Translate,translator,traducteur,Übersetzer, traduttore,tradutor,переводчик

viernes, octubre 19, 2007

Manifiesto Comunista-VIII

comunista, el trabajo acumulado será por el contrario, un simple medio para dilatar, fomentar y enriquecer la vida del obrero.
Así pues, en la sociedad burguesa, el pasado impera sobre el presente; en la comunista, imperará el presente sobre el pasado 159. En la sociedad burguesa, se reserva al capital toda personalidad e iniciativa; el individuo trabajador, carece de iniciativa y personalidad 160

¡Y a la abolición de este estado de cosas, la burguesía lo llama abolición de la personalidad y la libertad! Y sin embargo, tiene razón. En efecto, queremos ver abolidas la personalidad, la independencia y la libertad, burguesas. 161
Por libertad se entiende, dentro del régimen burgués de producción, la libertad de tráfico y de comercio, la libertad de comprar y de vender 162
Desaparecido el trapicheo 163, forzosamente desaparecerá también el libre trapicheo. La apología del libre trapicheo, como en general todos los ditirambos liberales que entona nuestra burguesía 164, sólo tienen sentido y razón de ser, en cuanto que significaron la emancipación de las trabas y de la servidumbre de la edad media, pero palidecen ante la abolición comunista de este trapicheo, del sistema burgués de producción, y de la propia burguesía 165




159 La sociedad burguesa es el pasado, la sociedad comunista es el futuro. De la misma forma que el sistema feudal dio lugar al sistema burgués, el sistema burgués dará lugar al sistema comunista.
160 En la sociedad burguesa, el que no tiene no existe. No pasa de ser una máquina de crear capital para la burguesía. Engels en sus Principios del Comunismo explica: "Por consiguiente, la implantación de la libre competencia es la proclamación pública, de que de ahora en adelante, los miembros de la sociedad son iguales entre si, únicamente en la medida en que lo son sus capitales, que el capital se convierte en la fuerza decisiva, y que los capitalistas, o sea, los burgueses, se erigen así en la primera clase de la sociedad.".
161 Nuevo párrafo irónico para que se luzca el orador.
162 En El Capital, Marx se burla de los derechos humanos y demás libertades burguesas diciendo: "La órbita de la circulación o del cambio de mercancías, dentro de cuyas fronteras se desarrolla la compra y la venta de la fuerza de trabajo, era en realidad, el verdadero paraíso de los derechos del hombre. Dentro de estos límites, sólo reinan la libertad, la igualdad, la propiedad...".
163 En vez de libre competencia o libre comercio, Marx y Engels utilizan la expresión: libre trapicheo. En su prólogo de 1892 de La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra, Engels recuerda la situación del comercio cincuenta años antes: "El estado de cosas descrito en este libro -por lo menos en lo que a Inglaterra se refiere- pertenece hoy día en gran parte al pasado. Aunque los libros de texto al uso no lo digan expresamente, una de las leyes de la economía política moderna, establece que cuanto más desarrollada está la producción capitalista, menos se puede recurrir a aquellas trampas mezquinas y pequeñas raterías que distinguen el período inicial de su desarrollo. Las pequeñas trapacerías del judío polaco, las artimañas de ese representante de la etapa más primitiva del comercio europeo y que tan buenos servicios le prestan en su patria, donde son de uso corriente, le hacen traición en cuanto se traslada a Hamburgo o a Berlín. Y de la misma manera -por lo menos hasta hace poco-, el comisionista, judío o cristiano, que llegaba a la Bolsa de Manchester procedente de Berlín o Hamburgo, se convencía inmediatamente de que para comprar a bajo precio hilados o tejidos, tenía que renunciar primero a sus tretas y astucias, que si bien ya no eran tan burdas, seguían siendo aún muy mezquinas, aunque en su patria se las considerase como la máxima expresión de la habilidad comercial.".
164 Los burgueses eran en general liberales, mientras que la decadente nobleza, era en general absolutista.
165 El sistema de producción burgués, fue un avance sobre el feudal, pero el comunista superará al burgués.





Os horrorizáis, de que queramos abolir la propiedad privada, ¡cómo si en el seno de la sociedad actual, la propiedad privada no estuviese ya abolida, para nueve décimas partes de la población! ¡Como si no existiese precisamente, a costa de no existir para la inmensa mayoría! ¿Qué es pues, lo que en rigor nos reprocháis? Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición, el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad 166.
Nos reprocháis, para decir de una vez la verdad, que queremos abolir vuestra propiedad. Pues sí, es precisamente a eso a lo que aspiramos 167
Para vosotros, desde el momento en que el trabajo no puede convertirse ya en capital, en dinero, en renta, en un poder social monopolizable; desde el momento en que la propiedad personal no pueda ya trocarse en propiedad burguesa, la persona ya no existe.
Con eso confesáis, que para vosotros no hay más persona que el burgués, que el capitalista. Pues bien, la personalidad así concebida, es la que nosotros queremos destruir.

