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miércoles, febrero 20, 2008

Cuba: Mensaje del comandante en Jefe


Queridos compatriotas:Les prometí el pasado viernes 15 de febrero que en la próxima reflexión abordaría un tema de interés para muchos compatriotas. La misma adquiere esta vez forma de mensaje.Ha llegado el momento de postular y elegir al Consejo de Estado, su Presidente, Vicepresidentes y Secretario.Desempeñé el honroso cargo de Presidente a lo largo de muchos años. El 15 de febrero de 1976 se aprobó la Constitución Socialista por voto libre, directo y secreto de más del 95% de los ciudadanos con derecho a votar. La primera Asamblea Nacional se constituyó el 2 de diciembre de ese año y eligió el Consejo de Estado y su Presidencia.



Antes había ejercido el cargo de Primer Ministro durante casi 18 años. Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo.Conociendo mi estado crítico de salud, muchos en el exterior pensaban que la renuncia provisional al cargo de Presidente del Consejo de Estado el 31 de julio de 2006, que dejé en manos del Primer Vicepresidente, Raúl Castro Ruz, era definitiva.



El propio Raúl, quien adicionalmente ocupa el cargo de Ministro de las F.A.R. por méritos personales, y los demás compañeros de la dirección del Partido y el Estado, fueron renuentes a considerarme apartado de mis cargos a pesar de mi estado precario de salud.Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo.



Más adelante pude alcanzar de nuevo el dominio total de mi mente, la posibilidad de leer y meditar mucho, obligado por el reposo. Me acompañaban las fuerzas físicas suficientes para escribir largas horas, las que compartía con la rehabilitación y los programas pertinentes de recuperación. Un elemental sentido común me indicaba que esa actividad estaba a mi alcance.



Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla. Prepararlo para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación "no exenta de riesgos".Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer.




A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución, les comunico que no aspiraré ni aceptaré- repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe.En breves cartas dirigidas a Randy Alonso, Director del programa Mesa Redonda de la Televisión Nacional, que a solicitud mía fueron divulgadas, se incluían discretamente elementos de este mensaje que hoy escribo, y ni siquiera el destinatario de las misivas conocía mi propósito.



Tenía confianza en Randy porque lo conocí bien cuando era estudiante universitario de Periodismo, y me reunía casi todas las semanas con los representantes principales de los estudiantes universitarios, de lo que ya era conocido como el interior del país, en la biblioteca de la amplia casa de Kohly, donde se albergaban.




Hoy todo el país es una inmensa Universidad.Párrafos seleccionados de la carta enviada a Randy el 17 de diciembre de 2007: "Mi más profunda convicción es que las respuestas a los problemas actuales de la sociedad cubana, que posee un promedio educacional cercano a 12 grados, casi un millón de graduados universitarios y la posibilidad real de estudio para sus ciudadanos sin discriminación alguna, requieren más variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez.



Ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de un camino fácil, si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos."Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir."Pienso como Niemeyer que hay que ser consecuente hasta el final."



Carta del 8 de enero de 2008: "...Soy decidido partidario del voto unido (un principio que preserva el mérito ignorado). Fue lo que nos permitió evitar las tendencias a copiar lo que venía de los países del antiguo campo socialista, entre ellas el retrato de un candidato único, tan solitario como a la vez tan solidario con Cuba. Respeto mucho aquel primer intento de construir el socialismo, gracias al cual pudimos continuar el camino escogido."



"Tenía muy presente que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz", reiteraba en aquella carta.Traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo. Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país. Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo.




Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución.El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes.




Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel" . Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso.Gracias


















Fidel Castro Ruz


18 de febrero de 2008


5 y 30 p.m.

lunes, febrero 18, 2008

Campaña electoral en Rusia.

¿Qué podemos esperar?
Josafat S. Comín
Rebelión

Esta pasada semana, el presidente Putin firmó el decreto por el que se fijan las elecciones legislativas a la Duma para el día 2 de diciembre.
El decreto fue, como se esperaba, firmado el último día que la ley permitía. Lo pudo haber firmado hace 20 días, ampliando así el periodo de precampaña. Por lo visto han decidido reducir al máximo ese periodo. De estos 90 días que faltan para las elecciones, serán los últimos 28 los que podrán ser utilizados por los partidos para contratar publicidad directa en los medios.



Estas serán las primeras elecciones generales, donde se aplique la nueva legislación electoral, en la que entre otras cosas, se elimina el porcentaje mínimo exigible de participación para dar por válidas las elecciones. Se establece en el 7% la barrera a superar para obtener participación parlamentaria y se suprime la posibilidad de votar “contra todos” (una casilla que hasta ahora gozaba de gran popularidad en Rusia).



¿Qué podemos esperar de estas legislativas? No hace falta ser Nostradamus para asegurar que en estos tiempos de “democracia tutelada” la distribución de escaños en la Duma no sufrirá variaciones relevantes. No podemos pecar de ingenuos. El oficialista “Rusia Unida” obtendrá sin duda alguna, la aplastante mayoría absoluta de la que goza desde el 2003.



En aquella ocasión obtuvieron 303 escaños frente a los 47 del PCFR, los 31 del PLDR de Zhirinovsky y los 33 de “Rodina”. Los 31 restantes se reparten entre independientes y tránsfugas.



Como vemos, ya de por si, la composición actual no difiere mucho de la del parlamento de Kazajstán, donde tras las elecciones celebradas hace apenas un mes, el partido del poder (“Nur Otan”) ha sido el único en obtener representación parlamentaria.



En Rusia, de momento, prefieren guardar las formas. Más aún, después de 14 años, parecen decididos a conformar un sistema bipartidista, a la manera occidental, con dos partidos evidentemente leales con el poder y sumisos con el dinero.



Esta es sin duda, la principal diferencia con las elecciones de hace 4 años. En aquella ocasión, recordemos que en los meses de precampaña, se sacaron de la chistera una formación política a la que pusieron por nombre “Ródina” (“Patria”), y que con un discurso de izquierdas y una mas que generosa financiación (infinitamente superior a la que se podía y pude permitir el PCFR) consiguió con creces el objetivo para la que fue creada: Desgastar lo más posible al PCFR. Entonces cumplieron con sobresaliente, quitándole un 10% del electorado potencial y dejándoles en un decepcionante 14%.



Cuatro años después el objetivo sigue siendo el mismo, pero los medios, aunque parecidos, son otros. “Ródina” carcomida por las disensiones internas dejó de ser útil el año pasado, por lo que los estrategas del Kremlin decidieron no perder tiempo y lanzar en otoño del 2006 a su nueva criatura, bautizándola como “Rusia Justa” (Spravedlivaya Rossia). El nuevo engendro nació como la fusión de tres partidos: “Ródina”, “Partido de la Vida” y “Partido de los Pensionistas” y durante este último año, ha tenido tiempo y sobre todo dinero (mucho dinero) -amen de amplia cobertura mediática-, para dar a conocer su proyecto, pulir su estructura en las regiones y hacer visibles a sus candidatos. Inclusive han estirado músculos en las elecciones autonómicas que se han desarrollado en distintas regiones (otoño y primavera pasados) con un resultado desigual pero esperanzador en su conjunto.



En esas elecciones regionales han podido además poner en práctica sus dotes artísticas teatrales, representando sus “diferencias” con “Rusia Unida”.
Así pues, todo está listo para intentar un nuevo asalto en pos de esa “normalidad democrática bipartidista”.





Pero el PCFR sigue a lo suyo erre que erre, sin dejarse domesticar y hablando tonterías de “avanzar hacia la URSS.” ¿En qué país democrático y decente que se precie se puede consentir que el Partido Comunista obtenga año tras año como media el 20% de los votos? ¿Cómo es posible – se pregunta la oligarquía, la burguesía y el gobierno que les representa – que esta gente sobreviva y se mantenga cuando lleva 15 años desaparecida de las pantallas de televisión y de los medios en general, sin apenas recursos financieros? ¿Qué pasa que no acaba de morir el partido de los “abuelos nostálgicos”, que según ellos lleva tres lustros muriendo?



“Rusia Justa”, el nuevo partido de “izquierdas”, tiene como máxima cabeza visible a Serguei Mironov, hasta ahora presidente de la cámara alta del Parlamento. Es decir, este líder “opositor” es el mismo que ha votado al unísono, como una sola mano, con los demás partidos del poder (Rusia Unida y PLDR) todas las leyes antisociales de ajuste neoliberal que han pretendido acabar con los restos de las ventajas sociales heredadas de la época soviética. Ahora nos lo presentan como nuevo paladín de los desheredados, impulsor de políticas muy progresistas y trovador del “socialismo”.



Repito. El objetivo es el mismo de siempre: eliminar a los comunistas de la escena política, apropiándose de muchos de sus lemas y puntos programáticos. Contarán para ello con todos los medios que un partido político pudiera soñar: financiación ilimitada y espacio en los medios hasta que se harten.



La diferencia con las elecciones pasadas puede radicar en el papel que vayan a jugar los “liberal demócratas” de Zhirinovsky. Parece que el “tonto útil” y su partido – nacido en los despachos de la Seguridad del Estado a principios de los 90 – ha perdido el favor del Kremlin. Empieza a estorbar, y sigue perdiendo apoyos a pasos agigantados, lo que le puede llevar a no superar el 7% necesario para obtener sillón. Hace dos semanas, su mano derecha e ideólogo del partido, Mitrofanov, (famoso en otras cosas por ser director de películas porno) dio el salto a “Rusia Justa”. Como se suele decir, en Rusia no hay traidores, sino gente con visión de futuro. ¿Salvará en esta ocasión a Zhirinovsky su verborrea anticomunista y antisoviética? ¿Prescindirá esta serpiente de tres cabezas que representa al partido del poder, de unas de ellas? Es una de las incógnitas de estas elecciones.



El PCFR afronta la campaña con relativo optimismo y plenamente consiente de sus posibilidades reales. Viniendo de un 13% y 47 diputados, alcanzar el 20%, con la nueva ley electoral, podría representar obtener cerca de 100 diputados.
El 22 de septiembre el Partido celebrará un congreso extraordinario para definir su estrategia cara a estos comicios y al futuro más próximo. Tengamos presente además, que quedan apenas seis meses para las presidenciales, y Putin deberá en las próximas semanas, en plena contienda electoral, anunciar el nombre del “elegido” para relevarle en el cargo, lo que sin duda tendrá un eco mayor que la propia campaña para las legislativas.



