Por: Ana Hurtado
25 octubre 2024 |
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Llegada de Cristobal Colón a Cuba. |
Cuenta la leyenda que había un italiano de Génova que se puso en disposición de los reyes españoles Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón para emprender un viaje. Poco tiempo después de que se expulsaran a los judíos de la Península Ibérica.
No sabía bien donde iba, pero España acababa de ser reconquistada por los cristianos tras ochocientos años de dominio musulmán y si algo tenía claro la corona es que debían levantar política y económicamente el panorama para reforzar su mandato.
Entonces llega Cristoforo Colombo, como le llaman en Italia y al que hasta hace poco tiempo creíamos de ese país, y dirige una expedición hacia el mare horrendum, con la incertidumbre de qué se encontraría. Hacia el misterio.
Supimos hace unos días que según unas pruebas de ADN realizadas a sus restos, el hombre no era italiano, sino español de la parte de la cornisa mediterránea y que ocultaba un secreto: el ser judío. Pero para no desviarnos mucho del tema, volvamos al viaje.
Cuando la reina le concede a Colón los privilegios y potestades, este se embarca rumbo a lo desconocido.
Cuando yo iba al colegio siempre nos decían que Colón pensaba que había llegado a lo que hoy se conoce como la India, y que, sin embargo, descubrió América. Ya todos sabemos que no la descubrió, porque no se puede descubrir algo que ya existe. Se encontró con un territorio que no se llamaba todavía América, y en palabras de Eusebio Leal, no sabemos como se llamaba antes de este momento. Sí que estaba formado por diversidad de pueblos originarios con distintas identidades, pero muy fraccionado todo. Normal en un territorio de semejante inmensidad.
Con el tiempo, los pueblos fueron conformando un mestizaje y sincretismo cultural, material, ideológico y étnico que dio como resultado el continente que conocemos hoy. Pero como es obvio, no podemos ignorar lo que pasó.
Normalmente, suelo acudir a gente que admiro y que tiene legitimidad en ciertos temas, cuando necesito ampliar mi visión y comprender mejor las cosas. En este caso y como mencioné antes, me remito a Eusebio.
A Leal lo entrevistó la compañera Magda Resik y recoge parte de su pensamiento en el libro Hay que creer en Cuba. Y muestra su percepción de los acontecimientos, del genocidio que la corona española perpetró, sin perder de vista el contexto y el humanismo.
¿Qué había en este territorio, qué hacían?
Había civilizaciones, eso está de más decirlo. Había pueblos que derramaron su sangre y fueron asesinados por un imperio colonial que no sabía qué hacer para remontar su estatus y situación. Pero, y cito a Eusebio, “no podemos juzgar ningún acontecimiento histórico desde nuestros días con los tamices de hoy; debemos verlos figurándonos cómo se pensaba en aquel momento. El pensamiento era muy diferente. (…) No soy partidario de atribuir a la conquista española únicamente el gran pecado de subordinar o someter a los pueblos antiguos”.
Y esto no quita las barbaridades que se cometieron en nombre de la corona y de la cruz, con la biblia al lado. Latinoamérica y Norteamérica tenían a sus pueblos, organizados en diversas civilizaciones y también actuaban como tal.
Vuelve Eusebio: “Los conquistadores aztecas llegaron hasta los confines de su imperio imponiendo tributos, vasallaje y exigiendo vidas humanas para realizar sacrificios que ellos creían que aplacaban a los dioses y alimentaban su culto”.
“Por otra parte, los incas avanzaban sometiendo de una manera brutal a todos los pueblos que no se plegaban a su poderío. En lo que llamamos el Caribe, no ha quedado el nombre de los mansos, de los ciertamente tranquilos siboneyes, ni siquiera de los taínos, que no fueron precisamente guerreros feroces; ha quedado el nombre de los fieros caribes que, procedentes de las islas más pequeñas de las Antillas, irrumpían como grupo dominante, robando mujeres, saqueando cosechas, asolando pueblos”, concluye Eusebio.
