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viernes, abril 08, 2022

La esencia del cristianismo en su autenticidad liberadora


Francisco García Salve

Del libro yo creo en la clase obrera.

Cada uno tendrá una idea de la esencia del cristianismo. De esta idea previa dependerá una serie de consecuencias. Las definiciones condicionan. Si alguien me dice que cristiano es el fanático anticomunista, lleno de odio ante todo aquel que no piense como el, es evidente que tenemos en germen la carga explosiva de un energúmeno fascista. Si ser cristiano, como algunos piensan, es cargarse de ataduras, miedos, complejos, medallas y devociones, tenemos al decadente fervoroso beato lleno de escrúpulos, robot del cumplimiento alma desquiciada y acosada de angustias.

Muchos son los que creen que ser cristiano es asumir unamezcla de moderación en todo, prudencia siempre, gran dosis de ideas conservadoras y temor a lo nuevo. Es el tipo cristiano anquilosando, con alma de momia y buenos modales, estrecho de culo y de manga, muy seguro y honorable.

Cada uno tendrá, explícito o no, su definición de cristiano. ¿Quién soy yo para anatemizar y excluir? Pero, evidentemente, estas no son las mías. Mi definición es simple.

Cristiano es el hombre libre, que firme sobre su fe lucha por la liberación del género humano, lucha por construir el hombre nuevo, lucha por terminar con la explotación del hombre por el hombre.

Libertad, esencia, árbol florecido donde un día comprendí que el mundo es ancho y el

hombre profundo. Libertad, raíz que, si muere, muere con ella el hombre y no la brillan los ojos ni saben besar los labios ni sirven las playas para el relincho del minotauro.

Mira, yo te contaría de una playa donde se perdió un turista, ¿se ahogó?, y de un monte alpujarreño donde una potra gime, y de un ámbito de persianas con ruidos, visillos, gerardos…y nada valdría nada sin la libertad. Y si algo buscas en este libro, sobre la estúpida curiosidad para el cotilleo, deberá ser tu libertad. Y el día en que no tenga libertad la mía, con o sin rejas, que las rejas no quitan la libertad, ese día, amigo, pensare que nada importa mi fe, nada comporta nada, nada el cerezo en flor, nada el poema, nada. Para un esclavo solo existe su argolla al hocico.

Y un cristiano que no haya comprendido que el Evangelio es liberación, ¿Qué?

“Firme sobre su fe” sin caer en el barranquismo de una IO, que ha convertido el dogma en moral y en rito gesticulante.

La oratoria, que corrompe las ideas, ha corrompido a la I.O.volcada en oratoria del peor estilo.

De la lucha, me excusa el hablar más, el haber escrito hace unos años un libro, que aún sigue siendo válido, donde se dice, desde el borde, que hay que bajar y encarnarse, mancharse las manos. El cristianismo es una religión encarnada. Sucedió que muchos cristianos vivían-soñaban encaja mejor- una versión “idealista “del cristianismo. El nombre decristiano puede encubrir realidades muy distintas.

Pero ¿Marx dijo que la religión era el opio del pueblo?

A esta pregunta responde así Alfonso Carlos Comín, y sus palabras servirán de colofón a este punto:

-“Cuando Marx escribe esto tiene ante si a una Iglesia entregada de lleno a la manipulación ideológica de la religión, que así se convierte en opio. Pero hay que insistir en que esa no es la auténtica religión cristiana. Los cristianos comunistas, al igual que la amplia corriente de “cristianos por el socialismo”, estamos luchando por liquidar todo concepto de alienante, todo uso de la religión como opio del pueblo, que todavía sigue siéndolo en demasiados sectores. Y, para ello,luchamos por la liberación del pueblo que es una manera de luchar al mismo tiempo por la liberación de la fe y de hacer diáfana la palabra evangélica.”

Marx, amigo, constaba el hecho. Pero la religión autentica no es opio, sino impulso.

Basta ya de considerar el fenómeno religioso como una manifestación de alienación del hombre, como si la religión fuese un error fruto de la indigencia psicológica humana, una falsa apoyadura existencial que habría que superar. Hay hombres y mujeres creyentes que toman una actitud revolucionaria y no opio del pueblo. Basta abrir los ojos. Dejemos ese anticlericalismo imperante sobre todo en la clase obrera española, dejemos los prejuicios hacia los cristianos.

¿Por qué un cristiano puede ser marxista?

Parece que hemos llegado al núcleo del problema. ¿Puede un cristiano ser marxista? la respuesta más obvia podría ser otra pregunta: ¿Por qué no?

Intentare explicar nítidamente este punto y de arranque diré donde están a mi parecer, los dos errores de enfoque. Un error de condicionantes históricos y otro error de concepción del marxismo.

a)  ERROR DE CONDICIONANTES HISTORICOS

El cristiano, por un lado, vivía cargado de prejuicios, de dogmas, de ideas alienantes. Y se había dicho siempre que un cristiano no podía ser marxista. Era como un dogma más, una escoria más añadida a la esencia de cristiano. Todo este caparazón, que revestía la medula del cristiano implicaba de tantos condicionantes históricos, que ser cristiano implicaba automáticamente el ser antimarxista, es decir, anticomunista, ya que el comunista era el prototipo de marxista. Ya tenemos, pues, de una parte al cristiano anticomunista mil por mil.

