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lunes, diciembre 12, 2022

Pedro Castillo, ¿presidente indefinido o imperfecto?

Yago Odriozola Sáez Sevillano, Redacción Revista TU VOZ, Delegación Alemania.

1.-Adelanto que este artículo no pretende ser una clase de lengua española. No tengo aptitudes y creo que tampoco actitudes para ser profesor, pero me considero una persona curiosa y compartir una curiosidad suele ser sinónimo de despertar buenas conversaciones, cosa que disfruto.

Un poco de “Fondo”. Fujimorismo incrustado, debilidad de partidos y la  cohabitación formal, el fraude de ley como norma, el golpe de estado  permanente.

Lo sucedido hace dos días en la política del Perú se está contando de muchas maneras distintas, pero hay unas explicaciones que predominan sobre otras decidiendo así esa “batalla por el  relato” que ocurre con toda actualidad que la merezca.
Perú tiene una Constitución de 1993 elaborada por el régimen de Alberto Fujimori que se  instauró después de un auto-golpe de Estado con militares, en el que se suprimieron por la  fuerza todas las demás instituciones democráticas fundamentales. Fujimori fue condenado a  25 años de prisión, confirmado por la Corte Suprema, debido a las graves y masivas violaciones  a los derechos humanos cometidas durante su periodo de gobierno (1990-2000). 
Esta Constitución, hecha a medida de semejante dictador, ha sido retocada pero no ha sufrido  una reforma seria desde entonces. Desde el fujimorismo, institucionalmente el Perú arrastra  un problema cada vez más grave de cohabitación entre el Congreso y la Presidencia.
Desde el primer momento de la investidura, el poder Legislativo ataca y el Ejecutivo reacciona.
El Congreso intenta destituir al poder Ejecutivo –el Presidente y su Gabinete de Ministros– y  el Ejecutivo responde intentando disolver el Congreso, ambas operaciones mediante  instrumentos entendidos como excepcionales de la Constitución, fuera del normal transcurso 
de un mandato.

2)Estos mecanismos excepcionales son la moción de vacancia y la  moción de confianza.
El sistema de representación política peruano se caracteriza por la debilidad extrema del 
sistema de partidos. Sin partidos políticos mínimamente cuajados, es muy difícil llegar a  acuerdos de cohabitación sostenidos (Cárdenas, A. 24/6/2022. ¿Es factible la cohabitación en el sistema político
peruano? RPP NOTICIA. https://rpp.pe/columnistas/alonso_cardenas/es-factible-la-cohabitacion-en-el-sistema-politico-peruano-noticia-1413838)

El Congreso sufre, por una parte, una atomización de partidos –ahora existen 13 con representación parlamentaria– y por otra, una corrupción galopante que se ha extendido a la inmensa mayoría de la clase política. Es una combinación endiablada, porque comprar a 10 diputados de varios partidos pequeños siempre costará menos que a 30 diputados de dos partidos grandes.

Desde la condena a Fujimori por delitos contra los derechos humanos, el fujimorismo ha seguido enquistado en las instituciones sobre todo en el Congreso, al que usa, junto a otros grupos de ultraderecha y de derecha, para bloquear sistemáticamente la acción de los diferentes gobiernos electos. Siete ministros “vacados”, en el caso de Castillo, además de las destituciones del propio Presidente, y anteriormente Vizcarra. Otro presidente anterior en 2017, Pedro Pablo Kuczynski se libró de la vacancia tras un continuo enfrentamiento con el
Legislativo (El Congreso), gracias a canjear con el fujimorismo los votos que lo salvarían de la vacancia a cambio de la gracia presidencial a favor de Fujimori. Cuando salieron a la luz los vídeos finalmente el presidente tuvo que renunciar.
El fujimorismo no gana en las elecciones presidenciales, pero es lo suficientemente fuerte en las elecciones parlamentarias para hacer oposición en reiterado fraude de ley, que algunos analistas denominan golpe de estado permanente. (Pascual, S. 9/12/2022. Perú o el Golpe Permanente.
DIARIO PÚBLICO. https://blogs.publico.es/otrasmiradas/66827/peru-o-el-golpe-permanente/#analytics-tag:listado)


