Marx y Engels desarrollaron el socialismo científico y dotaron a la clase obrera internacional de las herramientas necesarias para su emancipación.
En cambio, hasta la Revolución de Octubre en el que los bolcheviques lograron derrotar a los zares y al Gobierno Provisional ruso, no había existido en la historia ningún solo Estado puramente socialista encaminado a alcanzar el comunismo. La victoria bolchevique supuso el primer paso de la clase obrera hacía su emancipación como clase y de este modo los comunistas liderados por Lenin conformaron el Estado más justo, equitativo y libre que haya podido existir en la historia hasta el momento.
Tras la aprobación del Consejo de Soviet la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas nació de la fusión de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, la República Federal Socialista Soviética de Transcaucasia, la República Socialista Soviética de Ucrania y la República Socialista Soviética de Bielorrusia. La URSS logró resistir a la mayoría de las amenazas y ataques que el imperialismo y el fascismo realizaron a los proletarios soviéticos.
No obstante, la Unión Soviética era un Estado obrero y forjado con la sangre de los obreros y campesinos rusos, ucranianos, bielorrusos, georgianos… que no dudaron en defender a la Madre Patria.Pese a quien le pese, la URSS ha sido uno de los países más honorables y justos de la historia que logró otorgar el poder a los obreros y campesinos para que éstos decidieran su futuro. Hoy más que nunca hemos de poner en práctica el lema de la URSS: “Proletarios de todos los países ¡uníos!”.
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