Por si fuera poco, el PCFR, volverá a tener que resistir todos los ataques de la guerra sucia que arreciarán desde todos los frentes. De hecho, lleva ya meses soportando una nueva campaña de descalificaciones y descrédito, perfectamente ensamblada dentro del permanente bloqueo mediático al que se ve sometido.



En este sentido, es muy interesante observar el seguimiento exhaustivo que hace el PCFR (a través del Centro de Estudios de la Cultura Política y de “Medialogia”) de la cuota de aparición de los distintos partidos en el conjunto de los medios de información. En los gráficos donde se mide hasta el último segundo, podemos ver como por ejemplo, en los últimos 10 días, el índice medio de aparición en los medios para “Rusia Unida” ha sido del 37,3%, de un 23,5% para “Rusia Justa”, un 21,1% para el PCFR, un 16% para el PLDR y un 2% para “Voluntad Popular” (restos de “Ródina” que no se han integrado en “Rusia Justa”.
Veremos como evolucionan en las próximas semanas esos indicadores y si el PCFR se mantiene cerca de esa línea roja “admisible” del 20% de cuota, siendo como es, el único partido de oposición real.



Añadamos a esto que el hecho de mencionar al PCFR no quiere decir que lo hagan sólo para informar de manera objetiva de los actos que este organiza. Inmersos como estamos en una nueva espiral anticomunista, pueden hablar del PCFR para ”anunciar” de que la dirección del partido en tal o cual región se ha pasado en bloque a “Rusia Justa”…



Curiosamente, cuando sucede a la inversa, la información sólo aparece en los medios que controla el PCFR: Pravda y Sovietskaya Rossia, que nada pueden hacer en ese mar de desinformación en el que el 99% de los medios obedecen a sus amos.



Insisto. La nueva Rusia democrática se puede permitir en su primera cadena estatal de televisión, silenciar por completo cualquier información que recuerde la existencia del Partido Comunista durante 31 días, como ha ocurrido a lo largo de este verano.



Estos son los ingredientes con los que se cocina la democracia en Rusia. Putin, como cocinero supremo, los remueve bien con la cuchara en una cazuela repleta de apatía e indiferencia.





En un país, donde más de la mitad de la población sobrevive con una media de 5,000 rublos (35 rublos = 1€) y que se permite tener la capital con el mayor porcentaje de millonarios y multimillonarios del mundo (por delante de Nueva York), y donde la diferencia entre los más ricos y los más pobres es de 40 puntos (igual que en 1917), la movilización social no se corresponde en absoluto con el daño causado por las reformas de los últimos 20 años (Perestroika incluida).
Las manifestaciones que reúnen a 15 ó 20 mil personas se consideran un rotundo éxito.
Mientras el letargo continúe, las citas electorales no dejarán de ser un mero espectáculo teatral o circense. Igualito que aquí.



Sirva como ejemplo de la campaña anticomunista que padecemos, las declaraciones en rueda de prensa de Ziuganov que a continuación transcribo:
El gobierno ha violado todas las normas morales y las más elementales reglas de conducta, existentes en la lucha política
Kprf.ru
Traducido del ruso por Josafat S. Comín
El 6 de septiembre en la sala de prensa de la agencia de noticias “Interfax” tuvo lugar una rueda de prensa del líder del grupo parlamentario del PCFR en la Duma, Guennadi Ziuganov, dedicada a las iniciativas legislativas del PCFR para este otoño en la Duma”: Respondiendo a las preguntas sobre la ola propagandística contra el PCFR, que ha invadido todos los medios, regionales y federales, desde mucho antes de que se iniciara la campaña, Ziuganov hizo las siguientes declaraciones:
Me quiero dirigir a los periodistas en relación con la guerra propagandística. En lo últimos 15 años me ha tocado vivir más de una oleada de toda esta turbia, siniestra y salvaje porquería. Pensé que con el paso de la era Yeltsin perderían ustedes el interés por remover la ropa sucia, y dedicarse a esta ignominia. Por desgracia me equivoqué.



No había arrancado la campaña electoral, y ya habían entrado en el piso de mi hijo. No se llevaron nada de valor, ni siquiera desordenaron nada. Es extraño… después de los diez años en que me tocó colaborar con la policía, relacionarme con delincuentes y bandidos, inspeccionar cárceles y conversar con presidiarios, lo que veo es que la puerta la abrieron profesionales, especializados en descerrajar cajas fuertes. Está claro, que bien actúan bajo la protección del gobierno, o cumplen una misión. No les dio tiempo a hacerlo, llamaron a los periodistas y 200 periódicos se dedicaron a fantasear sobre lo sucedido.
En Novosibirsk organizamos varios actos estupendos, todos, del primero al último, estuvieron abiertos para los periodistas: desde mi llegada en avión, la primera rueda de prensa y mi despedida. Todos los eventos estuvieron abiertos a todo el mundo.



Todos en Rusia y en el mundo saben que no bebo más de tres copas, todo el país ha bebido conmigo o ha visto como se hace. Escribieron en el periódico “Zhizn” (Vida) todo tipo de abominaciones inimaginables, que después difundieron en otras publicaciones.



Incluso en tiempos de Yeltsin no se atrevían a tanto. El periódico “Ne dai Boj” (“Dios no lo quiera”), se publicaba en Finlandia con un tiraje de 15 millones. Por lo que parece, el actual gobierno se ha rebajado hasta el punto de alentar sin tapujos todas estas repugnancias, este abuso.



No habíamos tenido tiempo de salir de Moscú, cuando la “Joven Guardia” de “Rusia Unida” rodeó la sede del CC del PCFR. Tuvimos que llamar a nuestros chavales de la Juventud, para que los echase de allí. La policía estuvo todo un día sitiando el edificio para que les entregáramos a algunos de nuestros chicos. No entregaremos a nadie. Pero nos sabremos defender de forma firme y sin errores.



Estamos hartos de toda esta porquería. He llevado a juicio a todos los que me han robado votos. En Tatarstán en el 96 nos robaron 600 mil votos. El juicio se prolongó 3 años pasando de la sala de distrito al Supremo. El Tribunal Supremo nos dio la razón. Había cuatrocientas personas implicadas en esta estafa. A los tres días fueron amnistiados por Yeltsin.
Siguen ustedes sin encontrar ninguna de las 4 dachas que me atribuyen, solo en las afueras de Moscú. Como ya dije, pueden quedarse tres y me dan la que sobra.



Tampoco han aparecido los hoteles, que mencionaba continuamente Karaulov, ni las cuentas en Chipre, ni las fábricas en Jordania, ni el yate en Libia. Simplemente les querría proponer cesar todo este despropósito.
Vuelvo a subrayar: 30 millones de personas me dieron su voto, me puedo dirigir a la opinión pública y sabremos defendernos, incluso bajo las ventanas de las redacciones de los periódicos que se prestan propiamente a este tipo de sucias campañas.



Sabremos defendernos, pero les convoco a llevar un diálogo normal, porque aspiramos a que las elecciones sean elecciones y no peleas y villanías.
En las pasadas elecciones a la Duma en 18 de las 20 salidas que hicimos, contrataron provocadores, contra los que hubo que activar a 200 personas de nuestro servicio de seguridad. ¿Acaso les gusta eso? ¿Acaso quieren que las elecciones se vuelvan a convertir en una pelea a puñetazos? Entre nuestra gente, no son pocos los que de verdad pertenecieron a la “Joven Guardia”, atamanes de los cosacos, gente de Tiulen y Kosmodemyansk. Sabremos como defendernos, pero las peleas y los puñetazos no son nuestra elección.



Supuestamente habíamos acordado con “Rusia Unida” no organizar actos ante las sedes del otro. Ellos han sido los primeros en violar esos principios. En el próximo encuentro de líderes de partidos con Putin, le expondré detenidamente el asunto. Porque el gobierno tampoco está cumpliendo aquí lo acordado. Ha violado todas las normas morales y las más elementales normas de conducta, existentes en la lucha política.
Declaraciones en video

Venezuela: Operación Melaza

A qué juega ahora la Casa Blanca en Venezuela

Red Voltaire

De la «Operación Tenaza» a la «Operación Melaza» por José Sant Roz*


Después de la derrota del referéndum constitucional en Venezuela para el partido del presidente Hugo Chávez, los especialistas de inteligencia estadounidenses han dictado las nuevas normas de conducta que deben ser aplicadas en el país para seguir neutralizando la Revolución Bolivariana. Análisis de nuestro corresponsal en Caracas.

Se ha comprobado que los estudiantes universitarios de las universidades privadas venezolanas que ocasionaron disturbios de protesta contra el referéndum constitucional recibieron financiamiento proveniente de los Estados Unidos.
Ver también artículo sobre: «Operación Tenaza»
La orden viene del Departamento de Estado a sus peones en Venezuela: «Tranquilidad, sosiego, mucha serenidad; en estos momentos ninguna clase de presión en las calles y en las expresiones públicas de los conocidos dirigentes de la oposición radical. Deben hacerse llamados a la paz, a la reconciliación, a la hermandad, a la solidaridad entre todos como hermanos. Hay que demostrar por todos los medios posibles que ellos (los del gobierno) son los que se niegan a estos llamados; son los injustos, los agresivos, los peligrosos, animados de un rencor incontrolable y salvaje. Que esta clase de “ciudadanos” sólo están proclives a la guerra, a las confrontaciones, y que por lo tanto en absoluto están capacitados para gobernar».


Le es imprescindible a la Casa Blanca, luego de este triunfo del NO, con el cual estuvo públicamente embanderado, hacer crecer la oposición en Venezuela para un futuro golpe electoral, parecido al que se le dio a la revolución sandinista de Nicaragua. El proceso en marcha va enmarcado en una acción de tipo piadosa de las que suele lanzar la Iglesia Católica para captar feligreses en las barriadas. Los nuevos hijos de San Francisco de Asís en Venezuela son los jóvenes estudiantes de las universidades privadas principalmente, los que han estado convocando marchas (por cierto nada pacíficas) en los últimos tres meses. Estos “héroes” que lograron vencer al “dictador”, que consiguieron “doblegar su estilo agresivo y tiránico”, que lo “metieron en cintura democrática”, ahora tienen por delante, dentro de las líneas estipuladas por el Departamento de Estado, el tratar de conquistar a los sectores más pobres, donde el chavismo es fuerte y se encuentra bastante consolidado.


