El 28 de mayo de 2007 vencía la utilización de frecuencia pública VHF para Radio Caracas TV (RCTV); concesión que esta empresa había disfrutado durante 53 años. Tanto el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela como su equipo de gobierno, tenían el compromiso ante el pueblo de optar por la no renovación. Medida legítima tanto desde el punto de vista legal como desde el político -dado el comportamiento de dicha empresa de comunicación-, que avecinaba tormenta.
Desde que se hundiera el sistema político venezolano, el correspondiente a la IV República, a partir del Caracazo (1989), los medios de comunicación privados asumieron el papel de dirección política y articulación de los sectores oligárquicos, aliados a su sempiterno amigo, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
El período que inaugura la primera victoria electoral de Hugo Rafael Chávez Frías, en 1998, pone de manifiesto la estrategia antipopular, fascista y antinacional que asumirán los medios privados de comunicación, con el único objetivo de desestabilizar al nuevo gobierno democrático para conseguir derrocarlo.
El capítulo de atrocidades cometidas hasta hoy recorre el índice completo de cualquier manual sobre contrarrevolución. Terror mediático, sabotaje petrolero, golpe de estado, utilización de paramilitares a sueldo, terrorismo, intimidación, acaparamiento de alimentos e insumos de primera necesidad, intentos de magnicidio, etc. Actividades, todas ellas, derrotadas por el pueblo que acompaña en mayor número cada día al Presidente de la República, y convertidas en auténticas victorias populares en la medida que han exigido una radicalización de políticas estratégicas y han fortalecido la conciencia y organización popular.
El supuesto atentado contra la libertad de expresión
Desde cualquier punto de vist
o la no renovación del uso de frecuencia pública por RCTV, NO supone un atentado contra la libertad de expresión. Y mucho menos se trata del “cierre” de dicha empresa ni de su expropiación, como machacona y mentirosamente vienen repitiendo los medios de comunicación oligopólicos en todo el mundo; RCTV puede seguir, si así lo desea, produciendo su bazofia y transmitiéndola a través de cable o satélite. Nadie ha tocado su patrimonio ni puesto en entredicho la titularidad de sus bienes, ni dañado los intereses de sus trabajadores.La medida tampoco puede ser interpretada como un ataque a los medios opuestos al actual gobierno, ya que se han renovado 98 concesiones, la gran mayoría en manos de intereses contrarios al gobierno, como es el caso de Venevisión (llamada popularmente “venenovisión”), implicada directamente, igual que RCTV, en el golpe de 2002 y en cuantas operaciones contra el pueblo se han mencionado.
Curiosamente en el único período en que RCTV no ha sido sancionada ha sido en el de las sucesivas presidencias de Hugo Chávez Frías. En períodos anteriores, esta empresa acumuló cierres y sanciones en los dos gobiernos de Carlos Andrés Pérez (1976 y 1989), en el de Luís Herrera Campíns (1980 y 1981) y en el de Jaime Lusinchi (1984), por difundir informaciones falsas y tendenciosas contra la Presidencia de la República, por emitir información sensacionalista, por difundir contenidos pornográficos en horario no permitido, por ridiculizar al Presidente, por publicidad no autorizada por la legislación, etc.
El actual gobierno, sin embargo, esperó con paciencia a que venciera la concesión de uso de frecuencia pública a esta empresa privada, decidiendo no renovar la concesión; algo, por otro lado, legal y común, en cualquier país del mundo, tanto para la esfera de lo público como de lo privado. Algo tan simple como que al vencimiento de un contrato, cualquiera de las partes puede decidir su no renovación.
La algarada internacional
El proceso de cambios que se vive en la República Bolivariana de Venezuela y su trascendencia regional y mundial (no se olviden las transformaciones ocurridas dentro de la OPEP), no sólo concita el odio y la violencia de clases dentro de la oligarquía venezolana. De aquí el papel que los medios de comunicación, monopolizados por unas pocas empresas transnacionales, están jugando a nivel mundial.
Difícil ha sido encontrar en dichos medios, en nuestro país sin ir más lejos, la intención de abordar la información en relación al caso de RCTV con un mínimo de objetividad o distanciamiento. Hablar de “falsedad” en los contenidos sería pecar de prudentes pues más arriba en la escala de la perversión informativa, por encima de lo falso, está la manipulación.
Cierto que se han dicho y escrito todas las falsedades posibles: que se trataba de un cierre, de una usurpación, de un atentado a la libertad de expresión, de una decisión ilegal, etc. Pero además de todo ésto, se han publicado y emitido imágenes falsas, abusando del desconocimiento que en general puede tener la audiencia, cualquier audiencia, sobre determinadas características raciales o ambientales de países “exóticos”. Estamos diciendo que se han publicado fotografías de supuestas movilizaciones de los partidarios de RCTV, bajo pancartas de la Alcaldía Mayor de Caracas, en manos de Juan Barreto, alcalde bolivariano; que se han emitido imágenes de la policía brasileña asaltando un autor escolar o una intervención de cuerpos de seguridad mexicanos contra una manifestación en Oaxaca, etc.