El comunismo, no priva a nadie del poder adquirir bienes y servicios; lo único que no admite, es que por estos medios, alguien se apodere del trabajo ajeno 168
Se arguye, que abolida la propiedad privada, cesará toda actividad productiva y reinará la más absoluta vagancia.
Según esto, ya hace mucho tiempo que se habría hundido en la vagancia una sociedad como la burguesa, en la que los que trabajan no se enriquecen y los que verdaderamente se enriquecen, son precisamente los que no trabajan 169. Vuestra objeción viene a reducirse, a fin de cuentas, a una verdad que no necesita demostración, y que es, que al desaparecer el capital, desaparecerá también el trabajo asalariado 170.

166 Sobre la libertad y la propiedad burguesa, Marx le dice a los obreros en La Miseria de la Filosofía: "No os dejéis embaucar por el concepto abstracto de "libertad". ¿Libertad para quién? Esa palabra [la libertad burguesa] no indica la libertad de una persona respecto a otra, no, sino la libertad del capital para oprimir al obrero." Como los burgueses son propietarios de los medios de producción, la libre competencia burguesa, sólo sirve para que estos exploten a los obreros.
167 No se pretende abolir la propiedad, sino la propiedad burguesa, y sustituirla por un nuevo sistema de propiedad.
168 Marx en Los Manuscritos de París indica: "El trabajador se empobrece tanto más, cuanta más riqueza produce, cuanto más aumenta su producción en potencia y en volumen.".
169 En el sentido de un asalariado, que es explotado por el capital. De unos trabajadores, que son explotados para obtener un beneficio.
170 Lo que no admite, es el que los capitalistas acumulen capital, para poder explotar a los obreros, generando cada vez más capital para sí mismos.


Las objeciones formuladas contra el régimen comunista de producción y obtención de la riqueza, se hacen extensivas también a la producción y la apropiación de los productos espirituales 171. Y así como para el burgués, el destruir la propiedad burguesa, equivale a destruir la producción; el destruir su cultura de clase, es para él, sinónimo de destruir la cultura en general 172.
Esa cultura, cuya pérdida tanto deplora la burguesía, es para la inmensa mayoría de las personas, la cultura que les convierte en una máquina 173

Al discutir con nosotros y criticar la abolición de la propiedad burguesa, partiendo de vuestras ideas burguesas de libertad, cultura, derecho, etc., no os dais cuenta, de que esas mismas ideas, son fruto del régimen burgués de propiedad y de producción. Del mismo modo que vuestro derecho, no es más que vuestra voluntad de clase, elevada al rango de ley. Una voluntad que tiene su origen y encarnación, en las condiciones materiales de vida de vuestra clase 174

171 Los productos espirituales son la ideología de la sociedad, con su justicia, su derecho, su arte, su filosofía, su moral, su sexualidad o su religión; y con su concepción de la justicia, la dignidad, la política, la belleza, la vergüenza, la culpa, la caridad, el estado, el decoro, la propiedad, la virilidad, la infancia o el honor. Esta ideología, es fruto del sistema económico y de los intereses materiales de las clases explotadoras, que se apoderan de la ideología de la sociedad en su provecho.
172 Como la cultura es fruto del sistema económico, al destruirse el sistema económico burgués, desaparecerá la cultura burguesa, de la misma forma que la desaparición de los sistemas económicos esclavista o feudal, tuvo como consecuencia, la desaparición de las ideologías que los sustentaban. Pero la desaparición de la cultura burguesa, no significará la desaparición de la cultura en general, pues la cultura burguesa actual, será sustituida de otra.
173 Debido al maquinismo, originado por la máquina de vapor.
174 Al criticar al comunismo, la burguesía lo hace utilizando los conceptos ideológicos burgueses de libertad, cultura, propiedad o derecho, pero estos son principalmente fruto del sistema de producción burgués y de los intereses de la burguesía como clase explotadora. Estos argumentos ideológicos, son armas que utiliza la burguesía contra el proletariado, pero este debe moverse por razonamientos materialistas en la defensa de sus intereses económicos de clase, sin dejarse dominar por los razonamientos ideológicos burgueses.