Los analistas del Departamento de Estado que tienen una sala situacional permanente para tratar el “Problema Venezuela”, consideran que la presión que se ejerció en el 2002 (con un golpe de estado y un paro petrolero que duró más de tres meses), para tensar los nervios al máximo del pueblo y hacerlo “entrar en razón”, reventarlo para que acabara volteándose contra Chávez, no logró funcionar bien. Esta técnica del terror más brutal y pertinaz, había funcionado bastante bien contra Salvador Allende y contra Daniel Ortega, pero ahora el líder que enfrentan tiene otras fuerzas y recursos con la que aquellos no contaban.


Ahora hay que ir a los centros duros del chavismo: los barrios, los sectores populares. Hacia allá ahora están tratando de tender sus carpas, sus centros de salud ambulatorios, sus verbenas, sus juegos deportivos, sus fiestas populares, conciertos, dádivas y cursos del todo cristianos, humanos y profundamente pacíficos. Lo más grave es que en este movimiento se están utilizando (de buna o mala fe) a personas que se dicen afectas al Comandante Chávez. Todos los centros jesuitas de Venezuela y de varias regiones de América Latina se están incorporando a estas campañas. La Iglesia Católica en este momento representa la fuerza más importante para desarrollar esta nueva estrategia.


Por otro lado, esta estrategia se está poniendo en ejecución en momentos en que algunos de los grandes programas del gobierno como son las Misiones, hacen aguas producto del gran sabotaje realizado por elementos infiltrados en el chavismo. El hermoso programa “Misión Barrio Adentro” de atención médica en los sectores más populares, que alcanzó una elevadísima receptividad hace tres años, se encuentra seriamente desprestigiado; muchos médicos cubanos perdieron la mística de trabajo de los primeros años, quien sabe si producto del capitalismo salvaje que se vive en Venezuela: las quejas que se reciben hablan que a un considerable grupo de cubanos no se les ve en sus centros de trabajo, trata con displicencia a los pacientes o sencillamente no los tratan.


En Mercal, que era un programa para atender el abastecimiento de alimentos a los sectores populares, la corrupción hace estragos. El propio desabastecimiento que en los últimos meses ha lanzado con furia la oligarquía no ha recibido por parte del gobierno una respuesta determinante y seria. Lo mismo la especulación. La Misión Sucre (para la educación superior) se encuentra bastante averiada, y en muchos lugares prácticamente desmantelada. Las Misión Moral y Luces en muchas regiones fue tomada igualmente por el sector más reaccionario de la derecha (como en el Estado Mérida, por ejemplo).


Esta nueva estrategia del Departamento de Estado contempla un trabajo mancomunado con alcaldías y Gobernaciones “chavistas”, que nada o muy poco hicieron para que el referendo fuese aprobado. Más bien se sabe que algunos estuvieron trabajando por el NO. Muchos alcaldes y gobernadores “chavistas” crearon grupos que iban a los centros de votación a tratar de confundir y a decirle a la gente humilde que votara NO. Resultó, por ejemplo sorprendente que en el barrio Pueblo Nuevo, cuyo centro de votación es la Escuela Emiro Fuenmayor, un sector considerado muy chavista, el NO superara al SI por más de doscientos votos. Se señala de esta derrota a una concejal “chavista” que dirigía la organización electoral del SI en este sector.


Puede decirse que en el sector de la administración pública barrió el NO.
De modo que no cabe la menor duda de que la infiltración de la derecha en el chavismo ha sido en gran parte la causa de esta derrota electoral. Esto, unido a la feroz campaña mediática que desde todas partes del mundo se ha estado lanzando inmisericorde contra el proyecto bolivariano del Presidente Chávez. En este sentido, esta derrota también obliga a un revisión profunda de la manera muy poco política como están trabajando la administración pública y las instituciones del Estado.


Sobre los hombros del Presidente Chávez recae la responsabilidad inmensa de darle un vuelco a la tiranía mundial de los Estados Unidos, y claro, el imperio está moviendo todas sus fuerzas para minar al gobierno venezolano en puntos muy delicados y que requiere realmente de una ingeniería política, para impedirlo. En este momento una de las prioridades del Departamento de Estado consiste, en dedicar decenas de millones de dólares para dar entrenamientos ideológicos a estudiantes de todas las clases sociales, en varios institutos norteamericanos. Igualmente estudia varios escenarios de acción. Lo primero es hacer ver mediáticamente al mundo que se ha iniciado el desmoronamiento político de Chávez.


Hacerle sentir a la población venezolana por varios medios, entre ellos realizaciones de grandes caravanas, fiestas y una alegría triunfalista en la que se perciba de que al “monstruo” se le ha hecho recular; de que el chavismo finalmente puede ser derrotado, y que por lo tanto ya no representa la mayoría aquella pavorosa de otros tiempos. En función de esta acción sicológica, ir cuidadosamente preparando el terreno para dar inmediatamente otro golpe, llamando a una nueva Constituyente y preparando el terreno para el revocatorio del mandato del Presidente Chávez. Sin duda que la oposición ha cogido un nuevo aire y un pulso político en el terreno electoral que antes tenía bastante perdido y no lo tenía en absoluto.

Los grandes “triunfadores” de esta última contienda, buscan mostrar su papel ductor a las masas que les siguen. La Iglesia entre los primeros, los medios, los estudiantes, los empresarios, y pondrán fichas estratégicas para seguir insistiendo en sus papeles de minadores de la conciencia popular: Entre todos ellos quienes juegan un papel central son el general Raúl Baduell, el que a última hora se pasó a la derecha, e Ismael García, un gris dirigente del Partido Podemos que hace unos cuatro meses también se giró en redondo y se alió con el bando enemigo del Presidente Chávez.

Otra de menor monta, pero que también ha figurado bastante, y sobre todo a nivel internacional, es la ex primera Dama, doña Marisabel Rodríguez, quien hace un papel de mujer víctima del “autoritarismo de Chávez”. Múltiples los frentes, también encuadrados con tosa las fuerzas paramilitares de Colombia, ahora bajo mando directo del Presidente Uribe, trabajando con países como España, Perú y México.

José Sant Roz
Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (Venezuela), con un doctorado en Teoría Combinatoria. Es autor de más de veinte libros que abordan el tema de los conflictos políticos en Venezuela y Colombia desde el siglo XVIII, entre ellos: Conjura Constitucional, ediciones Ministerio de Educación, Caracas, 1986; Colombia en un Soplo, Consejo de Publicaciones de la ULA, 1987; Toque de Queja. Episodios de la vida del General Francisco de Paula Santander, (novela), Ediciones Centauro, de José Agustín Catalá, 1990; Maldito Descubrimiento, Kariña Editores, 1993; Los Verdaderos Golpistas, Kariña Editores, 1998; Obispos o Demonios, (Co-autor junto con Giandomenico Puliti), Kariña Editores, 2000; Capos de Toga y Birrete, Kariña Editores, 2001; El Jackson Granadino - Biografía del General José María Obando - el asesino de Sucre, Kariña Editores, 2001; Las Putas de los medios, Kariña Editores, 2002; Bolívar y Chávez- Dos posiciones en conflicto, Kariña Editores, 2003, Gustavo Cisneros - Un Falacia Global, Kariña Editores, 2004.

viernes, febrero 15, 2008

Solidaridad con Bielorrusia

Correo enviado a la asociación catalana de amistada con Bielorrusia

Salud camaradas!Gracias por su atención hacia nuestro trabajo, por su llamamiento a nosotros. Nosotros apoyamos las relaciones con todas las organizaciones progresistas de vuestro país, comprendido entre ellas, las organizaciones que apoyan a la República de Belarus.


Nuestra organización según sus posibilidades aporta su lucha por la causa del renacimiento de la Unión Soviética y piensa, que la República de Belarus es la única de todas las repúblicas de la Unión Soviética que ha conservado, más exactamente ha restablecido muchas de las conquistas sociales de la URSS, perdidas en la época de la perestroika y más allá en el camino de la restauración del capitalismo. Esperamos que en la causa de la reunificación del pueblo soviético la República de Belarus también estará en el futuro.




Precisamente por eso los miembros del Movimiento "Por la Unión Soviética" participaron en el tercer congreso de los pueblos de la URSS, celebrado en Minsk, uno de sus objetivos fue también prestar apoyo a la República de Belarus y a su Presidente A. G. Lukashenko. Con mucho gusto estamos preparados para apoyar las relaciones con su Asociación.



Con respetoElena Zheleznyak


¡Respetables camaradas!

Hemos recibido su propuesta para cooperar en apoyo a A.Lukashenko y al pueblo bielorruso. Nuestra posición coincide con su punto de vista. Aunque de hecho A. Lukashenko no es comunista, lleva una política interior en interés de los trabajadores de Belarus y apoya una política exterior antiimperialista.



Merece respeto su cooperación con Venezuela y otros países afines por su orientación social. En relación con la política independiente de A. Lukashenko, la República de Belarus se opone a los EE.UU. y a sus satélites y por eso necesita el apoyo y la solidaridad internacional.La mayoría de la población de la Federación Rusa considera a Lukashenko digno para dirigir el nuevo estado unificado de Rusia y Belarus.


Esperamos cooperar con vuestra organización en Internet para el intercambio de información y puntos de vista sobre cuestiones actuales. Por eso aceptamos con gratitud su propuesta. Podemos intercambiar enlaces.



Evgueni BochkarevPrimer Secretario del Partido Comunista (de los bolcheviques) de la República de Tatarstan.

Elecciones en EEUU

Cómo leer lo que está ocurriendo en las elecciones en EEUU:guía para el lector español
Vicenç Navarro


Una de las noticias que ocuparán mayor espacio mediático en España este año serán las elecciones presidenciales de EEUU. Estas elecciones se han iniciado con las primarias de los dos Partidos mayoritarios en aquel país, el Partido Demócrata y el Partido Republicano, que elegirán a sus candidatos a la presidencia de EEUU, culminando este proceso con las elecciones Presidenciales del gobierno federal, que tendrán lugar a finales de año, en noviembre. Tal largo proceso consumirá casi un año, habiéndose iniciado el pasado 4 de enero en el Estado de Iowa la carrera hacia la presidencia del país que se considera más poderoso del mundo, un país con un sistema político presidencialista, cuyas políticas, tanto nacionales como internacionales, afectan a la gran mayoría de la población mundial, incluida la de nuestro país.