Y nadie está justificando que se hiciera lo que se hizo, o los métodos del imperio chino o del romano cuando expandían sus territorios. Lo que se hizo, en la época que se hizo, estuvo mal si lo miramos con la conciencia que tenemos ahora. Matar personas y exterminar pueblos, como ahora hace el sionismo, es una masacre. Pero esto no puede hacernos perder la luz y hablar con propiedad cuando vamos a referirnos a la conquista de América, o al genocidio de América, como prefiramos llamarle.
Lo que realmente no es justo, ni correcto, es que con esa misma visión y conciencia que tenemos ahora, sean muchos los que falten el respeto a los pueblos. Me han sangrado los ojos cuando los días pasados en redes sociales he visto ataques a “España y los españoles”. Nos guste o no, al decir esto, se está metiendo dentro al pueblo. Nos guste o no, tenemos que llamar a las cosas por su nombre.
No fue España y no fueron los españoles. Fueron la corona y la iglesia, pero no los españoles. No nos gustaría leer a los compañeros revolucionarios barbaridades del tipo: “todo el pueblo cubano está contra la Revolución”.
¿Verdad? Porque no es cierto. Porque Cuba no es contrarrevolucionaria, igual que los musulmanes no son terroristas o los españoles somos “genocidas” como he llegado a leer. Hay que tener ética. Hay que saber que el lenguaje construye el pensamiento. Hay que entender que hablar así es faltarle el respeto, en el caso de los españoles, a un pueblo trabajador y sufrido que también fue víctima de la corona en aquella época, y que a día de hoy sigue pagando impuestos para mantenerla.
Mis abuelos, niños de la guerra civil, no son genocidas ni fueron genocidas; no son culpables de lo que la corona hizo en el nombre de nuestra tierra. La resistencia antifascista y republicana española tampoco.
Por eso nuestro papel como revolucionarios en primer lugar es pensar antes de hablar. Por eso mismo también, cuando desde el Gobierno de México se exigen disculpas, tienen que especificar que no son disculpas de España, sino de la corona y el rey. Porque tenemos que fomentar el respeto entre pueblos.
Porque realmente es de mal gusto leer que los españoles son genocidas o que hicieron esto y lo otro, que son los causantes de los males de Latinoamérica.
Porque yo considero que Chávez lo definió muy bien echando su cuerpo hacia adelante y diciéndole al Borbón mirándolo de frente: “¿Por qué no te callas?”.
Porque aquí también llegó un pueblo digno con el pasar de los años que nada tiene que ver con la monarquía que seguimos arrastrando.
Y porque sí, autocrítica también, nosotros los españoles todavía no hemos sido capaces de hacer una Revolución como la que hizo Fidel. Porque hay y ha habido muy, muy pocos Fideles. Pero también debemos ser respetados como cualquier ser humano digno, y no mezclar nuestro gentilicio con el de una corona arcaica y obsoleta.
Porque el padre del Apóstol José Martí fue sargento del ejército de la corona española y sastre para las tropas, y su madre Leonor, era de esta tierra también.
Le escribe Martí a Amelia un 28 de febrero de 1883:
“Papá es, sencillamente, un hombre admirable. Fue honrado, cuando ya nadie lo es. Y ha llevado la honradez en la médula, como lleva el perfume una flor, y la dureza una roca. Ha sido más que honrado: ha sido casto”.
Igual que don Ángel fue socialista y aplicó el socialismo con sus trabajadores sin saber que lo estaba siendo. Y vino a combatir en la guerra de independencia a Cuba, defendiendo a la corona. Obligado, porque vino por sorteo, como “quinto”. Y dio al mundo a uno de los seres más importantes que han nacido.
¿Eran ellos también genocidas? ¿Eran todos los antepasados españoles que tienen los cubanos genocidas? ¿Todos aquellos que venían escapando de la miseria española también lo eran?
Desde luego que no. Desde luego que nuestra memoria, la del pueblo antiimperialista y digno, no debe ser manchada ni burlada por gente que no sabe de historia; que no la comprende, que no sabe diferenciar y poner en alto el nombre de los pueblos. Los mismos que llegaron a México exiliándose del fascismo: “México, la España antifascista te saluda”. Gracias, Lázaro Cárdenas por acoger a todos los que lo necesitaron.