Compartís con todas las clases dominantes que han existido y perecieron, la idea interesada de que vuestro régimen de producción y de propiedad, obra de condiciones históricas que desaparecerán con el transcurso del tiempo; descansa sobre leyes naturales eternas y sobre los dictados de la razón. Os explicáis que haya perecido la propiedad antigua, os explicáis que pereciera la propiedad feudal; lo que no os podéis explicar, es que perezca vuestro sistema de producción burgués.
¡Abolición de la familia! 175 Hasta los más radicales se escandalizan, al mencionar tales intenciones satánicas de los comunistas 176
¿En qué se fundamenta el sistema familiar actual, la familia burguesa 177? En el capital, en el lucro privado. Sólo la burguesía tiene una verdadera familia, en el pleno sentido de la palabra, y esta familia se asienta en la forzosa carencia de relaciones familiares por parte de los proletarios y en la prostitución pública 178
Es lógico, que la familia burguesa como institución desaparezca, al desaparecer la base sobre la que se asienta, y que una y otra dejen de existir, al dejar de existir el capital que les sirve de base 179.
¿Nos reprocháis, que aspiramos a abolir la explotación de los hijos por sus padres? 180 Efectivamente, nos declaramos culpables de ese horrendo crimen 181.

175 Marx y Engels se daban cuenta, de que la explotación del hombre por el hombre, creaba sociedades sexualmente represoras y familias patriarcales. En la pregunta XXI de su Principios del Comunismo, Engels explica por qué los comunistas están a favor del amor libre: "¿Qué influencia ejercerá el régimen social comunista en la familia? Las relaciones entre los sexos tendrán un carácter puramente privado, perteneciente sólo a las personas que toman parte en ellas, sin el menor motivo para la injerencia de la sociedad. Eso es posible, merced a la supresión de la propiedad privada y a la educación de los niños por la sociedad, con lo cual se destruyen las dos bases del matrimonio actual, ligadas a la propiedad privada: la dependencia de la mujer respecto del hombre y la dependencia de los hijos respecto de los padres.". Dependencia, que en aquella sociedad, era casi sinónimo de propiedad.
176 Nuevo párrafo irónico.
177 Cada sociedad, tiene un sistema familiar distinto. Al hablar de familia burguesa, no se refieren a las familias de los burgueses, sino al sistema familiar de la sociedad burguesa. A esa familia burguesa, regulada por el sistema ideológico burgués. Por eso Engels en Ludwig Feuerbach y el Final de la Filosofía Clásica Alemana, habla de: "…a la reglamentación del amor sexual por el Estado, es decir, a la legislación matrimonial.".
178 Los primeros burgueses eran extremadamente puritanos, lo que provocó una prostitución gigantesca. En La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra, Engels nos comenta su alcance: "...la burguesía misma, participa en buena parte en el desarrollo de la prostitución de las 40.000. prostitutas que deambulan cada noche por las calles de Londres.".
179 De la misma forma que los reyes y los nobles casaban a sus hijos por interés, con frecuencia los matrimonios entre la burguesía, se realizaban para unir industrias y negocios. En El Origen de la Familia la Propiedad Privada y el Estado, Engels indica; "...el matrimonio se funda en la posición social de los contrayentes, y por tanto, siempre es un matrimonio de conveniencia. También en los dos casos, este matrimonio de conveniencia se convierte a menudo en la más vil de las prostituciones, a veces por ambas partes, pero mucho más habitualmente en la mujer. Esta sólo se diferencia de la cortesana ordinaria, en que no alquila su cuerpo a ratos como una asalariada, sino que lo vende de una vez para siempre, como una esclava. Y a todos los matrimonios de conveniencia les viene de molde la frase de Fourier: "Así como en gramática dos negaciones equivalen a una afirmación, de igual manera en la moral conyugal, dos prostituciones equivalen a una virtud". En las relaciones con la mujer, el amor sexual no es ni puede ser de hecho, una regla más que en las clases oprimidas, es decir, en nuestros días en el proletariado, estén o no estén autorizadas oficialmente esas relaciones.".
180 Obsérvese, que debido a la pobreza extrema y generalizada del proletariado, y a la simplificación del trabajo mediante el maquinismo, era normal que los niños trabajasen. Marx y Engels no estaban en contra del trabajo infantil, sino en contra de la explotación de los niños por la burguesía y por sus padres. Pensaban que la mejor educación era la combinación de la escuela y de un trabajo adecuado a su edad. Marx indica en El Capital: "Los inspectores de fábrica descubrieron enseguida, por las declaraciones testificales de los maestros de las escuelas, que los niños de las fábricas, a pesar de no recibir más que media enseñanza, aprendían tanto y a veces más que los alumnos de las escuelas corrientes. La cosa es sencilla. Los alumnos que pasan en la escuela solamente medio día, mantienen constantemente lozano su espíritu y en disposición casi siempre de recibir con gusto la enseñanza. El sistema de mitad trabajo y mitad escuela convierte a cada una de estas dos tareas en descanso y distracción respecto de la otra, siendo por tanto mucho más conveniente para el niño que la duración ininterrumpida de una de ambas. Un chico que se pase el día sentado en la escuela desde por la mañana temprano, sobre todo en verano, no podrá jamás competir con otro que vuelve, alegre y animoso, de su trabajo… Del sistema fabril… brota el germen de la educación del porvenir, en la que se combinara para todos los chicos a partir de cierta edad, el trabajo productivo con la enseñanza y la gimnasia, no sólo como método para intensificar la producción social, sino también como el único método que permite producir hombres plenamente desarrollados.".