De otro lado, el comunista, también por condicionantes históricos, tenía su propia coraza de anticlericalismo y ateísmo, coraza que cubría la esencia del marxismo. El comunista rechaza al cristiano como a un responsable de tanta explotación producida por la IO.

No distinguía entre estructura de Iglesia y creyentes. Más aun, hacia a todas responsables del oscurantismo, dominio, dictadura de la IO. Llegaban a serpersonalmente incompatibles el comunista y el cristiano.

Diría que cristianos y comunista estaban enfrentados en los antípodas. Y así podía suceder que un cristiano fuese captado para el comunismo y automáticamente dejaba de ser cristiano porque su conciencia más formada le decía-le había dicho- que era incompatible. O a la inversa, si un comunista se hacía creyendo, dejaba de ser comunista porque lo creía incompatible.

En este enfrentamiento habría un error de principios dogmáticos, uno de esos errores que se disfrazan de verdad apodíctica, este grave error: un creyente no puede ser marxista y viceversa.

En este error, que favorecía el ambiente histórico, calandogmáticamente los marxistas, cuya esencia es anti dogmática y les enseña a verificar y contrastar con la realidad las ideas. También calan los creyentes que ponían así muros a su libertad, se prohibían el camino antes de empezar a andarlo.

Debemos entonces preguntarnos en esta confluencia, ¿hasta qué punto el materialismo marxista lleva consigo la afirmación contundente de ser incompatible con un estilo de creencia como la fe cristiana? O atacando más de frente el problema, ¿hasta qué punto la fe es en su esencia un elemento alienador que choque con el proyecto socialista?

El análisis objetivo de esta realidad nos exige, como marxistas, ir mas allá de las afirmaciones de Lenin sobre la militancia de los cristianos en partidos marxistas, evitando dogmatismos y simplificaciones. El mismo Lenin no era tan puritano como algunos que se autocalifican de marxistas-leninistas. Lenin dice:

-“Si un cura viene a nuestras filas para realizar una labor política conjunta y cumple con probidad el trabajo del partido, sin combatir el programa de este, podemos admitirle en nuestras filas”.

¡Rásguense las vestiduras los líderes revolucionarios que de un plumazo excluyen toda capacidad de militancia en sus filas de cristianos! Lenin hablaba a más de medio siglo de distancia del Vaticano II… y sobre todo de la corriente socialista dentro de los cristianos.

b) ERROR DE CONCEPCIÓN DEL MARXISMO

Es este error más teórico y hay ricos de tinta sobre el estudio del marxismo con aspectos contrapuestos. Seguiré aquí el análisis que hacen los sacerdotes Diez Alegría, Jiménez de Parga y Lois Fernández, con el teólogo laico Reyes Mate, porque su esquematismo me evita la difusión farragosa e infinita. Sobre este tema es más difícil escribir una cuartilla que un tomo. Espero que esta cuartilla sea más esclarecedora que muchos tomos.

1. El materialismo puede ser entendido de varios modos. El más burdo es el materialismo burgués o mecanistica.Este materialismo niega cualquier realidad que no se reduzca a materia fisicoquímica y a las fuerzas internas de ella. El hombre esconcebido como una pieza mas de la Naturaleza. Este materialismo es entendida en los siglos XVIII-XIX tan groseramente que llegaba a afirmar, por ejemplo, que un pensamiento es una secreción del cerebro como la orina lo es del riñon.Este materialismo es incompatiblem con la fe cristiana. Este materialismo no es de Marx.

2. Materialismo dialectico de tipo filosofico. Es una concepción frecuente en los manuales sobre el marxismo, vulgarizado y trastocado.Admite esta concepción que lo biológico es otra cosa distinta de la materia físico-quimico, y sobre todo, que lo psicológico es cualitativamente distinto, tanto de lo físico-quimico como de los biológico. Pero añade que todo procede exclusivamente de la materia ella y de una especie de contradicción de sus componentes, que produce una tensión creciente, de la que derivan cambios cuantitativos hasta que se llega a un salto cualitativo que da origen a una cualidad superior. Este materialismo dialectico, así entendido, no es un dato científico, ni siquiera una teoría científica, sino una especie de “filosofía” que no se puede demostrar científicamente.

No es correcto considerarlo como elemento esencial del socialismo científico o marxismo.

Este materialismo dialectico de tipo filosófico en sus afirmaciones no científicas no pueden ser admitidos por el cristiano(y tampoco por el no cristiano), El cristiano admite la ciencia, exige demostraciones y no admitefilosofías y menos las admitirá cuanto mas marxista se sienta. Dentro de este materialismo de corte filosófico de donde se afirma como Feuerbach que la religión nace por el hombre tiene problemas que no puede solucionar y que recurre a una consolacion idealista, modo falso de tapar los problemas en vez de solucionarlos.Pero, como ya hemos dicho, los auténticos cristianos no intentan tapar, ocultar, adormecer, los problemas, sino buscar las soluciones sin miedo a ir a la raíz. Para un cristianismo alienante, opio,esta podría ser la explicación de su fe.