3) El Fondo del fondo. El Perú un Estado mínimo para un país inmenso. El
paraíso del neoliberalismo integral.
El Perú es un Estado Ausente más allá de Lima y de algunas ciudades secundarias importantes.
En las localidades de la sierra andina, muchas veces a distancias de menos de 70 km de capitales de provincias o de departamentos, no existe una comisaría de policía ni hay un juez en varios kilómetros a la redonda. Los vecinos para organizar su convivencia y asegurar las pocas propiedades que tienen se organizan en patrullas llamadas “Rondas Campesinas”, que hacen las veces de policía siendo muy frecuentes las extralimitaciones, abusos y humillaciones con los pequeños “delincuentes”. La justicia se imparte por los llamados “juicios populares”, esto
son juicios públicos en medio de la plaza del pueblo con participación libre del mismo que
hacen de testigos, fiscales y jurado.
En la selva amazónica esta situación es mucho más extrema debido al aislamiento natural de las comunidades, algunas de ellas a varias horas de navegación en bote, del puesto médico más cercano.
El Perú se dice que es un paraíso político del neoliberalismo, donde esta “teología” ha
conquistado, no solo los sistemas económico y político, sino también el mismo imaginario
popular. Como dice Sergio Pascual en al artículo del Diario Público “Perú o el golpe de estado permanente” ya citado “El Perú es un Estado tan mínimo que no requiere de instituciones políticas para caminar. En un país que ha tenido seis presidentes en seis años el establishment económico no ha tenido problemas para seguir haciendo negocios”.

4) Cómo se está contando lo acontecido en Perú: Los tiempos verbales son
imágenes lingüísticas”
Escuchando hace dos días a mi pareja estrujarse la sesera para ofrecer a sus aprendices alemanes de español una explicación sencilla y convincente de las resbaladizas y sutiles “diferencias entre el pasado indefinido y el pasado imperfecto,” no podía evitar distraerme encontrando paralelismos con lo que estaba aconteciendo en el país andino y sobre todo, con cómo se estaba contando el proceso de destitución.
Seré breve con la explicación de esta teoría.
Resulta que los nuevos desarrollos de la gramática del español de la que mi pareja es ferviente seguidora explican y recomiendan así explicar a los aprendices del español que los comúnmente conocidos como “tiempos verbales” más que expresar un momento del
tiempo en sentido literal lo que expresan de forma metafórica son ¡diferentes posiciones en el espacio! Según usemos un tiempo verbal u otro el hablante (o el lector), podrá incluirse en la escena o situar esta en un espacio (virtual) alejado de sí.
Para nuestro caso, el de diferenciar entre pretérito imperfecto e indefinido, mientras con el imperfecto podemos adentramos en el espacio donde la acción se realiza, con el
indefinido nos situamos fuera de ese espacio.
Ejemplo en imperfecto: “Para las clases altas dueñas de Perú -y operadoras del poder real allí- Castillo era un «cholo» desautorizado para mandar…”
Ejemplo en indefinido: “Pedro Castillo decidió poner fin a su presidencia de una de las peores formas posibles”.
¿Notan la diferencia? El pretérito imperfecto nos permite ver el desarrollo de la acción dejando abierto el final. El indefinido, en cambio, presupone el proceso, lo obvia, y dirige su foco, hacia el final del mismo.
Veamos más ejemplos. Pongo algunos extractos de los primeros párrafos de unos editoriales de periódicos con los cuales (creo) me mantengo informado:

«Tras liderar uno de los gobiernos más desastrosos de la historia del país, Castillo violó el miércoles (7.12.2022) la Constitución que juró cumplir al asumir el cargo y ordenó el cierre de un Congreso elegido de forma democrática.”
Parte de la tragedia personal de Pedro Castillo es que él mismo, en los apenas 17 meses que ha durado su presidencia, terminó por convencer a una gran mayoría de sus compatriotas de su manifiesta incapacidad para gobernar.”
Dados los funestos precedentes de Castillo, es verosímil suponer que la medida fue un manotazo de ahogado, un acto desesperado y absurdo para evitar ser destituido cuando los indicios de corrupción contra él se volvían
cada vez más contundentes.”


Risco, I 7/12/2022 Pedro Castillo pone fin a su presidencia con un autogolpe al estilo Fujimori DEUTSCHE WELLE
https://www.dw.com/es/pedro-castillo-pone-fin-a-su-presidencia-con-un-autogolpe-al-estilo-fujimori/a-64022480