181 Nueva ironía.

Pero decís, que abolimos los vínculos familiares más íntimos, suplantando la educación familiar por la social 182.
¿Acaso vuestra educación, no está también influida por la sociedad? ¿No está también influida, por las condiciones sociales en que se desarrolla, por la intromisión más o menos directa, de la sociedad a través de la escuela, etc.? No son los comunistas, los que se inventan esa intromisión de la sociedad en la educación; lo que hacen, es modificar el carácter clasista que tiene actualmente y sustraerla de la influencia de la clase dominante 183.

Esas declamaciones burguesas sobre la familia y la educación, sobre la intimidad de las relaciones entre padres e hijos, son tanto más repugnantes, cuanto más se desgarran los lazos familiares de los proletarios debido a la gran industria, que va convirtiendo a los hijos en simples mercancías y en meros instrumentos de trabajo184
¡Pero vosotros, los comunistas, nos grita la burguesía entera a coro, lo que pretendéis, es colectivizar a las mujeres 185 186!


182 La idea de la educación obligatoria y gratuita, desde la más tierna infancia, era entonces novedosísima, propia de los radicales más exacerbados, aunque ya se había efectuado experimentos muy interesantes. Engels en Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico, nos expone la experiencia de Owen, un socialista utópico: "Owen fue el creador de las escuelas de párvulos, que funcionaron por primera vez en New Lanark. Los niños eran enviados a la escuela desde los dos años, y se encontraban tan a gusto en ella, que con dificultades se les podía llevar de nuevo a su casa.".
183 En cualquier sociedad, la concepción de la educación y del trato que se debe dar a los niños, es parte de su sistema ideológico. La educación burguesa, es parte de la ideología burguesa. Lo que se pretende, es quitar a la educación su ideología burguesa.
184 Debido al maquinismo basado en la máquina de vapor, que utiliza como mano de obra a los niños.
185 Para comprender la acusación burguesa de colectivización de las mujeres, hay que entender, que a las putas se las llamaba mujeres públicas, de lo que se deduce, que las otras eran privadas. No había igualdad de sexos, ni legal, ni real; y la mujer era casi un bien del marido, con derechos muy inferiores a los de este. Cuando Marx y Engels hablaban de liberalizar las costumbres sexuales, la burguesía lo entendía como algo parecido a convertir la sociedad en un enorme burdel, en el que ya no había esposas, sino que las mujeres habían sido colectivizadas y todas eran públicas. En La Sagrada Familia indican Marx y Engels: "El grado de emancipación de la mujer, es el exponente natural de la emancipación de la sociedad.".
186 Con esta exclamación, Marx y Engels ya abandonan la ironía y empiezan a cachondearse abiertamente de la burguesía



Como el burgués no ve en la mujer más que un simple instrumento de producción 187, al oírnos proclamar que los instrumentos de producción deben ser explotados colectivamente, no puede por menos que pensar, que este régimen colectivo de propiedad se hará extensivo también a las mujeres 188.
No advierte que de lo que se trata, es precisamente de acabar con la situación de la mujer, como mero instrumento de producción.

Nada más ridículo, por otra parte, que esos alardes de grandísima indignación de nuestros burgueses, henchidos de la más alta moral, al hablar de la colectivización de las mujeres por el comunismo. Los comunistas, no tienen por que molestarse en implantar la comunidad de mujeres, pues esta ha existido casi siempre en la sociedad 189
Por lo visto, a nuestros burgueses no les basta con tener a su disposición a las mujeres y a los hijos de los proletarios190 ¡y no hablemos de la prostitución oficial 191!, sino que sienten una grandísima complacencia seduciendo a las mujeres de los demás burgueses.

