minados respecto a los fundamentos de la celebración de la reunión internacional. Señaló que Israel debe poner fin a la ocupación de Cisjordania y añadió el desmantelamiento de los asentamientos que llamó ilegales según la propia ley israelí, las cuales son ilegales según la Ley Internacional, la Resolución del Tribunal de La Haya y de la ONU. El presidente Bush agregó que la reunión debe tomar en cuenta la realidad existente en lo relativo a los asentamientos (hechos consumados) y no solo pasó por alto las cuestiones de Jerusalén y de los refugiados, sino planteó que se pospusieran. Todo ello significa que no estamos ante una
conferencia internacional, porque de serlo, seria para hallar una solución global y completa bajo el amparo de las resoluciones legales y el auspicio internacional, por todo lo dicho, el camino a este llamado está sembrado de grandes y extensos campos de minas.

P: En su criterio. ¿Como se pueden evitar estas minas y como se puede proteger los derechos palestinos?

R: Para que sea posible proteger los derechos palestinos de la disipación debemos: Primero: Solucionar el nudo creado respecto al dialogo nacional global
zafándolo de ambos lados. Hamas debe dar marcha atrás al "golpe de estado militar" y poner fin a "su gobierno totalitario".

Segundo: Al-Fatah debe revisar su posición de rechazar el dialogo con Hamas.

Tercero: Hamas y Al-Fatah deben cesar la política de la parcelación del poder por cuotas y las fuerzas internacionales y regionales deben dejar de inmiscuirse en los asuntos internos palestinos y apoyar el derecho de nuestro pueblo a la autodeterminación y al estado independiente con Jerusalén como capital en consonancia con la Iniciativa Árabe de Paz.

Cuarto: Que se promulguen las leyes de la reconstrucción del sistema político sobre nuevas bases democráticas, aplicando los mecanismos del Documento de la Reconciliación Nacional y de las Resoluciones del Consejo Central, celebrado el 20 de junio del año en curso, en cumplimiento a lo establecido en el Documento por encargo del Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina y el Presidente de la ANP. Con la emisión de verdaderas leyes democráticas para la formación de un nuevo Consejo Legislativo que se elige sobre la base de la plena representación porcentual. Al mismo tiempo el Comité Ejecutivo de la OLP debe emitir una ley para la elección de un nuevo Consejo Nacional Palestino dentro de los territorios ocupados y en los países del destierro y la diáspora, para
Que se tenga en cuenta el 60% del pueblo palestino y de esta forma, todo el pueblo forme parte de su autodeterminación y no sea sustituido por el Comité Ejecutivo de la OLP ni por los órganos del poder legislativo. La tercera ley es la elección de todas las instituciones de la sociedad sobre la base de la plena representatividad porcentual para garantizar la reestructuración de una sociedad única sobre una base participativa.

Esas tres leyes, garantizaran el retorno del sistema político palestino a la base de la democracia. Es un paso más que consiste en la formación de un Frente Unificado de Resistencia tal como abogó el Documento de la Reconciliación Nacional, con una referencia política unificada.

Todos estos pasos deben ser resueltos antes del otoño, para ser un pueblo unificado con un programa político unificado, para poder dirigirnos con Un solo puño en alto, en defensa de nuestra causa y derechos, en defensa de nuestra patria y hogares, determinadas y amparadas por las Resoluciones de la legalidad internacional y la Iniciativa Árabe de Paz, así como por el Documento de la Reconciliación Nacional.

P: Cual es el mensaje de Nayef Hawatmeh al Consejo Central reunido actualmente?

R: El Consejo Central, reunido en nueva sesión y el Comité Ejecutivo de la OLP, están ante una dura prueba de credibilidad. Las resoluciones del Consejo Central en correspondencia al Documento de la Reconciliación Nacional no se llevaron a la práctica y no se emitieron en forma de leyes, tal como el Consejo Central y el Comité Ejecutivo, instancias de la OLP, único y legítimo representante del pueblo, se lo pidiera a Mahmoud Abbas.

Nada nuevo se ha producido a lo largo de treinta años, lo que nos demuestra el proverbio del perro huevero. No han aprendido nada de las lecciones amargas y si no aprendieron nada me entristece decir con el corazón herido que la situación puede deteriorase y agravarse aun mas y por ende la reunión internacional seria una farsa que solo serviría para cegar la realidad, porque el Gobierno de Olmert ira a la reunión con una visión política unificada al igual que EE.UU. mientras el pueblo palestino estará ausente de la visión política unificada.

P: Que nos puede decir de los países árabes y su papel?

R: Los países árabes no respetan ni en dicho, ni en hecho, la Iniciativa Árabe de Paz y dan las espaldas a sus propias decisiones. Dieron las espaldas al pueblo palestino e intervinieron en la crisis Palestina adoptando soluciones de distribución del poder político, que condujeron a la guerra civil y a los golpes de estado militares separando la Franja de Gaza de Cisjordania. El principal ganador es Israel y el principal perdedor es el pueblo palestino, luego los pueblos árabes y todos los que velan por la necesidad de construir una paz equilibrada y abarcadora en el Medio Oriente.

*Esta entrevista fue realizada el día 21 de julio del 2007

Hamas y el desafio a los regimenes pro-occidentales arabes

Alberto Cruz
El control de Gaza por Hamás ha echo fluir ríos de tinta y, con ellos, análisis para todos los gustos dependiendo del punto de vista ideológico de cada cual: desde quienes han visto el inicio de un califato islámico
Hasta quienes creen, de forma mucho más acertada, que el gobierno de Abbas es el inicio de un Vichy francés durante la ocupación nazi.

Sin embargo, pocos han incidido en lo que representa de desafío para los regímenes pro-occidentales árabes. Como en los terremotos, el epicentro ahora está en Gaza, pero las réplicas no tardarán en producirse en otras partes del mundo árabe y, de forma especial, en los vecinos Egipto y Jordania. Así hay que interpretar la decisión adoptada el día 8 de
julio por la siempre inoperante e ineficaz Liga Árabe de enviar a Tel Aviv a dos representantes, precisamente de estos dos países que tienen relaciones diplomáticas con Israel, para que "gestionen el proceso de paz" con los palestinos en el marco del plan de 2002.

Durante la guerra del pasado verano en Líbano, y a medida que se ponía de manifiesto la incapacidad del Ejército israelí para derrotar a Hizbulá ante la resistencia de los combatientes de este movimiento político-militar libanés, la calle árabe fue escenario de masivas manifestaciones donde los islamistas se juntaban sin complejo con los marxistas y donde los carteles de Hassan Nasrala compartían protagonismo con los del Ché Guevara. En Egipto los Hermanos Musulmanes desfilaban al unísono con la izquierda del movimiento Kefaya; en Jordania el Frente de Acción Islámica iba codo con codo con el Partido Comunista de los Trabajadores. Manifestaciones semejantes de produjeron en todo el mundo árabe con un sólo grito: "sin justicia no hay paz". Y con una sola aspiración: la retirada de Israel de los territorios palestinos que ocupa desde 1967.