Alberto Fujimori y Pedro Castillo están juntos. El destino ha reunido a los dos expresidentes peruanos en la
misma prisión de Lima y también los ha unido en la historia. Ambos dieron un autogolpe. El derechista Fujimori, que gobernó Perú entre 1990 y el 2000, tuvo éxito con el fujimorazo de 1992. Castillo, que ha durado en el cargo año y medio, no pasó de un mero pronunciamiento, se quedó absolutamente solo y fue detenido por sus propios escoltas«
Mur, R. 8/12/2022, El ‘Fujimorazo’ en solitario de Pedro Castillo, LA VANGUARDIA.
https://www.lavanguardia.com/internacional/20221208/8638110/peru-pedro-castillo-autogolpe-golpe-de-estado-detenido-
boluarte-fujimori.html
La inesperada decisión del presidente Pedro Castillo de disolver el Congreso imponer el toque de queda y gobernar por decreto para evitar someterse a una moción de censura puso al país andino al borde del abismo.
El firme rechazo del Tribunal Constitucional, que calificó inmediatamente la maniobra de golpe de Estado, así como la negativa del Ejército a secundar la intentona, permitieron que el Congreso siguiese funcionando.”
“Superada la fase aguda de la crisis quedan muchos puntos por aclarar, pero pocos dudan, tanto dentro como fuera del país, que de haber prosperado el plan de Castillo, Perú hubiera sufrido una fuerte implosión de las libertades.”
…Y en vez de respetar los cauces formales, Castillo optó por buscar su salvación personal apenas unas horas antes con unas medidas tan alarmantes como peligrosas. Salvando las distancias, a muchos peruanos esa maniobra les hizo recordar el funesto mes de abril de 1992, cuando el autócrata Alberto Fujimori ordenó el cierre del Congreso e intervino el poder judicial.
Editorial El País 8/12/2022 El Desplome de Perú EL PAÍS https://elpais.com/opinion/2022-12-08/el-desplome-de-peru.html
Esta corriente de pensamiento que destilan estos artículos, la línea editorial, se expresa
intensamente en la abundante presencia del tiempo verbal (me he permitido subrayar los
verbos) en pretérito indefinido. Así que, siguiendo los hallazgos de la nueva gramática del español, podríamos decir que, además de referirse a unas acciones pasadas, metafóricamente estas frases así expresadas sitúan al lector fuera de lo que sucede. El proceso que ha dado lugar a estas acciones comentadas se nos presenta de forma fugaz, consumado, sin opción por tanto adentrarnos en él.
Me apoyo en este ejemplo para destacar una postura predominante de los medios de
información de tendencia progresista-liberal. Si bien es verdad que estos fragmentos son
extractos y que los textos completos cuentan más cosas sobre el caso del presidente peruano, estas explicaciones en los artículos están separadas no articuladas en la misma frase o párrafo y normalmente en posiciones secundarias. Esta manera de exponer los hechos que, por una parte, presenta a Castillo, consumado, sentenciado sin destacar el proceso, se hace desde una supuesta distancia temporal, algo lejano y acabado. No es, por tanto, sólo un tiempo verbal, pretérito, es también una posición alejada en el espacio de pensamiento (epistémico le llaman los académicos).

No podría terminar sin invitaros a observar bajo este prisma los ejemplos, más escasos, de
artículos con predominancia del otro pretérito, el imperfecto. Otra de las advertencias dela nueva gramática es que el pretérito imperfecto no necesariamente indica una acción inacabada, más bien es una acción cuyo final no se menciona y puede sobreentenderse.
“Era la tercera ocasión en la que la oposición trataba de destituir a Castillo bajo la rancia fórmula de la «incapacidad moral permanente». Los dos intentos anteriores, el último de ellos en marzo, habían fracasado. En el atomizado Congreso peruano, con 13 grupos parlamentarios, la disciplina partidaria suele brillar por su ausencia cuando las cosas se ponen feas. Todos quieren preservar su escaño y para ello, la infidelidad del voto es solo un recurso más. Si la popularidad de Castillo estaba bajo mínimos, todavía está por debajo la del devaluado Parlamento peruano a los ojos de la ciudadanía. En algún momento de la mañana de ayer, las cuentas empezaron a cuadrar en las filas de la oposición”.
“Castillo debía acudir al Congreso para defenderse antes de que comenzara el debate y la votación. Cuando asumió que su suerte estaba echada, volvió a cometer otro error: ordenar el cierre del Parlamento, una
maniobra que recordaba el autogolpe de Alberto Fujimori en 1992, aunque el contexto político y el perfil político y humano de ambos mandatarios no permita comparación alguna.”
Calero G. César. 8/12/2022 Vértigo en Perú: el amargo final de Pedro Castillo, DIARIO PÚBLICO,
https://www.publico.es/internacional/vertigo-peru-amargo-final-pedro-castillo.html#analytics-tag:listado
“Pedro Castillo ha sido destituido en Perú. Mientras nos decían que había dado un golpe de Estado y que se
convertía en «dictador»(sic) estaba pasando otra cosa realmente.“
“En Perú, país andino donde la forma hacienda de raigambre colonial sigue definiendo subjetividades y estructuras sociales, racismo y clasismo son decisivos. Para las clases altas dueñas de Perú -y operadoras del poder real allí- Castillo era un «cholo» desautorizado para mandar…”
“Tercero, el caso Castillo da cuenta de cómo opera la lógica de construcción de verdades mediáticas que tanto he explicado. Como dije, mientras nos decían que nacía un nuevo dictador la verdad era que se estaba concretando la caída de un presidente que nunca tuvo poder real…”
“El marco mental que se impuso hoy -que tristemente hasta gente progresista asumió- es que Castillo dio un «golpe de Estado». Pero eso es narrativa para generar efectos de verdad. Fácticamente es imposible un golpe sin poder militar y los militares no apoyaron nunca a Castillo. Es tan así que solo horas después de su decreto de disolución del Congreso -para lo cual estaba constitucionalmente facultado- fue arrestado por militares y policías que ya habían dicho que no acatarían su decisión. ¿Se dan cuenta cómo manipulan?, ¿cómo todo es mentira?…”
“Él mismo preparó el terreno para lo que pasó hoy. Sin bases movilizadas ni solvencia intelectual ni legitimidad frente a quienes en su momento votaron por él, era cuestión de tiempo para que lo destituyeran sin ninguna consecuencia. Una crónica de muerte anunciada…”
Calcaño Ortiz, Elvin Hilo de twiter, @elvin_calcano24, 7/12/2022,