187 Marx y Engels dieron a los trabajadores el nombre de proletarios, para indicar el doble sentido de su explotación. La trabajadora es explotada en la producción capitalista, pero su cometido es también el de producir una prole de futuros explotados. Por eso, el burgués ve a la mujer como un instrumento de producción de nuevos explotados. Como una máquina de parir y criar nuevos proletarios.
188 Los dos jóvenes, prosiguen con el cachondeo de la colectivización de las mujeres. Engels indica en sus Principios del Comunismo: "La comunidad de las mujeres es un fenómeno que pertenece enteramente a la sociedad burguesa y existe hoy plenamente bajo la forma de la prostitución. Pero, la prostitución descansa en la propiedad privada y desaparecerá junto con ella. Por consiguiente, la organización comunista, en lugar de implantar la comunidad de las mujeres, la suprimirá.".
189 Se continúa con el cachondeo de la colectivización de las mujeres. Dada la mojigatería de la primera burguesía industrial, se llega a la conclusión de que el mundo es y ha sido casi siempre un enorme lupanar, en el que casi todas fueron o son mujeres públicas. En consecuencia y tomando la más alta moral burguesa, no es necesario transformar el mundo en un enorme burdel, pues este ya lo es. Con ese sistema de medición, henchido de la más alta y estrecha moral burguesa: todas putas.
190 Sobre el constante acoso sexual de las trabajadoras durante el primer capitalismo, pese a la estrechez sexual de la burguesía dominante, baste este anormal pero ilustrativo ejemplo, que nos relata Engels en su obra Contribución al Problema de la Vivienda: "Aquel buen hombre era, sin lugar a dudas, un filántropo de pura cepa. Quería tanto a sus obreros, y sobre todo a sus obreras, que sus competidores de Yorkshire, menos amigos que él de la humanidad, tenían la costumbre de decir al respecto: ¡hace funcionar su fábrica, únicamente con sus hijos!".
191 Hay una prostitución oficial y una prostitución encubierta, fruto del sistema familiar burgués y de las relaciones sexuales en la sociedad burguesa. Existe la prostitución de las que cobran, la de las queridas y mantenidas de los burgueses, y la de las que se casan por interés o por matrimonios de conveniencia. Marx y Engels están llamando putas, a una proporción muy elevada de las decentísimas mujeres de la burguesía.


En realidad, ya el matrimonio burgués es verdaderamente una comunidad de las esposas 192. A lo sumo, podría reprocharse a los comunistas, el pretender sustituir la situación actual de la mujer, hipócrita y aparentemente recatada, por una colectivización oficial, franca y abierta. Por lo demás, es fácil comprender, que al abolirse el actual sistema de producción, desaparecerá con él la comunidad de las mujeres que engendra 193, por ejemplo, con la prostitución oficial y la encubierta 194.

A los comunistas se nos reprocha también, que queramos abolir la patria, la nacionalidad.
Los trabajadores, no tienen patria. Mal se les puede quitar lo que no tienen. Puesto que el proletariado, debe conquistar primero el poder político, antes de elevarse hasta constituir la primera clase nacional, constituyéndose a sí mismo como nación; resulta evidente, que también en él reside un sentido nacional, aunque esa concepción, no coincide ni mucho menos, con la que tiene la burguesía 195.
Las diferencias nacionales entre los pueblos, desaparecen cada día más, con el desarrollo de la burguesía, con la libertad de comercio, el mercado mundial, la uniformidad reinante en la producción industrial y con las condiciones de vida que engendran.196