Atrás han quedado ya los intentos de los regímenes árabes pro-occidentales de ganarse el favor de sus pueblos desempolvando resoluciones (como la del año 2002 que reconocería al Estado de Israel a cambio de la retirada total de los territorios ocupados) o sugiriendo una nueva conferencia internacional similar a la que tuvo lugar en Madrid
En 1991 al término de la primera guerra contra Iraq tras la invasión de Kuwait y en la que, de nuevo, se pretenderían resolver todos los problemas de Oriente Medio. Atrás han quedado las tímidas presiones de estos regímenes a la ONU para que trabajase en ello "dado el nivel de resentimiento y de rabia [de la calle árabe] contra Israel y EEUU" argumentando que si no se llegaba a un acuerdo "la alternativa es el caos" (1).

El caos al que se referían los representantes de estos regímenes no es el mismo que el que augura Condolezza Rice cuando habla de "el caos constructor" de ese Medio Oriente con el que vienen soñando los
imperialistas desde la invasión y ocupación neocolonial de Irak en 2003. Es más bien el caos al que se refería Mao Zedong al decir que "cuando más se extiende el caos, más cerca se está de la solución". Una solución que los pueblos están tomando en sus propias manos. Así se está poniendo de manifiesto en Líbano y en Palestina, sin ir más lejos.

Incluso en Irak, con todos sus matices a la hora de abordar la situación allí que no es, ni mucho menos, tan homogénea como se quiere hacer creer.

En los Territorios Ocupados la ocupación filonazi de Israel ha convencido a los palestinos que no hay más opciones que la resistencia puesto que todas las concesiones que han hecho a los israelíes desde los acuerdos de Oslo no han servido para nada. Que la mal llamada comunidad internacional, es decir, los EEUU y sus acólitos europeos junto a una patética ONU y a la entonces inoperante Rusia (los integrantes del Cuarteto) sometiese al pueblo palestino a un asedio para derribar al gobierno legítimo de Hamás tras haber ganado éste las elecciones democráticamente derribó el mito de la posibilidad de un futuro mejor para sus pobladores aceptando las reglas democráticas y, sobre todo, derribó toda esperanza en un futuro estado independiente.

Un Estado independiente y no servil a las pretensiones de imperialistas. Un estado independiente y, por supuesto, viable porque en la actualidad las colonias siguen creciendo y los palestinos cada vez más son encerrados en reservas tipo bantustanes y apenas se pueden mover (no hablemos ya de control) por el 55% del territorio de Cisjordania.

¿Alguien se acuerda hoy de que se han cumplido 3 años desde que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, órgano judicial de las Naciones Unidas, emitiese una sentencia declarando la ilegalidad de la construcción del muro israelí sobre tierras palestinas conminando al gobierno israelí a paralizar de inmediato su construcción, exigiendo la demolición de las partes ya construidas, la restitución de las propiedades confiscadas a los palestinos y una compensación apropiada a los afectados?

No. Todos hicieron caso omiso de la sentencia. Israel el primero, pero también la patética UE que desde la guerra contra Yugoslavia en 1999 no tiene política exterior autónoma y sólo ejercita una hipócrita sumisión a los designios del imperialismo estadounidense. Nadie puso freno a Israel en sus incumplimientos históricos de las resoluciones de la ONU (194, 242, 338...) mientras se les exigía a los palestinos todo. Nadie puso freno a Israel al destruir, matar y asediar a un pueblo en la ofensiva desarrollada contra Gaza con la pretensión de liberar al soldado Shalit. Pero ¿realmente era éste el objetivo de Israel o la excusa para un nuevo castigo colectivo contra los palestinos violando, como es costumbre, todas y cada una de las normas del derecho internacional?

Nadie puso freno al presidente palestino Abbas mientras daba largas a la puesta en marcha del gobierno de unidad nacional acordado por Hamás y Fatah en La Meca bajo el patrocinio de Arabia Saudí, oficialmente un acuerdo pero en la práctica un golpe de estado patrocinado por los extranjeros (los saudíes en este caso) que forzaron al vencedor a compartir el poder con el derrotado en las elecciones.

Sólo una organización pone freno ahora deprisa y corriendo: la Liga Árabe. Pero no a Israel, sino a los palestinos. A Hamás. El pasado 16 de junio, en una reunión de urgencia de sus ministros de Asuntos Exteriores, dijo que no se iba a inmiscuir y que no iba a optar por ninguna de las partes, Hamás o Fatah. Ahora lo hace claramente por Fatah. Los
Regímenes reaccionarios árabes no pueden dejar que triunfe Hamás. El régimen de Mubarak considera que la permanente resistencia de Hamás a reconocer al Estado de Israel pone en entredicho su propia legitimidad como líder
Del mundo árabe y no hay que olvidar que Hamás tiene vínculos estrechos con los Hermanos Musulmanes que, a pesar de estar ilegalizados y sobre los que se acentúa la represión que ha llevado a la cárcel a decenas de sus
Dirigentes y a cientos de sus militantes, controlan casi un quinto del parlamento egipcio. Egipto no puede aceptar un gobierno de Hamás en su frontera, con la influencia que ello supondría para los Hermanos Musulmanes. Esa ha sido
La gran victoria de Israel.

Vamos a ver en los próximos días cómo se vuelve a poner encima de la mesa la "opción jordana" sobre Cisjordania para dar estabilidad a Abbas y a resucitar el viejo acuerdo adoptado por el Consejo Nacional Palestino en 1983 sobre una confederación jordano-Palestina a condición de que los miembros de esa confederación fuesen estados
independientes. Sin descartar que la Liga Árabe proponga el establecimiento de tropas propias (es decir, de Egipto y Jordania) bajo mandato de la ONU en Gaza. Fue Abbas quien hizo la propuesta en su reunión con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, el 29 de junio. Un movimiento que recuerda mucho a lo que hace Karzai en Afganistán, a Maliki en Irak o a Siniora en Líbano.

Hamás, por supuesto, rechaza ambos aspectos. Si hay tropas las tratará como fuerzas de ocupación, con lo que ello conlleva. De nuevo otros haciendo el trabajo sucio a Israel. Como en Líbano. Hamás tiene el gran reto ante sí de proporcionar alimento al millón y medio de habitantes de Gaza. Pero los regímenes reaccionarios árabes tienen ante sí el reto de sus propios pueblos, que no van a asistir impávidos a la degradación de Gaza y a la hambruna de sus habitantes. De momento, una encuesta del Centro de Información Palestino del día 3 de julio dice claramente que si hubiese elecciones en los Territorios, como ha dicho Abas que está dispuesto a hacer, el 51'47% de la población
votaría por Ismail Haneya y el 38% por Abbas.

Lo sucedido en Gaza es directamente achacable a los regímenes pro-occidentales árabes, que tienen en su debe una gran falta de credibilidad entre sus poblaciones y un rotundo fracaso a la hora de gestionar o reflotar cualquier acuerdo de paz, así sea el pacato plan de 2002 que se vieron obligados a sacar del cajón tras la victoria de Hizbulá en la guerra del verano pasado (2).

