En el último número de Unidad y Lucha un artículo de Juan García Corredera apuntaba las líneas principales del programa del PCPE para las elecciones europeas del 7 de junio. No es objeto de este artículo incidir nuevamente en esos ejes, sino profundizar en los motivos por los que, dadas las condiciones actuales de la lucha de clases, es necesaria una candidatura netamente comunista en el Estado Español.
En los tiempos que corren, con la crisis capitalista en plena efervescencia, se habla mucho de “anticapitalismo”, de “internacionalismo”, pero a veces no se nos explican, o no somos capaces de entender bien, los objetivos, los métodos y los cálculos de algunos anticapitalistas y de algunos internacionalistas.
Es una realidad evidente que la clase obrera y los sectores populares del Estado Español van a acudir a los Colegios electorales en junio y se van a encontrar varias papeletas que, sobre el papel, supuestamente defenderán planteamientos similares, con mucha crítica a la UE, hablando de justicia social, de Bolonia, de las 65 horas, del euro y el Banco Central Europeo. Es conveniente analizarlas.
El ala reformista del movimiento comunista en Europa, aliado con organizaciones abiertamente anticomunistas como el Synaspismos griego, ya ha planteado un documento conjunto, aprobado recientemente en Chipre, con una serie de propuestas que ya conocíamos del PIE y que no aportan nada nuevo a la histórica posición revisionista de servir de muleta al capital y a sus gestores. Querrán convencernos de que
es posible un giro social de la UE, un nuevo rumbo más social para la Europa del capital y la guerra.
Por otra parte el trotskismo, travestido ahora como anticapitalismo, deposita todas las esperanzas en el empuje de un joven cartero francés y un proyecto que no tiene eco más acá de los Pirineos; utilizando la retórica izquierdista más moderna, querrán convencernos de que la única posibilidad es la refundación de la UE, a la vez que criticarán, a este lado de los Pirineos, al Partido Comunista por ser lo que ellos no son capaces de ser.
A esto hay que añadir las nuevas iniciativas que han surgido en las últimas semanas pretendiendo ser la voz de los pueblos sin estado y de algunas organizaciones “estatales”. Sería ésta una iniciativa interesante si no tratara, como en otras ocasiones, de arrastrar a última hora al PCPE a proyectos indefinidos, aventureros tal vez, sin un debate previo serio y en condiciones. Hace 5 años el PCPE hizo una propuesta, con mucha más antelación y con un programa más claro, y el silencio de muchas organizaciones fue suficientemente
entendido.
Lo curioso para un revolucionario es que sea precisamente al calor de los procesos electorales cuando surgen las iniciativas y se forjan los proyectos anticapitalistas. No ha habido tiempo antes, puede que tampoco lo encuentren después, pero nadie se para a pensar que las propuestas de articulación programática, las propuestas de frente de izquierdas, no pueden, no deben, surgir ante al proceso electoral simplemente, que necesitan recorrido, respeto mutuo y confianza.
¿Acude en solitario el PCPE a las elecciones?
No, y jamás lo ha hecho. En el caso del 7 de junio, la papeleta del PCPE y las líneas generales del programa del PCPE son también las de los partidos hermanos que, en el resto de Europa, mantienen altas las banderas del marxismo leninismo, que no han abandonado la lucha de la clase obrera haciendo a ésta rehén del sindicalismo conciliador, que consecuentemente denuncian las tácticas del imperialismo, que exponen sin tapujos la necesidad de romper con este modelo y construir uno nuevo sobre las experiencias acumuladas del socialismo
en Europa y en el resto del mundo.
Hay que hablar claro a la clase obrera y al pueblo trabajador. Por supuesto es necesario modular algunos elementos en función del marco estatal de lucha de cada uno y las diferentes realidades territoriales, pero el PCPE y el resto de candidaturas comunistas de países como Grecia o Bélgica tienen como objetivo el
Plantear a la mayoría social, trabajadora y popular, sin dobles lenguajes ni falsas ilusiones, que el proyecto imperialista de la UE es completamente incompatible con sus intereses.
