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martes, abril 20, 2010

Asi se repartieron el Sahara

. Los papeles secretos de Arias Navarro Reproducimos a continuación las partes esenciales del artículo publicado en INTERVIU en 1978 (26 de Enero-1 de Febrero) firmado por Pedro Costa Muste y José Luis Morales. Este número de la revista fue censurado y secuestrado. DECLARACION DE PRINCIPIOS ENTRE ESPAÑA, MARRUECOS Y MAURITANIA SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL En Madrid, a 14 de noviembre de 1975 y reunidas las Delegaciones que legítimamente representan a los gobiernos de España, Marruecos y Mauritania, se manifiestan de acuerdo en orden a los siguientes principios: 1. España ratifica su resolución reiteradamente manifestada ante la ONU de descolonizar el territorio del Sahara Occidental, poniendo término a responsabilidades y poderes que tiene sobre dicho territorio como potencia administradora. 2. De conformidad con la anterior determinación y de acuerdo con las negociaciones propugnadas por las Naciones Unidas con las partes afectadas, España procederá de inmediato a instituir una Administración temporal en el territorio, en la que participarán Marruecos y Mauritania, en colaboración con la Yemáa, y a la cual serán transmitidas las responsabilidades y poderes a que se refiere el párrafo anterior. En su consecuencia, se acuerda designar a dos gobernadores adjuntos, a propuesta de Marruecos y Mauritania, a fin de que auxilien en sus funciones al gobernador general del territorio. La terminación de la presencia española en el territorio se llevará a efecto definitivamente antes del 28 de febrero de 1976. 3. Será respetada la opinión de la población saharaui, expresada a través de la Yemáa. 4. Los tres países informarán al secretario general de las Naciones Unidas de lo establecido en el presente documento, como resultado de las negociaciones celebradas de conformidad con el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas. 5. Los tres países intervinientes declaran haber llegado a las anteriores conclusiones con el mejor espíritu de comprensión, hermandad y respeto a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y como la mejor contribución al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. 6. Este documento entrará en vigor el mismo día en que se publique en el "Boletín Oficial del Estado" la Ley de Descolonización del Sahara, que autoriza al Gobierno español para adquirir los compromisos que condicionalmente se contienen en este documento. ACTA DE LAS CONVERSACIONES MANTENIDAS, DE UNA PARTE, ENTRE LAS DELEGACIONES DEL REINO DE MARRUECOS Y LA REPUBLICA ISLAMICA DE MAURITANIA, Y DE OTRA, DE ESPAÑA, A PROPOSITO DE LOS ASPECTOS ECONOMICOS DERIVADOS DE LA TRANSFERENCIA DE LA ADMINISTRACION DEL SAHARA Las tres Delegaciones han acordado lo siguiente: 1. Pesca: Reconocimiento conjunto por Marruecos y Mauritania de derechos de pesca en las aguas del Sahara a favor de 800 barcos españoles, por una duración de 20 años y en las mismas condiciones actuales, salvo el canon a ser abonado a partir del sexto año. Durante los cinco primeros años, los barcos de pesca españoles quedarán exentos de todo canon. Para los quince años siguientes abonarán un canon que será el más favorable posible concedido a cualquier país tercero con una rebaja convenida. Antes del comienzo del sexto año, una Comisión Mixta de las tres partes se reunirá para fijar dicho canon. 2. Bienes públicos: Antes del 31 de diciembre de 1975, expertos de los tres países se reunirán con objeto de establecer la lista de bines públicos que sería transferida por España como parte integrante del territorio, y la de aquellos otros bienes que pudieran ser objeto de transferencia mediante el pago de la correspondiente indemnización. Para estos últimos, las partes fijarán antes de dicha fecha las eventuales modalidades de valoración, transferencia y pago. 3. Bienes privados: Marruecos y Mauritania se comprometen a respetar las propiedades privadas españolas en el Sahara y asegurar a sus propietarios su libre disposición y una justa indemnización en caso de expropiación. 4. Comercio: Marruecos y Mauritania estimularán el desarrollo de las corrientes de comercio tradicionales entre España y el Sahara en el marco de sus reglamentaciones de comercio exterior. 5. Otras cuestiones: Antes del 31 de diciembre de 1975, expertos de España, Marruecos y Mauritania se reunirán a fin de examinar y de resolver los problemas de navegación aérea y marítima y de las comunicaciones en general, así como cualquier otro tema que pueda derivarse de la transferencia del territorio del Sahara. Madrid, 14 de noviembre de 1975.- Firmado por los representantes del Reino de Marruecos y el de la República Islámica de Mauritania y por Carlos Arias Navarro. ACTA DE LAS CONVERSACIONES ENTRE EL REINO DE MARRUECOS Y ESPAÑA 1.- Cooperación económica Prospección minera: Establecimiento de una o varias sociedades de investigación geológica en forma de Joint Venture para la exploración mineralógica en el territorio del Sahara e incluso en Marruecos. Por parte española se aportarían los conocimientos geológicos que están a su alcance, y durante la fase de investigación, es decir, hasta que se descubra un yacimiento y se demuestre su explotabilidad económica, correrían a su cargo todos los gastos derivados de la investigación, gastos que serían a fondo perdido si aquella es infructuosa. Como contrapartida, Marruecos se compromete a compartir la sociedad que haya que fundar como consecuencia del resultado positivo de alguna o varias de las investigaciones emprendidas. En cada una de estas sociedades, el socio español tendría derecho en principio al 35 por ciento del accionariado y en este caso cada socio se haría cargo, proporcionalmente a su participación, de los gastos de investigación más los de desarrollo y puesta en explotación del yacimiento. El socio español tendría derecho a la importación del porcentaje de producto equivalente al de su participación y ello a los precios que en cada momento rijan en el mercado internacional. Si bien el ámbito de actuación de estas sociedades investigadoras puede extenderse a Marruecos, España desea que en el caso específico del actual territorio del Sahara, esta actividad se realice en régimen de prioridad. Asistencia técnica en Meskala: Habida cuenta de la experiencia española en minería y su probada capacidad técnica en este campo, se conviene en establecer un acuerdo de colaboración o asistencia técnica entre Marruecos y España, conducente a desarrollar y poner en producción la mina de Meskala. Para ello sería necesario que, tras un