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sábado, septiembre 29, 2007

Jaen: solo 1 de cada jienenses disfruta de un salario igual o superior a la media estatal

Los trabajadores de Jaén, con 957 euros, son los peor pagados de España, tras los almerienses.
Jorge Pastor/JAÉN

El debate gana más fuerza que nunca. El euríbor, el indicador con el que se actualizan el 95%de las hipotecas suscritas en Jaén, fluctúa en estos momentos en máximos históricos (la semana pasada se superó por primera vez el 4,8); los tipos de interés se mantienen en el 4 por ciento, pero el Banco Central Europeo amenaza con nuevas subidas ante la previsión de un repunte de la inflación en el próximo cuatrimestre; productores agropecuarios advierten de que el precio de alimentos tan básicos como la leche puede aumentar hasta un 40% de aquí a diciembre; las tasaciones inmobiliarias tampoco dejan de crecer en los principales municipios de Jaén.

La pregunta es ¿ganan los jienenses suficiente dinero para llegar a final de mes sin acumular más deudas de las que ya tienen? Aunque los economistas insisten en que la cuantía de los sueldos debe corresponderse con el nivel de vida de los territorios, resulta muy difícil de justificar que sistemáticamente, año tras año, los trabajadores de Jaén figuren como los peor retribuidos de toda España.

Y para no perder la costumbre, la estadística sobre emolumentos publicada recientemente por la Agencia Tributaria vuelve a colocar a Jaén a la cola del pelotón. Tan sólo una novedad respecto al ránking anterior: esta vez Jaén no aparece la última, sino la penúltima. En esta ocasión el farolillo rojo es Almería. En la tierra del Indalo y los invernaderos el salario medio es de 949 euros, o lo que es lo mismo 8 euros menos que en Jaén, donde a duras penas se alcanzan los 957. El problema se dimensiona todavía un poco más si echamos un vistazo a nuestro entorno más inmediato y observamos que los granadinos se llevan cada mes a casa 1.129 euros (un 15% más), o que los cordobeses se embolsan 1.025 euros cada vez que la empresa se 'retrata' (un 7% más), o el caso de los malagueños, que salen por 1.162 euros (un 18% más). Sirva como referencia que el promedio en la comunidad autónoma andaluza es de 1.098 euros (un 13% más).

Esos 957 euros de Jaén son una auténtica ridiculez comparemos con quienes comparemos dentro de España. Pongamos el ejemplo de Ciudad Real, con quien compartimos una buena franja fronteriza. Pues bien, por aquellos pagos la soldada media es de 1.148 euros (un 17% más).

Pero los datos resultan todavía más sonrojantes si miramos hacia arriba y cotejamos nuestra
situación con los españoles que más dinero 'recaudan' por sus quehaceres laborales. Los primeros de la lista son los madrileños, que ingresan cada mes 1.703 euros (un 44% más). Les siguen, a una distancia considerable, los barceloneses, con 1.548 euros (un 38% más); ceutíes, con 1.564 euros (un 39% más); melillenses, con 1.511 euros (un 37% más); zaragozanos, con
1.466 euros (un 35% más); guadalajareños, con 1.461 euros (un 34%); burgaleses, con 1.460 euros (un 34% más); y vallisoletanos, con 1.433 euros (un 33% más). La media estatal española es de 1.318 euros (un 27% por ciento más).

Pero si esclarecedor resulta el análisis de las magnitudes absolutas, igual de significativo es el examen por tramos salariales. La conclusión más relevante, que tan sólo el 20% de los 256.131 habitantes de Jaén que cobran una nómina (52.509) recibe una cifra igual o superior a ese
estándar de 1.318 euros mensuales de España. Y es que para una inmensa mayoría de hijos de Jaén el anhelo de ser algún día mileurista todavía queda muy lejano. Baste decir que 140.076 'compatriotas', el 55% de la población ocupada, subsisten con menos de 760 euros. En la barrera de los 1.000 euros encontramos 35.855 personas (el 14%), que obtienen entre 898 y 1.197 euros, mientras que por encima de los 1.200 hallamos 27.961 (el 11%), con un jornal que oscila entre 1.197 y 1.496 euros; y otros 14.244 (el 5,6%) con unas percepciones de entre 1.496 y 1.795 euros.

Por encima de los 1.800 euros la distribución es la siguiente: 10.759 (el 4,2%) atesoran entre 1.795 y 2.094 euros; 8.152 (el 3,2%), entre 2.099 y 2.394; 5.719 (el 2,2%), entre 2.394 y 2.693; 5.020 (el 2%), entre 2.693 y 2.992 euros; 6.714 (el 2,6), entre 2.992 y 4.488; y 1.383 (el 0,5%), entre 4.488 y 5.985 euros. Como anécdota, significar que 612 privilegiados (el 0,2%) logran más de 6.000 euros al mes.

Sevilla: el 49% de los asalariados cobra menos de mil euros al mes

Sevilla: el 49% de los asalariados cobra menos de mil euros al mes
M. J. Pereira. Sevilla ABC

Los políticos se han hecho eco en multitud de ocasiones de las dificultades que tienen los «mileuristas» para llegar a final de mes. Sin embargo, ese colectivo de personas no es precisamente relevante, ya que apenas representa el 14% de los trabajadores por cuenta ajena en el mercado laboral de la provincia de Sevilla. Les superan con diferencia los asalariados que no llegan a los 1.000 euros mensuales y que suman un total de 380.540 personas, el 49% de los empleados. Según la Agencia Tributaria, en 2005 había en la provincia de Sevilla 773.532 asalariados, es decir, personas que trabajan por cuenta ajena. Del total de asalariados, el 59%
fueron hombres y el 41% mujeres, lo que da idea de las dificultades de la mujer para acceder al mercado laboral.

Los datos estadísticos sobre el mercado de trabajo en Sevilla en 2005 revelan que 283.481 trabajadores -el 37% de los asalariados- cobran menos de 7.988 euros anuales, en que está fijado el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). De ese colectivo, casi 184.459 personas percibieron menos de 300 euros mensuales y otros 100.000 asalariados recibieron una nómina mensual de entre 300 y 600 euros.

Mientras que el 51% (121.276) de las mujeres cobra menos de 600 euros mensuales, sólo el 27% de los trabajadores varones recibe menos de 100.000 de las antiguas pesetas. En cuanto a los «mileuristas» (con un salario que oscila entre 10.773 y 14.364 euros anuales), hay en la provincia de Sevilla 112.052 trabajadores, de los que el 71% son hombres y el 28%
mujeres.

El 26% de los asalariados sevillanos, es decir, más de 200.000 trabajadores, tienen un salario mensual de más de 1.500 euros. Claro que en ese colectivo se incluyen los que están en el «top ten» de los mejor pagados. De hecho, hay 9.115 asalariados que cobran entre 4.500 y 6.000
euros mensuales, y otros 5.112 «afortunados» cuyos sueldos son superiores a los 71.820 euros anuales o lo que es igual, 6.000 euros mensuales.


También la diferencia entre hombres y mujeres se traslada a los salarios más «privilegiados», ya que de los 14.227 asalariados que cobran desde 4.500 euros a más de 6.000 euros mensuales sólo hay 1.895 mujeres, el 13% del total.