Este tipo de materialismo filosófico no es admisible para el cristiano, pero además no es la doctrina de Marx.

3. Materialismo histórico ydialectico de Marx, ¿Cómo entiende el mismo Marx el materialismo?

Marx nada tiene que ver con el Materialismo de la burguesía, subjetivo, que olvida al hombre como protagonista de la historia. 

Marx examina los condicionamientos que impiden al hombre ser protagonista de la historia, y Marx descubre la influencia decisiva del factor económico.

Lo material del materialismo marxista nada tiene que ver con una compresión ciega de la Naturaleza, sino que lo material es el ser social, es decir, el hombre en sus relaciones sociales y la religión está dentro de estas relaciones sociales. Para el marxismo todo lo que ayuda a impulsar la Historia hacia la emancipación del hombre es praxis, y toda praxis tiene una carga teórica que exige ser integrada en la teoría general del marxismo. Para el marxismo un planteamiento es correcto si viene avalado por la práctica. Si el ser cristiano, genera liberación, el marxismo tendrá que reconocer su valor y que entre el marxismo y el cristianismo de esos cristianos no hay incompatibilidad.

Total, que el marxismo de Marx al ser materialismo histórico se distingue del mecanicista de la burguesía. Al ser histórico y dialectico, y no filosófico, estará imposibilitado de hacer afirmaciones apriorística o dogmáticas no verificadas en la práctica. El marxismo por ser materialismo se opone al idealismo, pero el cristiano es unqidealismo, es una religión encarna. Por esto el cristianismo puede ser marxista.

La mejor prueba marxista de cuanto acabo de escribir es la practica. Ahí están, van de pie por las calles del mundo: cristianos marxistas. A los que ingenuamente dicen que no es posible ser cristiano y marxista yo les digo con lógica férrea la frase latina: De facto ad posse, valet illatio: “Lo que es en la práctica, puede ser en la teoría “Amarran más los hechos que las ideas. Ahí están. ¿Quién puede discutirles su cristianismo o su marxismo? ¿Con que argumentos? Cuando en definitiva los argumentos nada pueden contra la vida misma.

C) NEXOS COMPLEMENTARIOS

Ya hemos visto, pues, los doserrores básicos que hacían más difícil la aproximación de cristianos y marxistas. Otras consideraciones validas pueden ayudar a tender puentes, nexos complementarios.

La concepción humanista es muy similar en el cristianismo y marxismo, y esto los distingue de otras corrientes deshumanizadas o con un humanismo burgués. Dice en ese sentido el intelectual marxista Kofler:

-“Lo que de manera más sorprendente enlaza a Cristo con Marx es su humanismo incondicional, pues ambas quieren o intentan la liberación del hombre en su sentido total.”

Es evidente también que una sociedad socialista aporta mayores elementos para la práctica real del cristianismo. El capitalismo y sus secuelas condiciones diariamente a los cristianos en una orientación falsa de su fe y ponen obstáculos a su vivencia.

En la lucha por la liberación hay que acabar con el capitalismo su modo de producción superestructura y conciencia social opresora. Y es evidente que el enemigo más decidido de las ideas de Evangelio es el capitalismo en todas sus formas. (Y una de ellas, la más solapada, el haber dominado a la I.O.)¿No será ese infierno del que habla la I.O el modo capitalista de producción con todas sus secuelas degradantes?

Cristianismo y marxismo se complemente, habrá un enriquecimiento mutuo. “Si es verdad lo que tantos marxistas afirman- escribe José María González Ruiz-, que la revolución socialista necesita de la contribución de la ética evangélica; también es verdad que la teología cristiana necesita de la aportación del pensamiento y de los nuevos fenómenos históricos”.

El cristianismo tiene más de protesta emocional que de critica racional. Hoy el marxismo-leninismo es una adquisición científica de la humanidad. No descubrimos el Mediterráneo. Como método de análisis de la realidad social, el más perfecto. No podemos renunciar a él, disponemos de un método científico, guía para la acción revolucionaria.

El marxismo será en manos del cristianismo un instrumento, el más apto, para la revolución. El marxismo es una ciencia de la realidad, que inmediatamente le lanzara a obrar en consecuencia y constructivamente. El cristiano al hacerse marxista utiliza un instrumento, el más apto y el más científico, para transformar el mundo y terminar con la explotación del hombre por el hombre, para alcanzar la liberación del mundo, que es el suyo.

Y siempre, yo mismo ahora, sin hablar en nombre de la verdad absoluta, sin pontificar con dogmatismo, porque automáticamente nos volvemos o inquisidores o estalinistas, lo más contrario al cristianismo en la libertad y el socialismo en la libertad, ¡siempre la libertad!


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