conocimiento específico de la actual situación del proyecto, España ofertara una posible cooperación que pudiera ser tan amplia como ambos países estimasen conveniente. Cooperación estudios siderúrgicos: En los mismos términos indicados en el apartado anterior, se establecerían unos principios de acuerdo, por los que España asesoraría a Marruecos en el estudio de previabilidad de una posible factoría siderúrgica a construir en su territorio. Fabricación química: Habida cuenta de la potenciabilidad marroquí en el campo de la producción de roca fosfatada y la potenciabilidad española en el campo de la producción de ácido sulfúrico y potasas, ambas partes interesan una cooperación y actividad conjunta en el campo del ácido fosfórico y de los abonos, al objeto de utilizar al máximo sus recursos en materias primas y obtener un mayor valor añadido de las mismas. Estas factorías podrían estar ubicadas en Marruecos o España, e incluso en ambos países, lo que facilitaría y rebajaría el coste de los fletes. Agricultura: Al igual que en apartados anteriores, los dos países entienden que una asistencia técnica española en el campo de la hidrogeología y planes de regadío, es deseable y ello en las condiciones en que se convenga y que resulten equitativas para todas las partes. Construcción naval: Habida cuenta de la colaboración acordada entre Marruecos y España en el campo de explotación de fosfatos (Fos Bucráa) y de fabricación química, se acuerda estudiar la viabilidad de una empresa de transporte marítimo mixta, en proporciones a determinar y en la que España desea aportar su capacidad en construcción naval. Turismo: Marruecos obtendrá de parte española, en los términos detallados que en cada caso se acuerden, la asistencia técnica en los proyectos a desarrollar en este campo. Firman el documento el embajador marroquí y Carlos Arias Navarro. ACTA DE LAS CONVERSACIONES ENTRE MAURITANIA Y ESPAÑA RELATIVAS A LOS ASPECTOS ECONOMICOS DERIVADOS DE LA TRANSFERENCIA DE LA ADMINISTRACION DEL SAHARA Las Delegaciones han convenido lo siguiente: 1. Pesca : Como complemento del acuerdo de cooperación en materia de pesca marítima firmado entre ambas partes el 14 de febrero de 1964, la República Islámica de Mauritania concede derechos de pesca en las aguas mauritanas (territorio actual) a favor de doscientos barcos españoles, para un periodo de quince años. Los cánones aplicables, las especificaciones de los barcos, así como las zonas de pesca serán fijados anualmente por una Comisión mixta sobre la base de las condiciones, las más favorables aplicables a los países terceros. Para el año 1976, la Comisión Mixta se reunirá antes del 31 de diciembre de 1975. España suministrará a Mauritania anualmente la lista y las características de los doscientos barcos antes citados, así como las sustituciones que pudieran producirse. Además, en el marco del Acuerdo 1964, Mauritania autorizará la libre pesca a otros barcos españoles, a condición de que éstos desembarquen la totalidad de sus capturas en los puertos mauritanos. Por su parte, España se compromete a estimular a los barcos españoles pescando en aguas mauritanas, a desembarcar sus capturas en los puertos mauritanos. 2. IMAPEC: El Gobierno mauritano participará en el capital de IMAPEC (Industrias Mauritanas de Pesca) en proporción a discutir. La participación mauritana será creciente hasta la adquisición total del capital de IMAPEC. En el caso de cesión de la participación mauritana a intereses de terceros países, el Instituto Nacional de Industria o las entidades españolas privadas, tendrán prioridad para adquirir la parte mauritana. Madrid, 14 de noviembre de 1975. Firmado por el Gobierno de la República Islámica de Mauritania y Carlos Arias Navarro. Estos documentos que hoy por vez primera ven la luz son solamente una parte de lo que el pueblo español tiene derecho a saber y se le ha venido ocultando sistemáticamente durante más de dos años. El día en que este ejemplar de INTERVIU salga a los quioscos, el pleno del Congreso estará discutiendo la ratificación del acuerdo pesquero hispano-marroquí, que ha sido solicitada por el Gobierno. Es a ellos, a los representantes elegidos libremente por el pueblo español, a los que corresponde que se acabe de una vez por todas con el viscoso silencio que ha venido rodeando el acuerdo de Madrid. El pueblo español, en repetidos actos y manifestaciones, ya ha dicho no a los acuerdos del gobierno Arias. Ahora sólo cabe esperar que el pacto sea denunciado y que sean desenmascarados los turbios intereses que dieron lugar a que España no cumpliera el papel que estaba obligada a jugar en el Sahara y abandonara a todo un pueblo a manos de la feroz dictadura marroquí. INTERVIU, 26 de enero-1 de febrero de 1978, Pág. 14-17 El Sahara, España y los Estados Unidos "...¿Cuáles son los intereses del gran policía norteamericano en este sector? Una vez analizados en Washington, se llega a la conclusión de que España es "amiga" y Marruecos también. Mauritania no importa. No tiene, todavía, capacidad de incordiar. Pero Argelia es otra cosa. Argelia s el enemigo número uno de la zona. Con diferencias de matiz, los sistemas sociopolíticos marroquí y español están definidos por algún tiempo en una determinada dirección, sobre todo en el caso marroquí. (Pensar lo contrario puede producir escalofríos en Washington). Argelia, por muy a su modo que se quiera, es - a los ojos del inquisidor norteamericano - una sociedad revolucionaria. Las conclusiones son obvias: un Estado saharaui formalmente independiente (ni siquiera nos podemos fiar del control neocolonialista español sobre él, piensa Washington) caería a corto o medio plazo bajo la órbita argelina, principal potencia de la zona, con lo que habría nacido otro Estado opuesto a Washington. Probable es - sigue el coloso yanqui pregonando - que los rusos, por inmediata regla de tres, obtengan bases en el futuro estado. No importa que muchas de las veces que Washington informa que los soviéticos tienen bases en tal o cual país árabe (último ejemplo, Somalia) sea falso. No importa el hecho de que la mayoría de los países árabes sean tan anticomunistas como los EE.UU. La conclusión extraída hay que imponerla. Y, en este caso, consiste en que no debe haber ningún país formalmente independiente. La única garantía de que los soviéticos no se extiendan es que el hoy denominado Sahara español sea entregado a Marruecos" (Emilio Menéndez del Valle: El Sahara, España y los Estados Unidos, Triunfo, 5 de julio de 1975) Intervención de José Solís Ruiz ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados (16 de marzo de 1978) "...Analicé anoche qué