192Tras los matrimonios oficiales, muchas veces movidos por intereses económicos, se ocultaban las verdaderas relaciones amorosas de la burguesía
193 La posición que la mujer ocupa en cada sociedad, depende de las relaciones materiales de producción que se dan en esa sociedad y de los intereses materiales de las clases dominantes. Con el fin del sistema burgués, desaparecerá la concepción burguesa de la feminidad y será reemplazada por otra.
194 El comunismo no genera la comunidad de mujeres, sino que la destruye.
195 Dado que la ideología nacional, es también una ideología de clase, configurada por las relaciones de producción y por los intereses de las clases dominantes, los intereses oficiales de las naciones burguesas, no son los intereses de sus clases explotadas. En este sentido, los trabajadores no tienen patria, lo que no quiere decir estrictamente que no la tengan. Por ejemplo, antes de la guerra franco-prusiana, los miembros parisinos de la Asociación Internacional de los Trabajadores, fundada por Marx y Engels, difundieron este manifiesto: "Una vez más, -dicen-, bajo el pretexto del equilibrio europeo y del honor nacional, la paz del mundo se ve amenazada por las ambiciones políticas. ¡Obreros de Francia, de Alemania, de España! ¡Unamos nuestras voces en un grito unánime de reprobación contra la guerra!...¡Guerrear por una cuestión de preponderancia o por una dinastía, tiene que ser forzosamente considerado por los obreros como un absurdo criminal! ¡Contestando a las proclamas guerreras de quienes se eximen a sí mismos de la contribución de sangre y hallan en las desventuras públicas una fuente de nuevas especulaciones, nosotros, los que queremos paz, trabajo y libertad, alzamos nuestra voz de protesta!...¡Hermanos de Alemania! ¡Nuestras disensiones no harían más que asegurar el triunfo completo del despotismo en ambas orillas del Rin! ¡Obreros de todos los países! Cualquiera que sea por el momento el resultado de nuestros esfuerzos comunes, nosotros, miembros de la Asociación Internacional de los Trabajadores, que no conoce fronteras, os enviamos, como prenda de una solidaridad indestructible, los buenos deseos y los saludos de los trabajadores de Francia.".
196 Una vez más, Marx y Engels insisten en que el proceso globalizador generado por el capitalismo es bueno para el proletariado, pues quita las barreras que separan a los pueblos y crea un proletariado universal, sin distinciones nacionales. Según el materialismo histórico, las diferencias nacionales se deben a diferencias en los sistemas económicos y productivos. Si se implanta universalmente el capitalismo, el mejor sistema económico hasta entonces conocido, desaparecerán las barreras entre las naciones y entre sus trabajadores.
197 El triunfo del proletariado acelerará e incentivará el proceso de globalización del planeta, pues eliminará las "diferencias nacionales entre los pueblos".


La acción coordinada de los proletarios, por lo menos en las naciones civilizadas, es una de las principales condiciones para su emancipación. En la medida y a la par que vaya desapareciendo la explotación de unos individuos por otros, desaparecerá también la explotación de unas naciones por otras 198
Con el fin del antagonismo de las clases en el seno de cada nación, se borrará la hostilidad de las naciones entre sí.

No queremos entrar a analizar las acusaciones que se hacen contra el comunismo, desde el punto de vista religioso-filosófico e ideológico en general 199
¿Hace falta ser un lince, para comprender que al cambiar las condiciones de vida, las relaciones sociales, la existencia social del hombre; se modifican también sus ideas, sus opiniones y sus conceptos, en una palabra, su conciencia? 200
¿La historia de las ideas, no es una prueba evidente, de cómo cambia y se transforma la producción espiritual, con la material? 201

198 Marx y Engels estaban a favor de la globalización, pero no de utilizar esta para que unas naciones explotasen a otras. No obstante, preferían una globalización capitalista y explotadora, a que no hubiese globalización.
199 La religión, la filosofía, la ideología en general, son subjetivas y se generan por las condiciones materiales, por el sistema productivo, por la economía, por los intereses materiales de las clases dominantes en general. En consecuencia, Marx y Engels no responden a las acusaciones asentadas en razonamientos ideológicos de tipo ético, moral, religioso, jurídico o de cualquier otro tipo; con argumentos ideológicos, sino exclusivamente con criterios y razonamientos materialistas.
200 Aquí comienza la parte más importante de El Manifiesto Comunista. Por fin, Marx y Engels empiezan a explicar el materialismo histórico. Con anterioridad han estado preparando la exposición y ahora lo describen claramente. Las ideas, las opiniones, las concepciones sociales, la ideología, en una palabra, la conciencia del hombre; es principalmente fruto de sus condiciones de vida, del sistema económico en que vive, de su sistema productivo, de los aspectos materiales de su existencia social. La economía es la que crea la ideología y la historia nos demuestra, que pequeños cambios en los sistemas productivos, originan grandes cambios en los sistemas sociales e ideológicos. Engels en su obra Contribución a la Historia de la Liga de los Comunistas, nos expone como descubrió el materialismo histórico: "Viviendo en Manchester, me había dado de narices con el hecho de que los fenómenos económicos, a los que hasta allí los historiadores no habían dado ninguna importancia, o sólo una importancia muy secundaria, son por lo menos en el mundo moderno, una fuerza histórica decisiva. Vi que esos fenómenos son la base sobre la que nacen los antagonismos de clase actuales, y que estos antagonismos de clase, en los países en que se hallan plenamente desarrollados gracias a la gran industria, y por tanto principalmente en Inglaterra, constituyen a su vez, la base para la formación de los partidos políticos, para las luchas de los partidos y por consiguiente, para toda la historia política. Marx, no sólo había llegado al mismo punto de vista, sino que lo había expuesto ya en los "Anales Franco-Alemanes" en 1844, generalizándolo, en el sentido de que no es el estado el que condiciona y regula la sociedad civil, sino que es esta la que condiciona y regula el estado, y de que por tanto, la política y su historia, hay que explicarlas por las relaciones económicas y su desarrollo, y no a la inversa.".
201 Al estudiar a lo largo de la historia, como se transforma la producción material o economía, resulta evidente, que la producción espiritual o ideología, se va transformado llevada por la producción material. Cuando una sociedad cambia su sistema económico, la primera generación que se ha criado en la nueva situación económica, origina un conflicto generacional con sus progenitores, debido a un cambio en sus ideas. Con el primer capitalismo, aparecen los poetas románticos melancólicos enfrentados a sus padres. Con el crecimiento económico de los felices años veinte, la generación de las jóvenes que se cortaban el pelo, enseñaban las piernas y bailaban el charlestón. Con el enorme desarrollo económico posterior a la segunda guerra mundial, los yeyés y los jipis. Inmediatamente después de producirse un pequeño cambio económico en la sociedad, en su producción material, se produce un gran cambio en la percepción de la política, la paternidad, el arte, el derecho, la moralidad, la religión, la filosofía, la sexualidad, la familia, la estética, la virilidad y la feminidad, y en general en toda la concepción ideológica de esa sociedad; en su producción espiritual.