Por sectores, los trabajadores mejor pagados corresponden al sector de la energía y el agua. En Sevilla hay 3.867 asalariados del sector de la energía y el agua que cobran 35.068 euros anuales, lo que equivale a 3.000 euros al mes. Les siguen en el escalafón de asalariados mejor retribuidos
los que trabajan en entidades financieras y aseguradoras: son 20.579 trabajadores y perciben al año 25.605 euros anuales (2.133 euros mensuales). El tercer colectivo mejor pagado son los asalariados de la enseñanza y la sanidad, a tenor de la Memoria del Mercado de Trabajo de la
Agencia Tributaria correspondiente al año 2005. En la provincia de Sevilla hay 57.852 trabajadores de la enseñanza y la sanidad que tienen una nómina anual de 21.036 euros (1.753 euros mensuales). Los asalariados peor pagados están en el sector de la hostelería y la restauración, ya que su salario medio anual se sitúa en los 7.694 euros anuales, es decir, apenas
reciben 600 euros al mes. La mayoría de los «mileuristas» se concentran en el sector del servicio a las empresas, la construcción, los servicios inmobiliarios y el comercio.

El salario medio mensual de un trabajador sevillano es de 13.968 euros netos anuales, Sin embargo, la discriminación de las mujeres en el mercado laboral y la dificultad para conciliar el trabajo con la familia se reflejan también en las estadísticas de la Agencia Tributaria, ya que el
salario mensual de un hombre en Sevilla es de 16.378 euros frente a los 10.000 euros de salario medio de una mujer. El salario anual de un hombre que trabaja en el sector de la energía y el agua es de 36.940 euros, un 36% más alto que el salario medio de una mujer asalariada en el mismo sector. Igual ocurre en el sector del comercio, donde el salario de los hombres es de 14.963 euros anuales, duplicando el de las mujeres, que se sitúa en los 7.858 euros.

Por municipios de la provincia de Sevilla, los tomareños son los trabajadores mejor pagados: 21.070 euros anuales, un 61% más que la media sevillana. Le siguen en el ránking de sevillanos mejor pagados los vecinos de Castilleja de Guzmán, Gelves, Mairena del Aljarafe y Valenciana de la Concepción (ciudades-dormitorio del Aljarafe), cuyos salarios medios oscilan entre los 18.000 y los 15.000 euros anuales. Los trabajadores de Sevilla capital tienen un salario anual de 15.640 euros, un 20% que la media sevillana.

Economia andaluza

Economia en Sevilla

Economia en Jaen

Economia en GranadaLos mileuristas suponen el 40% de los trabajadores de la provincia que son 340.000 personas
José R. Villalba/GRANADA, Ideal

Los mileuristas, personas con salarios iguales o inferiores a los mil euros, abundan como nunca en la geografía granadina donde un 40% de la clase trabajadora sobrevive con estos sueldos: 137.225 sobre una población ocupada de 340.500 personas, según datos de la encuesta de población activa del cuarto trimestre de 2006. La adquisición de una vivienda o el capricho de unas vacaciones son sueños ubicados en el planeta de la utopía, aunque muchos han aprendido a bailar la vida con el bolsillo casi vacío y se permiten el lujo de viajar gracias a esos amigos espléndidos
que les abren las puertas de su casa y nunca olvidan colocar un plato de comida más en la mesa. La edad de estos asalariados se encuentra en una amplia horquilla que varía entre los 18 y los 35 años de forma mayoritaria, aunque los cuarentones no dejan de aumentar. Son mileuristas a quienes les empiezan a salir canas y cuyo futuro se convierte en pasado cada día que pasa.

Los últimos datos de la Agencia Tributaria del Estado sobre declaraciones del IRPF del año 2004 reparte a los mileuristas en cuatro tramos: los que ganan hasta 1.500 euros anuales, un 4,42%; entre 1.500 y 6.000 euros, un 16,8%: y entre 6.000 y 12.000 euros, un 25,48%. Suman un 46% de declarantes que en Granada ascienden a 304.945 ciudadanos: lo que supone 137.225 personas que sobre la masa de trabajadores o población ocupada, supone un 40%. Eso sí, entre las declaraciones de la renta gestionadas por la Agencia estatal no todas reflejan la totalidad de ingresos percibidos de forma extra por estos contribuyentes, su declaración puede sortearse gracias a la carencia de un control oficial que regule estos ingresos.

Por otro lado, entre los distintos sectores de actividad también existen grandes escalones que separan los niveles de salario. Así, en la construcción la media alcanza 12.300 euros brutos anuales. Entre las percepciones más bajas figura la hostelería (8.400 euros), el comercio
(10.900), que curiosamente es el mayor grupo en número de asalariados con 51.200, y los servicios (11.700 euros). En un nivel superior se encuentra el sector financiero y asegurador y la actividad energética, con una media de 23.400 euros anuales. Sin embargo, hay que destacar el ámbito de la enseñanza por ser el segundo grupo en número de asalariados y el que registra el sueldo más alto de Andalucía, con 21.100 euros. A esto ha contribuido en gran parte el extenso campo universitario de la ciudad.

Andalucia: la lucha por la autonomia-XII

1644-1652:
A las miserias del sistema impuesto se les unía el comportamiento irresponsable de Felipe IV- penúltimo rey de la familia de los Austria-, mandatario que llega a consumar la decadencia política del Estado. La sublevación de Cataluña y Portugal (1640), la derrota de Rocroi (1643), la sublevación de Sicilia y Nápoles (1647), la independencia de Holanda y los movimientos revolucionarios de Aragón (1648), la disminución de los envíos de plata de América y el centralismo y sentido imperialista del Conde-duque de Olivares, a quien había confiado el rey todo el poder,... sumieron al país en general en la bancarrota y a Andalucía en particular en un insoportable estado de asfixia. Las cargas producidas por las distintas guerras internas y externas, los crecientes tributos, abusos de autoridad, falta de víveres debido a los malos años de cosecha y peores planteamientos agrícolas, agudizaron aún más la carestía en tierras andaluzas. Por eso los hechos acaecidos en Andalucía entre los años que van del 1644 al 1652, como respuesta a tanto desatino y codicia, llenan toda una página en la historia de la lucha de los pueblos por su liberación.


En el puerto de Sevilla eran recibidos los envíos de plata americana, cada vez más pequeños, y desde esta ciudad fuertemente custodiados hasta Madrid, capital del Imperio. Durante los años 44 y 45 fueron muchas las veces que estas conducciones fueron asaltadas en Ecija y el botín repartido entre los lugareños. En el 1647, en plena crisis se producen diversos disturbios en Alhama, Lucena y Ardales, y al año siguiente los gravísimos motines populares de Granada, culminando toda esta general insurrección con la subida de la moneda en uso —el vellón— cuyo valor fue cuatriplicado por estimación del Gobierno, según Decreto de 1651, como medida para paliar el quebranto económico que atravesaba el Estado. En el año 1652 se desatan nuevamente los deseos de liberación de los andaluces, impulsados durante estos últimos años contra el feudalismo y la corrupción política.


Fue el 6 de Mayo cuando tuvo lugar un violento motín popular en Córdoba, encendido por la indignación de las mujeres del barrio de San Lorenzo ante el desagradable espectáculo que ofrecía una mujer con su hijo en brazos recién fallecidos por el hambre. Ante esto, montaron en cólera, y emplazaron a los hombres a que participaran en aquella protesta contra la injusticia y la iniquidad. Los hombres, provistos de cuchillos, hachas y todo cuanto se les venía a las manos, formaron un frené tico ejército con el que asaltaron varias casas de, gente principal, recorrieron las calles, profiriendo injurias contra los nobles y prebendados y requisando todo el trigo que encontraban. Fue tan potente y arrolladora la acción de los amotinados que los caballeros cordobeses huían despavoridos refugiándose en los conventos.


Al cabo de dos días, el motín tomaba enormes proporciones y la motivación ya no era sólo el trigo o el hambre, sino el ir contra los ricos. Serían asaltados palacios y casas importantes; se robó dinero, armas, objetos de valor,.., la ciudad de Córdoba estaba en manos de los amotinados, y una singular Asamblea —compuesta por gente del pueblo— eligió nuevo. Corregidor a Diego Fernández de Córdoba, que gozaba de gran prestigio, siendo depuesto el anterior Pedro Alonso Flores de Montenegro.