Y lo ocurrido en Gaza tiene mucho que ver con la situación en todo Oriente Medio. Precisamente ahora que se conmemora el primer aniversario de la última guerra de Israel en Líbano, el Consejo de Seguridad de la ONU
va a discutir un informe del secretario general, Ban Ki-moon, en el que se dan por válidas las tesis israelíes sobre el tránsito de armas desde Siria hacia Hizbulá. El envío de "expertos internacionales" para "supervisar" la frontera de Líbano con Siria está cada vez más cerca. El tutelaje internacional de corte neocolonial sobre Líbano, también. Como en Afganistán, Irak y la Palestina de Abbas.

16-VII-07

Notas

(1) Al Ahram, "Vision for action", 24-30 de agosto de 2006.

2) Alberto Cruz, "El grito de la calle árabe: sin justicia no
Hay paz" http://www.rebelion.org/noticia.php?id=36850

Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor especializado
En Relaciones Internacionales. albercruz @eresmas.com

CEPRID

En Iraq se está cometiendo el primer genocidio del siglo XXI

¿Por qué EEUU ha perdido en Iraq?

Abdul Ilah al-Bayati y Hana al-Bayati *

Ahram Weekly

IraqSolidaridad
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde

"Ningún poder extranjero ha podido jamás controlar
Iraq.
Iraq es un pequeño país con una gran dignidad, un sofisticado y antiguo
legado de civilizaciones y un muy experimentado movimiento patriótico
nacional. EEUU no puede destruir este deseo del pueblo de ser libre y
soberano en su propia tierra y con sus propios recursos, como todos los
pueblos del mundo."

Se dice que la resistencia en Iraq está aumentando en
fuerza y extendiendo su capacidad para operar en un número cada vez
mayor de provincias, y que se está desarrollando en otras zonas del territorio
iraquí debido, según EEUU, a la intervención de combatientes extranjeros. Pero
en realidad se trata del renacimiento del nacionalismo y de la dignidad
iraquí.

En tanto que la ocupación y sus lacayos continúan encarcelando de forma
masiva e indiscriminada a ciudadanos iraquíes sospechosos de estar
relacionados con la resistencia, resulta imposible desarticular sus diferentes expresiones armadas, políticas y populares o siquiera la simpatía de la que gozan por parte de la población. Incluso los movimientos de opinión más amplios expresan a diario su rechazo a la ocupación y a su gobierno títere. A pesar de los miles de millones [de dólares] invertidos en financiar la guerra y su propaganda, ¿Cómo ha podido fracasar el plan imperial de EEUU en Iraq?

En primer lugar, su fracaso se debe a la incapacidad Del gobierno Bush para reconocer la imposibilidad de desmembrar Iraq en Pequeños Estados en conflicto [unos con otros]. La aventura neocon y su Imprevisión se basa en varios factores, lo que incluye el hecho de tomar sus deseos Por realidades, su ceguera, el confiar únicamente en la fuerza militar para lograr sus objetivos, la obtención de información proveniente exclusivamente de algunos iraquíes en el exilio -al margen y distanciados de la realidad iraquí-, y el eludir el estudio de las características históricas,culturales y sociales del país que iban a invadir y que querían controlar.

Antes de la invasión, y durante estos cuatro años desastrosos de ocupación, EEUU subestimó la fuerza y el arraigo del carácter del nacionalismo y de la cultura de Iraq, elementos destinados a enfrentarse a los planes imperialistas de EEUU en forma de una feroz resistencia que emana de todos los sectores de la sociedad iraquí, incluida la [resistencia] de los elementos de base de sus supuestos aliados [iraquíes].

EEUU pensó, de manera ingenua, que podía utilizar la riqueza de la sociedad iraquí -caracterizada por su cosmopolitismo y multiconfesionalismo histórico- para dividirla según criterios sectarios con la finalidad de controlar al conjunto de la sociedad. Esto es perseguir un espejismo. Durante miles de años, Iraq ha estado formado por numerosas etnias y confesiones religiosas que han vivido solidariamente unas con otras sin importar sus diferencias; cristianos, sabeos, yezidíes, etc. Están unidos a Iraq igual que los musulmanes y son tan iraquíes como sus
Hermanos musulmanes. Todos los iraquíes, sea cual sea su etnia, religión, comunidad o posición social, son herederos de todas las civilizaciones iraquíes anteriores así como de su historia. Los valores de la vida en común en una zona geográfica denominada Iraq o Mesopotamia, los unifica.

Quienes conocen Iraq, su identidad unificada arabo-musulmana y su historia, son conscientes de que quienes quieren dividir Iraq y subyugarla al deseo de poderes extranjeros deberá enfrentarse a la fuerza de los miles de años de una sociedad unida, además de a los intereses de la unidad geopolítica de sus regiones y de sus componentes sociales. Nunca en la historia pudieron dos Estados cohabitar la cuenca
Que hoy se llama Iraq. Siempre ha estado en el interés del pueblo establecido en
esta cuenta, a través de las sucesivas civilizaciones, estar unidos en futuro geopolítico común. Si en el pasado los dos ríos [de Iraq, el Tígris y el Éufrates] fueron factores de unificación en todos los aspectos de la vida de esta entidad llamada Iraq, hoy se añade el papel que juega la cultura, los intereses geopolíticos y la propiedad compartida de la tierra y de su riqueza.

Es verdad que en Iraq hubo varios grupos políticos
que se enfrentaron al liderazgo del gobierno de Iraq anterior a la invasión y destrucción de Iraq. Tienen, como todas las oposiciones, el derecho a enfrentarse a su gobierno nacional, pero algunos se ofrecieron a colaborar con el imperio estadounidense y sus aliados y con sus planes criminales de dividir su territorio, ya fuera por ignorancia, avaricia o por razones personales o sectarias. Estos, junto con el plan de sus pagadores, quedarán relegados a la ignominia de la historia. Minimizaron la antigua y compleja relación de Iraq con su identidad y sus relaciones con los [países]
vecinos, así como su experiencia contemporánea hacia el progreso y desarrollo a
pesar de las políticas imperiales, especialmente las de EEUU, tras haber sido sometido a 13 años de extenuantes sanciones orquestadas por Washington.

A pesar de esos grupos sectarios, la propia población –independientemente De su afiliación confesional, étnica, o política, lo que ha demostrado su heroica resistencia frente a los intentos de fragmentar y dividir Iraq- nunca se ha opuesto a la unidad e integridad del Estado de Iraq.

Iraq, un lugar llamado Mesopotamia

Iraq es el lugar que se llamó Mesopotamia. Todos los iraquíes son hijos de su historia y herederos de todas y cada una de las civilizaciones que surgieron en esta tierra en la que los sumerios inventaron la escritura, los babilonios el derecho, los asirios unificaron la región y tras ellos los abásidas, quienes introdujeron el germen del "Estado de todos sus ciudadanos" y el concepto de solidaridad social Dentro de la sociedad, abriendo la puerta a la unificación de la civilización arabo-musulmana, que ha llegado orgullosa hasta nuestros días.
Desde entonces, ser iraquí no se fundamenta ni en la Etnia ni en la religión o secta sino en el ser iraquí. El pueblo iraquí es la expresión de esta herencia, independientemente de su etnia o religión.
Cuando Iraq pueda vivir en paz y tener un Estado estable demostrará que puede contribuir a la cultura de la humanidad, al desarrollo y creación de grandes civilizaciones y al orden regional. El papel de Iraq sigue siendo el de ser quien marque las directrices que decidirán el destino árabe.