fue la "Marcha verde", porque aunque yo lo sabía, y aquí se ha hablado mucho de ella, quería refrescar mi recuerdo. Efectivamente, como conocemos, el Rey Hassan la convocó como si fuese una marcha santa, como si fuese una peregrinación a la Meca, incluso poniéndola un nombre muy tradicional entre su religión, y acudieron hombres, mujeres de todos los rincones del país vecino, y también hubo unanimidad, a la que ya hemos hecho referencia, en todos los partidos políticos que, olvidando diferencias, incluso enfrentamientos, se arriesgaron a adentrarse en el territorio, cuya administración teníamos, en el momento que recibiesen las órdenes pertinentes. Esta situación era fuerte por que nos encontrábamos - como se ha dicho aquí - zaheridos y atacados por todas partes. La población - que incomprensiblemente fue una sorpresa para muchos de nosotros - se volvió contra España, cuando España tanto había hecho por ellos; los países vecinos, con todas las escaramuzas, heridos, prisioneros, y, por si fuera poco, el mundo no nos comprendía o no quería comprendernos. Se sabe que yo no tengo mucha fe en las Naciones Unidas, mejor dicho, creo poco en ellas. Sí creo y admiro el valor, la competencia, la pasión, el patriotismo que han puesto siempre en aquella organización nuestros representantes y en muchos casos, personalmente y por escrito, les he felicitado porque han defendido los intereses de la Patria con un tesón que es de envidiar y admirar. Pero no creo ni creía en dicha Organización. Nosotros teníamos esperanzas de que las Naciones Unidas participasen y pusiesen fin a un acontecimiento que yo estaba convencido que, a la larga, nos llevaría a un enfrentamiento, lo que me preocupaba, pensando en las madres de aquellos soldados que estaban en el Sahara y en nuestros propios hijos (...) Las Naciones Unidas, para mí, fueron lo que siempre habían sido; la misma de Indonesia, el Vietnam, Israel, Somalia, y ahora mismo Etiopía, o la de nuestro Gibraltar. Es decir, hablar, hablar, sin facultades para hacer. Ya sé que se dice que las facultades no son del Organismo, sino de las naciones que lo componen. Yo observaba que la tragedia que estaba amenazando a nuestra Patria se pasaba desde el Comité de los no sé cuantos, al Consejo del no sé qué, a la Permanente, a la Asamblea (...) (...)Efectivamente hubo aquel Consejo de Ministros de 20 de octubre, Consejo largo, donde se nos explicó la situación total tanto de nuestras fuerzas como de las marroquíes. Se nos explicaron todos los componentes de la marcha. Se nos explico - y no es tanto secreto que no se pueda decir por el juramento que todos los Ministros prestamos - que allí se acordó iniciar las negociaciones interrumpidas para ver si podíamos, de alguna forma, evitar que la "Marcha Verde" se pusiese a andar. Este fue el objetivo fundamental. No faltamos tampoco a ese juramento si decimos que acordamos que el ideal sería que fuese a esa conversación el Presidente del Gobierno o cualquiera de los Ministros allí presentes. En aquel Consejo de Ministros no se dieron los nombres de los Ministros que podían ir; cualquiera podía hacerlo porque todos se prestaban, como es natural, voluntarios. Se dijo algo más, se dijo que el Embajador de Arabia Saudita se había ofrecido como mediador. Yo como español no soy partidario de esas mediaciones, sobre todo cuando se trata de un país que está cercano, un país al que nos ligan siglos de historia, un país con el que hemos tenido altos y bajos en nuestras relaciones, con el que hemos tenido muchas temporadas de relaciones cordiales, un país donde nuestros intereses son comunes y con el que tenemos una gran responsabilidad porque estamos a uno y otro lado del estrecho que es el paso hacia el Mediterráneo (...) A Marruecos tenía que ir una persona responsable, que conociese el problema, y así se acordó. (...)A las cinco o seis de la madrugada el teléfono de mi casa sonó. Al ponerme, me dijeron: "Le llaman de la Presidencia"(...) Se me dijo sólo: "Solís, ¿estás dispuesto a salir dentro de un rato para ver si te puede recibir el Rey de Marruecos y a llevar la consigna o explicarle lo que te diré?". Naturalmente dije lo que hubieseis dicho cualquiera de vosotros: "Presidente, soy un ministro, a tus órdenes estoy y al servicio de la Patria"(...) Serían las siete y media u ocho de la mañana, no recuerdo, cuando llegué a la Presidencia; estaba el Presidente y el ministro de la Presidencia acompañándole y me dijo : "A las dos de la madrugada, el Jefe del estado ha tenido una fuerte recaída, un grave ataque al corazón y lo va superando. Por tanto, yo no puedo moverme de España y te quisiera encomendar que llevases una misión al Rey Hassan. Saldrás en un avión dentro de un momento, procura que te reciba y dile lo siguiente: que yo pensaba visitarle para iniciar y entablar unas conversaciones y negociaciones; que yo deseaba que hablásemos de todos los problemas a través de esas negociaciones, que tenemos planteadas, uno por uno, pero que, debido a la enfermedad del Jefe del estado, a su gravedad te mando a ti. Tu objetivo es el siguiente: primero conseguir, si puedes, que la "Marcha Verde" no salga y no se acerque a nuestras fronteras; segundo, si ello no es posible, procurar traer el compromiso de que se retrase un poco, de que se ponga a "ralentí" la organización de la marcha, a fin de que podamos negociar". (...) Su Majestad me recibió con afecto, quizá porque vio una cara conocida. Efectivamente, a mí, ocho o diez años antes, el Jefe del Estado me había mandado a Marruecos para representar a España, con motivo del décimo aniversario de la muerte de Mohamed V(...) (...)Le dije que, en nombre de nuestro Gobierno y de nuestro Presidente, le proponía que paralizase la "Marcha Verde" o que la demorase porque suponía, y era cierto, que tendría todavía mucho por organizar: los suministros, los transportes, la sanidad. La contestación fue hecha de forma tajante: "Imposible. Ya no es hora. La "Marcha Verde" tiene que salir con todas sus consecuencias. Pero la "Marcha Verde" es una marcha pacífica, no es con armamento. Se llegará hasta el Aaiún; irán 400.000 ó 500.000 personas; nos acompañarán representaciones de todos los países árabes y prácticamente de todo el mundo". Efectivamente, allí había representaciones o grupos de muchos países europeos e incluso, ya lo hemos dicho, de Norteamérica. El me dijo que era imposible, que la "Marcha Verde" tenía que llegar hasta el final. "No deben temer ustedes - agregó - porque no vamos a ocupar el territorio, vamos pacíficamente a confraternizar con vuestros soldados". (...) Endureciendo su gesto, me dijo que él estaba molesto con