Translate,translator,traducteur,Übersetzer, traduttore,tradutor,переводчик

jueves, marzo 05, 2015

¿Es la china actual capitalista?-I

Rafael de Feliu y Poch
Me lo pregunte el día en que la millonaria Huang Ziyu, presidenta del consorcio inmobiliario “Riqueza Eterna” (Ever Rich Group), me enseñaba amablemente una de sus creaciones, Las Villas Ziyu de Pekín, una urbanización para los más ricos de China, “Ziyu”, el nombre de pila de la señora, significa “jade púrpura”. Donde antes había un basurero y campos de cultivo, ahora circulaban libres los ciervos y un centenar de especies de aves, en un entorno de lagos artificiales y bosques, bajo el plomizo y contaminado cielo pekinés: “Creamos este entorno ecológico para el bien de la humanidad”, dijo la señora, nacida en Taiwán, que vive entre la isla, y las ciudadades de Shanghai, Hong Kong y Pekín. Las casas de las Villas Ziyu, de unos seiscientos metros cuadrados, cuestan cuatro millones de euros. Gente rica de toda China, empresarios, artistas y magnates, viven o tienen casa allí, en total doscientos personas (la “humanidad”).

El lugar parecía desierto, si uno se abstraía de los ochocientos miembros del colectivo de servicio que pululaban por todas partes.

En Deszhou, cuatrocientos kilómetros al sudoeste de Pekín, entrevista a otro potentado chino, Huang Ming, magnate de las placas solares, ingeniero de cincuenta y un año. Era un hombre de otro perfil: austero, que viaja siempre en clase turista, cuando podría tener su propio avión. “Estoy en el sector del ahorro de energía, debemos predicar con el ejemplo”, me dijo.

En China hay unas quinientos mil personas con fortunas superiores al millón de dólares. Entre ellos hay 42 que entraron en la lista de los más ricos del mundo de la revista Forby. 1.125 nombres de los que 469 son de Estados Unidos y 14 de Francia. La mayoría de los millonarios chinos son empresario de primera generación-mucho de ellos especuladores inmobiliarios-, con gran presencia de jóvenes (menos de cuarenta y cincos años) y de mujeres, que ostentan 35 puestos en la lista de los quinientos mas ricos del país. Les gusta el golf, las grandes mansiones y los automóviles de lujo, pero ese colectivo de privilegiados está muy lejos de ser una oligarquía o una plutocracia, al estilo de los habituales en los regimenes capitalista, dictatoriales o democráticos.

No hay ninguna duda de que los ricos chinos utilizan al Estado.
De alguna manera, son satélites de la “estadocracia” (nomenclatura comunistoide), la seudoclase administrativa que monopoliza el control del país. Gran parte de ellos son parientes de” funcionarios, y sujetos de la tradicional operación de convertir poder (político y administrativo) en dinero y patrimonios heredables, característica de los antiguos países comunistas. Pero lo verdaderamente característico es que no controlan al Estado, sino que esta sometidos a él, de una forma mucho mas clara que en la Rusia poscomunista.

Hace unos años le pregunte a Roi Medveded, un  conocido ex disidente socialista ruso, durante la época de Brezhnev, que luego fue diputado del soviet supremo de Gorbachov, si creía que había algo de “socialismo” en China. Medvedev, que acaba de regresar de un viaje por el país, me dijo que lo único que quedaba era el papel del Estado. Entonces me pareció una respuesta demasiada discreta y concisa para ser convincente. Ahora, años después y con cierta experiencia personal en China, aquella respuesta me parece bastante exacta.

La urbanización pekinesa de la señora Ziyu tiene 67 hectáreas, y esta situada a un kilometro al noroeste de la Zona Olímpica de Pekín, es decir, es una perita en dulce inmobiliaria. ¿Cómo la consiguió? La respuesta esta en su tarjeta de visitas: buenas conexiones. Ella fue una de las primeras fortunas taiwanesas en invertir en China, y la nación se lo agradeció y recompenso. SIU es presidenta, o miembro, de hasta catorce asociaciones y organismos políticos sociales, incluida la cámara parlamentaria consultiva china. También el señor Huang Ming es diputado, y de la aun más relevante Asamblea Nacional Popular, donde defiende la sostenibilidad y, naturalmente a su propio sector industrial. Ambas deben cuidad, y mucho, al estado, al poder político. Y como ellos, toda su clase de nuevos ricos.