De ahí la enorme atención mediática que tal proceso absorberá, puesto que de su resultado se derivaran muchas consecuencias que afectaran a nuestra población. No hay duda, por lo tanto, de que es muy importante conocer lo que ocurre en aquel país.Este conocimiento se adquiere en nuestro país primordialmente a través de los medios de información españoles, que, por desgracia, reproducen con excesiva frecuencia la interpretación de la realidad estadounidense promovida por los mayores medios de información de EEUU, y que constituye la “sabiduría convencional” de lo que es, de lo que ocurre y de lo que pasará en aquel continente. Un ejemplo de este tipo de reportaje, es la cobertura de las elecciones de New Hampshire, hecha por el periodista Josep Cuní (de TV3), en el programa televisivo matinal más visto en Cataluña.



En su interpretación de aquellos hechos, el Sr. Cuní reproducía la dada por los canales más importantes de televisión de EEUU (CNN, CBS y ABC) idealizando la realidad de aquel país. El Sr. Cuní, un periodista liberal con sensibilidad nacionalista, presentó la sanidad estadounidense (uno de los temas más importantes en aquellas elecciones) en unos términos casi irreconocibles para los que conocemos de cerca aquella sanidad. Señaló que la sanidad pública de aquel país cubre a los pobres, mientras que la sanidad privada cubre a la mayoría de ciudadanos permitiéndoles negociar con los médicos su factura y la cobertura médica que desean recibir.



La sanidad estadounidense, sin embargo, es muy distinta: Medicaid (el programa de financiación federal y estatal que atiende a los indigentes) cubre solo al 10% de todos los pobres de EEUU; y no es el ciudadano el que escoge al médico y paga su factura sino que es principalmente el empresario de donde él o ella trabajan (hablaré de ello más adelante en este artículo) Escribí al Sr. Cuní corrigiéndole y pidiéndole que publicada una rectificación que no ha hecho. ¡Ni siquiera me contestó! La arrogancia de gran parte de estos medios en nuestro país es enorme.En otras ocasiones el reportaje alcanza dimensiones de gran frivolidad, como ocurre en el artículo de Moisés Naim, qien en su columna en El País del 10 de enero, “La abuela y la lagrima”, atribuye la victoria de Hillary Clinton en New Hampshire al impacto que tuvo en el electorado el hecho de que esta candidata llorara durante una presentación.



Tal argumento aparece también en un artículo de Mario Vargas Llosa (del cual hablaré más tarde) en un reportaje que se caracteriza por su superficialidad.Es inevitable que la lectura de aquella realidad por parte de los medios se haga según los intereses que tales medios representan o según la postura o simpatías políticas del que informa. Ni que decir tiene que hay también periodistas en España que intentan cubrir aquella realidad de una manera más objetiva. Pero incluso entre estos, detecto problemas de interpretación como consecuencia de que los conceptos, los símbolos e incluso la narrativa de la cultura política y mediática de aquel país son muy diferentes a las existentes en España y en Europa.



No es fácil entender EEUU. Incluso los colores utilizados en los símbolos políticos son diferentes; en realidad son opuestos. En EEUU, por ejemplo, el color rojo es el color de las derechas, mientras que el color azul es el color de lo que se consideran las izquierdas. Los Estados rojos son los Estados de mayoría republicana; los estados en azul son los Demócratas. En España es precisamente al revés, el color rojo es el color de las izquierdas y el color azul es el de las derechas. Si en EEUU vas a una reunión y ves banderas y pañuelos rojos puedes deducir que es una reunión de derechas, al revés que en España.Pero incluso más importante que las diferencias de coloraciones en los símbolos políticos es la diferencia en los conceptos utilizados en la narrativa política.



En EEUU un político que apoye unas políticas públicas que favorezcan el crecimiento del gasto público, la expansión de políticas presupuestarias de orientación redistributiva, una carga fiscal alta y progresiva y un elevado gasto social se define como un político liberal, precisamente lo opuesto a lo que es un liberal en Europa. En nuestro continente, en Europa, un liberal es un político que quiere reducir las intervenciones públicas, quiere disminuir los impuestos, no cree en políticas redistributivas, y favorece la privatización no sólo de la provisión sino también de la financiación de los servicios públicos.



En EEUU a tal político no se le llama liberal, sino conservador. Los medios españoles traducen literalmente el término liberal sin aclarar tal distinción, creando una gran confusión. Un ejemplo, entre muchos otros, es el artículo de El País, de su corresponsal en New Hampshire, Antonio Cano (10.01.08), que indicaba, en su análisis de las primarias de aquel estado, que los liberales apoyaron a los candidatos demócratas. En otras ocasiones esta confusión se promueve con fines propagandísticos por parte de autores o medios liberales españoles (en la terminología europea), presentando a los liberales estadounidenses como los votantes más progresistas en aquel país. Un ejemplo de ello es Mario Vargas Llosa, quien en su artículo sobre las elecciones en EEUU titulado “Obama y las primarias” se refiere a la mayoría de votantes progresistas que apoyaron al Partido Demócrata como liberales.



En realidad, gran número de los votantes que se definen como liberales en EEUU son socialdemócratas, punto que prácticamente nunca se aclara en los medios españoles y todavía menos en los artículos de Mario Vargas Llosa y compañía.La mayoría de liberales (en el sentido estadounidense de la palabra) están en el Partido Demócrata. Se llaman New Dealers y estan arraigados en la tradición establecida por los presidentes Franklin Roosevelt y Harry Truman, que establecieron el New Deal, basado en la Seguridad Social y en la universalización de derechos laborales y sociales a toda la ciudadanía estadounidense.



La dirección del Partido Demócrata, desde la época del presidente Carter (definido por el The New York Times como el presidente más conservador que el Partido Demócrata haya tenido en la segunda mitad del siglo XX) se ha ido distanciando de esta tradición, siendo el Presidente Clinton el que se distanció más, rehusando definirse como liberal (en terminología estadounidense) aunque durante las elecciones del año 1992 se presentó como un New Dealer (el Finantial Times lo definió incluso como “un socialdemócrata que se inspiraba en la experiencia sueca”, comprometiéndose, por ejemplo, en el establecimiento de un programa universal de sanidad que cubriera a toda la ciudadanía de EEUU).



Después de ser elegido y como consecuencia de su proximidad a Wall Street (el centro financiero de aquel país) se distanció de esta tradición, siendo ello responsable de la enorme abstención entre la clase trabajadora y las bases populares del Partido Demócrata (que son en su mayoría New Dealers) causando la derrota del Partido Demócrata en las elecciones al Congreso de EEUU de 1994, en las que el Partido Republicano consiguió prácticamente el mismo número de votos que en las anteriores elecciones al Congreso (en un año no presidencial) en 1990, mientras que el Partido Demócrata perdió un gran número de votantes debido a la abstención, que se centró mayoritariamente en la clase trabajadora.



Esta fue la causa de la mal llamada “revolución republicana” en 1994 cuando tal Partido ganó el control del Senado y del Congreso de EEUU.La mayoría de los conservadores apoyan al Partido Republicano, el cual se ha ido radicalizando con el tiempo, estando hoy liderado por la ultraderecha, llamada neocons. El sistema electoral favorece el bipartidismo (y prácticamente imposibilita la aparición de otros partidos). De ahí se deriva la imagen que el Partido Republicano es la derecha y el Partido Demócrata es el centro-izquierda. Tal imagen, sin embargo, no se corresponde con la terminología europea.



La dirección del Partido Demócrata no es de centro izquierda: es de centro derecha. Aun cuando grandes sectores de las bases del Partido Demócrata (los sindicatos y los movimientos sociales, tales como el Movimiento de los Derechos Civiles y muy en particular el Rainbow Coalition liderado por Jesse Jackson, el Movimiento Feminista y gran parte del Movimiento Ecologista) son de centro-izquierda, la gran mayoría de representantes políticos y del aparato del Partido Demócrata son de centro y centroderecha.



Ninguno de los dos candidatos más conocidos del Partido Demócrata, Hillary Clinton y Barak Obama, proponen por ejemplo, un sistema sanitario universal financiado públicamente, tal como ocurre en la mayoría de países europeos. Hillary Clinton está pidiendo la universalización del sistema sanitario basada en la obligatoriedad de que los empresarios ofrezcan cobertura sanitaria a sus empleados y trabajadores pagando su seguro sanitario privado como parte del convenio colectivo. El sistema sanitario, bajo la Administración Clinton, continuaría gestionado por las compañías privadas de seguros, mientras que Barak Obama ni siquiera pide la universalización de la cobertura sanitaria (tal como erróneamente informa Mario Vargas Llosa en su artículo de El País), limitándose a pedir la expansión de la muy limitada cobertura sanitaria que existe en EEUU a base de incentivos y subsidios a las empresas y a los individuos (mediante desgravaciones fiscales semejantes a las propuestas por el PP y CiU en España y en Cataluña). Presentar tales dirigentes como dirigentes de centro-izquierda exige una cierta elasticidad en el lenguaje político nuestro.


Otra confusión que aparece frecuentemente en los medios españoles es la terminología que se utiliza para definir la estructura social del país. En EEUU el término clase media se utiliza para definir predominantemente a la clase trabajadora. La mayoría de encuestas utilizadas por los medios de información estadounidenses para averiguar la clase social a la que una persona considera pertenecer preguntan al ciudadano: “¿es usted de clase alta, de clase media o de clases baja?”. La predecible respuesta es clase media, de lo cual se deriva la conclusión errónea de que la mayoría de la ciudadanía se considera clase media. Pero en las escasas encuestas en EEUU en las que a la población se le pide si se considera clase empresarial (corporate class), clase media (midle class) o clase trabajadora (working class) hay más estadounidenses que se autodefinen como clase trabajadora (46%) que clase media (32%).



El término clase trabajadora, sin embargo, apenas se utiliza en los medios o en la cultura política estadounidense.. Todos los candidatos demócratas (e incluso algunos republicanos) utilizan un lenguaje crítico de la clase empresarial (corporate class), una clase que se ha beneficiado enormemente de las políticas públicas del Presidente Bush (cuyas reformas tributarias altamente regresivas son semejantes a las que realizaron en España, el PP, con el apoyo de CIU).



Es electoralmente muy rentable en EEUU atacar a estos intereses de la clase empresarial pues tal clase goza de escasa estima a nivel popular. De ahí que todo los candidatos Demócratas, sin exclusión, hayan propuesto eliminar tales reformas fiscales. No así la mayoría de los candidatos republicanos. En este discurso de los candidatos la lucha de clases aparece como un conflicto entre la mayoría de la ciudadanía que se presenta como la clase media frente a los grupos de intereses pertenecientes a la corporate class.