Bagdad es la cuna de la civilización arabo-musulmana y para los iraquíes, y los árabes en general, destruir Bagdad es, de hecho, un intento de destruir su memoria, su identidad y sus intereses.

Las características geopolíticas de Iraq han sido, y siempre serán, una gran influencia en la historia de Iraq. No resulta sorprendente que EEUU eligiera ocupar Iraq para intentar asegurar su dominio regional y mundial. EEUU pensó que, con la ocupación de Iraq, podría controlar el conjunto de la región y, por extensión, mantener su hegemonía unipolar. En primer lugar, Iraq es un país rico en recursos naturales ya sea petróleo, gas o agua. En segundo lugar, disfruta de una posición central en
la región; esta posición siempre ha hecho que fuera el objetivo de las ambiciones exteriores. Ningún poder regional podría considerarse como tal sin intentar o bien controlar o bien debilitar Iraq. En realidad Iraq es un cruce de caminos. Su territorio es la ruta para que Irán acceda a Siria, Jordania y al Mediterráneo y lo mismo en lo que respecta a Siria y Jordania, en tanto que miran hacia Irán y el Golfo Pérsico [a través de Iraq];
[Iraq] es, además, la ruta natural desde Turquía hacia el Golfo y viceversa.
Por todo ello, Iraq también supone una necesidad para esos países. En realidad, el mínimo deterioro en las relaciones entre Iraq y sus vecinos supone, automáticamente, un revés para la cooperación en toda la región mientras que, por otro lado, cualquier hegemonía de un vecino sobre Iraq es un inconveniente para Iraq y para el resto de sus vecinos.

La única ecuación que sirve a los intereses de Iraq es basarse en sus características arabo-musulmanas y mantener buenas y fraternales relaciones tanto con Turquía como con Irán. Si Iraq rompiera relaciones con cualquier Estado vecino, ello reduciría su propia capacidad para beneficiarse de su posición central y, consecuentemente, para una cooperación regional y de desarrollo de su infraestructura; penalizaría su industria y agricultura y se cerraría al comercio regional necesario para su crecimiento y progreso. Cuanto más crezcan y florezcan sus vecinos, más oportunidades de desarrollo tendrá Iraq mediante la cooperación con todos ellos. El mito de que el desarrollo político, económico y social de Turquía e Irán pudiera constituir un peligro para Iraq implica un análisis superficial de las relaciones entre esos Estados y un análisis desconocedor de las leyes que rigen el desarrollo entre países vecinos. De hecho, cuanto más se desarrollen Irán y Turquía y cuanto más ricos se hagan, más necesitarán de un Iraq estable, unificado y próspero, porque ese Iraq
representaría tanto el poder adquisitivo para [la venta de] sus bienes como una fuente de factores de producción.

Nadie puede aislar a Iraq de sus circunstancias geopolíticas y culturales. Iraq no puede tener relaciones con EEUU, Rusia, Europa o Israel si se pretende ignorar sus particulares señas de identidad arabo-musulmanas y sus intereses. Nuevamente el interés de Iraq y de los iraquíes se convierte en un protectorado de Irán o de cualquier otro país.

Es un sueño imposible el que la ocupación irano-estadounidense pudiera subyugar Iraq. La libre voluntad de Iraq y del pueblo iraquí rechaza y rechazara, en razón de su cultura e intereses, el sometimiento a cualquier Estado extranjero, sea este regional, una superpotencia o una combinación de ambos: la Historia lo ha demostrado. De hecho, los planes de EEUU de destruir Iraq como nación y como Estado no sólo va en contra de los intereses de todos los iraquíes sino además en contra de los intereses de los Estados vecinos. Es una vana ilusión, un plan que no funciona.

Todos los sectores de la sociedad iraquí se oponen; la ocupación crea tanta inestabilidad que hace imposible el control e incluso la explotación de los recursos de Iraq. Al abrir la puerta a todo tipo de interferencias extranjeras, la ocupación pudiera tener como resultado no sólo un crimen indescriptible contra la humanidad sino un desastre militar, económico, político y moral para la propia ocupación.

El primer genocidio del siglo XXI

Lo que la ocupación estadounidense y sus aliados hacen en Iraq no constituye únicamente un crimen de guerra o crímenes contra la humanidad, también ha de recordarse como el primer genocidio del siglo XXI.
Que el mundo, debido a los tendenciosos medios de comunicación internacionales, no sea consciente de esto, no cambia la realidad de que todos los iraquíes y los árabes lo sepan. Sin intentar este genocidio, los planes estadounidenses no podrían triunfar. EEUU, al mismo tiempo que perpetra un genocidio, anuncia su ruina moral y sus planes no lograrán triunfar.

Para dividir Iraq -una antigua sociedad que lleva existiendo miles de años- en tres o más protectorados débiles y en conflicto, EEUU tiene que destruir todo lo que une a los iraquíes; en otras palabras, llevar a cabo una política que parta de una tabla rasa. Este intento de destrucción implica necesariamente la destrucción del Estado, la
cultura, la historia, la herencia material, la sociedad, la sostenibilidad económica, las instituciones, el ejército, el sistema educativo, sanitario y judicial, la infraestructura, las comunicaciones, la identidad nacional, es decir, la verdadera esencia de Iraq. [EEUU] debe desbaratar y destruir la existencia de las personas y sus valores morales; tiene que destruir no sólo a las futuras generaciones, sino toda su historia; necesita, incluso, destruir la estructura física de sus ciudades. La ocupación no ha ofrecido al pueblo de Iraq nada más que un proyecto de exterminio basado en la
locura de la creación del caos.

Ninguna estadística puede plasmar la destrucción que EEUU ha llevado a Iraq [1]. EEUU ha diezmado el Estado iraquí y a toda una clase apreciada, la clase media progresista de Iraq que ha demostrado su capacidad para gestionar los recursos iraquíes de manera independiente y en beneficio de todos, lo que, consecuentemente, ha salvado a los iraquíes de la pobreza, la enfermedad, el atraso y la ignorancia. EEUU ha hecho retroceder las libertades civiles -de hombres y mujeres por igual- a la situación de hace 50 años, lo que ha destruido las garantías sociales; EEUU ha asesinado a más de un millón de personas al mismo tiempo que impelía al exilio a muchos millones más; EEUU ha orquestado los escuadrones de la muerte, ha saqueado e inventado nuevos horrores para la tortura y los secuestros; en nombre de la democracia, EEUU ha llevado [al pueblo iraquí] la destrucción material a una escala inconmensurable con la finalidad de borrar su mentalidad, su cultura, su memoria, su tejido social, sus instituciones y sus formas
De gobierno y de comercio, así como la propia vida cotidiana; EEUU, además, ha atacado a las futuras generaciones llevando la muerte para los próximos 4.700 millones de años debido al uso del uranio empobrecido [2].