España. Me fue explicando que en el año sesenta y tantos tuvo una conversación con un ministro de Asuntos Exteriores de nuestro país y que al final España no hizo nada de lo que se le había prometido. Entonces, interrumpiéndole (...)dije: "Majestad, eso es historia" (...) Agregó :"Años después, otro ministro de Asuntos Exteriores tuvo conversaciones conmigo y me manifestó tal y tal cosa". Repetí otra vez: "Majestad, eso es historia". Y así hasta cinco veces. Pero la verdad es que no había manera, porque él me reiteró: "Solís, !imposible!. La "Marcha Verde" se pondrá a andar a la hora prevista, y yo al frente. Mi propósito es llegar hasta el último confín del Sahara" En aquel momento, si yo hubiese sido diplomático, tendría que haberme levantado, haber saludado y marcharme(...) Pero yo pensé inmediatamente en las madres de los hijos que estaban en el Sahara, pensé en nuestros hijos y por las caras que veo, quizá sin saberlo, en alguno de vosotros, que entonces estabais seguramente en edad militar (...) y conté alguna de las cosas que yo sabía de la historia cordobesa, e incluso algunas de mi mismo pueblo, donde tuvimos, como casi toda España, la ocupación árabe. Seguía contando estas historias, me miró su Majestad sonriendo, y yo pensé que él pensó : Ya sabía yo que con este cordobés no podría. Las cosas cambiaron por completo. Le dije: "Majestad, durante trece siglos hemos combatido entre nosotros, hemos combatido en común, hemos escrito historia, hemos mezclado la sangre (...) Mi propósito, la misión que traigo aquí es la de que olvidemos la historia de estos tres, cinco, diez años y trece siglos y que vayamos pensando en un entendimiento cara al mañana y en una posibilidad de que nuestros hombres no tengan que enfrentarse". Empezamos a hablar, a ver cómo se podía hacer y después de hora y media o cerca de dos horas de conversación. Él me dijo: "Solís, yo le garantizo que dentro de cuarenta y ocho horas un emisario mío, con funciones y con atribuciones - porque no me puede exigir que yo improvise la solución de todos los problemas que tenemos -, llegará con consignas concretas para poder iniciar unas negociaciones". (Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, nº 33. Comisión de Asuntos Exteriores. Sesión nº 8, 16 de marzo de 1978.) Carta de Franco a la Yemáa (21 de septiembre de 1973), enviada a la ONU como justificación de la política descolonizadora del gobierno español. "A la Asamblea General del Sahara: el 6 de marzo del año en curso me dirigí a la anterior legislatura de esta Asamblea general respondiendo al escrito que la misma me elevó el 20 de febrero, escrito ratificado por la actual legislatura en su sesión constitutiva de 28 de julio último, comunicándole que había encargado a mi gobierno el estudio de las peticiones de dicho mensaje. El gobierno, siguiendo mis instrucciones, ha estudiado las aspiraciones del pueblo saharaui, cuya representación legítima corresponde a esa Asamblea general y, en atención a las mismas y en cumplimiento de la misión de España de promoción del pueblo saharaui, ha elaborado la siguiente contestación aprobada en Consejo de Ministros y que ha merecido mi sanción: 1. El Estado español reitera que el pueblo saharaui, cuya convivencia secular con el pueblo español es desde sus inicios absolutamente voluntaria, es el único dueño de sus destinos y nadie tiene derecho a violentar su voluntad. El Estado español defenderá la libertad y la libre decisión del pueblo saharaui. 2. El Estado español garantiza la integridad territorial del Sahara. 3. El Estado español confirma su compromiso histórico de proseguir con el mayor impulso posible al desarrollo económico y social del territorio, reconociendo al pueblo saharaui la propiedad de sus recursos naturales y los beneficios de su explotación, así como la voluntad de promover la cultura, las formas de vida de la personalidad saharaui y el florecimiento de su religión. 4. El Estado español reitera y garantiza solemnemente que la población del Sahara determinará libremente su futuro. Esta autodeterminación tendrá lugar cuando lo solicite libremente la población de conformidad con lo expuesto por la Asamblea General en su escrito ya citado del 20 de febrero del corriente año. 5. Continuando el proceso de perfeccionamiento político del pueblo saharaui y como preparación de su futuro, se establecerá un régimen de progresiva participación del mismo en la gestión de sus propios asuntos. Dicho régimen entrará en vigor cuando se complete el proceso legislativo que se consigna a continuación. 6. El Estado español presenta a la Asamblea General las bases siguientes como principios en que ha de inspirarse la organización político-administrativa del Sahara: f. El pueblo saharaui es propietario de sus riquezas y recursos naturales. g. Durante el periodo de vigencia de este estatuto, los saharauis gozarán de todos los derechos inherentes a la nacionalidad española. h. El Jefe del Estado español encarna la comunidad existente entre España y el Sahara. Será representado en el territorio por su gobernador general. i. El Estado español garantizará la integridad territorial del Sahara, lo representará en el ámbito internacional y asegurará su defensa. Los asuntos internos serán competencia de los órganos propios del territorio. j. A la Asamblea General del Sahara, como supremo órgano representativo del pueblo saharaui, le corresponderá elaborar las disposiciones de carácter general relativas a los asuntos internos del territorio, sin perjuicio de la sanción que corresponderá al gobernador general. Podrá igualmente proponer iniciativas y medidas que estime convenientes sobre dichos asuntos. k. Se confirmará e intensificará la promoción de los usos y costumbres tradicionales, así como de la justicia coránica. 7. Si la Asamblea General se manifestara de acuerdo con estas bases, las mismas serán desarrolladas en forma articulada en el correspondiente estatuto, que será aprobado por la ley. 8. La aceptación por la Asamblea General del Sáhara de estas bases, no menoscaba el derecho de la población saharaui a la autodeterminación sobre su futuro, del que esta nueva etapa es preparación necesaria. Puesta la confianza en Dios, el pueblo saharaui y la nación española se encaminan hacia su futuro de alianza fraternal de paz y prosperidad. Francisco Franco” (Informaciones, 14 de octubre de 1975) Declaración del gobierno español sobre el tema del Sahara (23-5-1975) "El Gobierno recibió amplios informes de los ministros de la Presidencia del Gobierno, Asuntos Exteriores y Ejército, sobre la situación en el territorio del Sahara, examinadas en su conjunto y desde las distintas perspectivas específicas de tales Departamentos; fue informado, también, sobre la visita realizada por una comisión de las Naciones Unidas, que a su regreso a Madrid, fue recibida, en la tarde del miércoles 21, por el presidente del Gobierno. A la vista de tales informes, y dentro de la línea de actuación tradicionalmente mantenida por España, el Gobierno desea reiterar ante la opinión pública lo siguiente: 1. España no pretende en modo alguno prolongar su permanencia en el Sahara, del que nunca pensó obtener provecho de orden político, y al que ha servido cumpliendo con el mejor modo posible todos sus deberes hacia dicho territorio y su población autóctona. 