Lo que no se había logrado por as vías de la legalidad vigente, con tantísimas gestiones como hizo el pueblo de Córdoba, se consiguió por la fuerza de la justicia:
“El Gobierno envío a Córdoba 100.000 ducados para comprar trigo. Se ordenó a varios terratenientes que compraran todo el trigo que pudieran encontrar y lo enviaran a Córdoba. Los labradores con mayores posibilidades emplearon en sus fincas a los parados. Se ordenó llevar a Córdoba un cargamento de 6.000 fanegas de grano destinado a la propia Corte del Rey”.
Fue tanta la cantidad de trigo conseguida por los amotinados que una Hogaza de pan —por ejemplo— bajó a la sexta parte de su valor.


Pero como la voluntad de ser libres no es negociable, aquellas concesiones frenaron pero no acabaron con el malestar general. El 16 de Mayo el rey tuvo que indultar a nuevos cabecillas, y el 20 de Julio concedería nuevo perdón general. Pasarían muchos años antes de que los cordobeses sintieran de nuevo a ilusión de ser libres, porque aquella asonada fue reconocida como tal movimiento popular en la propia Real Cédula de Felipe IV, de 20 de Julio de 1652, en la que se decía entre otras cosas:
“porque después del dicho perdón, los mismos que intervinieron en el dicho alboroto continuaron las primeras Inquietudes faltando al respeto y obediencia que debían a la Justicia, juntándose en forma de pueblo para oponerse a ella tocando la campana de San Lorenzo… En este marco asfixiante, Sevilla también respondería con general indisciplina, animada a la vez por los sucesos de Córdoba: los campesinos de Alcalá de Guadaira ante la falta de agua para el regadío de sus tierras, recurren clandestinamente a los Caños de Carmona, y por medio de procedimientos rudimentarios roban grandes cantidades del preciado líquido.


El Municipio sevillano mandó cegar las tomas producidas y vigilar el trayecto de la conducción, lo que los campesinos alcalareños no volvieron a tener sus campos en satisfactorio estado de producción. Además de la carestía de los alimentos en general, el precio pan llegó a cotas inalcanzables para la clase trabajadora ----un oficial de albañil ganaba entre cuatro y cinco reales a día, mientras una hogaza de pan costaba cinco o seis reales. En la calle Feria, a la altura de la parroquia de Omnium Sanctorum, la gente barrio se congregó con gran indignación, porque aquel día, 22 Mayo, además del alto precio del pan enviado para el suministro, llegó en menor cantidad de lo acostumbrado. por lo que muchos quedarían sin tan básico alimento. Resultó que los panaderos no se atrevieron a venir desde Alcalá Guadaira a la ciudad porque varios días antes habían sido asaltados por los parados y mujeres del vecindario.


Aquel día 22, volvieron a arrebatarles el pan, pero esta vez los grupos habían aumentado en número y en rabia. Los maestros tejedores Isidro Torres Francisco Hurtado capitanearon el motín y condujeron a la enfervorizada masa a asaltar las casas de algunos nobles, en las que se había suministrado el pan en gran cantidad. De muchos barrios de Sevilla acudieron gentes de distinta condición para sumarse a la multitud hambrienta, que se apresuró coger al Asistente Marqués de Avilafuente; colocándolo en cabeza, procedieron a registrar algunas casas más, en busca de trigo y tocino.


El arzobispo y el regente de la Audiencia también fueron visitados, solicitándoseles libertad para los presos, destrucción de los documentos y fichas de los juzgados y eliminación de los impuestos que se gravaba el consumo de carne, vino, vinagre, aceite, jabón y velas de cebo. Continuaron los amotinados en sus treces de no deponer las armas hasta conseguir, al menos, la seguridad. de que los impuestos quedarían suprimidos. Aquella muchedumbre llena de rabia y dolor, recordando las propias palabras de Felipe IV, se hizo pueblo y reclamó sus derechos políticos y sociales.


El 30 de Mayo, los caballeros Alonso Pinto, Diego Caballero y el Maestre de Campo Francisco Tello, al mando de un escuadrón cada uno, ocuparon la totalidad del barrio de la Feria. Detenidos los principales responsables de la insurrección, cinco fueron condenados a muerte y ajusticiados el mismo día, mientras que a otros les fue aplicada la misma pena en días sucesivos o enviándoles a galeras. Las autoridades tuvieron la oportunidad de comprobar la rabia y la desesperación que produce el hambre, y la fuerza que proyecta la injusticia en el oprimido. Para evitar nuevos levantamientos se ordenó a la gente principal que hicieran donativos de grano a los campesinos, jornaleros y parados, con lo que se calmé ¡a indisciplina pero no el dolor por el castigo recibido.


A los 300 caballeros que colaboraron en la represión de tan famélica turba se les concedió un descuento del cincuenta por ciento en el impuesto sobre la renta. Con estos acontecimientos, una vez más, Andalucía pagaba con vidas y cárceles las culpas de un Gobierno sin gobierno... y todo por levantarse contra los abusos y el hambre.

Andalucía la lucha por la autonomia-XI

1570 La guerra de los moriscos granadinos habían tomados grandes dimensiones cuando Felipe II ordena que su hermano Juan de Austria marche hacia la zona de Las Alpujarra para sofocar la rebelión. La primera actuación del joven príncipe fue prometer a los rebeldes que “si se mostraban leales a Dios y al Rey se les aseguraban sus libertades, de los contrario serian castigados con rigor, aparte de hacer justicia por los agravios recibidos”, pero el enfrentamiento entre las opiniones del inquisidor Deza-partidario del escarmiento- y del Marques de Mondejar-conciliador y prudente- retrasaron la respuesta tan esperada por los moriscos de Granada. Esto causo la entrada en acción de las tropas de Ben Humeya, que comenzaron cobrando clamorosos éxitos. Hasta Junio de 1569 no se dio la respuesta del rey, ordenando por Real Cedula “que todos los moriscos de Granada y sus barrios del Albaicin y la Alkazaba, desde la edad de diez años a la de sesenta, fuesen sacados del reino y llevados allende las fronteras de Andalucía”.

En cumplimiento del mandato real, Juan de Austria expulsa en un solo día a mas de 3.500 moriscos; los que consiguieron burlar los registros domiciliarios escaparon a las sierras. Mientras esto sucede Ben Humeya, optimista por los crecientes éxitos de sus tropas, se comunica con Juan de Austria para negociar la libertad de su padre y hermano-cautivos de los cristianos-. Al no recibir contestación vuelve a contestar, esta vez en carta dirigida al Alcalde de Guejar, documento que cae en manos de ciertos detractores de su labor y sirve como prueba para ser considerado sospechoso de traición y defensor únicamente de su provecho personal; siendo también considerado de este modo por los gobiernos aliados. A esta circunstancia se sumo el fracaso de Ben Humeya frente al ejercito del Marques de Vélez, que en el mes de Julio penetro en Las Alpujarra y asesto un duro golpe a los sublevados. Por otra parte, la orden real dictada en el mes de Octubre pregonaba en toda Andalucía la expulsión de todos los moriscos y la proclamación de una guerra que exterminara CON EL HIERRO Y CON EL FUEGO A TODOS LOS ENEMIGOS DE DIOS Y DEL REY.

Lo cierto es que todas estas circunstancias afirmaron las sospechas que un grupo de moriscos principales tenían acerca de la lealtad de Ben Humeya- quienes, desconcertados, organizan una confabulación para dar muerte a su “desleal caudillo”. Un tal Alguacil, Ben Aboo –su primo-, Husseyn –caudillo de los turcos- y Diego de Arcos-su secretario-, aprovechando que una noche se encontraba solo e indefenso, lo estrangulan. Los traidores se hicieron dueños de la situación, y con el permiso del gobierno de Argel nombraron nuevo rey a Diego López Ben Aboo, que se hizo llamar Muley Abadía Ben Aboo “REY DE LOS ANDALUCES” y ordenos bordar en su estandarte verde “NO PUEDO DESEAR MAS, NI CONTENTARME CON MENOS”.