Manipulación no exenta de finalidad política genocida pues su objetivo no es otro que preparar a la opinión pública mundial, creando una matriz de opinión y una sentimentalidad, que avalen una “solución drástica” para el caso venezolano, que sostenga los intereses de los EE.UU. y sus aliados y sus títeres en todo el mundo. Lo que en estos momentos se denomina en Venezuela como “golpe suave”.
Por esos días, la campaña internacional contra Venezuela recorría muchos lugares. En el Parlamento Europeo se producía una insólita resolución contra la decisión de no renovar la concesión a RCTV. Lo que los medios ocultaron es que de 784 escaños que tiene dicho parlamento, la resolución fue aprobada por 43 votos a favor y 22 en contra. También se producía una resolución contraria a Venezuela en el Congreso de Brasil, etc.
Condolencia, la Secretaria de Estado Norteamericano, por su parte, nos visitaba durante ocho horas y dejaba su rastro. Luego viajaba a Panamá para asistir a la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA). Allí, en el mejor estilo imperial, propuso que una delegación viajara a Venezuela para investigar la no renovación de la concesión a RCTV por considerarla una violación a los derechos humanos. Tras la intervención primera del Canciller venezolana, Nicolás Maduro, Condolencia volvió a tomar la palabra y sin esperar a la réplica del Canciller venezolano, abandonó muy ofendida la reunión, al ser evidente que la Asamblea no secundaria la propuesta.
La actividad violenta de grupos minoritarios dentro de Venezuela, los actos terroristas cometidos, las “guarimbas” que han ocurrido en las zonas residenciales donde habitan las minorías privilegiadas, las proclamas del alcalde de Chacao o de Baruta, alentando a cometer actos violentos bajo la protección de sus policías municipales, las provocaciones permanentes para provocar enfrentamientos y muertes..., ¡los asesinatos selectivos de dirigentes populares en Caracas y otras Gobernaciones del país a manos de sicarios!, todo ha sido acallado por unos medios de comunicación serviles que han presentando a estos grupos fascistas como a defensores de los derechos democráticos; al mismo tiempo que minimizaban al más del millón de personas que se manifestaron pacífica y alegremente por las calles de Caracas, el 2 de junio, en apoyo a la legítima y soberana decisión de su gobierno.
Apoyos que se sucedieron en otros lugares del mundo, también en Madrid, en la Puerta del Sol, la tarde del 2 de junio, donde tuvo lugar una concentración convocada por más de 18 organizaciones solidarias. Se han elaborado manifiestos, repartido octavillas, recogido firmas, utilizado los medios alternativos de comunicación, etc.
Nace Televisión Venezolana Social
El espacio público de frecuencia utilizado por RCTV hasta las 24 horas del día 27 de mayo, ha sido concedido a Televisión Venezolana Social (TVES). La clave de la nueva televisora es la separación de la estructura emisora, cuy dirección detenta Lil Rodríguez, responsable de la línea editorial que deberá ajustarse a la Ley de Responsabilidad Social de la Radio y la Televisión, de quienes elaborarán los contenidos, ahora, productores nacionales independientes, asociados o no a los medios comunitarios, quienes surtirán de programas a la televisora.
La nueva empresa viene a sumarse a los esfuerzos que se vienen realizando desde otros ámbitos como ViveTV o TELESUR.
Frente a todas las mentiras transmitidas, la realidad de los medios de comunicación en Venezuela sigue expresando la presencia casi hegemónica de medios privados y contrarios al gobierno bolivariano. Ni Venezolana de TV, ni Radio Nacional de Venezuela, en solitario, pueden cubrir las necesidades múltiples de las grandes mayorías; por comentar sólo un detalle bien significativo de la “dictadura de Chávez”: estos dos recursos estatales ni siquiera están en capacidad de ser recibidos en toda la geografía de la República.
La presencia de TVES, por tanto, puede subsanar en cierta medida, una parte de las necesidades hasta ahora insatisfechas, funcionando con unos criterios sociales, ausentes en los medios de comunicación privados, y organizando a la comunidad, partiendo de la comunidad, utilizando los recursos inmensos de inteligencia y voluntad que asisten a todos los pueblos del mundo, sobre todo cuando conquistan la oportunidad de desarrollar todas sus capacidades y de ponerlas al servicio de la felicidad y progreso de las grandes mayorías.
La “discrepancia” de ciertos sectores en cuanto al método utilizado por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela para no renovar la concesión, no dejan de ser un intento inescrupuloso y falto de ética para quedar bien, como dice el refrán, “con dios y con el diablo”. Tanta cintura... ¡Ni Ronaldinho!
Carmen Morente
Plataforma Simón Bolívar de Granada
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