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sábado, abril 19, 2008

La lucha por la tierra en el Brasil-I

Joao Pedro Stedile y Frei Sergio.
Fundación Paz i Solidaritat de CC.OO
De Cataluña.
A los que cayeron heroicamente
En la lucha por la tierra.
A los niños que crecieron
En los campamentos y asentamientos
Vislumbrando el sueño de una nueva sociedad.
INTRODUCCIÓN Usted quizás haya pasado en coche o autobús cerca de un campamento. Usted quizás haya visto de cerca una caminada de los «Sem Terra». Usted seguramente haya visto en la televisión, o leído en los periódicos, noticias sobre los conflictos de tierras y la ocupación de latifundios.
Muchas personas comentan sobre esto. Unas acusan. Otras defienden. Para algunos son vagabundos, agitadores. Para otros son héroes. Para muchos, tal vez, trágicamente, todo esto le sea indiferente. En muchas de estas situaciones, se habla de los «Sem Terra» y del movimiento que los congrega.



El objetivo de este libro es aclarar algunas informaciones básicas sobre el «Movimento dos Sem Terra», con el simple objetivo de informar a partir de dentro de él mismo, despertar la curiosidad para poder cono ce mejor la lucha por la tierra y alimentar el debate sobre la necesidad de la reforma agraria para poder construir un Brasil decente.



Cuando las personas ven en la televisión la ocupación de tierras, los conflictos con la policía, etc... , es frecuente reaccionar con curiosidad o con preocupación. Muchas solo ven la confusión que nadie consigue explicar. Y otras se imaginan que se trata de un problema local y, que acontece ahora. Otros, ciertamente, lo atribuyen a agitadores.



En verdad la lucha por la tierra existe desde el día en que los portugueses pusieron los pies en Brasil. El dominio y la ocupación de áreas de tierra son parte de la formación de las clases sociales y del poder económico y político en nuestra sociedad. Por esto, siempre hubo muchos conflictos alrededor de la tierra.



Una breve recapitulación. Hasta 1 850, las tierras pertenecían a la Corona de Portugal, al Rey. Éste distribuía la ocupación de la tierra en grandes extensiones, en forma de “sesmarias” (donaciones reales, de origen medieval en Portugal), entre sus amigos. Esto después de dominar y masacrar millones de indígenas, que eran los verdaderos propietarios de la tierra. Se calcula que a la llegada de los Portugueses, habría 5 millones de indígenas, y hoy apenas quedan menos de 250 mil.



En ese periodo colonial de dominación de la monarquía portuguesa, el conflicto por la tierra estuvo caracterizado básicamente: por la masacre a los indígenas; por la revuelta de los negros que, no aceptando la esclavitud, ocupaban áreas de tierras libres y que pasaron a llamarse Quilombos, donde los blancos y propietarios de esclavos no consiguieron tener acceso para recapturarlos.



A partir de 1825, la Corona comenzó a organizar programas de colonización con agricultores pobres europeos: alemanes, italianos etc..., que en verdad su lucha tenia orígenes por la disputa de tierras en la región. La segunda fase de la lucha por la tierra en el Brasil podría ser clasificada como “luchas radicales localizadas”, que se desarrollaron de 1940 a 1955 En este período, se produjeron muchas revueltas populares en diversos estados de Brasil, en tomo a problemas relacionados con la disputa por la tierra. En general, la mayoría de los conflictos se originaron por la revalorización de tierras debido al paso de carreteras o construcción de urbanizaciones. Estas tierras, ocupadas desde hacía mucho tiempo por trabajadores sin título de propiedad, comenzaron a ser codiciadas por grandes hacendados o empresas que quisieron apoderarse de ellas, produciéndose entonces largos y violentos conflictos. Destacan en este período las siguientes luchas de carácter violento:
Lucha de los “posseiros” de Teófilo Otoni-Minas Gerais(1945-1948); Revuelta de Doña “Nhoca”, en Maranháo (1951); Revuelta de Trombas e Formoso, en Goiás (1952- 1958); Revuelta del sudoeste del Paraná (1957);
La lucha de los arrendatarios en Santa Fé do Sul, en Sao Paulo (1959). Todas estas luchas fueron consecuencia del enorme contingente de trabajadores rurales sin tierra que ya existía en el país, mientras que, por otro lado, permanecían inmensas áreas de tierra sin ninguna utilización. La codicia de los propietarios por aumentar sus áreas les llevaba a la confrontación con esos jornaleros y “posseiros”, que reaccionaban con las armas en la mano.



Todas estas luchas, aunque localizadas, tuvieron un carácter de masas y envolvieron a millares de personas, llegando en algunos casos, como en Maranhao y Paraná, a adquirir tal magnitud, que los campesinos tomaron ciudades e implantaron poderes paralelos. La tercera fase de la lucha por la tierra, que va de 1950 a 1964, fue la del nacimiento de «movimientos de campesinos organizados”. En este período, se desarrollaron tres grandes organizaciones campesinas que luchaban por la tierra y por la reforma agraria.