La ocupación ha supuesto un absoluto fracaso para los servicios públicos, lo que incluso ha dejado inservible los servicios básicos de agua y electricidad. En una tierra con un patrimonio natural de 210.000 millones de
barriles de petróleo, los iraquíes bajo la ocupación padecen escasez de gasoil [3]. EEUU ha creado una situación de terror que implica que las familias vivan confinadas en sus casas a la espera de que los secuestren o asesinen en cualquier momento. EEUU ejecuta sumariamente a personas por el mero hecho de llamarse Omar o Husein [4].

Antes de la invasión y la destrucción de Iraq, la mayoría de los iraquíes se ganaban la vida trabajando en las instituciones públicas. Iraq era un Estado de bienestar sustentado en el entendimiento cultural compartido, común en todo Oriente, de que la tierra y su riqueza es propiedad de la nación. Mantenida por los recursos naturales de la
tierra, una gran parte de la población trabajaba en educación, sanidad, en las industrias estatales y en el ejército nacional. A partir de la reforma agraria de 1959 y la posterior nacionalización [de la tierra] de 1964, la clase media dirigió la sociedad y el Estado. El 70% de la población iraquí vivía en las ciudades. La nacionalización del sector petrolífero en 1971 trajo consigo la ampliación de la clase media y el aumento del nivel de vida de los sectores más pobres de la población. El plan estadounidense de exterminación tenía como objetivo destruir esta clase media que, de
manera natural, es la heredera de la cultura, la ciencia, la unidad y la dignidad iraquí, una clase media que lucha por la libertad, el progreso y el desarrollo [5]. Han intentado someter a Iraq a un conciliábulo feudal de nuevos y antiguos ladrones, violadores, políticos de escasa representatividad, retrógrados extremistas religiosos, bandas
criminales y señores de la guerra que aparecen o reaparecen con la situación creada por la ocupación.

En pos de un espejismo

Ha quedado demostrado que EEUU y sus aliados, incluso antes de la invasión, iban en pos de un espejismo. ¿Por qué iba el pueblo iraquí a aceptar y dar la bienvenida a un plan que les traería privaciones y sólo beneficiaría a unos pocos? Los marginados y los pobres; la clase media culta; las clases trabajadoras, que han perdido los beneficios de los servicios estatales; las mujeres y los jóvenes, que padecen el desempleo y la carencia de libertades civiles; todos rechazan la política de EEUU en Iraq. Esta es la esencia de lo que ahora y en el futuro será una lucha social sin fin contra la ocupación y para finalmente lograr su derrota y la de sus políticas. Sin la clase media EEUU no puede construir un Estado que funcione: la clase media iraquí, incluidos todos sus sectores, junto con las clases trabajadoras rechazan alto y claro la ocupación estadounidense y sus planes.

El pueblo iraquí resiste y seguirá resistiendo. Si EEUU, debido a la superioridad de su poder militar, puede seguir controlando bases como la Zona Verde [en Bagdad], los iraquíes están obligados a seguir viviendo en resistencia. Sin embargo, y al mismo tiempo, cuanto más se alargue la ocupación estadounidense más lo pagarán con la sangre de sus jóvenes soldados, más dinero despilfarrarán en su sangrienta maquinaria de guerra, más caerá en la infamia su imagen y reputación debido a sus políticas genocidas y más pondrá en peligro su futuro y el futuro de
Sus hijos.

¿Por qué todo este despilfarro? Los estrategas estadounidenses, a la vez que diseñan su modelo para Iraq, olvidan o no toman en cuenta el hecho de que los movimientos sociales se basan en realidades sólidas y en experiencias vividas que no se pueden crear a capricho de una decisión política, mediante insidiosas formas de
presión o mediante asaltos militares sobre una población empobrecida. Pensando que pueden ganar en Iraq, los gobernantes estadounidenses, los centros de investigación política, los estrategas y los planificadores bélicos
sólo han demostrado su arrogancia e ignorancia; deberían leer la historia y analizar las realidades objetivas. Ningún poder extranjero ha podido jamás controlar Iraq.
Iraq es un pequeño país con una gran dignidad, un sofisticado y antiguo legado de civilizaciones y un muy experimentado movimiento patriótico nacional. EEUU no puede destruir este deseo del pueblo de ser libre y soberano en su propia tierra y con sus propios recursos, como todos los pueblos del mundo.

Notas de IraqSolidaridad:

1. Como balance de los años de ocupación véanse los distintos capítulos del informe de Global Policy Forum en IraqSolidaridad: Global Policy Forum (y XI): Los gobiernos con tropas en Iraq deban acatar la voluntad del pueblo iraquí y de sus propias sociedades. Conclusiones y recomendaciones: Poner fin a la ocupación y enlaces relacionados.
2. Duración de la emisión de radiación por el uranio empobrecido.

3. Véase en IraqSolidaridad: Kamil al-Mehaidi: La distribución geográfica de los campos petrolíferos y su gestión bajo
ocupación. El futuro del petróleo iraquí y CorpWatch: No se contabilizan hasta 3.000 millones de dólares anuales en ventas de petróleo. ¿Cuánto petróleo iraquí se está robando?: El 'misterio' de los contadores perdidos .

4. Referencia a la práctica de los paramilitares de asesinar a civiles iraquíes de una u otra comunidad seleccionando a sus víctimas en función del nombre que aparece en su carné de identidad, que en Iraq no incluye referencia alguna confesional o étnica.

5. Sobre el impacto de las sanciones económicas entre 1990 y 2003, véase en IraqSolidaridad: Han C. von Sponeck: Las sanciones contra Iraq supusieron una violación consciente del Derecho Internacional. Las sanciones: otra forma de guerra y Carlos Varea: Hans C. von Sponeck detalla el mecanismo de aplicación de un genocidio premeditado. EEUU contra Iraq: del régimen de sanciones a la ocupación .

La invasión militar en Haití

Entrevista con Camilla Chalmers

El 29 de febrero del año 2004, una intervención militar franco-norteamericana destituyó al presidente haitiano Jean Bertrand Aristide. Posteriormente, este golpe de estado fue reforzado y "legitimado" con la presencia de tropas militares que integran la Misión de Estabilización de Naciones Unidas para Haití (MINUSTAH), con efectivos
De diferentes países de América Latina (entre ellos de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Ecuador, Guatemala, Perú, Bolivia y Paraguay), y de otros continentes, comandados y financiados por EE.UU. y Francia.

Transcurridos más de tres años de esta intervención, dialogamos con Camille Chalmers, profesor de la Universidad de Haití y animador de la red de movimientos sociales PAPDA (Plataforma Haitiana para la Articulación de Movimientos
Sociales), para analizar el balance de la presencia de las tropas de la MINUSTAH en Haití, y la situación actual del movimiento popular en este país, invadido por fuerzas militares conjuntas de EE.UU., Europa y América
Latina.