Ben Aboo reorganizo el ejercito, contrato nuevas tropas de Argel y Constantinopla y adquirió mayor cantidad de material bélico.
La organización militar del nuevo rey andaluz cubría la fortaleza de Serón, Purchena, Jergal, Tijola, Tahalí y otras tantas. Sus guarniciones –algunas de hasta 10.000 hombres- recorrían constantemente los territorios leales a la causa rebelde. La guerra pues tomaba con el nuevo rey una mayor dimensión, por lo que Juan de Austria pidió ayuda al monarca castellano; la fiebre del triunfalismo que inspiraba Ben Aboo amenazaba con propagarse por Valencia y Murcia. Ante esto, dos grandes ejércitos organizo el monarca cristiano, uno al mando del propio Juan de Austria y otro a los ordenes del Duque de Sessa, ambos bien pertrechados de víveres, artillería y armas en grandes cantidades.

La primera ciudad en ser tomada por las armas cristianas será Guejar, y seguidamente, con la aportación de la artillería de Cartagena, las guarniciones de Guadix, Baza y Huescar, se compuso un cuerpo de ejercito de mas de 12.000 hombre con el que marcho Juan de Austria sobre la importante plaza de Galera. Ya que los primeros asaltos fueron valientemente resistidos por la población, habiéndose producido numerosas bajas en las filas cristianas, el irritado Don Juan llego a sentenciar:”Yo hundiré a Galera, la asolares y la sembrare de sal; y por el filo de la espada pasaran chicos y grandes, cuantos están dentro, en castigo de su pertinencia y en venganza de la sangre que han derramado”.

El día 10 de Febrero de 1570, la villa de Galera fue asolada y sembrada de sal. Aparte de las innumerables bajas durante el asedio, cerca de tres mil personas fueron cercadas al final del asalto y pasadas a cuchillo sin que se salvara una sola. Pero la fortaleza de Serón cobraría tal triunfo frente a las tropas castellanas que se recompensaron del desastre de Galera.

En la primavera es reorganizado de nuevo el ejercito de Juan de Austria, y con refuerzos de Jaén, Baeza y Úbeda, marcha sobre el castillo de Serón con la intención de resarcirse, encontrándolo totalmente evacuado, al igual que los de Purchena, Tahalí y Cantora. El abandono de estas importantes fortalezas estuvo motivado por un acuerdo secreto entre Fernando El Habaqui- caudillo morisco de aquella zona- y el capital Francisco de Molina, que había prometido al cobarde morisco grandes favores si abandonaba las fortalezas que estaban bajo el mando.

Ante esta primera “capitulación”, Juan de Austria publico un comunicado por todo el reino, en el que se decía entre otras cosas:
“Todos los moriscos, hombres o mujeres, de cualquier calidad y condición que fuesen, que en el termino de veinte días pusieron sus personas en manos de sus majestades o de Don Juan Austria, tendrían merced de la vida, y se mandaría oír en justicia a los que probara las violencias e injusticias que los habían provocado a levantarse.
Todos los moriscos de 15 a 50 años que en dicho plazo se rindiesen, y trajera además una escopeta o ballesta, harían libres a dos de sus parientes mas allegado.
Lo que en dicho plazo no se redujesen sufrirán el rigor de la muerte sin piedad ni misericordia.

Mientras tanto, Ben Aboo, que había enviado emisarios a Argel y Turquía en solicitud de refuerzos, solo obtiene promesas, y por ello la guerra tomaría a partir de ahora otros aires menos vigorosos y con menos derramamiento de sangre. Por parte cristiana se recurrió a la estrategia de enviar por todos los lugares de Las Alpujarra una carta firmada por un morisco principal en la que se invitaba a la población a “la obediencia al rey de los cristianos en habitación de la total ruina”. La verdad es que aquella carta era falsa, pues fue escrita por el licenciado Castillo, quien dominaba el idioma árabe y obedecía las ordenes del Gobierno de su Majestad.

Al mismo tiempo que esto sucedía, el rey encargo al inquisidor Deza que sacara del reino granadino a todos los “moros de paz”, o sea, a todos los que no habían participado en la rebelión, y fueran trasladados al interior de Castilla. Pero como todavía quedaban Adra, Verja, Ujijar, Terque, parte de la sierra de Andarax y el rió de Almería por “pacificar”, se convino una negociación por parte de representantes autorizados de ambos bandos.

El día 13 de Mayo los comisarios cristianos reunidos con el traídos Habaqui, cinco caudillos moriscos y doce capitanes turcos, expusieron las primeras condiciones.

Por parte de los representantes granadinos:
“No era posible tolerar las injusticias que los habían lanzado a la rebelión; que no se había cumplido con ellos nada de lo que ofrecían el Marques de Mondejar; que si con los “moros de paz” se cometía la injusticia de internarlos en Castilla, arrancándolos de sus hogares, ¿Qué podrían esperar los que se encontraban con las armas en las manos?; que Don Juan de Austria nombrara personas de quienes fiarse los que fueran a reducirse; que volvieran los desterrados en Castilla y que hubiera un perdón general, condiciones bajo las cuales se rendirían todos ellos y entregaría los cristianos cautivos que estaban en su poder”.
Por parte de los cristianos contesto Juan de Austria, una vez autorizado por el Consejo de Castilla:
“Que Ben Aboo enviase apoderados para hacer la sumisión al Rey en su nombre y un escrito de petición de solo lo que sabia que se le podía otorgar”.
Las capitulaciones fueron acordadas, y El Habaqui, en nombre de Ben Aboo, se sometió al príncipe, que prometió “darles seguro para que no fuesen molestados ni robados” y se les permitiría vivir con sus mujeres e hijos en todo el reino de Granada. La guerra parecía concluida y la paz negociada. Pero no fue así:

Felipe II, el Consejo, los inquisidores y sobre todo los partidarios de no conceder cuartel al enemigo religiosos, provocaron una reacción contra los “moros de paz”, los cuales sufrieron nuevos horrores y vandálicas persecuciones refuerzos turcos y berberiscos ante tamaña injusticia, se negó a firmar las capitulaciones. El Habaqui, viéndose engañado por Ben Aboo, acordó con Juan de Austria marchar contra el rey morisco, pero cae preso y es ahorcado secretamente. El príncipe cristiano envía nuevo emisario para entrevistarse con el rebelde, pero este se limito a contestar que
“Dios y el mundo sabían que los turcos y moros le habían elegido rey sin pretenderlo; que no se opondría a que se redujesen los que quisieran hacerlo de buena voluntad; pero que tuviera entendido Don Juan de Austria que para esta operación por el Consejo de Granada. El asesinato de Ben Aboo. Una carta del inquisidor Deza con destino a El Xenix, conteniendo datos sobre la traición, cae en manos de algunos leales de Ben Aboo, que con ello queda informado de la sucia trama. Monta en cólera y marcha en busca de El Xenix, a quien encuentra en la cueva del Huzum, situada entre Mecina de Bombaron y Berchules.

Cuando Ben Aboo, en un momento de la discusión, se volvió para avisar a sus leales, fue sorprendido por la espalda por el traidor El Xenix que le produjo la muerte allí mismo. El cadáver fue abierto por el vientre, sus vísceras sacadas, y para evitar la putrefacción lo rellenaron de sal. Así llego a la plaza granadina de Bibarrambla en Marzo de 1571, donde fue decapitado, arrastrado y posteriormente quemado por la multitud. Su cabeza, exhibida para mofa y escarmiento, fue colgada de la puerta que da salida al camino de Las Alpujarra.