Las ULTABS (Uniones de Labradores y Trabajadores Agrícolas del Brasil), una especie de asociación de labradores que se organizaba a nivel de municipio, estado o a nivel nacional, bajo la influencia del Partido Comunista Brasileño (PCB). Su mayor penetración fue en los estados de Sao Paulo, Paraná y Río de Janeiro.



Las Ligas Campesinas, que nacieron en la lucha de los Ingenios en Pernambuco, en 1954, fueron el movimiento más masivo y radical en la lucha por la reforma agraria. Se organizaron básicamente en el nordeste bajo el lema «Reforma agrária na lei ou na marra». Sufrían la influencia político-ideológica de diversos partidos y grupos de izquierda y se destacaron por las conquistas de diversos ingenios, por la influencia que tuvieron en la elección del gobernador Miguel Arraes, en Pernambuco, y por la continua presión de masas a la que sometían al gobierno de Goulat, para que implantase una ley de reforma agraria.



Finalmente, de una manera más reducida en el estado de Río Grande do Sul, surgió el MASTER (Movimiento de los Agricultores Sin Tierra) que, bajo la influencia del partido político PTB (Partido Laboral Brasilefio) y del entonces gobernador del estado Leonel Brízola, movilizó los campesinos de este estado para realizar ocupaciones de tierras, consiguiendo que el gobierno estatal desapropiara varias haciendas.



1964: EL GOLPE MILITAR En marzo de 1964, con el golpe militar, se implantó un gobierno que reprimió violentamente todos los movimientos campesinos bajo el pretexto de la amenaza comunista. Los principales líderes fueron apresados, muchos tuvieron que partir al exilio y centenares de dirigentes fueron asesinados. Se implantó un clima de terror dentro del Brasil. Por hablar de la reforma agraria se era candidato a pasar varios meses en prisión. Y la historia política del país, desgraciadamente. dejó de registrar el grado de violencia cometida por los latifundistas después del golpe, bajo la protección de los militares, contra los campesinos que estaban organizados en sindicatos, ligas o en el MASTER.



La represión fue de tal orden que las tres organizaciones fueron destrozadas. Desaparecieron. Resistieron, muy débilmente, algunos sindicatos de trabajadores rurales, que cambiaron completamente sus actividades y pasaron a tener un carácter básicamente asistencialita. Este carácter asistencialita de los sindicatos fue reforzado cuando, en 1971, el general Médici creó el FUNRURAL, una seguridad social para el campo, y transfirió sus actividades burocráticas dentro de los sindicatos. Hasta el punto de que hoy en día muchos sindicatos son confundidos como delegaciones del Funrural. La década de los 60 terminó con la pacificación en el campo.




Una paz de cementerio. Millares de trabajadores rurales del Nordeste y del Sur, que antes soñaban con la aplicación de la reforma agraria y se preocupaban en organizarse a través de movimientos sociales para alcanzarla, vieron sus sueños aplastados por la bota de los militares. Se fue entonces en busca de salidas individuales: en un primer momento buscaron la colonización, en la región amazónica. También bajo influencia de la propaganda oficial, que prometía tierras en abundancia a los lados de las grandes carreteras de la región: Transamazónica, CuiabáSantarém, Cuiabá-Porto Velho.



Millares de familias llegaron a la Amazonia al inicio de la década de los 70. Pero los problemas de la colonización espontánea, inducida u oficial, enseguida llegaron. Carencia de carreteras, medios de producción, falta de asistencia social, el abandono a su suerte de los emigrantes y, entre otros muchos problemas, se destaco uno: hacendados y empresarios del sur, estimulados por incentivos fiscales del gobierno (la posibilidad de aplicar el dinero del impuesto de la renta en haciendas dentro de la Amazonia), se dedicaron a comprar títulos de tierras en la región Amazónica. Ocurrió que muchas tierras codiciadas por las empresas ya estaban ocupadas por trabajadores, por ‘posseiros’, y la mayoría de ellos no poseían titulo de propiedad del área donde vivían y trabajaban hacia años.



Surgió entonces un nuevo tipo de lucha por la tierra: la resistencia de los «posseiros» contra la acción de los hacendados y empresas que querían expulsarlos de sus tierras. Se multiplicaron los conflictos y agresiones, la mayoría de ellos con muertes, quemas de las plantaciones y viviendas. Y los «posseiros» no tenían a quien recurrir.
Se defendían como podían, la mayoría de las veces de forma individual o en pequeños grupos, ya que las condiciones geográficas de la región obligaban a la población a vivir dispersa a lo largo de las carreteras y de los ríos. El país vivía bajo el régimen de una dictadura militar, bajo fuerte censura en la prensa y una total prohibición de las organizaciones de los trabajadores. En este período, se destaca el trabajo de la Iglesia Católica en apoyo de los «posseiros» y el nacimiento de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) en 1975.

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