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miércoles, abril 01, 2009

9 Congreso de CC.OO


CAMBIO EN LA DIRECCIÓN, QUE NO DE DIRECCIÓN.
Militantes del PCPE en CC.OO.

Dado el cambio habido en la Secretaría General de CC.OO. y sobre todo el cómo se ha producido, derrotando el actual Secretario y todo el “aparato”, no son pocos los afiliados y afiliadas de CC.OO. que se han ilusionado por el –al menos, aparente- giro a la izquierda del Sindicato.

Lamentablemente, lo único que se ha producido ha sido un cambio en las personas que componen la Dirección de CC.OO., que no en su dirección estratégica. Esta última la tiene ya fijada hace años y del documento aprobado no se desprenden cambios radicales.

El 9º Congreso Confederal de CC.OO. se celebra después de miles de asambleas en todo el estado, donde se debatió el programa de acción de CC.OO. para los próximos años. Pero desde el principio de los discusiones, mas que a la importancia del documento, por la cabeza de todas las afiliadas y afiliados a CC.OO. y también en los no afiliados, rondaba la posibilidad de comprobar si el aparato de CC.OO. mantendría la candidatura de Fidalgo o si por el contrario, Ignacio Fernández Toxo, hasta ese momento Secretario de Acción Sindical, sería capaz de confrontar las fuerzas. Se palpaba un claro “Fidalgo vete ya”.

Y es que pese a los buenos resultados, tanto en afiliación como en elecciones sindicales, que Fidalgo presentaba como bagaje de su gestión, hay que recordar que además de su deriva a la derecha, con su amigo Aznar, FAES, etc., algo que los afiliados no entendían, durante su mandato CC.OO. ha tenido dos crisis o rupturas importantes, la primera cuando quitó de secretario de organización a Rodolfo Benito y está última con Toxo y un número importante de Federaciones y Territorios.

Se inició el Congreso con un minuto de silencio y el recuerdo por los muertos en accidentes laborales, víctimas del terrorismo patronal, para después de la lectura del Poema de Miguel Hernández, Vientos del Pueblo, pasar a la actuación de Luis Eduardo Aute, con dos canciones que levantaron el espíritu y la voz de las delegaciones, que corearon al unísono los compases de Al Alba, y La Belleza:
“..Y me hablaron de futuros fraternales,
solidarios, donde todo lo falsario
acabaría en el pilón. Y ahora que se
cae el muro ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales, ¡Viva la
Revolución!”

En este noveno fue el primer congreso de CC.OO. al que asiste un Presidente del gobierno y además acompañado de dos Ministros, el de Trabajo y la e Igualdad. También asistieron entre otros el Secretario General de UGT, representantes del PSOE, del PP, de IU y por supuesto de la CEOE, entre otros. Aute, que había calentado los fríos cuerpos, parece que influyó en el discurso de Zapatero que, para contentar al auditorio se atrevió a sugerir que se le planteasen mejoras en las prestaciones al desempleo y a los empresarios, -y algún que otro sindicalista- les recordó que cuando se habla de moderación salarial no puede ser en salarios que no llegan a los mil euros.

Por su parte, el Secretario de UGT no desaprovechó el momento para llamar a la unidad en estos momentos de crisis, planteando un calendario de asambleas conjuntas para abordar la situación.

Fidalgo, en su Informe, enfatizó el aumento en afiliación y el incremento en la diferencia de delegados con relación a otras opciones sindicales como aval a su gestión. Insistió en que el sindicato se moviliza ante recortes a los derechos laborales, -sin recordar que los recortes los hicieron en las épocas de vacas gordas, y los aplicarán en la época de vacas flacas-.

El Congreso iba a discutir casi seiscientas enmiendas al programa de acción y a los estatutos. La ponencia aceptó muchas, y otras tantas fueron transaccionadas, pero salvo en algunas enmiendas sobre negociación colectiva o estructura federal, el debate estaba en los pasillos del congreso, donde se estaba fraguando la alternativa a Fidalgo. Se notaban los nervios en las caras de casi todas y todos los delegados, algunos conmás presión que otros. La candidatura de Fidalgo consiguió 482 avales y la de Toxo 498. Ninguna candidatura conseguía la mayoría de los delegados acreditados.