El platero Francisco Barredo seria premiado por el rey con 6.000 ducados en bienes, propiedad de los moriscos expulsados, además de una casa en Granada. Un día fue acuchillado por unos “desconocidos” en una fiesta. El pueblo, ese gran desconocido”, siempre paga y siempre cobra.

Granada quedo destruida y despoblada hasta que de todos los rincones de la España cristiana fueron llegando los nuevos colonizadores que adquirían las ricas haciendas abandonadas por los moriscos, a cambio de un pequeño tributo anual. Granada acabo su ultima lucha por la independencia. Esta fue una guerra desigual entre un pueblo labriego, artesano, no belicoso, y el poder del mayor imperio del mundo; guerra en la que la desesperación de un pueblo suplió la falta de experiencia militar; guerra que pudo evitarse con un poco mas de prudencia por parte del poderoso y absolutista Felipe II.

Para ricos y pobres

Para un inglés es más barato vivir en un hotel en Málaga que quedarse en su casa y pagar la calefacción. Un búlgaro, sin embargo, gana aquí diez veces más
M. J. Cruzado / MÁLAGA/

UNO de los indicadores utilizados para conocer el nivel de vida de cada ciudad es el tiempo de trabajo necesario para poder comprar una hamburguesa y es donde más se hace patente la desigualdad. Así, mientras en Tokio tendrían que emplear 10 minutos y los luxemburgueses sólo uno más, los madrileños necesitarían 19 minutos, y los barceloneses 28. Los habitantes de Lima (Perú), Caracas (Venezuela) y Bogotá (Colombia), en cambio, deberían trabajar cerca de una hora y media, según la lista de las ciudades más caras del mundo elaborada por el banco suizo UBS. Teniendo en cuenta que para su confección se ha tomado como referencia el precio de
compra de 122 bienes y servicios, el alquiler de la vivienda y los salarios, un malagueño debería trabajar algo más de media hora para comprar una hamburguesa.

William Bond, corresponsal del diario británico 'The Sun', confirma la teoría de la hamburguesa y sostiene que para un londinense como él es más barato alojarse en un hotel malagueño de vacaciones que quedarse en casa y pagar la calefacción. «En la comida, la relación es muy similar. Con lo que puedo gastar en un restaurante inglés de calidad media puedo comer dos veces en uno malagueño de la misma categoría». Bond, que vive entre España y el Reino Unido, asegura que la diferencia de precios también se nota «y bastante» entre Málaga y Madrid, no así entre determinados municipios de la Costa Occidental como Marbella y la capital de España, «donde los precios se equiparan, e incluso se superan».

En el otro extremo de la balanza está Alyosha Ivanov, que vino a Málaga hace siete años desde Bulgaria. Trabaja en el sector de la construcción. Aquí puede cobrar al mes entre 700 y mil euros, frente a los 70 euros mensuales de media que percibía en su país de origen. Los precios, sin embargo, no son muy diferentes, «como máximo un 20% más caros». Apunta que la entrada de Bulgaria en la Unión Europea ha mejorado sensiblemente las condiciones de sus habitantes. Aun así, la diferencia sigue siendo «muy grande». «Aquí puedo pensar en el futuro, hacer planes para el mes que viene y decidir si quiero comprar un televisor nuevo. En mi país pagaba la luz y el agua, y ya no tenía para comer».

la economia de las familias andaluzas

Unas 439.000 familias andaluzas tendrán dificultades económicas en septiembre
14/09/2007 Informativos Canal Sur

Unas 439.000 familias andaluzas, que sólo disponen de un salario, tendrán
dificultades económicas para llegar a fin de mes en septiembre debido a la
subida de las cuotas de los préstamos hipotecarios, el aumento de los
precios de productos básicos, el gasto en material escolar y la "resaca" vacacional.

El Instituto Andaluz de Estudios Financieros, con sede en Málaga, presentó hoy en una rueda de prensa un análisis de la evolución del incremento de la cuota hipotecaria, que "choca" con el "estancamiento" salarial y la subida de los precios en gastos "de difícil reducción" como la electricidad, transporte o comunidad, a partir de datos de la Agencia Tributaria y la Consejería de Economía. El coordinador del Instituto, Ángel Yagüe, detalló que el salario bruto medio del andaluz en 2004 era de 1.050 euros, lo que aplicada una subida salarial oficial del 6,32 por ciento da un sueldo bruto de 1.258 euros en 2007.

Una vez deducida una cuota hipotecaria media de 661 euros, la renta disponible de un andaluz para cada el resto de gastos de un mes es de 596,47 euros.

De los 2,6 millones de hogares que se calcula hay en Andalucía -con una media de 2,9 miembros-, 439.100 (16,5%) sólo disponen de una renta, de los cuales 162.000 son masculinos, 233.000 femeninos y 43.900 de una mujer con hijos o ascendientes a su cargo. En este último caso, tras aplicar un consumo medio mensual de 950 euros (electricidad, comunidad, gas, material
y ropa escolar, alimentación y limpieza, transporte, teléfono e imprevistos), los hogares con mujer y dependientes tienen un déficit de 353,5 euros. Pero la situación también es "preocupante" para el resto de hogares unipersonales, ya que descontados los gastos de material y ropa escolar, el saldo de septiembre les resulta deficitario en unos 73 euros, según Yagüe. Además, la relación de consumos no incluye en el cálculo otros gastos "frecuentes" como peluquería, médicos no cubiertos por la Seguridad Social, reparaciones o revisiones de vehículos, seguros, ocio y celebraciones como cumpleaños, bodas o bautizos.

El coordinador del Instituto Andaluz de Estudios Financieros se preguntó "hacia dónde nos estamos encaminando, porque también estamos ante la mayor subida de alimentos de los últimos 30 años". La capacidad de gasto de los ciudadanos se ha basado hasta la fecha en que la cuota hipotecaria "era reducida y había facilidad para obtener créditos, pero los bancos han
endurecido las condiciones", refirió..

sábado, septiembre 01, 2007

salarios bajan


El salario mínimo ha bajado un 4% en 10 años, pese al fuerte crecimiento económico.

La economía española crece desde hace una década a un ritmo claramente superior al de la media de la Unión Europea pero este prolongado ciclo expansivo no se ha traducido en una paralela reducción de la brecha social. Mientras los beneficios empresariales se multiplicaban-el 73% entre 1999 y 2006-. El salario medio real de los españoles perdió el 4% de su poder adquisitivo en la década que va 1995 a 2005, según un informe de la OCDE difundidos esta semana en Paris.

Decadencia de las clases medias

Margarita Riviere.
Escritora y periodista


Las clase medias de los países ricos este en declive, tienden a diluirse: esa es la tendencia objetiva. Es un secreto, aun para iniciativa. Es un secreto, aun para iniciados, pero los síntomas afloran por todas partes. De momento resulta difícil agarrar este toro por los cuernos: ¿no era la clase media quien tiraba de la maquinaria económica?, ¿no había sido un gran logro social la transformación de los antiguos obreros en convencionales padres de familia y dóciles consumidores con todas las ventajas(e inconvenientes) de la midle class de la sociedades postindustriales? Y, sobre todo, si las clases medias están en trance de desaparecer ¿Qué les va sustituir como motor económico, colchón interclasista y amortiguador social?
¿Amanece una utópica sociedad sin clases o una sociedad de desclasados que se mecen como hojas al viento? ¿Se puede hablar todavía de igualdad o se consolidad nuevas y vertiginosas desigualdades sociales?

