Biografia de Edmundo Dominguez Aragones

Edmundo Domínguez nació en Madrid, España, el 19 de julio de 1889 y falleció en la ciudad de Guadalajara, México, el día 6 de junio de 1976. Iba a cumplir 87 años de edad, de los cuales treinta y ocho paso en el exilio en México sin haber vuelto jamás a su país de origen. Fue un luchador social: un hombre de partido obrero y de sindicato. Como escritor incursiono en el testimonio político: los vencedores de Negrin, 1940, y en literatura con el libro de cuentos Mosaico, 1964, y una novela inédita aun, la mujer del prójimo.

Su padre, José Domínguez Fernández, perteneció al grupo de precursores que con Pablo Iglesias fundaron el Partido Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores. Pablo Iglesias saco a los obreros de la taberna y de otros lugares no menos nocivos, para inculcarles la conciencia de sus derechos y deberes: entre ellos, naturalmente, el derecho a instruirse y el deber de educarse.

Edmundo Domínguez, sin terminar siquiera la enseñanza primaria, frecuentador de bibliotecas publicar, es electo en España para ocupar cargos tales como Secretario General de la Federación Nacional de la Edificación, Presidente de la Casa del Pueblo de Madrid y, en la guerra civil, Comisario Especial de Ingenieros, Vicepresidente de la Unión General de Trabajadores y Comisario Inspector del Ejercito del Centro de la Republica Española.

Edmundo Domínguez forjo su vida en el taller y en la huelga, en la lucha política y social, en el partido y en el sindicato, en la calle y en la cárcel. Nacido en medio de un ambiente de explotación, de privaciones y de lucha, se vio obligado a trabajar desde sus primeros años. A partir de los nueve trabaja en diferentes oficios, hasta que definitivamente se hace carpintero. A los catorces años comienza a comprender la necesidad de luchar y defenderse.

Para ello ingresa en la Sociedad de Carpintero de Taller, en Madrid. En 1905 sufre un mes de cárcel, como detenido gubernativo. En 1911 se incorpora obligatoriamente al Ejercito y se abre un breve paréntesis en su vida. Durante los dos años que pasa en África, del año 12 al año 14, observa la miseria y la injusticia en un nuevo escenario: la guerra en la que participa en diferentes acciones de la zona de Alcazarquvir y Larache.

Vuelve a España. En 1915, como tantos miles de españoles sin empleo y durante la crisis bélica, viaja al Nuevo Mundo, a Argentina, en busca de oportunidades de vida mejores. Durante dos años reside en Buenos Aires y regresa a Madrid. Ejerce su oficio, su actividad sindical de crece, limitándose, a requerimiento del Partido Socialista, a intervenir en las elecciones para diputados a Cortes o concejales.

En 1923 vuelve a actuar de lleno en la vida sindical, concretamente en la Federación Local de la Edificación, de la que es Secretario General, puesto en el que se mantiene hasta que en 1936 es electo Secretario General de la Federación Nacional. En 1934 se procesado como consecuencia de su actuación sindical. En 1935 es elegido, también, Presidente de la Casa del Pueblo de Madrid, al frente de la cual estuvo, ya en plena guerra, en los días de la defensa de Madrid, hasta 1937. Desde ese año actúa como Comisario Especial de Ingenieros, e interviene activamente en la organización de la defensa de la capital española y recluta los Batallones de Fortificación. En el otoño de 1937 se produce la remoción de Largo Caballero como Presidente de la Unión General de Trabajadores; la nueva ejecutiva de la poderosa organización la encabeza Ramón González Peña (Presidente) y Edmundo Domínguez es designado Vicepresidente. En realidad la vieja ejecutiva caballerista continuaba existiendo, afirmando su legitimidad frente a la nueva; a pesar de ello, Caballero quedo fuera.