Bien diferente, ¿verdad? En estos textos, predominantemente expresados en pretérito
imperfecto, se nos introduce en el proceso y acompañamos, virtualmente, a Pedro
Castillo a través de su funesta singladura. Es una manera de describir lo sucedido, no como algo cerrado, acabado y por tanto lejano. La posición espacial que toma el texto, y a la que nos invita como lectores, es bien diferente. Estamos en condiciones de reflexionar y preguntarnos, más que de sentenciar a priori.

La “imagen lingüística” la conforman unas perspectivas diferentes, el imperfecto nos permite como observador interno, ver el desarrollo de la acción desentendiéndose del final, el indefinido en cambio obvia el proceso y se centra en el final del mismo.
“mientras nos decían que nacía un nuevo dictador la verdad era que se estaba concretando la caída de un presidente que nunca tuvo poder real…”


Esta frase es la síntesis del dilema. Es un contraste entre imperfecto e indefinido;
Imperfecto: con letras azules, es para la nueva gramática la descripción de la situación de fondo. El indefinido en letras rojas, es lo que hace avanzar la historia, la acción.
Fondo y resultado. En todo análisis se necesita un adentro y un afuera, (un etic y un emic para la antropología lingüística) que nos permitan una visión más completa del fenómeno Quizás es en el contraste de imperfecto e indefinido donde podríamos encontrar descripciones más interesantes que nos inviten a introducirnos en el proceso para entenderlo desde dentro antes de ver sentenciado el final desde fuera.
Si tenemos todo esto ya entendido, estamos en mejores condiciones para abordar lo sucedido en Perú, como un contraste entre el fondo y el resultado. Pedro Castillo era una
contingencia, un accidente, que erraba, en un sistema, que estructuralmente erró. A Pedro
Castillo me parece más justo y sobre todo útil, verlo como un presidente indefinido e
imperfecto, porque no podemos quedarnos únicamente con el resultado y obviar el fondo, si verdaderamente queremos comprender lo sucedido en toda su complejidad.
Y no están al mismo nivel accidente y estructura, no están en igual rango de importancia lo primero con lo segundo, como es claramente comprensible. Varios presidentes han sido destituidos por un sistema pervertido que no funciona. Lo relevante es el error del sistema y no el accidente en el sistema.
De no abordar el sistema político e institucional del Perú, este continuará fallando en bucle, y nos seguirán intentando girar la cabeza hacia el accidente para no ver el fondo que lo envuelve, nos harán leer en pretérito indefinido en vez de en imperfecto.
5) Para terminar, una película.
Hay una, sobre todo una, entre la cascada de cientos de frases geniales y desternillantes de la película “Amanece que no es poco” del desaparecido José Luis Cuerda, que no he podido dejar de repetir cuando la ocasión me lo ha permitido, por inteligente, culta, sonora y totalmente inapropiada al contexto donde se expresa. Me refiero a esa que, a modo de vítor dice un cualquiera de los habitantes del pueblo –es decir “el Pueblo” – a la llegada a la localidad del alcalde del brazo de su nueva novia: “alcalde, todos somos contingentes pero tú eres necesario!!”

Políticamente esta frase es para darle dos vueltas, bueno, media vuelta, porque en democracia es justo al revés, el “demos”, el Pueblo, es lo necesario, lo primero, lo que perdura, y de él, el Pueblo, emana el poder, la krataiea, que se cede, se presta con condiciones a miembros del Pueblo, por un tiempo, con caducidad, con renovación, poder por tanto contingente, para ejercer el gobierno de los asuntos de todos. Así que el chiste está en que la frase debería ser al revés, es decir, sería el alcalde el que tendría que gritarle al pueblo: Pueblo, yo soy
contingente, ¡¡pero tú eres necesario!!

Yago Odriozola Sáez Sevillano, Redacción Revista TU VOZ, Delegación Alemania.

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