Los sociólogos buscan explicaciones a los que se intuye como un cambio social en profundidad. En el marco de ese gran cambio que vivimos, bailan realidades y conceptos como: globalización, movimientos migratorios, paridad de sexos, desigualdad(progresiva) en el reparto de la renta, precariedad laboral, economía criminal, individualista radical, revolución de los dimensiones espaciales y temporales de la mano de maravillas tecnológicas…Estos son algunas de los fenómenos que se entremezclan en avalancha. Muy pocos cerebros tienen hoy capacidad para interpretar lo que nos sucede en tanto que individuos, y las indagaciones sobre el proceso de cambio colectivo resultan parciales e insuficientes.

Algunos expertos expresan esta confusión con expresiones como modernidad liquida(Zygmunt Barman), sociedad del riego, individualización (Ulrico Beck), bienestar de bajo costa(Gagi y Narduzzi), hipermodernidad (Lipovetsky), sociedad-red(Castells)o, directamente como hace Richard Sentt(en su imprescindible libro La cultura del nuevo capitalismo), reconocen con humildad que “el problema cultural fundamental (es) que la mayor parte de la realidad social es ilegible para la gente que trata de darle sentido” ¿Qué sentido tiene, por ejemplo, el alargamiento de la vida si los viejos son tratados como inservibles tratos improductivos? ¿Cómo conjugar el énfasis en el valor de lo joven y la vida sana con una realidad como la de los mileuristas o los jóvenes hipotecados de por vida?

Es en este marco general, de confusión y excesos, en el que se vislumbra la decadencia de aquel puntal social que pronto podría ser historia pasada y al que llamamos clases medias.
Hay síntomas de esa deriva también en España, donde las clases medias modernas llevan poco mas de dos décadas afianzadose en su papel-siempre inconsciente, pero no menos real- de amortiguador social y político a la manera europea. Los españoles contemporáneos hemos vividos procesos históricos aceleradamente: apenas acabamos de alcanzar la estabilización social en una renovadas clases medias cuando aparecen, otra vez, las orejas del lobo. Nuestra alegría de nuevos ricos consumistas, de recién llegados al Estado de bienestar, ya percibe los síntomas de las transformaciones que están en marcha. Otra cosa es que esa percepción lleve a la conciencia de lo que acontece.

He aquí un ejemplo común, imposible de cuantificar aun, del que cualquiera puede tener experiencia directa. ¿Quién no conoce a esa familia-esas familias españolas, mejor- en la que los padres, que rondan los cincuentas años, ayudan a su hijos emanciparse o dándoles cobijo, al tiempo que también se ocupan de los abuelos achaques? ¿Alguien no conoce a treintañeros que no hay manera que se estabilicen laboralmente o se libren de la consabida hipoteca? ¿Cuántos no se han topado con esas jóvenes abuelas-y abuelos- que cuidan a sus nietos a la par que dan compañía y atención directa a sus padres ya viejos? ¿Quién ignora la desazón de esa familia de cincuentones al borde de la jubilación que ve mermar sus ingresos y aumentar sus gastos sin encontrar alternativas a la ayuda a los hijos y el cuidado de los propios padres?.

No se sabe cuantas familias españolas se encuentran en situación similares, características de las mas pura clase media y que afecta directamente a las familias de la generación del baby boom que tiraron-y consolidaron. De la democratización española. Pero no es aventurado hablar de que un porcentaje que supera el 50% de la población adulta española-nuevas clases medias, viejas clases medias y obreros cualificados, según la terminología clásica- se encuentra confrontado directa o indirectamente a esta situación de dependencia familiar directa y hoy acuciante. ¿Quién dijo que a familia estaba en decadencia? Las familias de las clases medias españolas han sido y son todavía un estado de bienestar por si mismas; lo cual significa que se ocupan privadamente de lo que, a menudo, se publicita como tarea, publica, de nuestro novato Estado de bienestar. Estamos, pues, ante una privatización oculta de bienestar que han recaído, de buenas gana hasta ahora, en unas clases medias acostumbradas a un horizonte de prosperidad convencional. Un horizonte que se diluye en el nuevo marco económico, político y social global.

Y aquí se abren inquietudes incógnitas. ¿Qué sucederá cuando esta generación de familias españolas se jubile y sus propias fuerzas físicas y económicas flaqueen? ¿Quién o que institución ocupara su lugar haciendo las tareas de apoyo real intergeneracional que han realizado hasta ahora nuestras clases medias?.

No hay mucho tiempo para resolver-sin la fantasía demagógica de leyes, como la de Dependencia, difíciles de poner en practica- los problemas reales de jóvenes y viejos, que hasta ahora han solventado, como han podido, las familias de las clases medias españolas. En una sociedad ultra/individualista los problemas de dependencia se agravan y el Estado, sin el amortiguador de las clases medias, puede sentirse acosado, actuar a la defensiva y, lo que es peor, favorecer el clientelismo y la arbitrariedad. El reto de la decadencia de las clases medias esta ahí. Las generaciones de jóvenes españoles que, hasta ahora, se han beneficiado de este oculto colchón social, deberían ser consciente de que el vació que se dibuja corresponde a un presente que es ya su responsabilidad

El cabezazo

Maruja Torres

Las palabras de la fiscal Olga Sánchez contra los periodistas embusteros me recuerdan el cabezazo de Zidane propinado al jugador rival que no dejaba de provocarle a base de insultos racistas susurrados. Sus lagrimas, las de la magistrado, son como aquella mueca dolorosa de Zizi quien, aun sabiendo que infringía, tampoco ignoraba que no tenia alternativa, que a veces la decencia no puede elegir y que ninguna reprimenda, ninguna dominación resulta lo bastante persuasiva para dominar la necesidad inmediata de vomitar la indignación.

Tenia razón la fiscal, y en mi opinión se quedo corta, pero lo hizo en el marco del juicio y ello-aunque, paradójicamente, Sánchez denunciara la injusticia de que esos profesionales del enredo y la calumnia envenenaran el proceso y ofendieran a las victimas- ha proporcionado a esos canallas algunas astillas mas con las que seguir alimentado su fuego dañino. Sin embargo, nadie puede arrebatarle a Olga Sánchez la satisfacción de haber expuesto lo que siente.

Viene al pelo lo escrito por el periodista francés Thyerry Meyssau, presidente del Réseau Voltaire, en su libro L effroyable impostura 2, manipulations et desiformation, refiriéndose a las unidades especiales creadas por los ejércitos de EE.UU., Reino Unido e Israel. Meyssan les atribuye la capacidad de “difundir muy rápidamente y extensamente una noticia falsa, de modo que esta sea objeto de comentarios y no de verificaciones”. Añade que son hábiles para crear un “ruido informativo que capte la atención de sujetos privados de espíritu critico”. Dice también que esa intoxicación “no ha sido concebida para imponerse definitivamente, sino para ganar el tiempo necesario para el cumplimiento de la operación a la que contribuye”. Sus reflexiones podrían servir para definir la actuación de la FAES, que elabora informaciones y las expande a través de sus medios afines. En este y en otros casos: la operación, aquí, es que el PP vuelva a gobernar. Los ruidos, a menudo ensordecedores, continúan.
Buen cabezazo, señora fiscal
(Nota: si, cuando Franco murió, cantamos. “Se va el caimán”, al que ahora va a las caimán, parece que para blanquearlas con su pinta de probo, habrá que inspeccionarle):

Los vencedores de Negrin-VI


Edmundo Dominguez Aragones. Editorial Roca

AMBIENTE DE Madrid.