Por último, permítanme otra observación que considero pertinente acerca de las consecuencias de la falta de conocimiento o ignorancia de la política estadounidense por parte de políticos españoles y catalanes.



En un libro autobiográfico del portavoz de los nacionalistas conservadores catalanes, David Madí, éste utiliza en la portada del libro una fotografía bien conocida en EEUU, que en su original es del General Patton con una bandera de EEUU en el fondo. En la portada del libro de Madí, la cara de Patton ha sido sustituida por su propia cara y la bandera estadounidense por una bandera catalana. La figura y el uniforme del General Patton son claramente reconocibles. El Sr. Madí es una personalidad conocida en el mundo político catalán por haber dirigido la campaña electoral del Sr. Artur Mas, campaña que se caracterizó por una clara agresividad y manipulación, con escasa atención a los criterios éticos que deberían respetarse incluso en una campaña electoral.



Hay que asumir, sin embargo, que al utilizar la figura del General Patton, el Sr. David Madi desconocía que tal General fue destituido de su mando militar por el Presidente Truman debido, entre otros hechos, a haber abofeteado a soldados estadounidenses durante la II Guerra Mundial, hecho que creó una enorme indignación entre las clases populares y que forzó su destitución, habiendo mostrado unos comportamientos incompatibles con la dignidad de los soldados y con la representatividad de unas fuerzas militares que estaban luchando contra el nazismo y fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. Como indicó el Presidente Truman al destituirle, “el General Paton no entiende por qué EEUU está luchando contra el nazismo y el fascismo. Su comportamiento, ofensivo con las tropas estadounidenses, choca con lo que motiva nuestra intervención militar, que es la defensa de la democracia, de la libertad y de la dignidad de las personas” (Memorias del Presidente Truman).



El general Patton ha sido un punto de referencia para la ultraderecha estadounidense por su historial y posturas de extrema derecha. Supongo que el Sr. David Madí desconocía estos hechos. Pero, además de crear situaciones embarazosas para algunos políticos de la derecha nacionalista catalana, el desconocimiento de aquella realidad puede llevar a políticos españoles (incluidos partidos de izquierdas) a conclusiones preocupantes. De ahí la importancia de que se conozca bien la realidad de aquel país.


No creo que sea inmodesto decir que considero que conozco bien aquel país. Tras tener que irme de España por razones políticas en el año 1962 he vivido un largo exilio en Suecia, Gran Bretaña y EEUU. En este último país, he vivido más de treinta y cinto años, habiendo participado activamente en la vida académica de aquel país (como Catedrático de Políticas Públicas y de Estudios Políticos de la The Johns Hopkins University) y en su vida política como dirigente del Rainbow Coalition, la rama de izquierdas del Partido Demócrata, y como miembro del grupo de trabajo en la Casa Blanca, liderado por la Sra. Hillary Clinton, encargado de la reforma del sistema sanitario de aquel país. Tengo también la citación del Departamento de Salud y Bienestar Social del gobierno federal de EEUU (equivalente a nuestro Ministerio de Salud) de haber sido uno de los científicos que ha contribuido más al mejoramiento de la salud y bienestar social del pueblo estadounidense.



Cito este último detalle para protegerme de la burda acusación que se hace en círculos liberales y conservadores españoles, que frecuentemente tildan como “antiamericano” a cualquier voz crítica de las instituciones representativas de la democracia estadounidense. Creo, por lo tanto, conocer bien aquella realidad, habiendo mostrado en mi vida un compromiso emocional e intelectual con aquel país, al cual también considero, junto a Cataluña y a España, como el mío.


El contexto político estadounidense que configura el proceso electoral de las primarias.
Lo primero que hay que hacer para entender el proceso electoral de EEUU es conocer el contexto político en el que aquel proceso se desarrolla. Y este contexto tiene elementos muy positivos pero también muy negativos. En EEUU hay muchos elementos que limitan enormemente el carácter democrático del sistema estadounidense.Pero, empecemos por los aspectos positivos y uno de ellos es el sistema de primarias en los Partidos políticos, un sistema que se vive en toda intensidad y que permite un debate vivo dentro de los dos Partidos.



Durante meses, podremos ver un intenso debate entre posturas diferentes. Estas posturas son particularmente diferenciadas durante esta campaña pues todos los candidatos Republicanos presentan posturas claramente diferentes a las presentadas por los candidatos Demócratas. Este ejemplo de democracia interna, que permite a las bases de los Partidos participar en la elección de sus representantes, es un sistema de gran atractivo y que explica su generalización a otros países incluyendo España. Este sistema de primarias hace que los representantes sean sensibles a las demanda de las bases de los Partidos, diluyendo el poder de sus aparatos. Es también en las primarias donde se expresan las distintas sensibilidades dentro de los Partidos, apareciendo estos como paraguas que cubren a distintas orientaciones y tradiciones dentro de un mismo Partido.



Esta realidad es la que se intenta recoger en el establecimiento del Partido Demócrata europeo, claramente inspirado en el Partido Demócrata estadounidense (y del cual hablaré más tarde).Pero estos elementos positivos, quedan claramente limitados y reducidos por otros dos elementos sumamente negativos. Uno es la privatización de todos los procesos electorales. Es decir, no hay limitaciones en cuanto al gasto que cada candidato puede hacer en la promoción de su candidatura.



Durante las elecciones del 2004 el senador Kerry consiguió 250 millones de dólares y el presidente Bush 280 millones para sus campañas. Para las elecciones del 2008, tanto Hillary Clinton como Barak Obama ya habían conseguido cerca de 100 millones, incluso antes de iniciarse la primera elección en Iowa, a principios de Enero (Leslie Wayne. The New York Times. 07.01.07). Este dinero viene en su mayoría de intereses y grupos económicos, financieros y corporativos (incluyendo asociaciones profesionales).



Naturalmente que las donaciones por parte de estos intereses no son altruistas; responden a su deseo de tener acceso e influencia a los candidatos y configurar en gran manera sus políticas. Este dinero se utiliza sobre todo para comprar anuncios en la televisión, cuyo espacio mediático no está regulado y está disponible al mejor postor. El mensaje de los candidatos tiene que alcanzar al público y lo hace preferentemente a través de los medios de información (la mayoría privados en EEUU) que están a su vez controlados por grupos mediáticos. Siete de ellos controlan la mayoría de medios de información en Estados Unidos. Tales intereses mediáticos e intereses financieros y empresariales tienen, por lo tanto, un enorme control en la presentación de los candidatos.



Así –tal como informó Bill Moyers en PBS- el candidato de izquierdas del Partido Demócrata, Dennis Kucinich, que propone una reforma del sistema sanitario transformando el sistema estadounidense de financiación predominantemente privada a otro sistema predominantemente público (tal como los sistemas sanitarios europeos) excluyendo a las compañias de seguros privados de su gestión, fue vetado en el debate televisivo más importante que tomó lugar en Iowa, patrocinado por el diario Des Moines Register, próximo a las compañías de seguros. Lo mismo ocurrió en New Hampshire en el debate del canal televisivo ABC, el segundo más grande de Estados Unidos. Kucinich, participó en otros debates en otros forums menos visibles y las encuestas mostraron que ganó cada uno de aquellos debates pese a lo cual ha sido el candidato más excluido de la mayoría de los debates (Bill Moyers Report. 07.01.07). Ningún otro candidato Republicano o Demócrata ha hecho ninguna propuesta de eliminación de las compañías de seguros privadas de la financiación o de la gestión del sistema sanitario. Aconsejo al lector que vea la película SICKO de Michael Moore que muestra las consecuencias de tener un sistema sanitario financiado y gestionado por las compañías de seguros, tal como existe en EEUU.

 Por cierto, es sorprendente que este film no se haya presentado en España, cuando ha sido mostrado ya en la mayoría de países europeos. Sería interesante que se hiciera en España antes de las elecciones de Marzo, puesto que las derechas españolas y catalanas están promoviendo un sistema semejante de financiación y gestión privada para nuestro país.Volviendo a EEUU, la evidencia de que los lobbies económicos tienen una enorme influencia en la vida política en Estados Unidos es enorme. Algunos apologistas de aquel sistema electoral privatizado han citado, como ejemplo de que el dinero no tiene influencia en las campañas electorales, el hecho de que los candidatos con mayor apoyo financiero, en el Partido Republicano, Mitt Romney y en el Partido Demócrata Hillary Clinton, perdieran las primarias en Iowa frente a otros con menos fondos.

Pero lo que estos autores ignoran es que el dinero es una condición necesaria pero no suficiente. Tener mucho dinero no quiere decir que ganen los candidatos que tengan más (aún cuando en un estudio reciente de Public Citizen se documentó que el 92% de candidatos al Congreso en las elecciones al Congreso de 2004 que tenían mayor aportación financiera fueron los que ganaron aquellas elecciones). Sin dinero los candidatos tienen enormes dificultades para que la población conozca sus propuestas.

 No sólo Kucinich sino también Edwards (que es el candidato más a la izquierda después de Kucinich) tienen enormes dificultades en poder presentar sus posturas puesto que tienen muchas menos exposición mediática al tener menos aportaciones financieras que las que tiene Clinton u Obama. Edwards, al haber aceptado la financiación pública de su campaña, tiene sólo 45 millones de dólares para gastar durante todo el año 2008, más de veinte veces menos de lo que tendrán Clinton y Obama, que no han aceptado tal financiación pública (lo cual les libera de poder conseguir la financiación privada que deseen, sin límites). Esta situación reduce las posibilidades de Edwards de acceder al público.La segunda gran limitación de la democracia estadounidense es el sistema bipartidista con solo dos grandes Partidos, ambos muy influenciados por grupos económicos, financieros y corporativos.

No es un sistema proporcional, lo cual quiere decir que es prácticamente imposible crear un tercer Partido en las elecciones al Congreso y a las elecciones estatales (los estados son equivalentes a las CCAA en España). Rige un sistema electoral de todo o nada. Es decir, que para que un Partido gane representación parlamentaria tiene que conseguir más del 50% de los votos, ganando entonces todos los delegados de aquel Estado. Ello imposibilita la presencia parlamentaria de terceros Partidos. De ahí que candidatos de tercer partidos, perjudican por regla general al Partido más cercano ideológicamente, permitiendo la victoria del Partido con el que tienen mayores desacuerdos. Así Clinton ganó gracias al candidato Perot que restó votos a Bush padre y Gore perdió contra Bush hijo como consecuencia de la candidatura de Nader que le quitó votos a Gore. Esta situación explica la gran alienación de la mayoría de la población que no se siente representada por tales Partidos políticos.