El 30 por 100 de los empresarios mas ricos de chinas son miembros del partido comunista y casi cuarenta de los cien mas ricos de la lista son diputados, como la señora Ziyu o le señor Huang. Aun más: el 40 por 100 propietarios de empresas privadas son miembros del Partido Comunista. ¿Cómo tiene que leerse esto? ¿Están los ricos tomando por asalto al partido único? Más bien al contrario: el partido esta integrando a los “nuevos sectores sociales” para ampliar su base representatividad, evitando de paso tentaciones de crear algún topo de fuerza empresarial autónoma organizada.

Con Jiang Zemin, el anterior presidente, la clase empresarial se fortaleció en China, con Hu Jintao y Wen Jibao parece mas bien al contrario, de ahí la tensión con la llamada “banda de shanghai”, el grupo mas neoliberal” del partido con bastión en shanghai-la ciudad financiera y de los negocios `por excelencia, con la máxima imbricación entre poder y dinero-, o la hostilidad de los medios de prensa chinos mas liberales hacia las ideas e seguridad Osicala, hacia cualquier indicio de reivindicación del maoísmo, hacia la ley  de convenios colectivos que amplia los derechos laborales y, general, hacia los nuevos enfoques keynesianos o de reforma de campo.

En China hay una economía de mercado, libre comercio, clases adineradas, etc., pero no hay capitalismo, por varios razones. Una de ellas es que el Estado chino no pertenece a los ricos, ni es una función de ellos, como explica el profesor Giovanni Arrighi:

El carácter capitalista de un desarrollo basado en el mercado no es determinante por la presencia de instituciones y reglamentaciones capitalista, sino por la relación que el poder del Estado mantiene hacia el capital. Ponga usted tantos capitalista como quiera en una economía de mercado, pero si el estado no esta subordinado a los intereses de clase de esos capitalistas, la economía mercado seguirá siendo no capitalista.

Estudiando la China imperial de los siglos XV y al XVIII Fernand Braudel ya destacaba la subordinación de la economía de mercado al Estado, ocasionada por la absoluta supremacía de lo político sobre lo económico. Ese rasgo continúa siendo central en la China de hoy, donde el Estado no esta subordinado a los intereses de clase de los más ricos, sino más bien al revés: la gente como la señora SIU y el señor Huang Ming están subordinados al Estado. Aunque suela ser presentada como un país que fue “comunista” y que ahora es “capitalista”, en lo relativo a la relación de los ricos con el Estado, China sigue en el esquema apuntado por Braudel para las dinastías Ming o Qing. No es que sea un país inmutable, al contrario, su cambio es muy dinámico, pero su sistema es diferente. En el siglo XVI, el sistema chino ya tenían mercado, comerciantes, asociaciones de comerciantes, bancos, prestamistas, etc., pero lo político estaba subordinado a ellos, sino al revés, y pobre de aquel que soñara con lo contrario. A mediados del XVII, los Zheng, una familia de comerciantes muy poderosa de Fujian, crearon  un estado rebelde en el sur de China donde fueron derrotados, y saltaron a Taiwán para crear allá un reino, finalmente aplastado por el emperador veinte años después. En la China de hoy no hay nada parecido ni siquiera a aquellos magnates rusos de los años noventa como Vladimir Gusinki, Boris Berezonski o Mijail Jodorkovski, que intentaron utilizar su dinero para hacerse con parcelas centrales de poder político, a través de recursos energético, de medios de comunicación o de otro tupo. Los Gusinski y Berezovski chinos están en el Partido Comunista y de momento bastantes firmes1.
Giovanni Arrighi, en Adam Smit in Beijing. Lineages of twnty firsta centyur,2007.