2. En esa línea de actuación, ha aceptado las resoluciones de las Naciones Unidas tendentes a aplicar al Sahara la política de autodeterminación, llegando incluso a señalarse un plazo para la celebración del correspondiente referéndum. 3. En tal situación y reservándose sus puntos de vista respecto a cualquier reivindicación territorial sobre el Sahara por parte de otros estados, España, en el mejor deseo d no dificultar cualquier intento de cooperación internacional, no se opuso a la petición aprobada por la ONU de solicitar un dictamen de carácter consultivo al Tribunal de La Haya, aún siendo consciente de que la evacuación de dicho dictamen representaría un retraso notable en sus propios planes, con la consecuencia de prolongar más allá de los previsto su presencia y responsabilidad en dicho territorio. 4. Entretanto, la situación en el Sahara se ha ido deteriorando progresivamente como consecuencia de las tensiones, confusión e incertidumbre que, con muy diversos orígenes y motivaciones, se han ido produciendo en las últimas semanas, aflorando en todo caso estados de opinión en el territorio que se muestran de un modo rotundo a favor de la independencia del mismo. Tal situación, que afecta a la población civil española, ha servido al propio tiempo para poner de relieve el alto espíritu de disciplina, la preparación y el patriotismo de nuestras Fuerzas Armadas allí estacionadas. 5. En consideración a todo lo anteriormente expuesto, el Gobierno confirma su deseo de cumplir con las resoluciones aprobadas por las Naciones Unidas y al propio tiempo declara su propósito de transferir la soberanía del territorio del Sahara en el más breve plazo que sea posible, en la forma y modo que mejor convenga a sus habitantes y a la satisfacción, en su caso, de cualquier legítima aspiración de países interesados en la zona, sin perjuicio de defender sus intereses en dicho territorio en ámbito y por los cauces del Derecho Internacional. A este efecto se están iniciando los trámites pertinentes ante las Cortes españolas. Al propio tiempo hace constar que si por circunstancias ajenas a su voluntad, se demorase la posibilidad de realizar tal transferencia de soberanía en términos que comprometan gravemente la presencia española en el Sahara, se reserva su derecho, previa la oportuna advertencia a las Naciones Unidas, de precipitar las transmisión de poderes poniendo fin definitivamente a su presencia en dicho territorio" (Recogido en Luis Rodríguez de Viguri y Gil: La Descolonización del Sahara. Revista "Nueva Historia", nº 21, Octubre de 1978) Opinión consultiva del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya "Los elementos e informaciones dirigidos a la Corte, para conocimiento de ella, demuestran la existencia, en el momento de la colonización española, de lazos jurídicos de sumisión (allégeance), entre el sultán de Marruecos y ciertas tribus que vivían en el territorio del Sahara Occidental. Indican igualmente la existencia de derechos, incluidos ciertos derechos relativos a la tierra, que constituían lazos jurídicos entre el conjunto mauritano, en el sentido en que lo entiende la Corte, y el territorio del Sahara Occidental. Sin embargo, la Corte decidió que los elementos e informaciones dirigidas a ella para su conocimiento, no establecen la existencia de ningún lazo de soberanía territorial entre el territorio del Sahara Occidental por una parte, y el reino de Marruecos o el conjunto mauritano por otra" (Informaciones, 14 de octubre de 1975) Declaración de Madrid sobre el Sahara (14 de noviembre de 1975) "En Madrid, a 14 de noviembre de 1975, y reunidas las Delegaciones que legítimamente representan a los gobiernos de España, Marruecos y Mauritania, se manifiestan de acuerdo en orden a los siguientes principios: 1. España ratifica su resolución - reiteradamente manifestada ante la ONU - de descolonizar el territorio del Sahara Occidental (...) 2. (...) España procederá de inmediato a instituir una Administración temporal en el territorio, en la que participarán Marruecos y Mauritania, en colaboración con la Yemáa (...) La terminación de la presencia española en el territorio se llevará a efecto definitivamente antes del 28 de febrero de 1976. 3. Será respetada la opinión de la población saharaui, expresada a través de la Yemáa (...) 6. Este documento entrará en vigor el mismo día en que se publique en el Boletín Oficial del estado la ley de Descolonización del Sahara, que autoriza al Gobierno español para adquirir los compromisos que condicionalmente se contienen en este Documento" (Informaciones, 14 de noviembre de 1975) El "Plan Marrakesch" "...Desde los Acuerdos tripartitos de Madrid, la participación indirecta de Francia en el problema saharaui parece clara: el gobierno de París dio su visto bueno a su aliado, Marruecos, para desencadenar la "Marcha Verde", punto de partida del paso expansionista marroquí concretado en los acuerdos. Hassan y Giscard d´Estaing elaboraron entonces un plan, posteriormente denunciado en la prensa francesa, bautizado "Plan Marrakesch", que se proponía alejar a España de la región y lograr la implantación de Francia - a través de Marruecos y Mauritania - en esa área. Con ello, París podría completar su hegemonía, o en todo caso consolidar su "zona de influencia" en una buena parte de África, constituida por aquellas ex colonias que recibieron graciosamente la independencia. El proyecto, además, preveía una compensación a Rabat, mediante la provisión masiva de armamentos provenientes de la casa Dassault y del propio ejército francés. Marruecos, por otra parte, constituía y constituye una importante baza de los capitales franceses, que controlan los puntos clave de la economía marroquí. Otro tanto ocurre en Mauritania, donde las minas de hierro de Zuerat - que proveen al presupuesto nacional con el 92 por ciento de los recursos totales -, se encuentran bajo control francés. Mediante el alejamiento de España y la ocupación del Sahara por