Nada menos que el 72% de la población no se considera representada por el Congreso de EEUU, siendo esta percepción la causa de una enorme abstención, abstención que, por cierto, es favorecida por la mayoría de los representantes políticos (lo mismo ocurre en las elecciones a los parlamentos de los Estados). Me di cuenta de ello en 1988 cuando el candidato de izquierdas del Partido Demócrata, el dirigente del Rainbow Coalition, Jesse Jackson, consiguió un 40% de los delegados del Partido Demócrata durante las primarias de aquel año. En las negociaciones de Jackson con el Gobernador Dukakis (que consiguió la mayoría de los delegados) para conseguir el apoyo de Jesse Jackson a su candidatura para Presidente de EEUU, pude ver (yo estaba en la delegación de Jesse Jackson) que no había mucho interés por parte del Partido Demócrata de que subiera la participación tal como pedía Jesse Jackson.

Y la razón era clara. El gobernador del estado de Maryland (que es el que dirige el partido gobernante, el Partido Demócrata en aquel Estado), por ejemplo, no desea que aumente la bajísima participación, que es sólo de un 30%, pues con solo un 16% sale reelegido, porcentaje fácilmente conseguible a partir de políticas clientelares. Si la participación fuese mayor, necesitaría movilizar un porcentaje mayor, lo cual puede crearle problemas, pues nuevos votantes pueden significar un interrogante. De ahí que la baja participación favorezca la permanencia en el poder de los elegidos. Según Public Citizen el 94% de los representantes políticos que se presentan a la reelección en EEUU, salen reelegidos, convirtiendo a la clase política estadounidense en la clase política más estable de todas los sistemas democráticos en existencia. Esta estabilidad, debida a la bajísima participación, empobrece enormemente la calidad democrática de aquel país.



Este es, precisamente, el gran punto débil del Partido Demócrata Europeo. Quiere reproducir el bipartidismo estadounidense en la Unión Europea. Las izquierdas, en este sistema, perderían influencia, como lo demuestra lo que ocurre en el Partido Demócrata de EEUU. Aun cuando una parte significativa de las bases de este partido son personas de centro izquierda, su influencia es menor, pues los aparatos de Partido y los candidatos más visibles son de centro o centro derecha. No hay duda de que las izquierdas serían más poderosas si EEUU tuviera un sistema proporcional en lugar de presidencial bipartidista. En realidad, este debate ocurrió dentro de las izquierdas de aquel país durante los años 30 en el siglo pasado.



El Partido Socialista quería establecer un Partido Laborista, alternativo del Partido Demócrata. El Partido Comunista, sin embargo, prefirió la avía que se llamaba “entrista” es decir entrar dentro del partido Demócrata e influenciarlo dentro de él. Los sindicatos apoyaron esta vía y las izquierdas tuvieron gran influencia en la Administración Roosevelt jugando un papel muy importante en el establecimiento de New Deal. Incluso hoy en día, los sindicatos juegan un papel importante en las primarias del Partido Demócrata. Pero, esta influencia se ha ido diluyendo como consecuencia del cambio ocurrido en las campañas electorales y el enorme peso que tienen los lobbies económicos, financieros y corporativos en la financiación de las campañas electorales y en la accesibilidad a los medios de comunicación, entre otros hechos.



El aparato del Partido (cuyo mayor objetivo es conseguir fondos de los lobbies para sostener las campañas electorales) así como los propios candidatos son más sensibles a tales lobbies que no a las bases del partido y esto ocurriría en un Partido Democrático europeo, perdiendo las izquierdas la capacidad de influenciar el proceso político que hoy tienen a partir de sus propios partidos políticos como ocurre en un sistema proporcional.Y la tercera gran limitación en aquel sistema electoral es el Senado, en donde cada Estado, independientemente del tamaño del Estado, está representado por dos senadores. Ello discrimina a los Estados más populosos que son los más industriales y más progresistas a favor de unos Estados más pequeños y rurales y más conservadores.



Este sistema fue diseñado por los Fundadores del País, terratenientes agrícolas en su mayoría que querían diluir el poder de las urbes ciudadanas más progresistas. Ello explica el carácter profundamente conservador del Senado. El colegio electoral que elije al Presidente de EEUU tiene, por cierto, el mismo sesgo escasamente democrático.Como consecuencia de estas enormes limitaciones a la democracia nos encontramos en EEUU con una enorme abstención, consecuencia de una gran alienación entre los gobernados y sus gobernantes, distancia que caracteriza aquel sistema. Más del 62% de la población considera que el sistema político no representa sus intereses, porcentaje que es incluso mayor entre la clase trabajadora, la mayoría de la cual no participa en el proceso electoral.



Esta alienación queda muy bien reflejada en las canciones de Bruce Springsteen, el cantante junto con Pet Seeger, más crítico con el sistema político estadounidense. En realidad, la distancia entre lo que la población desea y lo que el Congreso aprueba es enorme y se ha ido incrementando. Las encuestas muestran que la mayoría de la población desea (1) un sistema sanitario universal de financiación pública, (2) un gobierno federal que desarrolle políticas redistributivas que reduzcan las desigualdades sociales que se consideran escandalosamente altas, (3) un salario mínimo un 40% más alto del existente, (4) un control de las armas de fuego, frenando la distribución excesivamente accesible por parte de la ciudadanía, (5) una seguridad social que mantenga el estándar de vida de los pensionistas, (6) una reducción del gasto militar y un aumento de gasto social, (7) una reducción de la presencia militar de EEUU en el mundo, (8) una retirada de tropas en Irak, y un largo etcétera. Pues bien, ninguna de estas políticas públicas han sido aprobadas por el Congreso de EEUU. En realidad, el Congreso, que ahora está dominado por el Partido Demócrata, ha seguido la mayoría de políticas desarrollados por el Congreso cuando éste estaba controlado por el Partido Republicano, incluido el apoyo a la guerra de Irak.



Antes de las últimas elecciones al Congreso de EEUU (año 2006), el Congreso controlado entonces por el Partido Republicano, era el Congreso menos popular de los que habían existido en los últimos cincuenta años. De ahí, el deseo de cambio que se manifestó en las elecciones de 2006, en las que el Partido Demócrata ganó las elecciones y recuperó el control del Congreso tanto de la Cámara Baja como del Senado. Hoy, las últimas encuestas, muestran que el Congreso, ahora controlado por los Demócratas, es incluso más impopular, habiendo decepcionado enormemente al electoral Demócrata. De ahí se deriva el sentimiento antiestablishment en contra de Washington ampliamente extendido entre las bases del Partido Demócrata. Es en este contexto que debe analizarse lo qué está pasando en las primarias.


¿Qué pasa en las primarias?
Iowa vio una gran movilización de las bases del Partido Demócrata y de los independientes frente a la dirección del Partido Demócrata. El número de participantes dobló el del año 2004. Un tanto semejante ocurrió en el Partido Republicano, aunque en menor tono. En este último, en las primarias del Partido Republicano, salió ganador el exgobernador del estado de Arkansas, un tal Huckabee, un populista libertario evangelista que se presentó como el adversario a lo que el llamaba maridage de Wall Street (centro de la banca en EEUU) con el gobierno federal.Pero la mayor movilización tuvo lugar en el Partido Demócrata, donde el establisment político y mediático, había ya dado por ganadora a Hillary Clinton, claramente la candidata de la dirección del Partido Demócrata.



Pero, lo que tal establishment desconocía era la enorme animosidad que existe entre las bases de tal Partido hacia su dirección. Hillary Clinton, junto con la dirección del Partido, había aprobado todas las resoluciones a favor de la invasión y ocupación de Irak, incluso después del voto anti-ocupación de Irak que produjo la victoria del Partido Demócrata en las últimas elecciones al Congreso.



Es más, mientras que otros miembros del Senado que habían votado a favor de la invasión de Irak, habían admitido su error, tal como el entonces senador John Edwards, Hillary Clinton nunca reconoció tal error, ni se disculpó por ello. Incluso en la última votación de apoyo a la ocupación de Irak, Clinton apoyó tal resolución. Mucho se ha especulado sobre las causas de tal postura. Una de ellas es la enorme influencia del lobby judío en EEUU, muy influyente en el estado de Nueva York, de donde Clinton es Senadora y su apoyo incondicional por las políticas del gobierno israelí. Otra es la necesidad de mostrar que es un halcón en política militar y exterior, a fin de contrabalancear la imagen de la derecha de que una mujer no “es el mejor hombre para dirigir las fuerzas armadas de EEUU”. Psicoanálisis aparte, el hecho es que Clinton había criticado a Bush en varias ocasiones como demasiado blando en la invasión y ocupación de Irak.



Ella fue la gran perdedora de aquella noche del 4 de Enero. En su discurso después de las elecciones, rodeada de su esposo Bill Clinton y de varios miembros del gobierno Clinton, incluida la secretaria de Estado Margaret Allbright, indicó que su mayor fortaleza era la experiencia que había tenido en el gobierno federal (aludiendo a su conocimiento adquirido como Primera Dama) contra la supuesta inexperiencia del candidato Obama, sin apercibirse, que lo que hacia atrayente a Obama, entre las bases del Partido y muy en particular entre los jóvenes, era precisamente su inexperiencia en el mundo de Washington, claramente desacreditado hoy en EEUU. Hillary Clinton cambió rápidamente de táctica presentándose en New Hampshire también como la candidata del cambio. El tamaño mucho menor de la población estudiantil en New Hampshire versus Iowa, explica que Obama tuviera menos votos, alcanzando un segundo lugar en lugar del primero. Contribuyó a la victoria ajustada de Hillary Clinton, la movilización en su apoyo de las mujeres y también de los sindicatos del sector público.