Hablar claro significa exponer abiertamente, sin atisbo de duda, que las crisis son inherentes al capitalismo, que Mientras haya capitalismo habrá crisis y que sólo la construcción de otra economía, de otras relaciones sociales y entre pueblos servirán para acabar con las crisis y las guerras, con el paro y la precariedad, con la persecución y el robo de la dignidad a la clase obrera inmigrante.
Hablar claro significa que las fuerzas soberanistas y nacionalistas de izquierda entiendan que sin otro modelo social no hay soberanía ni hay autodeterminación, y que la lucha fundamental de los pueblos ha de dirigirse contra la clase dominante que utiliza la estructura de la Unión Europea para imponer su programa económico y su ideología, y donde el derecho de autodeterminación es manipulado en beneficio del imperialismo y los grandes intereses económicos.
Hablarle claro al pueblo y a la clase obrera significa hoy, en este momento histórico, hablar de dos ejes: soberanía y socialismo, y ése es el programa básico de los comunistas del Estado Español, del PCPE.
El socialismo
Enarbolar hoy la bandera del socialismo significa plantarse frente a la Europa de los monopolios, exponer Incansablemente la posibilidad, la realidad, de una verdadera alternativa socialista para la clase obrera y los Pueblos de Europa, organizar la respuesta popular a todas y cada una de las políticas impuestas por la UE y Gestionadas por los gobiernos estatales y autonómicos. Sólo en la construcción del socialismo, en el compromiso inquebrantable con la eliminación de toda explotación del hombre por el hombre, en la lucha consciente de la clase y el pueblo, reside la posibilidad del fin de las crisis y la violencia imperialista, el fin del capitalismo.
Porque son los intereses de la burguesía capitalista europea los que necesitan de la existencia de la Unión Europea, no los de los pueblos ni los trabajadores: es en interés de la burguesía que se cierran las Fronteras al proletariado inmigrante; es en interés de la burguesía que se desmontan y privatizan los servicios
Públicos y los sectores estratégicos de la economía; es en interés de la burguesía que se quiere ampliar la jornada laboral; es en interés de la burguesía que se silencian e ilegalizan las opciones políticas Que plantean otros modelos, aquí y en otros países; también es en interés de la burguesía que la UE plantea el
Despreciable intento de igualar comunismo y nazismo.
El Parlamento Europeo aprobó en marzo, con los votos a favor del grupo socialista, popular, liberal y verde, una moción equiparando los regímenes nazifascistas con los países socialistas europeos y con el comunismo. El partido de Zapatero, a quien Cayo Lara ofreció el apoyo de IU para salir de la crisis, considera que los comunistas somos iguales que los nazis. ¿Y ante esto todavía duda alguien de la necesidad absoluta de que concurran candidaturas netamente comunistas a las elecciones del día 7 de junio?
La soberanía
El ejercicio pleno de la soberanía, el verdadero derecho de autodeterminación de los pueblos, es un requisito fundamental para poder avanzar hacia el socialismo, hacia la otra economía, hacia las otras relaciones sociales que planteamos. Sin la capacidad de los pueblos de decidir su futuro democráticamente, de establecer de mutuo acuerdo sus relaciones económicas en beneficio de la mayoría social obrera y popular, no hay posibilidad de superar el capitalismo en su actual fase imperialista.
Ante la UE imperialista, sus políticas y su militarismo, proponemos la recuperación de la plena soberanía nacional, el ejercicio pleno del derecho de autodeterminación, que en el caso del Estado Español implica también el ejercicio pleno del mismo por parte de los pueblos y naciones que lo integran, lo que se traduce en la desvinculación total del Estado Español de las instituciones imperialistas y capitalistas internacionales, de la Unión Europea y la OTAN.