Porque para cerrar este escrito, vuelvo a Eusebio:
“No soy partidario de atribuir a la conquista española únicamente el gran pecado de subordinar o someter a los pueblos antiguos. De hecho, como resultado posterior a ese acontecimiento, surgió un nuevo mundo de verdad, una nueva cultura, de la cual todos nosotros somos hijos”.
Todos vosotros lo sois. Somos hermanos. Y espero que cuando alguien vaya a hablar en términos generales de nosotros, vuestros hermanos de sangre, de la historia, de corazón, de la vida, tenga más respeto y limpia la boca para hacerlo.
“Si quieren que de este mundo lleve una memoria grata llevaré, padre profundo, tu cabellera de plata”.
José Julián Martí Pérez
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Se han publicado 58 comentarios
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Mj dijo:
Así es. Excelente escrito. No son los pueblos ni las personas q aunque ejecutan las órdenes, los responsables son los q dictan las politicas. Tampoco son los mismos españoles. Ni todos eran iguales. Ni los q vinieron después. Mis abuelos eran españoles y miles q vinieron por causas económicas sobretodo a principios del siglo pasado y durante y después cuando la guerra civil.
Si creo q la corona debe pedir disculpas, aunque
históricas, como un modo de no repetición de esas
políticas de sometimiento de cualquier índole q sean. Y sía conquista en general fue cruel, como todas o casi todas las conquistas de la época. Es inadmisible q al otro extremo hoy se diga q eran héroes y santos.
25 octubre 2024 a las 15:37
/ Responder
SHAMAN dijo:
Así mismo, no se puede juzgar a una nación por los actos de algunos, la colonización va desde Panfilo de Narvaez hasta el Padre De las Casas y Lo Cortéz no quita lo Cuathemoc.
28 octubre 2024 a las 16:18
/ Responder
Pili dijo:
Muy de acuerdo,No se puede meter a TODO el mundo en el mismo saco,hay que ponerse en contexto todo el tiempo,entraron a saco pero aportaron también muchas cosas buenas y somos fruto de ellos,el mestizaje,la cultura y la cocina,estoy segura que muchos de los que llegaron en esos momentos y se quedaron para siempre están en nuestros genes,la gran mayoría de españoles de la epoca en ese tiempo nunca piso las Américas,no debemos de olvidar que cosas como las que ocurrieron No deben de repetirse,para eso está la Historia como la No repetición de lo negativo de cada época
25 octubre 2024 a las 15:41
/ Responder
Jose R Oro dijo:
Me agrado mucho leer este articulo, la sinceridad en nuestros tiempos es tristemente, infrecuente. Todo esta claro como nos dicen Eusebio y Ana, no podemos medir el pasado cono los tamices (o paradigmas) del presente. La simplificacion de la historia nos conduce a la decepcion y deformacion de esa propia historia que pretendemos reivindicar. El Genocidio era parte integral y cotidiana del pasado, y mas triste aun del presente, con su desarrollo y maravillosas tecnologias, muchas veces creadas y usadas para matar.
Debe ser aclarado que el Genocidio de los nativos de América no comenzó con la Conquista, sino mucho antes. Por ejemplo la masacre de las tribus Anazasi (suroeste de los EE.UU.), a manos de etnias vecinas, fue un genocidio datado alrededor del año 800 A.C. En el caso del Imperio incaico que fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que conservó un estado independiente durante la conquista de América se pasó por tres etapas históricas, siendo la primera el Curacazgo incaico (1197-1438), a través de la cual los quechuas consolidaron un estado que logró sintetizar los conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores tomando como centro la ciudad del Cuzco. Posterior a ello, se da la segunda etapa, conocida como Imperio incaico o Tahuantinsuyo (1438-1533), la cual recogió aquellos conocimientos heredados y los potenció. Conforme se dio la expansión del imperio, este fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos incorporados, llegando abarcar los actuales territorios del Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina y Colombia, constituyéndose así en el Imperio más grande de la América precolombina. En cada expansión, tribus enteras fueron destruidas o gravemente afectadas, destacan los Aymaras, Guaraníes y Chibchas. La conquista del Tahuantinsuyo, realizada entre 1530 y 1540 por los españoles encabezados por Francisco Pizarro, puso fin al imperio y con ello a la etapa de apogeo de la civilización incaica, dando lugar al nacimiento del Virreinato del Perú. Lo mismo ocurrió en el Imperio Azteca, donde Olmecas, Tlaxcaltecas y muchas otras etnias habían sido duramente golpeadas y saqueadas por los Aztecas, al igual ocurrió con los Mayas que habían destruidos otras etnias centroamericanes, previamente a la conquista europea.