Las ideas imperantes en una época, han sido siempre las ideas propias de su clase dominante202 203.Se habla de ideas que revolucionan a toda una sociedad; con ello, no se hace más que dar expresión al hecho, de que en el seno de la sociedad antigua, ya han germinado los elementos materiales necesarios para que se genere la nueva sociedad, y a la par que se esfuman o derrumban las antiguas condiciones de vida, se derrumban y esfuman las ideas antiguas 204.Cuando el mundo antiguo estaba a punto de desaparecer, las religiones antiguas fueron vencidas y suplantadas por el cristianismo 205

202 Esta frase está inspirada, en lo escrito tres años antes por Marx y Engels en La Ideología Alemana, en donde explicaban así el materialismo histórico: "Las ideas de la clase dominante, son las ideas dominantes en cada época. O dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad, es al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material, dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa, que la expresión ideal [en ideas] de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase social dominante, o sea, las ideas de su dominación. Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean, por ello mismo, las ideas dominantes de la época.".
203 En este párrafo, se vuelve a definir el materialismo histórico, que indica que en una sociedad todas las ideas sociales, como la honra, el honor, la culpa, la vergüenza, la nobleza, el pudor o la virtud, están determinadas principalmente por su sistema de producción y por los intereses materiales de la clase explotadora. Todas las modificaciones de las ideas sociales de las diversas sociedades que han existido, existen o existirán, tienen como factor determinante, los cambios en su economía a lo largo del tiempo. En los periodos históricos en los que la economía permanece estable, las ideologías también permanecen estables, pero pequeñas cambios en los sistemas productivos de una sociedad, originan grandes modificaciones en su ideología. La historia nos enseña, que sólo hay efervescencia creativa e ideológica, cuando se producen cambios materiales y económicos.
204 Engels nos explica lo mismo, en su obra, Antidurin: "El despertar de la comprensión, de que las instituciones sociales existentes son irracionales e injustas, de que la razón se ha convertido en absurdo y la buena acción en una plaga, es sólo un síntoma de que en los métodos de producción y en las formas de intercambio, se han producido ocultamente modificaciones con las que ya no coincide el orden social, cortado a la medida de anteriores condiciones económicas." Las nuevas ideas no nacen por obra de pensadores brillantes, sino principalmente por la modificación del sistema productivo, lo que origina la aparición de estos pensadores con ideas nuevas. El estudio de la historia nos demuestra, que en las épocas históricas en las que los sistemas productivos y económicos permanecen inamovibles, no se generan estos grandes pensadores.
205 Un ejemplo de materialismo histórico. Mientras el Imperio Romano se expandía, no hubo cambios religiosos, pero nada más entrar este en decadencia, es justamente cuando aparece la imparable fe cristiana. Ya los primeros cristianos se habían dado cuenta de este hecho, cuando decían que "la palabra de dios caía sobre campo arado". En su prólogo de La Lucha de Clases en Francia de 1848 a 1850, Engels explica la imposibilidad de parar los procesos ideológicos mediante la represión, pues estos se asientan sobre las nuevas bases económicas de la sociedad: "…actuaba también en el Imperio Romano un peligroso partido de la subversión. Este partido minaba la religión y todos los fundamentos del estado; negaba de plano que la voluntad del emperador fuese la suprema ley; era un partido sin patria, internacional, que se extendía por todo el territorio del imperio, desde la Galia hasta Asia y traspasaba las fronteras imperiales. Llevaba muchos años haciendo un trabajo de zapa, subterráneamente, ocultamente, pero hacía bastante tiempo que se consideraba ya con la suficiente fuerza para salir a la luz del día. Este partido de la revuelta, al que se conocía por el nombre de los cristianos, tenía también una fuerte representación en el ejército; legiones enteras eran cristianas. Cuando se los enviaba a los sacrificios rituales de la iglesia nacional pagana, para hacer allí los honores, estos soldados de la subversión, llevaban su atrevimiento hasta el punto de ostentar en el casco distintivos especiales —cruces— en señal de protesta. Hasta las mismas penas cuartelarias de sus superiores eran inútiles…Fueron prohibidos los mítines de los revoltosos, clausurados e incluso derruidos sus locales, prohibidos los distintivos cristianos —las cruces—, como en Sajonia los pañuelos rojos. Los cristianos fueron incapacitados para desempeñar cargos públicos, no podían ser ni siquiera cabos.". Toda represión fue inútil, el cristianismo era imparable.



