sábado, diciembre 25, 2021

Cuba: los seudocomunistas atacan a la Revolución

Robert CloughDecember 03, 2021
El asalto de algunos sectores de la izquierda británica a la Cuba socialista ha continuado sin cesar durante los últimos tiempos. Al igual que su socio criminal, el imperialismo estadounidense, sienten la posibilidad de victoria en su larga campaña contra el estado cubano. Para reforzar la credibilidad de su posición reaccionaria de que Cuba es capitalista y que el estado cubano debe ser aplastado, Socialist Worker ha publicado un documento de la web de ComunistasCuba.org, un oscuro grupo cubano (12 de agosto de 2021). Lo que es evidente, incluso desde el examen más superficial del artículo, es que no tiene nada que ver con el comunismo.
Por el contrario, su propósito es permitir que las fuerzas supuestamente socialistas que se oponen al socialismo cubano den un brillo radical y seudomarxista a su posición y oculten su esencia: una alianza con el imperialismo. ComunistasCuba.org se presta a la ofensiva contra el socialismo cubano.
Guía de la reacción
Al observar a ComunistasCuba debemos entender el manual que la izquierda reaccionaria británica utiliza para expresar su oposición a Cuba. Ya sea Socialist Worker, Socialist Party, Socialist Alternative, Socialist Appeal o cualquier otra secta trotskista o libertaria/anarquista, tiene ciertos elementos consistentes:
- Una oposición verbal inquebrantable al bloqueo estadounidense combinada con la determinación de evitar cualquier oposición práctica al mismo; junto a esto, minimizar deliberadamente su importancia para el desarrollo económico cubano.
- Nunca enmarcar la situación de Cuba en relación con la cuestión más amplia del subdesarrollo y el legado del colonialismo y la subyugación imperialista.
- Expresiones liberales de oposición a la “dictadura”, a menudo con una referencia al “estalinismo”, siempre sin ninguna explicación del sistema cubano de democracia delegada.
- Ausencia de datos en relación con los logros de Cuba, especialmente datos derivados de fuentes cubanas. Esto es particularmente cierto en lo que respecta a los logros específicos de Cuba en materia de salud y educación.
- Ausencia de cualquier compromiso con las opiniones o valoraciones de los líderes cubanos, paralela a la negativa a citar siquiera lo que dicen.
- Lugares comunes vacíos sobre la imposibilidad de construir el socialismo en un solo país para dar a su postura un color pseudo-marxista a la que se conectan reflexiones sobre el “capitalismo de estado” o el “estado obrero deformado (o “degenerado”)”.
En resumen, lo que estos sectores de la izquierda escriben sobre Cuba, es una caldera social chauvinista: generalidades vacías y repetitivas que podrían haber sido escritas hace 10, 20 o 50 años, pero siempre prediciendo el inminente colapso del socialismo cubano. Detrás de esto está la implicación de que los cubanos se han equivocado, y que el proceso revolucionario debería haberse ajustado a una especie de esquema abstracto ideado por una izquierda británica que no ha conseguido nada.
ComunistasCuba le sigue el juego
ComunistasCuba es útil para estos reaccionarios no sólo porque puede presentarse como una voz cubana supuestamente auténtica, sino también porque sigue el manual de juego de la izquierda británica. Por ejemplo, sobre el bloqueo: “Es cierto que el bloqueo tiene un impacto negativo”, declaran los autores de ComunistasCuba, pero “las masas están cansadas de escuchar cómo se culpa de todo al imperialismo yanqui”. Y en realidad, declaran: “la espontaneidad de las masas el 11 de julio tuvo sus causas mucho más cercanas a la vida cotidiana de la clase obrera. Entre ellas, la escasez, la mala gestión y el abandono de los barrios económicamente vulnerables”. Se supone que el lector debe concluir que las consecuencias del bloqueo estadounidense no son inmediatas para la “vida cotidiana”. En lugar de invertir sus energías en oponerse al imperialismo estadounidense, acusan al Estado cubano de gestionar mal los menguantes recursos del país mientras se enfrenta al reto de proteger a su población de la guerra económica. Junto a esto, ComunistasCuba menosprecia el papel desempeñado por los medios de izquierda extranjeros, concluyendo en cambio que “reproducir el argumento de que las manifestaciones del 11 de julio fueron preparadas por la contrarrevolución es ceder a la derecha una capacidad de organización y movilización que no tiene”. Los millones de dólares otorgados a organizaciones e individuos reaccionarios tanto dentro como fuera de Cuba sí tuvieron influencia, y restar importancia al papel de la injerencia externa es encubrir la determinación del imperialismo de destruir el socialismo cubano.