sus aliados y socios, el gobierno francés creyó haber concretado su ambicioso plan. Pero la inesperada resistencia de la guerrilla saharaui trastocó los proyectos. Marruecos y Mauritania se demostraron militarmente incapaces de vencer en los campos de batalla del desierto a los combatientes nacionalistas apoyados por Argelia, que les han propinado una larga serie de derrotas durante los dos últimos años. Lo que se creía iba a ser una guerra relámpago contra los "terroristas" que duraría dos semanas hasta exterminar la resistencia, terminó siendo una guerra de desgaste insoportable para los expansionistas. El actual conflicto parece entroncar con este plan colonial francés. Resulta poco verosímil la excusa de los dos técnicos franceses apresados por el Polisario para explicar la escalada. Por lo general, los Estados no juegan a la guerra sólo por la vida o la libertad de dos, ocho o trece connacionales. Muchos observadores creen, en cambio, que, esta vez, ha sido Marruecos quien ha tratado de empujar a París a un juego de presiones y amenazas que hubiera podido justificar la intervención francesa para, por fin, barrer la resistencia nacionalista en el Sahara y completar el dominio de sus dos socios. Sin embargo, una maniobra así parece haber fracasado ya. Francia dio marcha atrás por razones obvias: Giscard no puede lanzarse a una intervención si no es con absoluta garantía de éxito. Las guerras, en 1977, no duran mucho tiempo, porque inmediatamente las grandes potencias intervienen, mucho más cuando se libra en una zona de alto valor estratégico como la esquina noroeste de África. Además, frente a las próximas elecciones legislativas francesas, el ocupante del Elíseo no puede apuntarse un fracaso internacional. De momento, París parece preferir jugar la partida de los mercenarios, las fuerzas indirectas, para evitar el deterioro de sus intereses económicos en Mauritania. Sin embargo, aparentemente, la situación para Marruecos es grave y urgente. Con un presupuesto de guerra de 166.000 millones de pesetas, seis millones de parados, 16 millones de subalimentados, y una voluminosa deuda exterior, debe encontrar una salida a la permanente sangría que le significa el Sahara, territorio que no ha logrado conquistar ni controlar. (Cambio 16, nº 311, 27 de noviembre de 1977) La neutralidad española "Los Acuerdos de Madrid estuvieron, por las circunstancias históricas del momento, orientados hacia las apetencias marroquíes y mauritanas, pero a las cuarenta y ocho horas, el gobierno Arias lo matizó convenientemente. Poco tiempo después, el primer gobierno de la Corona, una vez transferida la administración del territorio a sus actuales administradores, hizo pública una declaración en la que se expresaba que España, una vez hubiera salido el último soldado del Sahara, observaría una estricta neutralidad con respecto a los tres países involucrados. "Esa actitud de neutralidad se ha venido manteniendo hasta hoy", manifestó a esta revista un diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores. "Por otra parte, España tampoco ha discriminado en ningún momento al Frente Polisario, que ha tenido todo lo que ha querido. Pidieron el embargo de armas a Marruecos y Mauritania y se les concedió, han solicitado que el gobierno se pronuncie acerca de si continúa defendiendo el principio de autodeterminación de la población autóctona, y se les ha dicho que sí..." (...) Piensa el partido de Felipe González( el partido mayoritario de oposición al gobierno Suárez) que, como propone Argelia, España debe tomar la iniciativa para que, como ya dijeron todos los partidos políticos parlamentarios hace dos semanas en un telegrama enviado al secretario general de la ONU, "se busque una solución pacífica, justa y duradera a la descolonización del Sahara, solución que no es la simple anexión del territorio a Marruecos y Mauritania, al existir otros intereses en juego, entre ellos el de la población saharaui, cuyo representante único, por el momento, es el Frente Polisario. (...) Para los socialistas es ridículo que el gobierno Suárez hable de neutralidad y que, al mismo tiempo, esté enviando armas a Marruecos y Mauritania. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores consultados por esta revista, reconocieron que, efectivamente, España ha servido en los últimos meses varias partidas de armas a Marruecos y Mauritania, pero que éstas correspondían a pedidos anteriores al 15 de junio, fecha en que el gobierno decretó el embargo." Cambio 16 nº 319, 22-1-78 El general Rafael de Valdés, último gobernador del Sahara, explica el abandono español de lo que fue una provincia nacional más. Pregunta: A su juicio, ¿cuál hubiera sido la postura ideal de España en el conflicto? Respuesta: Creo que la celebración del referéndum de autodeterminación hubiera sido la postura ideal. España en el 74 realizó un enorme esfuerzo para elaborar un censo exhaustivo en el Sahara. Se utilizaron todos los medios de transporte a nuestro alcance: "jeeps", helicópteros y hasta camellos con el fin de llegar hasta la última "jaima". Incluso tuvimos que entrar en territorio de Mauritania o Argelia para acceder a los nómadas que, por causa de la sequía, se habían trasladado allí. Las Naciones Unidas debían haber permitido la celebración del referéndum, como estaba previsto para el primer semestre del año 75. Con ello se hubiesen evitado todas las consecuencias posteriores. ¿Por qué las Naciones Unidas no auspiciaron esos comicios?. Porque Marruecos orquestó una campaña a nivel internacional ganando no sólo el apoyo del mundo árabe, sino también el de Francia y los Estados Unidos. Pregunta: ¿Ondearon banderas americanas en la Marcha Verde? Respuesta: Sí, por supuesto, no me cabe la menor duda de que Estados Unidos y Francia ayudaron a Hassan en la Marcha Verde. De esta cuestión lo que me sorprende es que nuestros Servicios de Información no se hubieran enterado antes: no me cabe en la cabeza. Organizar una marcha civil en la que iban a participar unas trescientas cincuenta mil personas, suponía una importante movilización de vehículos, provisiones de alimentos, agua, etc. Para mí, éste es el auténtico misterio. En la movilización se manejaron latas de conservas especiales, bebidas especiales, cigarrillos especiales y todo ello en cantidades masivas. Lo más increíble del tema es que en la fabricación de estas conservas habían participado empresas españolas con fábricas ubicadas en territorio marroquí. Es inconcebible que la preparación de la Marcha Verde no fuese detectada por los Servicios de Información. No me lo explico. Pregunta: Hassan II anunció el pasado domingo, durante el