En diciembre de 1938 Domínguez es nombrado Comisario Inspector del Ejercito del Centro. La suerte de la Republica es poco favorable. Después de una heroica resistencia, el Ejercito Popular acaba de liquidar gloriosamente la batalla del Ebro. El enemigo concentra mas de trescientos mil hombres y todo el grueso de su material de guerra sobre el frente de Cataluña. La batalla comienza en terribles condiciones de desigual. En la Zona Centro-Sur se espera con angustia y fe el resultado de estos combates. ¿Qué hará el Ejercito del Centro? El jefe de este Ejercito era el coronel Segismundo Casado, militar profesional, que ya entonces estaban madurando sus planes de traición, planes que salen a la superficie y se realizan después de la retirada republicana de Cataluña, aprovechando la grave situación militar creada y con la ayuda de imperialismo francés e ingles. Domínguez, desde su puesto de Comisario Inspector del Ejercito del Centro, fue testigo de la insurrección casadista, que entrego al pueblo español a los invasores extranjeros y a Franco. Los ominosos acontecimientos son narrados por Domínguez en su libro Los Vencedores de Negrin (Editorial Nuestro Pueblo, México-Paris-Nueva Cork, 1940). Tremendo capitulo de la guerra de España; libro valiente, escrito por un testigo de excepción. A este documento de primera mano se ha recurrido para conocer la verdad de aquellas trágicas jornadas.

Los vencedores de Negrin, ha sido obligada referencia en la numerosa bibliografía sobre la guerra civil española y en especial sobre la caída de Madrid. Entre numerosos libros de memorias, históricas y bibliográficos destacan el de Hugo Thomas: La Guerra Civil Española, editorial Ruedo Ibérico, Paris, 1967; el de Pierre Broue y Emile Temime: la revolución y la guerra de España, editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1962; la Republica Española y la Guerra Civil, de Gabriel Jackson, editorial Grijalbo, 1966 y la España del Siglo XX, de Manuel Tuñon de Lara, editorial LAIA, 1974.

Dolores Ibarruri, "La Pasionaria", en su libro de memorias El Único Camino, editorial Era, México, 1963, hace el siguiente homenaje a la conducta patriótica de Edmundo Domínguez.
"El Quinto Regimiento y la Junta de Defensa de Madrid han cumplido como buenos. Los nombres de sus hombres brillan en el cielo de la patria. Repetirlos no importa: Antonio Mije, Santiago Carrillo, Enrique Lister, Juan Modesto, comandante Carlos, Daniel Ortega, Marques, Francisco Antón, Isidoro Dieguez, Domingo Girón, Yague; José Cazorla, Edmundo Domínguez, Heredia, Arellano, Barceló, Ascanio, Mesón".

En 1939 llega a México y comienza una nueva vida.Participa activamente en los actos políticos y sociales encabezados por los refugiados españoles. Entre otros, asiste como representante de la UGT española, junto con Amaro del Rosal, en las sesiones de la Confederación de Trabajadores de América Latina(CTAL), 15 de junio de 1940.

Edmundo Domínguez no prescinde de su pasado y en Tepic, Nayarit, colabora con los ejidatarios nayaditas para explotar el coquito de aceite. Nuevas circunstancias de vida lo llevan a radicar en Guadalajara, Jalisco, ciudad en la que sobrevive modestamente hasta el final de sus días.
En 1964 publica en Guadalajara el libro de cuentos Mosaico, editorial, La Opinión, Libro donde sin trampa ni cartón, siempre se nos cuenta algo. Obra de vivencias propias, donde Domínguez supo observar con perspicacia y contar con precisión o con agudeza que a veces se eleva al humorismo de buena ley.

Edmundo Domínguez siempre mantuvo sus posiciones su ideología y su sentido de clase. En España colaboro periódicamente en Claridad y El Socialista, en México en la revista Siempre! Y en el diario El Día, y en otras publicaciones nacionales y del extranjero.
Viajo a Inglaterra, Suecia, Francia y la URRS como miembro de las delegaciones de la UGT a congresos internacionales de trabajadores.
México 1976
Maria Luisa Mendoza
Celso Amieva