Madrid, el pueblo sencillo y confiado, que estoicamente estaba soportado los mayores martirios, cuyo paralelo solo encontraríamos en los anales históricos y remotos en que españoles defendieron la integridad de nuestra nacion, era victima de todos estos manejos y de todas estas criminales acciones que iban a hacer esteriles todas las sacrificios y todos sus anhelos de victoria.
Madrid no había perdido su fisonomía exterior. Los cines y teatros diariamente se veían concurridos. El publico en ellos olvidaba sus pesares y fatigas, y aun sus riesgos. Había cine que tan cerca estaba de las líneas enemigas que se oian desde él los disparos de las ametralladoras y de los mortero.

Madrid padecía hambre.
Los esfuerzos del Ayuntamiento no eran bastante para cubrir esta necesidad.
Una gran parte de la población civil era abastecida por la Intendencia Militar.
Ni tabernas ni bares; estos establecimientos modestos ya nada tenían que ofrecer al publico.

Las estanterías de los comercios estaban vacias. Pero esta penuria se soportaba sin protestas, porque alcanzaba a todos. Las pocas provisiones se repartian con bastante equidad y además el sentido de generosidad madrileña suplia deficiencias y remediaba los casos angustiosos.

Padre-decía una muchacha que trabajaba en una fabrica de guerra- a la señora Benita no le han dado nada en la tienda.
-Si puedes, la remedias-contestaba el padre con aire natural.
Daselas. Sus chicas no se dan cuenta, pero esan mas flacos y me preocupan. Nosotros ya nos arreglaremos.

Este gesto ni era único, ni estaba exento de grandiosidad. Quizás lo ofrecido era la única reserva del que ofrecía. En Madrid, la población civil no guardaba egoístamente comestibles.
Del escaso reparto, al que le sobraba, lo ofrecía al mas necesitado.
Interminable filas de mujeres, mal abrigadas recorrian a pie los nueve o diez kilómetros que separan Madrid de los pueblos limítrofes, donde se procuraban verduras o leña.

Los tranvías funcionan y llegan hasta la estatua de Argüelles y hasta la plaza de Legazpi, a menos de ochocientos metros de las trincheras enemigas.
Los conductores tienen a desdoro el dejar abandonado el tranvía cuando hay bombardeos o aparece la aviación, y rien cuando el publico se apea del vehiculo si los proyectiles caen cerca. A muchos este alarde les ha costado el quedarse confundidos entre los restos del tranvía, rotos y deshechos.

La imprenta de Rivadeneyra, situada en el Paseo de San Vicente, trabaja y edita el periódico de las Juventudes Socialistas Unificadas y comparte el riesgo con los del puesto de mando de la Octava División, que esta instalada en el mismo sitio.
En los edificios destruidos del barrio de Argüelles, aun quedan habitaciones ocupadas por insensatos vecinos, que no se estremecen cuando por las noches con los golpes de mano, en el Paseo de Rosales, se entabla una lucha enconada, que derriba los muros agrietados de su absurdo vivienda.

Todos trabajan.
Los de la construcción hacen trincheras.
Los metarlugicos han transformado sus talleres, y solo producen material de guerra.
Sastres y modistas cosen prendas para el ejercito.
La ciudad no es holgazana.

El madrileño rie en la Puerta del Sol y sigue contemplando el reloj de Gobernación, varias veces destrozado, y otras tanta recompuesto.
Madrid es una cantera de energias y de posibilidades inagotables, cuyo limite nadie es capaz de medir.
Su final no ha sido obra de su cansancio ni de su protesta, sino de la traición o de la pasión en el mejor de los casos, pero sin que le alcance la menor responsabilidad que pueda manchar su digna y ejemplar conducta.

Su generoso sacrificio no era bien administrado y sus flaquezas no encontraban en la orientación de los partidos una línea que las iluminase. Todo lo contrario, sus problemas diarios sin resolver, las muchas vicisitudes que tenia que sufrir pesaban en su animo sin una salida racional y solo su espíritu antifascista bien probado hizo el milagro de conservarle arrojado y heroicos durante tanto tiempo.

Era un orgulloso, el suyo, descarado y agresivo. No querían las mujeres, a pesar de los constantes bombardeos, abandonar Madrid.
Diariamente, este amor a su pueblo causaba victimas entre mujeres y niños.
Eran frecuentes dialogos en los que el gracejo y empaque madrileños rebosaban terquedad.

-Oiga, buen hombre, quen todos tenemos que hacer “cola”-decianle a uno que sin esperar turno, trataba de ser primeramente despachado en un puesto de pan.
-Ya lo se, mujer, pero tengo prisa, es tarde para ir a trabajar.
-Vamos, no hombre, no venga con cuentos, usted quiere ahorrarle a su mujer la espera de la “cola”.
-¡A la “cola”! ¡a la “cola”!-gritaba varias mujeres.
-¡Tio zanguango!-
¡Frescales!
-Pero estas tias descaradas….-contesta el hombre, y les llena de insultos. Cuando el repertorio se le agoto, les grita indignado:
-¡Tenían ustedes que estar evacuadas!

Aquí si que el escándalo tomo agitadas proporciones. Las mujeres con cierta impasibilidad habían resistidio los primeros insultos, a pesar del profundo carácter ofensivo de algunos de ellos, pero cuando se les considero evacuables, fue cuando su amor propio y susceptibilidad no aguantaron mas, y el hombre hubiese salido mal parado sin la intervención de los guardias de asalto.

Los chicos en la calle, no suspendian sus juegos aunque la metralla cayera cerca de ellos. Se ejercitban el oído.
Cada chico cifraba su orgullo en conocer por la explosion, o simplemente por el sonido del aire rasgado por el obus, de que calibre era ese.

-Ese es del 15.
-No, que no, ese lo mas es del 10.
-Te digo que es del 15; ¡si lo sabre yo!
-Tu no distingue, ¡vamos
-¿Qué no se?
-No. Yo he estado en la Universitaria.
-¿Qué te crees? Yo he oído mas que tu.

Muchas veces el altercado no cesaba hasta que una nueva granada que caia cerca los dispersaba, les hacia buscar un sitio donde esconderse y de donde salían de nuevo con impaciencia por ser los primeros en recoger calientes aun, los trozos de metralla esparcidos por la calle.

Los “colas” que se formaban para adquirir los pocos víveres que se repartian no se disolvian ni por los bombardeos ni por la aviación.
Esta presencia de animo costaba mas victimas pero hasta en esto se formo una emulación, como si en el desafiar el riestgo se aquilatase la calidad antifascista.

-¡Que vienen las “pavas”-
-¡Que vengan! Yo no me muevo.
-¡Vamos, ni que decir tiene!
-No hay que asustarse, no son “pavas”, son nuestros.
-Si, lo que tiran.
-Ya pasan. Van a Rosales.-Y desde su sitio cada mujer seguía con la vista la dirección de los aparatos señalados por las blancas nubecillas de los disparos de nuestros antiaereos.

Se recomponen la “cola” un tanto deshecha por alguna curiosa que ha llegado al medio de la calle para verlos mejor.
Al incorporase a su sitio forcejea para colocarse.
-¡Señora!
-¡Camarada!- le grita su interlocutor-. Que señora ni que niño muerto-
-¡Anda!-intervienen otras- será señoritinga disfrazada.
-Soy trabajadora. ¡Que pasa! Ni señoritinga ni nada, soy una antifascista.
-La que tenga miedo que se vaya.

Nadie replica ya. Renace la calma, y aquellas gentes aguardan pacientemente a que se las despache.
Este espíritu se refleja en todos los detalles.
Mas de 8,000 edificios destruidos, y muchas mas victimas no fueron capaces de estremecer de miedo a los madrileños.

Algunas disputas se fundaban en las dudas surgidas para utilizar con nobleza las propiedades que abandonaron sus dueños.
No faltaban el donaire y la confianza bonachona, características de este pueblo.
-¿Qué haremos del Palacio Real?
-Ya no se dice así. Desde la Republica es el Palacio Nacional.
-Bueno, ¡que mas da!.
-Y ¿para que? Si no sabemos andar por él.
-No te apure, hombre, ya aprenderemos.