Nuestro Partido habla claro: desvinculación de la Unión Europea, plena soberanía y avance hacia el socialismo.
Ni más, ni menos, le pique a quien le pique.
Á.G.
En los tiempos que corren, con la crisis capitalista en plena efervescencia, se habla mucho de “anticapitalismo”, de “internacionalismo”, pero a veces no se nos explican, o no somos capaces de entender bien, los objetivos, los métodos y los cálculos de algunos anticapitalistas y de algunos internacionalistas.
Es una realidad evidente que la clase obrera y los sectores populares del Estado Español van a acudir a los Colegios electorales en junio y se van a encontrar varias papeletas que, sobre el papel, supuestamente defenderán planteamientos similares, con mucha crítica a la UE, hablando de justicia social, de Bolonia, de las 65 horas, del euro y el Banco Central Europeo. Es conveniente analizarlas.
El ala reformista del movimiento comunista en Europa, aliado con organizaciones abiertamente anticomunistas como el Synaspismos griego, ya ha planteado un documento conjunto, aprobado recientemente en Chipre, con una serie de propuestas que ya conocíamos del PIE y que no aportan nada nuevo a la histórica posición revisionista de servir de muleta al capital y a sus gestores. Querrán convencernos de que
es posible un giro social de la UE, un nuevo rumbo más social para la Europa del capital y la guerra.
Por otra parte el trotskismo, travestido ahora como anticapitalismo, deposita todas las esperanzas en el empuje de un joven cartero francés y un proyecto que no tiene eco más acá de los Pirineos; utilizando la retórica izquierdista más moderna, querrán convencernos de que la única posibilidad es la refundación de la UE, a la vez que criticarán, a este lado de los Pirineos, al Partido Comunista por ser lo que ellos no son capaces de ser.
A esto hay que añadir las nuevas iniciativas que han surgido en las últimas semanas pretendiendo ser la voz de los pueblos sin estado y de algunas organizaciones “estatales”. Sería ésta una iniciativa interesante si no tratara, como en otras ocasiones, de arrastrar a última hora al PCPE a proyectos indefinidos, aventureros tal vez, sin un debate previo serio y en condiciones. Hace 5 años el PCPE hizo una propuesta, con mucha más antelación y con un programa más claro, y el silencio de muchas organizaciones fue suficientemente
entendido.
Lo curioso para un revolucionario es que sea precisamente al calor de los procesos electorales cuando surgen las iniciativas y se forjan los proyectos anticapitalistas. No ha habido tiempo antes, puede que tampoco lo encuentren después, pero nadie se para a pensar que las propuestas de articulación programática, las propuestas de frente de izquierdas, no pueden, no deben, surgir ante al proceso electoral simplemente, que necesitan recorrido, respeto mutuo y confianza.
¿Acude en solitario el PCPE a las elecciones?
No, y jamás lo ha hecho. En el caso del 7 de junio, la papeleta del PCPE y las líneas generales del programa del PCPE son también las de los partidos hermanos que, en el resto de Europa, mantienen altas las banderas del marxismo leninismo, que no han abandonado la lucha de la clase obrera haciendo a ésta rehén del sindicalismo conciliador, que consecuentemente denuncian las tácticas del imperialismo, que exponen sin tapujos la necesidad de romper con este modelo y construir uno nuevo sobre las experiencias acumuladas del socialismo
en Europa y en el resto del mundo.
Hay que hablar claro a la clase obrera y al pueblo trabajador. Por supuesto es necesario modular algunos elementos en función del marco estatal de lucha de cada uno y las diferentes realidades territoriales, pero el PCPE y el resto de candidaturas comunistas de países como Grecia o Bélgica tienen como objetivo el
Plantear a la mayoría social, trabajadora y popular, sin dobles lenguajes ni falsas ilusiones, que el proyecto imperialista de la UE es completamente incompatible con sus intereses.