discurso del trigésimo aniversario de su entronización, la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental para proceder después a las elecciones libres en todo Marruecos. Nunca el monarca marroquí había condicionado públicamente la convocatoria de comicios libres a la solución del problema sahariano. Respuesta: Hassan II ha demostrado a lo largo de la historia una astucia tremenda. El problema de este referéndum estriba fundamentalmente en la elaboración de un censo real. Se habla de doscientos mil habitantes en el Sahara Occidental, pero desde luego se refieren a otras personas, no a los saharauis. Cuando confeccionamos el censo en el año 74, la población no alcanzaba los setenta y cinco mil habitantes. Teniendo en cuenta las condiciones de vida de esta gente, no creo que hayan alcanzado los doscientos mil en 1991. Presumo que Hassan II ha incluido en este censo a los marroquíes instalados en el Sahara. Soy reacio a creer que se realicen comicios libres en la zona, pero si quieren realizar un referéndum con ciertos visos de legalidad, lo primero que deben hacer los marroquíes es salir del Sahara". Fragmentos de la entrevista realizada al general Rafael Valdés en el diario El Sol, (7-3-1991) Amnistía Internacional Violaciones de Derechos Humanos en el Sahara Occidental Las fuerzas de seguridad marroquíes continúan cometiendo graves violaciones de derechos humanos en el Sahara Occidental, en violación de los tratados internacionales de derechos humanos que ha ratificado Marruecos y a pesar de la presencia, desde 1991, de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO). Amnistía Internacional ha documentado durante los últimos dos decenios las violaciones que contra los derechos humanos se cometen en el Sahara Occidental y ha emprendido actividades y campañas contra esta situación. Tras la anexión del Sahara Occidental por parte de Marruecos en 1975, centenares de saharauis fueron arrestados y "desaparecieron". Las autoridades marroquíes liberaron a más de trescientos de aquellos "desaparecidos" en junio de 1991, tras haber permanecido más de 16 años en condiciones inhumanas en centros secretos de detención, donde muchos de ellos perdieron la vida. Todavía hoy los familiares no saben donde están enterrados sus seres queridos. Las autoridades marroquíes no han aceptado estas muertes... ...Tras la liberación de "desaparecidos" saharauis en 1991, se han registrado en Marruecos otras mejoras significativas en la situación de los derechos humanos en el país, como la conmutación de 195 sentencias de muerte en 1993 y la liberación en 1994 de más de 350 presos de conciencia y presos políticos que habían sido condenados en juicios que no cumplieron las garantías mínimas de justicia procesal. Sin embargo, estas mejoras en la situación de los derechos humanos en Marruecos no se han ampliado hasta el Sahara Occidental, como tampoco se han materializado las esperanzas de que se produzcan novedades alentadoras, especialmente la aclaración de la suerte de los centenares de personas que siguen "desaparecidas"... ...Amnistía Internacional pide: • Al gobierno de Marruecos, que adopte las medidas necesarias para que cese la violación de los derechos humanos en el Sahara Occidental, que aclare la suerte de las personas que aún están "desaparecidas", que investigue todas las "desapariciones" y las pasadas y actuales violaciones de los derechos humanos, y que ponga a disposición de la justicia a los responsables. • A las Naciones Unidas, que adopte medidas urgentes para garantizar el respeto de las salvaguardias para los derechos humanos que contiene el mandato de la MINURSO, y que lo amplíen de forma que incluya la vigilancia in situ de la situación de los derechos humanos y la investigación de las denuncias de violación de estos derechos, así como la facultad de tomar las disposiciones adecuadas para detener e impedir nuevas violaciones de los derechos humanos. • A las autoridades del Polisario, que adopten las medidas necesarias para que nadie sea detenido arbitrariamente ni torturado o maltratado, y que garanticen que todo sospechoso de haber participado en abusos contra los derechos humanos será relevado de puestos de autoridad (Resumen del documento titulado "Marruecos y el Sahara Occidental. Violaciones de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental", publicado por Amnistía Internacional en abril de 1996) MASACRES EN EL AAIUN BAJO OCUPACIÓN MARROQUÍ "Hechos : Desde el día 10 de septiembre de 1999, los estudiantes saharauis, los licenciados en paro y los retirados de la empresa Fos Bucráa organizan un sitin ilimitado delante de la sede provincial del Aaiún-Bojador en la avenida de La Meca en la ciudad del Aaiún, en los territorios ocupados del Sahara Occidental, para reivindicar sus derechos legítimos a una vida digan y humana. Una jaima ha sido implantada en el lugar de la concentración a la que acudieron cientos de simpatizantes saharauis. Durante todos los días se celebraron charlas y debates sobre la grave situación de los saharauis bajo la ocupación marroquí. El 19 de septiembre de 1999, los trabajadores de las minas de fosfatos deciden aunarse a la concentración y publican un comunicado donde expresan sus reprobaciones a la política de la administración marroquí. El 22 de septiembre de 1999, a las 2H30 GMT, varias unidades de las fuerzas de ocupación marroquí se lanzan contra los protestantes pacíficos. En el asalto participaron la Policía Judicial, la Gendarmería Real, las fuerzas de las Compañías Móviles de Intervención, además de las Fuerzas Auxiliares bajo la supervisión de agentes del Departamento de Seguridad Territorial. El balance provisional de esta violenta represión es de: • Una persona fallecida en el acto: se trata del cheij Mahsan (guardia de un edificio) • Varias personas heridas (se acompañan un total de 53 nombres) • Varias decenas de personas desaparecidas de las que se sospecha que se encuentran detenidas en los centros siguientes: Sede de la Policía Judicial, Cuartel de las Compañías Móviles de Intervención, Almacén en la calle de Smara... Según informaciones concordantes, los heridos fueron rechazados de los hospitales y los médicos recibieron órdenes de las autoridades de ocupación de no facilitar ningún certificado médico. Varios de los heridos habrían sido llevados a las afueras de la ciudad donde han sido dejados a su suerte. Por otra parte, algunos testigos afirman haber escuchado tiros cerca de la sede de la ONEP (Office Nationale des Eaux Potables). Desde la mañana del 22 de septiembre, la ciudad del Aaiún está bajo toque de queda. Los comercios cerraron y las patrullas de las