-¡Dichosa guerra ¡Cuando se acabara!.
Estas exclamaciones no eran, en boca del pueblo madrileño derrotistas. Las inspiraba desde luego el deseo de terminar con tanta privación. El riesgo para los madrileños no existía, a pesar de ser tan patente y diario. Su afan de terminar la guerra implicaba el deseo firmísimo de triunfar.

Este pueblo magnifico, que ha contagiado al resto de España su heroísmo y le ha llenado de admiración, estaba preparado para todos los sacrificios. Lo equivocado y criminal era desviarle.
Los derrotas de Cataluña no le afectaban; las soportaba sin desmoralizarse.
Contra este buen espíritu, los enemigos encubiertos y solapados, en los lugares de reunión y en conversaciones particulares, aprovechaban sus dolores para desorientarles y hacerle perder su fe y a la vez los partidos políticos no hacían un trabajo eficaz y constante para contrarrestar esta propaganda.

Muchos equivocadamente, confiaban en el Madrid del 36 sin medir bien las consecuencias de su inercia. No era derrotista Madrid pero sus penalidades y riesgos obraban en su animo insensibilizandolo.

Los vencedores de Negrin-V

Edmundo Dominguez Aragones

Aseguro que el fracaso de la operación no puede culparse a falta de voluntad de aquellos hombres, alguno de los cuales pagó con su vida el cumplimiento de su deber.
* * *
Por la noche, en la mesa del comedor extendimos los planos. El enemigo disponía de 23 batallones de reserva y además de todas las fuerzas en línea. Los emplazamientos de ametralladoras de sus reductos eran numerosísimos. Una línea de puestos con ametralladoras y antitanques nos esperaba. El segundo jefe de Estado Mayor, al enumerar todas estas fuerzas, que conocía por los partes de su servicio de información, ponía una fuerte nota pesimista. —,Por qué ante este dispositivo no cambiamos la orden de operación? —pregunté. _Quién, yo cambiar? Nada. —Exclamó Casado—. No. Ya lo he dicho a tiempo. Además, nuestras fuerzas están colocadas, Mañana se ataca, y nada más. En la guerra, Edmundo, pasan cosas extrañas. A lo mejor tenemos suerte y vencemos. —No basta esta esperanza —le contesté—. Si esta información es de confianza, arrostraría la responsabilidad de suspender la operación y planear otra. —Eso, ya no es posible. Hay que hacerla y se hará. —Yo no soy técnico —le manifesté— pero mí opinión es ésta. —No me enfado por tus objeciones, que no dejan de tener fundamento, pero por anticipado es muy difícil convencer a nadie de la inutilidad del esfuerzo.
* * *
El quince de enero, fecha de la operación, amaneció frío y lluvioso. Una densa neblina impedía ver los objetivos de las líneas enemigas.



A las ocho se dio la orden de ataque. Cuatro batallones saltaron sus trincheras y se lanzaron con denuedo y valor hacia los enemigos. La distancia que les separaba en algunos salientes no era mayor de un kilómetro. No pudimos contar con el factor sorpresa. El enemigo estaba muy preparado y apercibido. A la media hora de comenzar la operación teníamos más de 300 bajas. La gente pegada al suelo encharcado avanzaba con mucha dificultad y lentitud. No había manera de incorporarse, pues las ametralladoras enemigas barrían a ras de tierra, a todo ser humano. Nuestra artillería, escasa y sin poder localizar sus objetivos no producía efecto. Esta ventaja también la teníamos nosotros con respecto al tiro suyo, que, aunque mucho más intenso, no nos producía bajas en las reservas. *Se avanza despacio. Nuestra infantería que había saltado de sus trincheras cantando , quedaba contenida por una barrera de proyectiles
Fue un instante. Su denuedo y coraje desprecia el peligro, como si en vez de seres humanos fuese compuesta de seres inmortales. Ni el dolor de los camaradas que caían, les detiene. Un valor sobrenatural les impulsa a marchar hacia adelante.



e1 trabajo del Comisariado extinguía su instinto de conservación.
la emulación de la oficialidad era superada en un afán y ciego por el soldado. A Ias dos horas de ataque no se habían podido asaltar a las trincheras enemigas. Casado, desde el puesto de mando, preguntaba impaciente, por que no se vencía esta lentitud. Barceló reitera la orden de ataque, bajo la advertencia de que serán relevados los jefes de los batallones que no avancen.
La fuerza acomete con mayor furia. El enemigo no espera esta reacción valerosa y arrecia su fuego. Uno de los batallones se rezaga. Ha muerto su comisario y han herido a otros tres de las cuatro compañías que completan el batallón. Barceló ordena el relevo de este jefe al que cree desmoralizado. La hombría y dignidad de este comandante no soporta esta vergüenza. Su conciencia está limpia de haber faltado a su deber y cuando llega el jefe que ha de relevarle, se suicida en su presencia. Este episodio, borrado entre el estruendo de la batalla, es un exponente sencillo y honroso de la moral del Ejército del Centro.



· * * Era lo imposible. Los tanques funcionaron mal y casi todos quedaron inutilizados, heridos y muertos sus ocupantes. El balance fue de 900 bajas, entre éstas dos jefes muertos, dos comisarios de batallón muertos y 15 comisarios heridos y unos 30 oficiales. Nuestros soldados llegaron a las alambradas enemigas, pero les fue imposible saltarlas. La heroicidad no fue bastante para vencer la resistencia y poder del enemigo. A las 5 de la tarde y cuando ya estaba probado nuestro fracaso, Casado dio la orden de suspender la operación y comunicar esta decisión al Grupo de Ejércitos. Recuerdas lo que anoche te propuse? —le dije. lo recuerdo. Pero qué quieres, había que probar. )



· No replique, era demasiado trágico y doloroso.
· Barceló no apareció. Alguien sospechoso la posibilidad.
de un suicidio. El pundonor y valor de aquellos hombres puestos a prueba había dado su rendimiento con su resultado cruento y sensible. Era preciso el fracaso, como una demostración de la inutilidad de la guerra, y a costa de la pérdida de la vida de muchos hombres quería lograrse esta experiencia. No hubo sorpresa, único factor que pudo hacer posible nuestra victoria. En la reunión de comisarios que celebramos posteriormente para la crítica de la operación, se señalaron todas las omisiones y defectos. Concentración de fuerzas de día vistas por el enemigo, dispositivos de servicios vistos igualmente por él, todo ello ordenado por el Estado Mayor. Se llegó en esta reunión a asegurar, por un comisario, los planos de la operación del Estado Mayor habían sidas facilitados al enemigo. era posible, sin estar en comunicación con él, conocer nuestra orden de ataque y las fuerzas que lo iban a realizar. denuncie el hecho a Casado y montó en cólera, asegurando que en su Estado Mayor había gente de confianza y de probado antifascismo. Mas adelante veremos que no. los muertos de esta operación sirvieron para poner una vez mas en evidencia al Gobierno, que había ordenado una operación, pero no ésta. este hecho se utilizó para crear el clima de impotencia esfuerzos y una crueldad en las órdenes de lucha en la que fatalmente íbamos a ser vencidos4I’ Se necesitaban ejemplos de esta trascendencia y tan dolorosos , para buscar el contraste y la reacción de horror en el pueblo.
Era falso el deseo de Casado y su Estado Mayor de ayudar a Cataluña



El aplazamiento en la ayuda se condicionó por otra operación a cargo del 4o. Cuerpo de Ejército. Esta operación se hizo malograr sin apelar a una criminal maniobra en que hubiese víctimas, bastó con culpar a los ingenieros de no haber hecho puentes servibles para tal operación.