Hablar claro significa exponer abiertamente, sin atisbo de duda, que las crisis son inherentes al capitalismo, que Mientras haya capitalismo habrá crisis y que sólo la construcción de otra economía, de otras relaciones sociales y entre pueblos servirán para acabar con las crisis y las guerras, con el paro y la precariedad, con la persecución y el robo de la dignidad a la clase obrera inmigrante.
Hablar claro significa que las fuerzas soberanistas y nacionalistas de izquierda entiendan que sin otro modelo social no hay soberanía ni hay autodeterminación, y que la lucha fundamental de los pueblos ha de dirigirse contra la clase dominante que utiliza la estructura de la Unión Europea para imponer su programa económico y su ideología, y donde el derecho de autodeterminación es manipulado en beneficio del imperialismo y los grandes intereses económicos.
Hablarle claro al pueblo y a la clase obrera significa hoy, en este momento histórico, hablar de dos ejes: soberanía y socialismo, y ése es el programa básico de los comunistas del Estado Español, del PCPE.
El socialismo
Enarbolar hoy la bandera del socialismo significa plantarse frente a la Europa de los monopolios, exponer Incansablemente la posibilidad, la realidad, de una verdadera alternativa socialista para la clase obrera y los Pueblos de Europa, organizar la respuesta popular a todas y cada una de las políticas impuestas por la UE y Gestionadas por los gobiernos estatales y autonómicos. Sólo en la construcción del socialismo, en el compromiso inquebrantable con la eliminación de toda explotación del hombre por el hombre, en la lucha consciente de la clase y el pueblo, reside la posibilidad del fin de las crisis y la violencia imperialista, el fin del capitalismo.
Porque son los intereses de la burguesía capitalista europea los que necesitan de la existencia de la Unión Europea, no los de los pueblos ni los trabajadores: es en interés de la burguesía que se cierran las Fronteras al proletariado inmigrante; es en interés de la burguesía que se desmontan y privatizan los servicios
Públicos y los sectores estratégicos de la economía; es en interés de la burguesía que se quiere ampliar la jornada laboral; es en interés de la burguesía que se silencian e ilegalizan las opciones políticas Que plantean otros modelos, aquí y en otros países; también es en interés de la burguesía que la UE plantea el
Despreciable intento de igualar comunismo y nazismo.
El Parlamento Europeo aprobó en marzo, con los votos a favor del grupo socialista, popular, liberal y verde, una moción equiparando los regímenes nazifascistas con los países socialistas europeos y con el comunismo. El partido de Zapatero, a quien Cayo Lara ofreció el apoyo de IU para salir de la crisis, considera que los comunistas somos iguales que los nazis. ¿Y ante esto todavía duda alguien de la necesidad absoluta de que concurran candidaturas netamente comunistas a las elecciones del día 7 de junio?
La soberanía
El ejercicio pleno de la soberanía, el verdadero derecho de autodeterminación de los pueblos, es un requisito fundamental para poder avanzar hacia el socialismo, hacia la otra economía, hacia las otras relaciones sociales que planteamos. Sin la capacidad de los pueblos de decidir su futuro democráticamente, de establecer de mutuo acuerdo sus relaciones económicas en beneficio de la mayoría social obrera y popular, no hay posibilidad de superar el capitalismo en su actual fase imperialista.
Ante la UE imperialista, sus políticas y su militarismo, proponemos la recuperación de la plena soberanía nacional, el ejercicio pleno del derecho de autodeterminación, que en el caso del Estado Español implica también el ejercicio pleno del mismo por parte de los pueblos y naciones que lo integran, lo que se traduce en la desvinculación total del Estado Español de las instituciones imperialistas y capitalistas internacionales, de la Unión Europea y la OTAN.
Nuestro Partido habla claro: desvinculación de la Unión Europea, plena soberanía y avance hacia el socialismo.
Ni más, ni menos, le pique a quien le pique.
Á.G.
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