Otra aspecto a tener en cuenta es la situación en el campo, descrita en el capitulo anterior. ¿Puede ser “capitalista” una sociedad en la que la mayoría de la población, los campesinos, vive inserta en un sistema cuyo centro es el acceso igualitario a la tierra? ¿No contradice eso uno de los principios esenciales del capitalismo, a saber, que los productores han perdido por completo el control sobre los medios de producción?
Celebracion aniversario nacimiento de la Republica Popular de China

Contra lo que se repite hasta la saciedad, la frase “ser rico es glorioso”, no lo dijo Deng Xiaoping, sino el periodista de la cadena de realizada en septiembre de 1986. Wallace la pregunto: “Ser rico es glorioso”; esta declaración de los dirigentes chinos a su pueblo ha sorprendido a muchos en el mundo capitalista. ¿Qué tiene que ver eso con comunismo?” Y Deng respondió:”…solo cuando hay abundancia materia, puede aplicarse el principio de una sociedad comunista es decir, “de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades”. La principal tarea es desarrollar las fuerzas productivas, mantener el aumento del bienestar material de la sociedad, mejorar consecuentemente la vida de la gente y crear las condiciones materiales para el advenimiento de una sociedad comunista. No puede haber comunismo con pobreza...Permitimos que algunos personas y regiones prosperen primero, con la idea de logra mas rápido la prosperidad general”. Y Deng añadió: “Esa es la razón por la que nuestra política no conducirá a la polarización (social), a una situación en la que los ricos se hacen mas ricos y los pobre mas pobres. Para ser sincero, no permitiremos la aparición de una nueva burguesía”.

La última frase puede sonar hoy irónica. La china actual es un país muy desigual, lo que sugiera que las cosas no siempre van hacia donde los dirigentes querían inicialmente, porque los fenómenos producidos por la económica de mercado adquieren vida propia. Al mismo tiempo, es bastante cierto que la gran brecha entre ricos y pobres que hoy se observa en China tiene por marco general un prosperidad común bastante generalizada, que en el caso de algunos sectores, regiones y grupos sociales(las provincias de la costa sobre las del interior, los residentes urbanos sobre los rurales y la minoría de millonario y potentados sobre todos los demás) es mucho mas acusada la desigualdad china no es resultado de empobrecimiento sino mas bien del progreso de los grupos de ingresos medios. La brecha social en una situación en la que la mayoría ha prosperado es diferente que la que resulta del enriquecimiento de los más ricos y el empobrecimiento de los más pobres.

Una economía de mercado dirigida por el Estado, en la que la dirección-el plan estatal- es lo dominante, mientras que la economía de mercado es solo un medio, no es capitalismo, sino otra cosa.
En 1978, muy pocos se tomaron en serio lo que Deng decía de que el propósito de la reforma era crear una “economía de mercado socialista”. “No hay contradicciones fundamentales entre un sistema socialista y una economía de mercado-explicaba Deng- la cuestión es que métodos debemos usar para desarrollar las fuerzas sociales de producción de una manera mas eficaz. El viejo método era bueno, producción de una manera mas eficaz. El viejo método era bueno, porque es bueno tener un plan, pero de acuerdo con nuestras experiencias de los años pasados, hemos concluido que si apostamos solo por la planificación, el desarrollo de las fuerzas productivas no se retrasaría. Así, si podemos combinar la planificación con al economía de mercado, creo que ayudaremos a liberar las fuerza sociales de producción y contribuiremos a su aceleraron. La experiencia nos dijo que si nos basábamos para siempre únicamente en el sistema económico del pasado, no seriamos capaces de desarrollar la producción social, así que lo que hemos hechos ha sido adoptar las cosas útiles del sistema capitalista.”2

Una vez más, el discurso oficial, entonces con Deng y hoy con los actuales dirigentes, incide en la continuidad entre las dos fases. Y no solo el discurso: sin los avances agrario de la época de Mao, la organización y movilización general, la reforma en la estructura de la tierra y la prestación de servicios asistenciales mínimos, educación e infraestructura, la posterior reforma de mercado no habría sido posible. Fue entonces, y no con Deng, cuando China registro los mayores progresos en esperanza media y alfabetización. Entre 1952 y 1978, las comunas mas que doblaron la superficie agraria irrigada y generalización el uso de abonos, y de las especies mas productivas de arroz. Aquel sistema puso las bases de la primera industrialización socialista. La combinación de todo eso con los incentivos del sistema familiar configurado después de 1978 fue lo que produjo, primero el boom agrario de los ochentas, y luego el boom general con las inversiones de la diáspora china y todo los demás. Desde ese punto de vista, la reforma de mercados, ha consolidado y desarrollado los logros de la revolución china, más que hacer marcha atrás. Donde tantos observadores occidentales ven contradicción, los chinos subrayan continuidad. Y la lógica de la modernización, del desarrollo, la logica del “comunismo chino”, según la simplista definición apuntada, les apoya.

No hay comentarios :