Claudia Korol: Ya a esta altura se puede hacer una evaluación de cuál fue el recorrido de la MINUSTAH en Haití. ¿Cómo están analizando los movimientos populares el significado de esta presencia en tu país?

Camille Chalmers : Bueno, hacemos un balance totalmente negativo de la presencia de la MINUSTAH, que participa dentro de las iniciativas del imperialismo y de la oligarquía para bloquear el proceso de movilización popular hacia la democracia, perspectiva que nació en el 86.
La presencia de la MINUSTAH que se insertó dentro de un contexto mundial y regional particular, nos parece como un ensayo, un laboratorio del imperialismo para poder responder a nuevos escenarios de crisis en América Latina,
justificando la presencia militar de soldados extranjeros, por el discurso de solidaridad sur-sur, de apoyo fraterno, cuando sabemos que la presencia de la MINUSTAH se inserta dentro de una estrategia más amplia de militarización de El Caribe, que es una zona estratégica para el imperialismo, y también coincide con la época donde las tropas
norteamericanas están movilizadas en Irak, y necesitan aporte de tropas de otras naciones.

Me parece que es muy importante denunciar esa manipulación, y ver que la solidaridad con el pueblo de Haití no es la MINUSTAH. La solidaridad con el pueblo de Haití es ayudar a reconstruir el país, responder a los
problemas sociales más angustiantes, crear espacios para que el pueblo y el Estado puedan definir un proyecto de futuro.
Desde luego la presencia de los militares no ayuda a esto. Es una inversión enorme. Son más de 520 millones de dólares al año. Y dos objetivos contemplados: la seguridad ciudadana, los derechos humanos no fueron
alcanzados. Al contrario, pensamos que la presencia de la MINUSTAH constituye una violación del derecho de autodeterminación del pueblo de Haití. Y se convirtieron ellos mismos en violadores masivos de los
derechos básicos del pueblo de Haití. Podemos tomar el ejemplo de la violación repetida a mujeres jóvenes, que fue documentada. En esos casos la MINUSTAH nunca tomó medidas para castigar a los responsables, inscribiéndose en
una cultura de la impunidad.

Por otro lado, la fuerza de la MINUSTAH se instaló en edificios públicos dedicados a la educación, dedicados a la Universidad, agravando el déficit de las estructuras públicas, para acoger a una población estudiantil que está en condiciones muy precarias. Así podemos decir que no hubo ningún paso adelante en la cuestión los Derechos Humanos, no hubo ningún paso adelante en ayudar al estado de Haití a construir aparatos más eficaces en el campo de la seguridad. Y todo esto se inscribe dentro de una dependencia global, donde la presencia de la MINUSTAH es una fuerza militar que permite acelerar el proceso de sometimiento de la economía haitiana, que ya sufrió la aplicación de un plan de ajuste muy severo, que destruyó gran parte de la economía campesina, que destruyó
La capacidad del país de nutrirse, y que ahora quiere lanzar a nuestro país en un proceso de crear múltiples zonas francas, que son zonas de no derechos, son zonas de superexplotación de la mano de obra y que contribuyen a
destruir el medio ambiente y a agravar la crisis ambiental.

Tenemos los acuerdos de la HOPE firmados con EEUU. La HOPE es un acuerdo entre Haití y EEUU para la exportación de productos textiles que va a permitir la instalación de muchas fábricas de zona franca de exportación de textiles. Eso no tiene nada que ver con un proceso real de industrialización, y además promueve una creación de empleo muy frágil.
Sabemos la volatilidad de esas empresas que se cambian de localización en función de las ventajas encontradas.

Me parece entonces que la presencia de la MINUSTAH es un obstáculo para conquistar la soberanía, es un obstáculo para que el pueblo de Haití desarrolle su propio proyecto democrático, es un obstáculo para contrarrestar los planes de dominio del imperio; y también es una situación que se pueden invocar como precedente para justificar nuevas intervenciones militares en aquellos estados que los Estados Unidos llaman "fallidos". Son estados que están atravesando situaciones de crisis graves.

El concepto de Estado fallido, totalmente manipulado por la administración norteamericana, constituye una amenaza para todos los pueblos que quieren salirse de la obediencia y que quieren transformar los Estados dependientes
neocoloniales que tenemos en América Latina.

¿Cómo es la relación de las tropas de la MINUSTAH con la población?

Podemos decir que la situación no es la misma en las provincias, donde la situación es de relativa tranquilidad, y las tropas de la MINUSTAH están vistas como "más turistas". Son frecuentemente vistas en las playas, en las discotecas, y la gente se da cuenta que tienen un nivel de vida muy alto con respecto a la precariedad de la población. La situación es muy distinta con respecto a la que existe en Puerto Príncipe, en donde se dieron
enfrentamientos militares entre las tropas de la MINUSTAH y grupos de los barrios populares. Los barrios populares fueron el blanco de las operaciones militares más duras, con un saldo importante de muertos,con bajas civiles de niños muertos incluso.

¿Se conoce cuál es el número de muertos?

No hay una cifra general, pero en el operativo militar del 22 de diciembre de 2006 murieron entre 27 y 35 civiles, y eso es solamente un día; pero hubo varios operativos que fueron organizados después. Hay un informe que se está preparando ahora, que trata de establecer un poco el resumen de la situación. Lo que es cierto es que
Se han producido bajas de gente totalmente inocente, que el único crimen que cometieron era vivir en un barrio de pobres. Es muy chocante que una fuerza de ese tipo, haya cometido ese tipo de violación de derechos humanos y
Que en ningún momento la dirigencia de esa fuerza no haya reconocido esas bajas y no haya dicho que van a empezar una investigación para establecer las responsabilidades. Actúan de una manera muy descarada, con una Impunidad
total y una situación de no respetar la vida humana y los derechos del pueblo de Haití.

Así que en Puerto Príncipe la relación es bastante conflictiva, a pesar que en los últimos meses, la MINUSTAH trató de construir cierta legitimidad diciendo que están luchando contra bandidos, que están tratando de luchar contra el crimen organizado. Pero mucha gente se da cuenta que la situación actual no es realmente una eliminación de las fuentes de inseguridad ciudadana, porque la única cosa que puede realmente reducir la inseguridad son políticas públicas, políticas de desarrollo de servicios sociales, que puedan cambiar la relación polarizada que
existe en las ciudades. Por el contrario, lo que tenemos es un operativo militar violento, con una maquinaria de guerra bastante sofisticada contra una población que no es un ejército, y que por supuesto no tiene los recursos para responder a eso. Al mismo tiempo, el problema de la inseguridad no se va a resolver porque tiene una fuente económica social que exige intervenciones mucho más importantes en términos de políticas sociales y de
integración de toda esa población marginada y sobreexplotada. De hecho la presencia de la MINUSTAH no permite reforzar la policía haitiana. No hay suficiente inversión para crear más capacidad desde el punto de vista
de la policía, para responder a ese tipo de problemas.