Por todo ello, me insisto en que este articulo es de gran importancia y seriedad, no nos dejemos arrastar por la simplificacion de la historia, que casi siempre termina en la tergiversacion de la misma.
25 octubre 2024 a las 15:46
/ Responder
Johana dijo:
Magnifico este articulo de Ana Hurtado (y sus citas de Eusebio Leal y de Jose Marti) y este comentario de Jose R Oro. Que feliz me hace que nos estemos comprometiendo cada vez mas con la verdad, de forme profesional y justa.
25 octubre 2024 a las 16:16
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Manolito dijo:
Impresionante. No sabia que habia toda una historia de crimenes antes del arribo de Colon, con este nivel de detalles, lo felicito Oro, muy buen complemento a este excelente articulo de Ana Hurtado
25 octubre 2024 a las 16:21
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Ateo dijo:
Vea el filme "Apocalipto"...se detalla a manera de ficcion lo que ocurría en aquellos tiempos ...
25 octubre 2024 a las 18:33
LeoHG dijo:
Precisamente, al menos en el continente, los españoles se toparon con grandes culturas esclavista que anteriormente habían conquistado y sometido a esos pueblos.
¡Ah! Tenía el conocimiento de que la Guerra de Reconquista había expulsado de la Península Ibérica a los árabes que la conquistaron y dominaron por siglos.
25 octubre 2024 a las 21:12
Carlos Serrano dijo:
Manolito, intenta leerte un libro cuyo nombre es Corazón de Piedra Verde, ahí se describe las ejecuciones de los aztecas y sus sacrificios.
25 octubre 2024 a las 21:57
Boricua dijo:
Muy serio y profundo el comentario de Oro y de los demas. Precisamente no podemos olvidar la historia, pero con las realidades que se vivian en las diferentes epocas. Los anglosajones y nordicos trataron de apropiarse del "Descubrimiento" de America con Leif Erickson y Vinland, con el objeto de que españoles o portugueses no tuvieran la gloria de un "Descubrimiento" imaginario, porque America estaba completamente habitada por anteriores "Descubridores", audaces caminantes de la era glacial. Brillante el trabajo de Ana Hurtado y estos eticos comentarios. La Ideologia es consecuencia de la historia, estudiada cientificamente por K. Marx y sucesores. Pero la historia no puede ser redibujada por la ideologia, ni por la arrogancia de "pueblos elegidos" con "destinos manifiestos" que pretenden incluso usurpar el nombre America y llamarse a si mismo "americanos" cuando en realidad son estadounidenses.
26 octubre 2024 a las 9:26
/ Responder
Santos dijo:
Muy buenos los comentarios de Oro y de Boricua. La historia no puede ser olvidada, completamente de acuerdo, pero tampoco podemos adecuarla a nuestras preferencias o cosmovision. Tan malo con olvidar la historia es querer vivir en la historia, y aun peor querer "vivir" a costa de la historia.
La conquista de America provocó sin dudas un gran genocidio, donde perecieron millones, como lo fueron las conquistas de Genghis Kan, o las muy olvidadas colonización de Africa o la India. En epocas tan tardias como la segunda mitad del siglo XIX, el rey belga asesinó a cientos de miles (sino millones, realmente no sabemos) de congoleses. Terribles paradigmas tiene cada epoca, incluso la nuestra, donde en Hiroshima y Nagasaki, en las camaras de gas hitlerianas, o en los campos de concentracion de Pol Pot, murio mas gente que nunca antes en un periodo comparable de tiempo.
Muy buen trabajo de Ana Hurtado, mis mayores respetos.