En el siglo XVIII, cuando las ideas cristianas sucumbían ante el racionalismo, la sociedad feudal pugnaba desesperadamente, haciendo un último esfuerzo contra la burguesía, entonces revolucionaria. Las ideas de libertad de conciencia y de libertad religiosa, no hicieron más que proclamar el triunfo de la libre conciencia en el mundo ideológico206 207
Se nos dirá que las ideas religiosas, morales, filosóficas, políticas, jurídicas, etc., aunque sufran alteraciones a lo largo de la historia, llevan siempre un fondo de perennidad, y que por debajo de esos cambios, siempre ha habido una religión, una moral, una filosofía, una política, un derecho.

206 Otro ejemplo de materialismo histórico. En el siglo XVIII se produce un enorme auge económico de la burguesía, que en poco tiempo la llevará al poder. Sólo cuando comienza este gran auge, es cuando comienzan a aparecer las ideas ilustradas burguesas. En su obra El Antidurin, Engels nos indica lo que fueron verdaderamente las ideas de la ilustración: "Todas las anteriores formas de la sociedad y del estado, todas las representaciones de antigua tradición, se remitieron como irracionales al desván de los trastos. El mundo se había regido hasta entonces por meros prejuicios. Lo pasado no merecía más que compasión y desprecio. Ahora irrumpía finalmente la luz del día; a partir de aquel momento, la superstición, la injusticia, el privilegio y la opresión iban a ser expulsados por la verdad eterna, la justicia eterna, la igualdad fundada en la naturaleza y los inalienables derechos del hombre. Hoy sabemos, que aquel reino de la razón no era nada más que el reino de la burguesía idealizado, que la justicia eterna encontró su realización en los tribunales de la burguesía, que la igualdad desembocó en la igualdad burguesa ante la ley, que como uno de los derechos del hombre más esenciales. se proclamó la propiedad burguesa...".

207 El materialismo histórico, no dice que la economía sea la única causa de los cambios ideológicos, sino que es el factor determinante y la causa principal de estos cambios en la moral, la religión, el derecho, la sexualidad, la religión, el arte o la ética, pero no es la única causa, ni lo es de forma mecanicista. Engels en una carta dirigida a José Bloch, le responde a las dudas que este tiene, sobre la concepción materialista de la historia: "...Según la concepción materialista de la historia, el factor que en última instancia, determina la historia, es la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo, hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa, diciendo que el factor económico es el único determinante, convertirá aquella tesis en una frase vacua, abstracta, absurda. La situación económica es la base... De otro modo, aplicar la teoría a una época histórica cualquiera, sería más fácil que resolver una simple ecuación de primer grado.
Somos nosotros mismos quienes hacemos nuestra historia, pero la hacemos, en primer lugar, con arreglo a premisas y condiciones muy concretas. Entre ellas, son las económicas las que deciden en última instancia. Pero también desempeñan su papel, aunque no sea decisivo, las condiciones políticas, y hasta la tradición, que merodea como un duende en las cabezas de los hombres.". En otra carta con el mismo fin dirigida a W. Borgius, Engels le indica: "El desarrollo político, jurídico, filosófico, religioso, literario, artístico, etc., descansa en el desarrollo económico. Pero todos ellos repercuten también los unos sobre los otros y sobre su base económica. No es que la situación económica sea la causa, lo único activo, y todo lo demás efectos puramente pasivos. Hay un juego de acciones y reacciones, sobre la base de la necesidad económica, que se impone siempre, en última instancia.".






No hay comentarios :