Raúl Castro un hombre en revolución
Nikolai.S.Leonov,
Pág. 196-99.
Sin lugar a duda, los años 1970 y 1976 fueron los de mayor florecimiento de la comunidad socialista mundial, la Unión Soviética se desarrollaba sin dificultades evidentes, al tiempo que se preparaba para conmemorar el aniversario 60 de la Revolución de Octubre. Leoni Brezhniev estaba aún saludable y vigoroso. Después de aplastar la Primavera de Praga, en 1968, el Pacto de Varsovia se veía como un sólido monolito.
El mundo capitalista occidental, en cambio, parecía patinar en un tremedal de problemas. Estados Unidos había sufrido la humillante derrota de Vietnam, la insatisfacción por su participación en esa “guerra sucia” se había apoderado de amplios sectores de la juventud, en especial de las universidades, y el presidente Richard Nixon estaba amenazado deimpeachment (proceso de incapacitación) a causa del escándalo de Watergate.
La revolución de los claveles de 1974 en Portugal ponía en entredicho la unidad de la OTAN; ese país, incluso fue excluido por algún tiempo del Comité de Planificación Nuclear de la Alianza Noratlantica por el peligro de escape de información supersecreta. El imperio colonial portugués en Africa se desplomaba. Parecía inminente la inclinación de la balanza de la correlación de fuerzas en el mundo al favor del socialismo.
A finales de los años 70, sin embargo, la Unión Soviética comenzó lenta, pero inexorablemente, a tener dificultades, que a la postre la condujeron a su desintegración.
A partir de 1976, ante las primeras manifestaciones serias del deterioro de la salud de Leonid Brezhniev (había sufrido un infarto y un accidente vascular encefálico), la URSS comenzó a pasar al sistema especial de dirección, semejante a un “pilotoautomatico”. El jefe del Partido y del planteo en varias ocasiones a sus colegas del Buró Político que lo sustituyeran. Estos, con variados argumentos, lo convencieron de desistir de esa decisión, pues sabían que la misma conllevaría una amplia renovación de cuadros, y ellos, a causa de su muy avanzada edad, serian sustituidos. El, por su parte, se dejaba convencer con facilidad.
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Cada dirigente comenzó a ocuparse solo de los asuntos de su organismo. El Estado se convirtió en algo parecido a una naranja, que a simple vista parece una fruta integra, pero debajo de la cascara tiene segmentos independientes.
Los intereses comunes del Estado dejaron de ser el foco de atención. El inmenso complejo militar-industrial absorbía todo el jugo aportado por la economía del país, al tiempo que producía y acumulaba cantidades excesivas de armamentos.
La URSS hasta entonces centro y líder de toda comunidad socialista comenzó a ceder su papel y a perderinfluencia. Erich Honecker, el dirigente de la RepúblicaDemocrática Alemana, 56propuso reiteradas veces a sus homologo llevar un análisis sincero y profundo de la situación en la comunidad socialista, en la que habían comenzado a acumularse fenómenos negativos pero Brezniev ya no tenía posibilidades para eso. Las fuerzas solo le alcanzaban para las ceremonias oficiales y protocolares.
56 Republica socialista que existió entre 1949 y 1990, fue proclamada en la zona de ocupación soviética establecida en la Conferencia de Potsdam, luego que británicos, franceses y estadounidense unificaron sus zonas de ocupación y estimularon el establecimiento en estas de la República Federal Alemana, violando los acuerdos adoptados durante la Segunda Guerra Mundial. Alcanzo gran desarrollo socio-económico y abarcaba los actuales estados alemanes de Mecklenburgo-Pomerania Occidental, Brandeburgo, Sajonia, Sajonia –anhalt y Turingia, así como Neuhaus en Bajo Sajonia.
En esta situación, en diciembre de 1979, de forma secreta, se tomó la perniciosa decisión de enviar el 40 Ejército soviético a Afganistán, para apoyar una fracción del gobernante Partido Democrático Popular contra la otra. No se hizo ningún análisis de las posibles consecuencias.
Pasado un año, en Polonia, en el caldo de cultivo de las dificultades económicas surgidas, se creó el movimiento sindical oposicionista Solidaridad, el cual se convirtió con rapidez en una fuerza política poderosa, que actuaba desde posiciones pro occidentales.
Todo el frente exterior del socialismo empezó a crujir, al tiempo que se incrementaba la insatisfacción en la vida interna de la URSS. La cambiante situación no podía dejar de manifestarse en las relaciones cubano-soviéticas. La primera señal adversa fue la declaración unilateral de Brezhniev, en 1979, de que en lo sucesivo la brigada de infantería mecanizada soviética que se encontraba en Cuba se denominaría sencillamente centro de estudios número 12. Era una insinuación de que esta gran unidad militar no se consideraría una unidad de combate.
Los dirigente soviéticos no podían sacarse de la mente las palabras de Henry Kissinger, quien, siendo el secretario de Estado estadounidense, le dijo una vez en privado al entonces canciller de la URSS, andrei gromiko”Nosotros no podemos comenzar las acciones contra Cuba, porque allí están sus soldados y oficiales, listos para luchar contra nosotros. Pues si se derramara sangre de nuestros militares eso podría convertirse en un casus belli, 57, es decir, la causa para comenzar una gran guerra.
57. archivo del autor
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