Por cierto, la muy "católica" Isabel, no era Borbón, sino Trastámara
26 octubre 2024 a las 12:19
Leslie C dijo:
Tengo que decir que Cubadebate esta "fuera de serie". Leer este articulo de Ana Hurtado y los comentarios de Pepe Oro y otros brillantes lectores que hablan con tremendo fundamento (Boricua es un ejemplo), es un privilegio. Dentro de muchas decadas se hablara de los grandes articulos de Cubadebate, que seran entonces clasicos de la intelectualidad progresista. Muy brillante articulo y comentarios!
26 octubre 2024 a las 9:57
/ Responder
Manuel J Rodríguez Cala dijo:
Saludos, comprendo perfectamente su enojo y entiendo su malestar. En su pasión defendiendo al pueblo cubano siendo española quizás no pensó nunca que podíamos ofenderla, o herir de esta manera. Cómo cubano de a pie siento un profundo respeto y admiración por el pueblo español y demás pueblos del mundo. Tengo inculcado por principios revolucionarios la no agresión ni ofensa contra mis similares, a quienes sin tapujos llamamos en infinitas ocasiones hermanos, porque realmente así los consideramos. No me cabe en la cabeza que se intantara generalizar en ningún momento al utilizar el gentilicio de español al considerarlos como genocida. El expresidente mexicano se dirigió expresamente al Rey, igual lo hizo el presidente Maduro y otros, nunca escuché referencia al pueblo español ni a los españoles. Por mi parte y creo que muchos cubanos dirian lo mismo le damos las gracias por su sensatez, profundidad en sus pensamientos y apoyo.
25 octubre 2024 a las 15:59
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Pablo Vázquez dijo:
Estoy de acuerdo. Las visiones históricas deben ser equilibradas e intentar verlas el contexto donde se produjeron. El español es admirable y los cubanos debemos sentirnos orgullosos de que una parte de nosotros descienda de esa estirpe. Ellos tuvieron su genocidio con los romanos y su Numancia. Y después com napoleon. Y siempre se batió indómito, esa gente de hierro. Sin ánimo de señalamientos vanos, creo que hay un error. Fue el rey corrupto y cínico el que le dijo a chávez " por que no te callas?. Otra expresión de la prepotencia monarquica española de unos borbones carcomidos por el tiempo y la historia. Saludos.
25 octubre 2024 a las 16:04
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Jb dijo:
No sabía que el ADN podía decir si una persona era judía
25 octubre 2024 a las 16:05
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Jose R Oro dijo:
No creo que pueda decir que una persona era judia el ADN. Podra decir con bastante certeza que es semita (igual que los arabes tambien lo son), o que es hebreo, pero no que pertenece a la religion judia. Existen, y no pocos, "judios" que no son creyentes, y por tanto no son "judios",que propiamente dicho son aquellas personas que profesan la fe judaica, es decir practican el judaismo como religion. Los judios etiopes, por ejemplo, son judios plenos, pero no son semitas.
El ADN determina con elevada certeza el origen etnico de las personas, pero no su fe o falta de ella. Un saludo
25 octubre 2024 a las 16:29
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José Raúl Q dijo:
Gracias compañero Oro, desde hace días que leí un articulo sobre el origen de Colón, tenía esa duda
Saludos
26 octubre 2024 a las 6:58
Ernesto dijo:
Por supuesto que son cosas muy diferentes: los ladrones Borbones y el pueblo español. También es cierto que aunque el Reino de España practicó el colonialismo y el esclavismo más cruel, el resto de los europeos fueron incluso peores. La leyenda negra contra España fue impulsada desde la madre patria del país que enfrentan los cubanos ahora. Son sus hijos naturales, como fueron los irlandeses resistentes a ellos y máximos conocedores de los ladrones que han sido. Lo mismo se puede hablar de Francia, Bélgica, etc. A América Latina solo le interesa unas disculpas para avanzar con España en un camino de hermandad verdadera. A los cubanos particularmente nos interesa una buena relación con España, quizás somos más cercanos por haber sido los últimos en independizarnos pero aquí quedaron muchísimos españoles sin problemas alguno. Posteriormente la Revolución Cubana fue hecha por hijos de españoles en un gran porcentaje. La herencia hispana ha sido también arma de resistencia ante la imposición norteamericana y en la resistencia del pueblo cubano hay mucho del durísimo y noble pueblo español.