La conclusión de ComunistasCuba es que “la mayoría quiere escuchar al gobierno haciendo una profunda autocrítica, reconociendo que el 11 de julio es en gran medida producto de sus errores”. Quiere que concluyamos que el criminal bloqueo, las 243 medidas extras contra Cuba implementadas por la presidencia de Trump, la determinación del presidente Biden de apretar las tuercas - tienen poco impacto en la “vida cotidiana” del pueblo cubano y que las políticas del estado cubano son el verdadero problema. Esto armoniza con los puntos de vista no sólo de la izquierda reaccionaria fuera de Cuba, sino también con los propios imperialistas que presentan al socialismo como la causa de los problemas de Cuba. Y ComunistasCuba aún no ha terminado: “Al gobierno cubano le costará mucho trabajo corregir las terribles carencias que sufre Cuba”. Sin embargo, no ofrece detalles sobre el contenido de dicho trabajo, pero podemos estar de acuerdo en que hará falta mucho si tenemos en cuenta la magnitud de la necesaria campaña internacional para acabar con el bloqueo. Sin embargo, ComunistasCuba no se molesta en aclarar si considera que esto tiene alguna importancia. Ahora bien, ComunistasCuba admite que “Cuba no es una dictadura”. “Pero”, esa palabra que es el prefacio de la verdadera opinión que cualquier escritor quiere transmitir, “se violaron los derechos de muchos ciudadanos que salieron a manifestarse. Es cierto que la terrible palabra «desaparecido» ha sido manipulada. Pero cientos de detenidos no pudieron comunicarse con sus familias durante días, y su paradero era desconocido”. Sin embargo, si la palabra “desaparecido” ha sido manipulada, ¿por qué llamarnos la atención? Y más adelante, ¿por qué decirnos que debemos “recordar siempre que el estalinismo en sus diferentes versiones son sólo deformaciones contrarrevolucionarias del ideal comunista”? El “estalinismo” es una etiqueta que no tiene contenido político, es un epíteto vacío. Utilizar esa etiqueta es una forma muy deshonesta de hacer política, ya que evita cualquier compromiso directo. “La mayoría silenciosa diferencia cada vez más a Fidel Castro del actual gobierno. Ven al ex comandante en jefe como alguien que habría resuelto la crisis económica junto al pueblo y no junto a la actual dirección del país”. Este intento de separar a la actual dirección de Fidel Castro se está convirtiendo en algo habitual entre los reaccionarios cubanos. Un ejemplo es Hilda Landrove, una de las muchas autoproclamadas portavoces de las “masas” cubanas y antigua consultora de una escuela danesa sobre el desarrollo de empresarios, y una virulenta antisocialista que también está de acuerdo con el SWP [Partido Socialista de los Trabajadores] en que Cuba es un “capitalismo de estado”. Afirmando en NACLA (27 de julio de 2021) que uno de los factores precipitantes de la crisis es “la desaparición física del carismático líder Fidel Castro”, también se las arregla para estar de acuerdo con ComunistasCuba en que “aunque el bloqueo debe ser eliminado por principio, no debe ser utilizado como la explicación definitiva de las dificultades actuales del pueblo cubano”. Fidel Castro fue un líder poderoso, pero no fue un mago: ni siquiera él fue capaz de conjurar el bloqueo. El término “mayoría silenciosa” fue acuñado por los políticos reaccionarios y especialmente favorecido por Margaret Thatcher: sólo ellos podían adivinar lo que esta “mayoría silenciosa” quería, y siempre coincidía felizmente con sus propias opiniones políticas. Parece ser lo mismo para ComunistasCuba. ComunistasCuba reduce la intervención del presidente Díaz Canel durante el 11 de julio y el período inmediatamente posterior a la de llamar a los revolucionarios a las calles y nada más. No se compromete con lo que dijo al evaluar la naturaleza y las razones de las protestas que tuvieron lugar el 11 de julio, donde habló abiertamente de los problemas que se habían creado por el endurecimiento del bloqueo, la necesidad de responder a la pandemia del Covid-19 y los recursos que necesariamente consumía, la incapacidad de obtener importaciones médicas clave para ayudar con el impulso al desarrollo de vacunas cubanas, por no mencionar la pérdida de ingresos turísticos y la caída de las remesas. Esto permite a ComunistasCuba afirmar engañosamente que “el gobierno cubano está tratando de minimizar y criminalizar las protestas de ese día”, aunque Díaz-Canel había reconocido específicamente la participación de la gente común atrapada en una agenda impuesta externamente. No es el único ejemplo de falsedad: los autores afirman que las manifestaciones organizadas por los defensores de la Revolución sirvieron para “movilizar a cientos de comunistas, pero también han sido ampliamente rechazadas”.
Esto es una repetición de las mentiras de los medios de comunicación burgueses sobre el tamaño de las protestas del 11 de julio -muy exageradas- y el tamaño de las manifestaciones progubernamentales -casi ignoradas-.
Marxistas "críticos”
“Sólo desde un análisis crítico y marxista se puede entender lo ocurrido el 11 de julio” dice ComunistasCuba. Así es, pero ComunistasCuba no lo ofrece. No hay ningún intento de presentar y mucho menos de analizar ninguno de los graves desafíos económicos a los que se enfrenta el pueblo cubano. No hay ningún intento de comprometerse con los dirigentes cubanos, ningún análisis de las políticas que se proponen para hacer frente a una situación muy difícil. No señala ningún error específico que los dirigentes hayan cometido y que haya contribuido a los problemas, ni ofrece ninguna medida para rectificar la situación. No tiene ni una sola cita directa de un líder cubano, no tiene datos sobre la situación económica, y ninguna explicación seria de lo que subyace a esos hechos. Hay muchos comunistas en Cuba: están en el Partido Comunista y en la Unión de Jóvenes Comunistas. No tienen nada que aprender de este documento superficial. Alan Macleod (https://www.mintpressnews.com/black-lives-matter-us-government-stoking-racial-tensions-cuba/) ha señalado recientemente cómo Estados Unidos explota a los grupos minoritarios en “países enemigos... no sólo para promover tensiones allí; también para crear una narrativa que ayude a convencer a los liberales e izquierdistas en Estados Unidos de que apoyen la intervención estadounidense” - de ahí sus intentos de utilizar la escena del hip hop cubano y las comunidades negras para avanzar en un proceso contrarrevolucionario. Sean conscientes de ello o no, ComunistasCuba son parte de este proceso: con su pseudo-marxismo se están prestando a las fuerzas del imperialismo, en este caso a la izquierda reaccionaria y chovinista de Gran Bretaña, que estarían muy felices de ver la revolución cubana destruida.
https://www.revolutionarycommunist.org/americas/cuba/6347-cuba-pseudo-communists-attack-the-revolution
Traducido del inglés por La Haine