Clinton continúa teniendo el mayor número de fondos que cualquier candidato haya tenido en la historia de las primarias.El candidato Obama, se presentó como el candidato anti-Washington y anti-establishment, vanagloriándose precisamente de no ser parte del establishment. Obama procede del movimiento de defensa de los derechos civiles, habiendo sido un activista de tal movimiento en Chicago. Su estilo de discurso (es un gran orador) es típico del estilo de Martin Luther King, incluso en sus tonos de voz. Estilo muy semejante pero contenido muy diferente; es incluso deliberadamente distante del discurso de los dirigentes afroamericanos. Nunca habla de raza lo cual, para un dirigente afroamericano, es una gran novedad y su defensa de los derechos civiles abarca a todos los sectores de la ciudadanía. Y lo hace en un tono muy conciliador, muy emotivo y muy genérico. Nadie se siente amenazado con este discurso y de ahí su amplia aceptación y promoción por parte de medios mayoritarios de opinión. Es más, aún cuando no habla de raza, la raza juega un papel fundamental.



Votar por él, un negro, permite mostrar al votante que no es racista. Es un test de civilización. Se presenta así como una mezcla de Martin Luther King y Bob Kennedy. Y de ahí su capacidad de movilización entre la gente joven y sobre todo estudiantil. Y su gran atracción es que votó en contra de la invasión de Irak, que afirmó sus credenciales de ser distinto a la dirección del Partido Demócrata.Pero su estrategia basada en el consenso detrás de principios muy genéricos es también su gran debilidad. Tanto Paul Krugman como Michael Moore han subrayado que la solución de los enormes problemas económicos y sociales en EEUU requeriran conflictos muy marcados que no pueden ignorarse bajo expresiones consensuadas de buena voluntad.



Desear un consenso es dar un poder de veto a los grupos responsables de aquellos problemas. Por ejemplo, la situación del sistema sanitario, es enormemente preocupante. Incluso el Presidente Nixon ya la había definido como “lamentable”. EEUU se gasta el 15% del PIB en sanidad y a pesar de ello el 68% de la población está insatisfecha con el sistema sanitario, pues tiene enormes dificultades en el acceso y pago a los servicios sanitarios, 46 millones de estadounidenses no tienen ninguna cobertura sanitaria y el 68% de la población restante indica dificultades en poder pagar los sistemas de copago en su aseguramiento privado. La imposibilidad de tal pago es la primera causa de bancarrota personal en EEUU. Esta situación se debe en gran parte al enorme poder de las compañías de seguros privados, como es ampliamente reconocido en EEUU.



La mayor resistencia a la reforma sanitaria en EEUU que prometió el Presidente Bill Clinton procedía de las compañías de seguros (y no de la industria farmacéutica como ha escrito erróneamente Francesc de Carreras en La Vanguardia el 10/01/08) y del mundo empresarial el cual se oponía a perder el control sobre sus trabajadores que le da el hecho de que la cobertura sanitaria del trabajador y de su familia se realice a través del aseguramiento privado financiado primordialmente por el empresario y negociado en los convenios colectivos. Cuando un trabajador es despedido de un lugar de trabajo, este pierde no sólo su salario sino la cobertura sanitaria de él o ella y su familia. El sistema de financiación de la sanidad es un sistema de control de la fuerza laboral. Y de ahí que el mundo empresarial, se opusiera, junto con las compañías de seguros (y la banca) a que se universalizara la cobertura sanitaria, convirtiendo el acceso a los servicios sanitarios en un derecho de ciudadanía, tal como estábamos proponiendo en el grupo de trabajo de la Casa Blanca.



La reforma fracasó también debido a la desmovilización generada por las políticas liberales (en el sentido europeo del término) que siguió el Presidente Clinton una vez salió elegido y que incluían la desregulación del mercado de trabajo, la desregulación del comercio y apoyo al tratado NAFTA (oponiéndose a su modificación tal como pedían los sindicatos, para incorporar elementos de protección laboral y ambiental) y la priorización de la reducción del déficit del presupuesto federa a costa de reducir el gasto público y social. Tales medidas desmovilizaron a las bases del partido demócrata (ver mi libro: The Politics of Health Care Reform in the US.), responsable de la falta de apoyo popular a las propuestas de la reforma sanitaria (que se veían excesivamente moderadas) así como de la abstención trabajadora que originó la derrota del Partido Demócrata en 1994. De estos hechos, puede concluirse que la política de cambios consensuados, que promueve Obama sea una estrategia política que conduzca a otro fracaso.



En realidad, Obama es el único candidato que, como dije antes, no ha propuesto la universalización de la cobertura sanitaria, sugiriendo resolver el enorme problema de la limitada accesibilidad de la población al sistema sanitario a base de consensuar con las compañías de seguros los necesarios cambios que desean realizarse, reproduciendo así la estrategia que había seguido la Sra. Clinton en su reforma sanitaria de 1993 y que fracasó (para analizar las causas de aquel fracaso ver mi artículo: Getting the Facts Right. Why Hillary’s Health Care Plan Really Failed publicado en Counterpunch y disponible en mi web: www.vnavarro.org). Como bien criticaba Paul Krugman en su columna en el New York Times, “es difícil creer que puedan hacerse reformas en el sector sanitario sin enfrentarse a las compañías de seguros”. La estrategia de consensuar el cambio tranquiliza a los grupos económicos y corporativos que tienen un enorme poder en la vida política de EEUU (Obama es, junto con Hillary Clinton, el candidato que recibe más fondos de las compañías de seguros sanitarios privados).



El lenguaje conciliador de Obama transciende la división entre izquierdas y derechas, hablando de la convergencia de intereses entre todos, utilizando un lenguaje que contribuye a diluir su procedencia del Movimiento de Derechos Civiles (cuyo radicalismo, por cierto, posibilitó que hoy él pueda ser un candidato con probabilidades de ser considerado como presidente de EEUU). Como indicó Orin Kramer, un banquero de Nueva York que dirige la dimensión financiera y económica de la campaña de Obama, “un número creciente de contribuyentes a la campaña valoran su enfoque al tema racial, siendo este componente un atractivo para apoyarlo” (Herald Tribune 07.01.07).



La sorpresa mayor de Iowa fue, además de la victoria de Obama, la victoria inesperada de Edwards. Todas las figuras mediáticas le consideraban un perdedor, que conseguiría como máximo un tercer puesto. Edwards, como Senador, había sido parte del establishment de Washington. Había incluso, como gran parte de políticos sureños – Clinton, Gore, Gephart y otros -, adoptado posturas conservadoras. Había sido candidato a la vicepresidencia en las últimas elecciones en el año 2004. Y había apoyado la guerra de Irak.Pero, cuando dejó el Senado, fue radicalizándose, (tal como ocurrió con Gore, que ha experimentado una transformación muy notable, siendo hoy un político de posturas progresistas en EEUU), creando un centro de estudios sobre la pobreza en EEUU.



Hoy junto con Kucinich, es el único candidato que se define como heredero de la tradición de Roosevelt y Truman, siendo un Demócrata a favor de la extensión del New Deal, y a favor de políticas expansivas y redistributivas en el gobierno federal. En política económica está en contra de NAFTA (el tratado de libre comercio entre EEUU, Canadá y Méjico) y quiere transformar profundamente WTO, programas, acuerdos e instituciones enormemente impopulares entre los sindicatos, uno de los grupos más influyentes entre las bases del Partido Demócrata (aunque no en su dirección). En su estrategia política ha seguido la estrategia llamada por Paul Krugman de “lucha de clases”, que es la estrategia que el Partido Republicano teme más, al presentar a tal Partido como el portavoz del capital financiero y empresarial del país.



Y es el único candidato que se autodefine como Keynesiano criticando a Clinton y Obama por su liberalismo, afin a Wall Street (los asesores económicos de ambos son procedentes de Wall Street) definiendo como inmoral el deseo de ambos de crear un superávit en el presupuesto del gobierno federal, a costa de mantener un estado del bienestar subdesarrollado, con enormes necesidades. EEUU tiene los indicadores de calidad de vida más pobres entre los países más desarrollados.Este discurso pone muy nerviosos a la dirección del Partido Demócrata y a los medios de información que intentan descalificarlo como “anticuado”, “incoherente” y otros adjetivos. Añádase a ello, la crítica de hipócrita que también se le hace por parte de sectores (incluido progresistas) por no creer en su conversión, y presentarlo como un mero oportunista. Pero, lo cierto, es que es el único candidato (de los tres) que habla de la existencia de tensiones en EEUU no solo de raza y género sino también de clase social, siendo su discurso –cuando es presentado al público- uno de los mejor valorados por las bases del Partido Demócrata.



En el sector sanitario, favorece la posibilidad de que los Estados puedan establecer, si así lo desean, programas universales de financiación pública, apoyados por el gobierno federal. Su apoyo procede primordialmente de la clase trabajadora y de los sindicatos más a la izquierda en el aspecto sindical. Es el único candidato que se define como liberal, es decir, como New Dealer y, tal como hicieron Roselvert y Truman durante sus mandatos, considera la animosidad que genera entre las derechas como el mejor indicador que está haciendo lo que debe hacerse.En el lado republicano, el candidato que tiene mayores posibilidades es John McCain, que está más a la derecha que Bush, pidiendo un aumento significativo de las tropas en Irak. Tiene posibilidades de ser elegido porque su base electoral está muy movilizada y en caso de tener un contrincante que no movilizara a las bases demócratas podría ganar las elecciones.


¿Cuáles son las consecuencias para España?
Si un republicano ganara las elecciones, EEUU continuaría una actitud claramente beligerante. En caso del Partido Demócrata, no puede excluirse un cierto continuismo en sus políticas exteriores, aun cuando habrían algunos cambios dependen del candidato, siendo Hillary Clinton la más halcón y Edwards y Obama los más palomas.



Pero donde las diferencias serían mayores sería en las políticas internas, económicas y sociales. El Partido Republicano se ha comprometido a continuar bajando los impuestos, continuando la bajada de impuestos que realizó Bush (semejante, como indiqué antes, a las que hicieron en España el PP y CIU). Todos los candidatos demócratas, sin embargo, anularían las reformas fiscales realizadas por Bush. Todos ellos redefinirían la desregulación de los mercados internacionales, cambiando NAFTA (anulandolo en el caso de Edwards) y WTO. Y todos ellos aumentarían el salario mínimo (mas Edwards que Clinton y Obama) y facilitarían el desarrollo de los sindicatos, anulando las leyes y normas antisindicales de la Administración Bush. Pero una diferencia mayor entre ellos sería en sus políticas sanitarias pidiendo la universalización a través de las compañías de seguros privadas (en el caso de Clinton) o permitiendo la financiación pública (en el caso de Edwards). No habría universalización en el caso de Obama.