Se ve que en la lógica de Naciones Unidas, la idea es prolongar más y más la presencia de esta fuerza de estabilización.
Es una lógica un poco mafiosa, porque sabemos que en Naciones Unidas todo lo que es operación de mantenimiento de la paz tiene un financiamiento bastante importante, que corresponde a intereses específicos de empresas que se
benefician con la presencia de esas tropas, para vender por ejemplo carros, equipos militares, todo lo que acompaña a ese tipo de actividad, y que por supuesto no tiene nada que ver con los problemas sociales reales y los problemas económicos de las poblaciones implicadas.

¿Hay un cálculo del presupuesto que se invierte en la financiación de la MINUSTAH?

Sí. Está alrededor de 520 millones de dólares al año. 520 millones de dólares al año en un país en donde el ingreso per capita está alrededor de 500 dólares.

¿Y el PBI?

Es de tres mil millones de dólares. Una parte importante del PBI se invierte en esa fuerza militar, y por supuesto el consumo, es un consumo bastante lujoso en los hoteles más ricos del país, y de eso beneficia directamente la oligarquía, que aprovecha y absorbe gran parte de esos fondos que no constituyen ni una inversión social ni una
inversión para entrar en un proceso de construcción viable y duradera.



Uno de los argumentos que se da a veces para no exigir el retiro de las tropas es el pedido del actual presidente de Haití, René Preval, para que las tropas continúen en Haití. Quisiera saber tu opinión sobre este tema.

Preval fue electo porque se presentaba como un tipo un poco afuera del juego, afuera de los intereses controlados por la ocupación militar de los EEUU. En toda la movilización que se dio alrededor de esa elección, y en la movilización posterior para lograr el respeto del voto popular, la gente expresó muy claramente su voluntad de que salgan las tropas. Pero después de las elecciones, y durante todo el proceso,Preval sufrió mucha presión, sobre todo de los centros de poder internacional, incluso de EEUU, para mantener el statu quo que existía con el gobierno
provisional. Así que no hace ningún cambio significativo, ni al nivel de la presencia de la MINUSTAH, ni al nivel de las opciones económicas definidas por el FMI. Así que estamos en un período de transición, donde gran
parte de las estructuras de poder consolidadas durante el poder de transición están todavía intactas, y hay mucha presión para mantener el statu quo, que significa la defensa de los intereses imperialistas. Al mismo tiempo el
Presidente Preval ha tomado iniciativas interesantes, al profundizar –por ejemplo- la cooperación con Cuba, con la presencia de más de 800 médicos cubanos en Haití, y la cooperación con Venezuela. Recibió a Chávez cuando
hacía su contragira frente a Bush. Chávez tuvo una recepción muy masiva en Haití, fue una gran movilización para aplaudir lo que representa, como esperanza para los pueblos de América Latina. Preval tiene mucho mérito
en hacer eso, porque él lo hace en un contexto de dependencia muy grande con respecto a EEUU, y es una afirmación de una política externa, de una diplomacia que busca cierta independencia. Pero esta actitud todavía es muy incipiente y creo que es un gobierno que tendría que hacer una ruptura clara con las políticas anteriores, pidiendo el retiro de las tropas y modificando las opciones en término de política económica.

Quisiera que pudieras enmarcar esta reflexión, en lo que han sido las relaciones históricas de Haití con América Latina.

La ruptura revolucionaria de inicios del siglo XIX es un evento muy importante en la historia del mundo. La revolución haitiana es quizás la única revolución triunfante dirigida por grupos de esclavos, que han podido vencer al ejército más potente de la época, el ejército de Napoleón, en condiciones muy difíciles. Ese triunfo revolucionario fue un paso muy importante para tratar de mundializar y globalizar los Derechos Humanos. Porque antes, cuando decían Derechos Humanos, se referían a los derechos de los europeos. Pero los indígenas, las
poblaciones negras, las poblaciones asiáticas no estaban vinculadas a esos derechos.

Cuando se realiza la revolución en Haití, se afirma la universalización de esos derechos, y es un paso muy importante en la construcción de la modernidad. Esta revolución no fue aceptada, porque estaba en contradicción con los intereses de los imperios de la época,que utilizaban la esclavitud como mecanismo de acumulación. Y la esclavitud quedó legalizada hasta finales del siglo XIX, casi un siglo más después de la revolución haitiana. Así que las potencias imperiales rechazaron esta revolución, no aceptaron a Haití, e impusieron a Haití una deuda, que
Se llama "la deuda de la independencia" que fue el mecanismo de reinserción forzada de la economía haitiana en la economía mundial.

Eso tuvo un impacto devastador sobre las posibilidades de construcción del país, porque tuvimos que pagar durante más de un siglo una deuda muy pesada, que representaba en la época casi el presupuesto global anual de la potencia económica más importante de la época, Francia.

Así que desde el inicio de la construcción de la República independiente de Haití, los dirigentes tenían una clara visión sobre su misión internacionalista y por eso apoyaron a Simón Bolívar que vino a Haití, se quedó varios meses, y recibió cuando se iba un apoyo muy significativo, que se materializó en el apoyo con barcos, hombres y armas.
Cuando salió de Haití, el Presidente Petion le dijo: "No te estamos reclamando nada para pagar esta deuda, la única cosa que tenés que hacer es que cuando liberes a un país en el Continente, es liberar a todos sus esclavos".

Eso fue muy contradictorio con lo que va a suceder después, porque en el Congreso Anfictiónico de Panamá, donde se reunieron todas las Naciones liberadas de América Latina, bajo la presión de EEUU,decidieron no invitar a Haití. Ése es el comienzo de una travesía en el desierto, donde Haití quedó totalmente aislado de la mayoría de los procesos y de las dinámicas continentales. Por eso pensamos que es el momento de un reencuentro, donde aprovechar la denuncia de la presencia de esa fuerza militar, para poner a Haití en la agenda global del continente, y que los pueblos de América Latina hagan un reconocimiento del aporte de Haití en las luchas para la emancipación global, contribuyendo al proceso de reconstrucción después de más de 515 años de saqueo.

Entrevista realizada en Brasil, el 7 de julio del 2007, en la Escuela Nacional Florestan Fernandes, del Movimiento Sin Tierra.

Pakistan: ¿Puede Sobrevivir Musharraf?

Immanuel Wallerstein


¡Pobre Pervez Musharraf! No es muy popular y está presionado por prácticamente todos. No obstante sigue trabajando duro, buscando mantener su equilibrio y su poder, mientras se sienta en la cima de un volcán a punto de hacer erupción. De hecho, lo ha hecho mejor de lo que uno hubiera pensado.

Para empezar la historia por el principio, debemos recordar los orígenes del Estado de Pakistán. El principal movimiento nacionalista de la India colonial era el Congreso Nacional Indio, encabezado por Mahatma Gandhi Y Jawaharlal Nehru. Mohammed Ali Jinnah, un abogado laico de origen musulmán, era miembro activo. Pero fue sintiendo más y más que los musulmanes como grupo (uno podría decir, como grupo étnico) eran relegados a una Ciudadanía de segunda clase. Se unió entonces a la Liga Musulmana, un movimiento que buscaba la autonomía/independencia para una región "musulmana". En 1934, Jinnah se volvió su presidente, y en las negociaciones finales con los británicos por la independencia de India logró obtener un estatus independiente y separado para Pakistán.