fuerzas de seguridad se multiplicaron. A pesar de esta alarmante situación, los ciudadanos saharauis desafiaron a las autoridades de ocupación particularmente en el barrio de Zemla donde se concentran cientos de personas en protesta contra la represión marroquí. El 23 de septiembre, se produce una nueva oleada de represión de los manifestantes, en particular de los habitantes de los campamentos traídos desde las ciudades de Tan Tan y Goulimine. Manifestaciones similares fueron organizadas en varias ciudades saharauis en particular en Goulimine, Tan Tan y Smara, y fueron igualmente reprimidas por las fuerzas de seguridad. Del 24 al 26 de septiembre las autoridades de ocupación refuerzan las medidas de terror contra los ciudadanos saharauis mediante el secuestro de varias decenas de personas y las persecuciones de las personas que se sospecha hayan participado en las manifestaciones. El 27 de septiembre, las víctimas de las violaciones, en particular los estudiantes, licenciados en paro, los trabajadores de la empresa Fos Bucráa, organizan una sentada delante de la sede provincial El Aaiún-Bojador, para denunciar las graves violaciones de los derechos humanos cometidas contra los ciudadanos saharauis y exigir la liberación de los presos y desaparecidos así como el juicio de los responsables de crímenes de lesa humanidad. La sentada se inició a las 14,30 horas y fue clausurada a las 20,30 horas a pesar de la presencia masiva de los diferentes cuerpos represivos marroquíes. Al regreso a sus hogares, los participantes fueron interceptados por milicias de los colonos marroquíes que actuaban con el respaldo de las fuerzas de ocupación. Varios ciudadanos resultaron heridos. Acto seguido, los colonos saquearon las tiendas y las pertenencias de los ciudadanos saharauis. Entre las empresas saqueadas figuran TOYOTA y TERMA. Varias casas y vehículos de los ciudadanos de los ciudadanos saharauis han sido incendiados. Acto seguido, las fuerzas marroquíes detuvieron a decenas de saharauis sin molestar a los colonos. Cabe recordar que desde el inicio de la invasión, en 1975, las autoridades se esforzaron en inundar el territorio saharaui de miles de colonos marroquíes hasta tal punto que los saharauis se han convertido en minoría en su propia tierra. Estos sucesos fueron confirmados por la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental). A esta grave situación cabe agregar los siguientes aspectos logísticos de la planificación represiva de las fuerzas marroquíes: 1. Durante los días previos fueron enviadas fuerzas antidisturbios en pequeñas unidades de dos camiones diarios a efectos de pasar más desapercibidos 2. Un batallón militar llegó a la zona en la noche del 27 de septiembre, procedente del cuartel militar de la ciudad marroquí de Agadir, con destino al Aaiún y como refuerzo de seguridad en la represión. 3. Se han utilizado vehículos de la MINURSO por parte de los conductores que son miembros de la seguridad marroquí. En ellos se transportó a efectivos de la seguridad vestidos de civil. El día 29 de septiembre de 1999, continúan los levantamientos en la ciudad del Aaiún y ante la incapacidad de las fuerzas de seguridad en reprimirlos, llegaron refuerzos formados por el ejército, la gendarmería y las fuerzas auxiliares. A partir del 30 de septiembre de 1999, El Aaiún está bajo control exclusivo del ejército marroquí que decreta el estado de emergencia. A pesar de ello, mujeres saharauis se manifiestan y toman la residencia del gobernador consiguiendo el compromiso de que sus hijos serán liberados antes de las 14 horas locales. A pesar de la liberación de cincuenta personas, las detenciones continuaron los días siguientes. ...Ante esta grave situación: 1. La organización de Naciones Unidas debe garantizar la asistencia a los heridos obligando a Marruecos a permitir a la Cruz Roja Internacional que se haga cargo de ellos con el mismo trato de los heridos de guerra en conflictos internacionales. 2. Se realice una investigación imparcial acorde con los Convenios de Ginebra y con la participación de la Cruz Roja procediéndose a la identificación de los responsables de los cuerpos policiales y militares marroquíes. 3. Exigir del Gobierno Español, de conformidad con sus responsabilidades históricas, que adopte cuantas medidas diplomáticas sean necesarias para el cese de la violencia y el terror contra la población civil saharaui inclusive la posibilidad de condicionar las ayudas de la UE al respeto de los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario en el marco de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales. 4. Pedir a las Naciones Unidas que incluya en el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental, la protección de los derechos humanos en el Sahara Occidental hasta la celebración del Referéndum. El presidente de la RASD, Sr. Mohamed Abdelaziz, en una carta a Kofi Annan con fecha del 24 de septiembre, le exhorta a que intervenga para poner término a las graves violaciones de Derechos Humanos. En una segunda carta, con fecha del 29 de septiembre, al presidente del Consejo de Seguridad, el Presidente Saharaui condena el silencio de la ONU y demanda "abrir inmediatamente una investigación y conducir una misión de investigación al territorio" ...Desde Bruselas, la Coordinadora Europea de Apoyo al Pueblo Saharaui envía una carta a Kofi Annan y al Primer Ministro marroquí. En Gran Bretaña, Wester Sahara Campagn está lanzando una acción urgente. En España, varias asociaciones de apoyo al pueblo saharaui y de defensa de los derechos humanos publican comunicados, organizan concentraciones y ruedas de prensa. Manifestaciones conocidas: Barcelona, 7 de octubre de 1999, a las 19,30 horas, delante del consulado de Marruecos; Madrid, 9 de octubre, a las 11,30, concentración delante de la Embajada de Marruecos con marcha posterior a la Oficina de las Naciones Unidas en Madrid para la entrega de una carta al Secretario General de la ONU denunciando la postura de las Naciones Unidas ante estos graves hechos..." (Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA). Campamentos de refugiados saharauis, a 9 de octubre de 1999.) Fue por eso por lo que la Asociación Rocío para Sáhara ocupó simbólicamente el Ayuntamiento de Almonte durante la tarde noche del domingo 20 de diciembre de 1999. Protestábamos por la represión en los territorios ocupados y pedíamos a los partidos políticos que se pronunciaran a favor de una pronta celebración del Referéndum de Autodeterminación del Sáhara Occidental, libre e imparcial. Cosa que hizo el Pleno Municipal. ¡Gracias!

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