Otra diferencia importante es en política económica, en la que Clinton y Obama quieren reducir el déficit del presupuesto federal creando un superavit en el presupuesto mientras que Edwards está dispuesto a tener un déficit público (permitiendo un aumento de la deuda pública) a fin de aumentar el gasto público.



Si ganara Clinton o Obama veríamos una expansión de lo que se llama “Clintonomics” siendo el asesor de Clinton en temas económicos, Rubin, el banquero de Wall Street, que fue el Secretario de Economía y Hacienda del gobierno Clinton. Algo parecido ocurriría si fuera Obama. Caso diferente sería si ganara Edwards, que significaría la recuperación del Keynesianismo, tal como propone el Economic Policy Institut y el Centre for Economic and Policy Research que le asesoró. En cualquier caso, quien gane las elecciones tendrá una gran influencia en la promoción de sus políticas públicas, incluso de nuestro país. De ahí la enorme importancia, como decía al principio de mi artículo, que se comprenda la realidad de aquel país.
Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Políticas Públicas y de Estudios Políticos de la Johns Hopkins University.

Argentina:Balance electoral

Balance de las elecciones presidenciales: La esquizofrenia del
voto y la construcción de poder popular
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Prensa de Frente

La explicación del perfil del voto a Cristina Ligada exclusivamente a los mecanismos de control social y clientelismo de los aparatos tradicionales del peronismo parece insuficiente para dar cuenta de la complejidad del problema.



Hacía mucho que no se veía un perfil de voto tan estratificado en términos territoriales y también, de manera asociada, En términos sociales. En ese plano, la elección presidencial del último domingo propone con más claridad, si cabe, la discusión de hasta qué punto la institución del voto dejó de representar una expresión de poder de los que lo emiten para convertirse, en cambio, en una respuesta pasiva a las ofertas de productos electorales que sirven para asignar lugares a los sectores de un poder constituido y externo.



El 45 por ciento de los votos obtenidos por Cristina Kirchner, está dicho, se recolectó básicamente en el Conurbano bonaerense y en las provincias del Norte. El voto opositor, de apoyo a discursos teñidos con una fuerte impronta de derecha, dominó las grandes ciudades,incluida la Capital, salvo las parroquias más populares, como Lugano o Cristo Obrero, en las que también predominó el oficialismo kirchnerista.

Aún cuando existe una buena cantidad de datos que la sostienen, la explicación del perfil del voto a Cristina ligada exclusivamente a los mecanismos de control social y clientelismo de los aparatos tradicionales del PJ [Partido Justicialista, peronismo] parece insuficiente para dar cuenta de la complejidad del problema. En esa explicación se cuelan, fatalmente, matices despectivos que reservan la racionalidad, y hasta la dignidad, del voto para los sectores medios y
medios altos urbanos, "ilustrados". Habría que ponderar, en todo caso, sin idealizaciones, los niveles de racionalidad en la percepción de los sectores populares de las posibilidades reales que ofrece para sus intereses el hecho electoral.

Y sobre todo, y fundamentalmente, el nivel de desarrollo de los verdaderos escenarios de construcción de poder popular y la relación de representación concreta que tienen con esa realidad las propuestas electorales surgidas de los partidos de izquierda o de esfuerzos superestructura les y coyunturales de algunos luchadores visualizados como honestos, o cuando menos sin el desprestigio de la "clase política". La más que módica banca lograda por Claudio Lozano, en el espacio encarnado por Pino Solanas, y el nuevo retroceso en los votos obtenidos por el MST, el PO, el PTS o el MAS [partidos trotskistas] plantean medidas de esa relación.

Es posible una lectura que de cuenta de los niveles de "esquizofrenia" del voto, tanto el de los sectores populares que votaron por Cristina en nombre de equívocas sensaciones de moderación de la pobreza y el desempleo, como de la clase media y media alta que votó en contra del proyecto que les viene garantizando altísimos y concentrados niveles de consumo y de rentabilidad empresaria.

Pero esa lectura no puede reemplazar la de la imperiosa necesidad de profundizar las experiencias de construcción de poder popular en los escenarios, los territorios y con los métodos que en estos años, aunque de manera incipiente, balbuceante, contradictoria, permitieron verificar avances concretos.

Argentina: la Izquierda en su laberinto

La izquierda argentina, cada vez más lejos de las masas

Gustavo Robles

A veces se hace complicado mantener la compostura. Después de todo, por más "científicos" que pretendamos hacer nuestros razonamientos, los que nos declamamos militantes "de izquierda" somos, antes que nada, seres humanos. A mí, particularmente, va a ser difícil sacarme la bronca de encima, después de repasar los resultados de las elecciones del domingo que acaba de pasar.
Da bronca que los millones de asalariados y desocupados que sufren todo tipo de privaciones día a día voten a sus verdugos. Bronca y tristeza. Sin embargo, racionalmente encuentro respuesta para ello: vivimos en el sistema capitalista, en el sistema burgés, es decir, en un mundo y en un país donde mandan los patrones, que no sólo viven de explotar la riqueza que las mayorías producen, sino que le imponen a sus explotados una cultura, una manera de pensar, de ver la vida. La mayoría piensa como ellos quieren que piensen. Es decir, así es la realidad, y es por eso que luchamos para cambiarla, y es tan difícil lograrlo.




Da bronca pensar en cómo manipulan los números los lacayos de los patrones, los políticos del sistema, y sus herramientas de difusión. Por ejemplo, dicen que "la señora" Kristina logró casi el 45% de los votos (lo cual, en principio, no es una "mayoría", sino una "primera minoría", ya que para serlo debería superar el 50%). Sin embargo, nada dicen que del padrón electoral cosechó alrededor del 30% (8.200.000 sobre 27.100.000). Y se olvidan de mencionar que el abstencionismo, el voto en blanco y nulo, suman más de 8.500.000 voluntades (31% del padrón), constituyéndose en la verdadera "primera minoría" del país, superando a la presidenta electa (por supuesto algunos dirán que no es correcto contar el "abstencionismo estructural", que bajaría el porcentaje del, de todas maneras, impresionante número que expresa la bronca "contra todos"; pero a esos mismos nunca se les ocurre descalificar los votos clientelares -por ejemplo- de los partidos del sistema. Así que vayamos a los números sin más vueltas). Sin embargo, también a esto le encuentro la respuesta "racional": estos tipos son loque son, profesionales de la mentira, del engaño, de la entrega, y viven de eso ¿se puede esperar otra cosa de ellos? Por supuesto que no.



Por eso la mayor bronca me sacude cuando veo -otra vez y van...- los resultados de la izquierda. Recuerdo haber escrito algo parecido en
Cada elección, pero los infames números son como un eco eterno y lacerante, que vuelve, y vuelve, y vuelve... repitiéndose hasta el infinito. Y hasta El hartazgo.




Es que la izquierda que quiere "cambiar la realidad de raíz", logró algo que parecía imposible: superarse a sí misma en cuanto a patéticos
resultados:
La izquierda clasista, toda junta, sacó: 1,9%
Si contamos a Solanas: (1,61 + 1,9) 3,51%
y haciendo un esfuerzo, contando al PCA, y a Castells: (0,71 + 3,51) 4,22% .
Esto, visto desde el mismo punto de vista que los partidos del sistema, porque si contamos del total del padrón electoral, ese 4,22% se Transforma en: 2,82% ( 766.096 votos sobre un padrón de 27.090.236 )Números, lamentables, por cierto. Siempre decimos convencidos, desde el marxismo, que a través de los votos no se va a hacer la Revolución.


Pero estos sí deben servirnos como parámetro para saber dónde estamos parados en la consideración de las masas. Muy bien, en ese sentido, las elecciones Del domingo nos dicen taladrantemente que somos de una insignificancia dolorosa; casi inexistentes.



Y en este punto, cuando quiero encontrar respuestas "racionales", es donde la razón empieza a fallar. Porque, ¿cómo es posible que en el sector de La población donde "en teoría" se encuentra el pensamiento más humanista y más avanzado, se persista en cometer los mismos errores una y otra y otravez?


¿Cómo es posible que aquellos que se autoproclaman vanguardia no se den cuenta de una vez por todas que no vanguardizan nada más que a su Propia militancia (un grano de arena en el desierto), mientras que "el sujeto de cambio" les da la espalda y los rechaza? ¿Cómo es posible que aquellos Que se manejan como los dueños de "la Verdad" no caigan en la cuenta que esa "verdad" -sólo de ellos- los ha aíslado hasta el extremo de las Aspiraciones de los hombres y mujeres de nuestro suelo? ¿Cómo es posible que no se den cuenta que ninguno por sí solo puede hacer nada? ¿Cómo puede ser que privilegien sus "caprichos ideológicos" por sobre la necesidad imperiosa de millones de seres humanos? ¿qué pensamiento dialéctico es el que se estanca y se convierte en dogma? ¿qué método científico repite experimentos que probadamente llevan al fracaso?

Tengo miedo de que esto se siga repitiendo.
Hay que decir: basta.
Basta.
¡Basta.!
No podemos seguir así.


Hay que terminar con la autorproclamación, con la intolerancia, con el sectarismo, con la atomización, con el autismo, con la mezquindad, Caminos que nos llevan en dirección contraria a nuestros objetivos, y que demuestran cuán atravesado por la cultura burguesa está hoy el movimiento revolucionario. La izquierda así no va más. La Unidad de la Izquierda debe ser, sí o sí a partir de ahora, la máxima prioridad para los
Revolucionarios en Argentina.


Ahí está la realidad, implacable, dolorosa. La injusticia esparcida por doquier. Millones de vidas que no pueden satisfacer sus necesidades más básicas. La niñez empobrecida, violada, explotada. La vejez irrespetada y abandonada.


Por más reveses que nos depare la lucha de clases, por más que hoy el pueblo nos ignore, por más que el barro nos llegue al cuello, la necesidad de cambio permanece inalterable. Y la vigencia de las ideas que nos guían son banderas irrenunciables, porque sabemos que el mundo puede ser un bello lugar si lo compartimos equitativamente entre todos los seres humanos, sin miseria ni explotación, porque la vida merece ser vivida y gozada portodos y no por unos pocos.


La única salida para la Humanidad sigue siendo el Socialismo, porque la alternativa que nos ofrece el capitalismo es el orpobio y la extinción.
Si de verdad queremos concretar lo que decimos, no queda otra solución que terminar con los viejos vicios y las viejas prácticas. Para demostrar Que somos capaces de cambiar la realidad, primero debemos ser capaces de cambiar nosotros.