El 14 de agosto de 1947, cuando Pakistán se convirtió en Estado independiente, constaba de varias provincias en el noroeste de la India colonial y una provincia bengalí en el noreste, muy distante del sector occidental. El 11 de agosto de ese año, Jinnah hizo un discurso inaugural ante el que habría de ser el cuerpo legislativo de Pakistán, y llamó a
construir "una democracia incluyente y pluralista", que garantizara derechos iguales para todos sus ciudadanos de cualquier religión o grupo étnico.

La Liga Musulmana no sólo era esencialmente un movimiento laico, nacionalista y modernista, sino que las fuerzas armadas que se establecerían extrajeron su personal de las antiguas fuerzas militares británicas en India, y su cuerpo
de oficiales fue igualmente laico en su mayor parte.

Como sabemos, la independencia de India y de Pakistán resultó de inmediato en una terrible violencia intergrupal y, entre otras cosas, en una lucha por el control de Cachemira. El resultado neto de aquella lucha inicial no fue
sólo una partición de facto (disputada hasta el día de hoy) de Cachemira sino también una transferencia de poblaciones, de modo tal que Pakistán se volvió abrumadoramente musulmán. En 2007, su población suma 165 millones, que hacen de Pakistán el sexto Estado más poblado del mundo y uno de los que tiene la tasa de natalidad más alta. Esta población es 97 por ciento musulmana, de la cual 20 por ciento es chiíta.

La historia política de Pakistán ha sido tumultuosa. Sus relaciones con su principal vecino, India, siempre han sido frágiles y conflictivas. La parte oriental de Pakistán se separó en 1971, con impulso de India, y se convirtió
en el Estado de Bangladesh. El primer golpe militar ocurrió en 1958. No fue sino hasta 1972 que se restauró el régimen civil, bajo el partido urbano en gran medida laico encabezado por Zulfikar Ali Bhutto, sólo para ser
derrocado de nuevo cinco años después. El golpe fue conducido por el general Zia ul-Haq, que era un musulmán bastante piadoso que instaló la sharia como ley en el país. Incluso rebautizó el país como República Islámica de
Pakistán. El régimen civil se restauró años más tarde bajo la égida de la hija de Bhutto, Benazir Bhutto, quien luego le cedió su sitio a Nawaz Sharif. En 1999, Sharif buscó arrestar al jefe de su guardia, un tal general Pervez Musharraf, quien logró arrestar a Sharif en cambio y situarse a sí mismo como jefe de gobierno. En 2001, fue proclamado presidente y elegido para dicho puesto en 2002.

Para hacer sentido de estos vaivenes, debemos identificar los principales actores políticos dentro de Pakistán y sus alianzas geopolíticas. Para empezar con estas últimas, la mayor preocupación de Pakistán ha sido siempre India, y como tal es lógico que haya buscado el respaldo de dos estados cuyas relaciones fueron reservadas hacia India a todo lo largo de la guerra fría: Estados Unidos y China. Ambos estados consideraban la política exterior de India muy cercana a la Unión Soviética. Los conflictos militares entre Pakistán e India hicieron que ambos rehusaran firmar el tratado de no proliferación de armas nucleares y que desarrollaran estas armas para gran mortificación de Estados Unidos.

Internamente, la situación en 2007 es bastante diferente de la de 1947.El islamismo como fuerza política se ha vuelto extremadamente fuerte y permea grandes sectores de las fuerzas armadas. A los islamitas no les gustan los vínculos de Pakistán con Estados Unidos, especialmente estos últimos cinco años. A las fuerzas urbanas, laicas, les gustaría sacar a Musharraf (así como a las fuerzas armadas) del poder político, y recientemente mostraron su fuerza al respaldar con éxito al magistrado presidente de la Suprema Corte de Justicia, a quien Musharraf había intentado correr. Las fuerzas
armadas, aunque islamitas, no quieren en realidad ceder su papel a elementos jihadistas como Al Qaeda y como tal intentan jugar un papel de puente, apaciguando y a la vez intentando contener a las fuerzas jihadistas.

Cuando Estados Unidos respaldaba a los jihadistas en Afganistán en la década de 1980, su aliado principal era Pakistán, en particular las unidades de inteligencia de sus fuerzas armadas, la ISI. En los años 90, la ISI ayudó a
los talibanes a llegar al poder en Afganistán. Por tanto, la ISI se molestó mucho cuando Estados Unidos derrocó a los talibanes y no ha sido muy cooperativa con respecto a Afganistán, algo de lo que el actual presidente afgano, Hamid Karzai, se queja hasta la fecha.

Parece claro que cuando Osama Bin Laden lanzó su ataque contra Estados Unidos, el 11 de septiembre de 2001, uno de sus objetivos importantes, si no el principal, era derribar los regímenes de Pakistán y Arabia Saudita. ¿Por qué y cómo? Bin Laden consideraba que detrás del ambiguo lenguaje sobre el islamismo, ambos regímenes eran demasiado acomodaticios con Estados Unidos. Esperó que Estados Unidos le pusiera presión al régimen de Musharraf para que combatiera totalmente a sus propios islamitas. La teoría de Bin Laden era que, si hacía esto, el régimen de Musharraf se derrumbaría.

Musharraf ha resistido esta presión (al igual que Arabia Saudita) concordando con Bin Laden en que era políticamente suicida hacer lo que Estados Unidos quería que hiciera. Por otro lado, tenía que mantener relativamente contento a Estados Unidos en aras de que Pakistán no perdiera el crucial respaldo económico y militar que ese país le brinda. Así, de vez en cuando le avienta un hueso a Estados Unidos, como en el reciente asalto de la Mezquita Roja, bastión de los islamitas. Pero es lo suficientemente cauteloso de no ir más allá.

Esta contradicción nos trae a la situación actual. Los jihadistas están bien instalados en las llamadas áreas fronterizas del noroeste (que de facto siempre han sido autónomas) y Musharraf no se atreve a emprender acciones reales contra ellos. Los jihadistas denuncian a Musharraf por ser muy pro estadounidense. Estados Unidos, por el otro lado, lo considera demasiado acomodaticio con los jihadistas y se la pasa mascullando acerca de emprender una acción directa.

Pero Washington no puede lanzarse del todo contra Musharraf, puesto que podría sucederlo un régimen aun peor. Entre tanto, las clases urbanas, laicas, presionan al debilitado Musharraf a que se retire y dé paso a un régimen verdaderamente civil.

El respaldo clave de Pervez Musharraf, de hecho su único respaldo, sigue siendo el ejército. Pero mientras continúen las guerras de Afganistán e Irak, la fuerza política islamita seguirá creciendo. Y Pakistán tiene muchas armas nucleares. Si los islamitas llegaran a contar con poder irrestricto, esto implicaría una real amenaza geopolítica para Estados Unidos, a diferencia de aquella de Saddam Hussein que era inventada.

fuente: La Jornada
Traducción: Ramón Vera Herrera