Recordemos que en Comisiones Obreras, el Secretario General puede estar dos mandatos y un tercero extraordinario, que era lo que pretendía Fidalgo, asegurando que las bases le pedían que continuara, que las distintas federaciones y territorios le pedían que continuara y por eso se presentaba. Sin embargo, cuando comprueba que no tiene el apoyo de los delegados y delegadas presentes, pese a la presiones del aparato, no retira su candidatura e intenta desvirtuar la candidatura encabezada por Toxo, por incluir en sus listas a los sectores considerados minoritarios.


Fidalgo pensaba que con ese balance, aumentando en afiliación hasta el millón doscientos mil afiliados e incrementando la ventaja a siete mil delegados con UGT, no podría perder la dirección del sindicato. Pero la prepotencia, el desprecio a la opinión de las Federaciones, el enfrentamiento con los Territorios por el concepto de estado y la necesidad que tenemos los afiliados y afiliadas de CC.OO. de defender los intereses de la clase obrera, que a los ricos ya los defiende el gobierno y los bancos, pudo con los miedos y Fidalgo perdió.

Toxo dijo en su intervención ante el plenario, en defensa de su candidatura: Si discutimos con empresarios y Gobiernos ¿Por qué no podemos discutir entre nosotros? A lo que una delegada le contestó desde el fondo del hemiciclo a grito vivo “por que nos echan”. Esto viene a resumir las presiones que había en el Congreso.

Esto es lo que se palpaba en todo el congreso. Hubo delegados y delegadas que ante las presiones y temores firmaron las dos candidaturas, el chantaje que corría de boca en boca por lo pasillos era ese de: “esto no es una amenaza, pero ten en cuenta que tu contrato puede terminarse”. En el voto a mano alzada del Informe se vigilaba a los sospechosos para presionarlos. Toxo y sus gentes no se atrevieron a dar batalla en el informe de Fidalgo, mas allá de las intervenciones, y mayoritariamente se abstuvieron, daba sensación que guardaban todas sus armas para la batalla final, la de las candidaturas.

CC.OO. presume de ser la organización mas democrática y transparente del estado español, pero cuando tiene que votar en secreto lo hace pretendiendo saber lo que vota cada delegado. No había ni una cabina donde recoger la papeleta de voto, con lo que la elección tienen que hacerla a vista de todos, lo cual podía intimidar a indecisos y amenazados. Daba risa ver algunas papeletas de voto a la secretaria general, la de Fidalgo estaba escrita con un tamaño de fuente que ocupaba todo un folio A4, mientras que la de Toxo apenas se podía leer.

Fidalgo y todo el aparato de la Confederación se volcó en hacer lo posible e imposible por ganar este Congreso y es la primera vez en CC.OO. que pierde el candidato del aparato. Esta situación puede abrir un camino interesante en Comisiones Obreras. No se puede obviar que entre las bases de este sindicato actúan, en permanente contacto con la clase trabajadora miles de cuadros, delegados y delegadas, así como miembros de comités de empresa.

En no pocas ocasiones son estas bases las que se enfrentan al aparato, y no estamos hablando de elementos burocratizados y profesionalizados, sino de hombres y mujeres que día a día dan la cara frente a un empresariado escasamente dado al diálogo y a ceder ante las reivindicaciones obreras.

Pero tampoco podemos olvidar que los “hombres del aparato”, los profesionales del sindicalismo moverán sus fichas para congraciarse con la nueva dirección y continuar viviendo de y a costa de los afiliados y afiliadas de CC.OO.

Los y las comunistas del PCPE que militamos en CC.OO seguiremos defendiendo y practicando un sindicalismo de clase pegado a la realidad de los centros de trabajo, y no nos temblará el pulso si hemos de enfrentarnos a la Dirección, esté quien esté al frente de ella.

La clase obrera necesita de un sindicato fuerte y reivindicativo, un sindicato que sea capaz de movilizar, no sólo de negociar, un sindicato que llame a las cosas por su nombre y se reclame defensor de los intereses de su clase, en contraposición con la postura actual de defensa de los intereses generales. Si Comisiones Obreras integra, reivindica y moviliza la clase obrera, tras el noveno congreso, habrá recuperado un elemento fundamental para ganar posiciones. Si la nueva dirección simplemente ha realizado un cambio de Secretario se habrá perdido una oportunidad preciosa.

De momento, las bases le han ganado el pulso al aparato, y eso es positivo para el sindicato y para el conjunto del movimiento obrero.

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