Si Abderrahman II, hombre de paz, a la vista de las divisiones en que se desenvolvían los cristianos de Al-Andaluz, les convoco a un concilio en Córdoba bajo la presidencia del Obispo de Sevilla, intentando solucionar sus problemas; si durante su mandato protegió a todos los ciudadanos, sin discriminación de credos, hasta el punto de que mando construir un hospital especialmente para
los cristianos; si todas esas gestiones en aras de la concordia y mejor convivencia entre andalusíes de todas las ideologías, solo trajeron el descontento de los cristianos mas radicalizados y las fronteras se vieron salpicadas de francotiradores contra su mandato, no nos puede extrañas pues que a venida del nuevo y débil emir Mohamed I, las distintas facciones religiosas encendieron las hogueras de la discordia. Así apareció el rondeño Omar Ibn Afsun.Omar: procedente de una rica familia mulad-recientemente islamizada- descendientes directos del conde godo Alfonso, cuyos antepasados vivían en el Occidente andaluz como grandes propietarios de tierras, arrendadas a su vez a numerosos campesinos a través de un impuesto, lo que describe la clase de familia de la que prevenían. Este mozo turbulento, de mala cabeza, juerguista, burgués y desprestigio de su honorable familia, cometió un asesinato y huyo a la serranía de Ronda. Con la unión de unos cuantos aventureros formo una cuadrilla, y se dedicaron al bandidaje. Pero a los primeros golpes, el Gobierno de Córdoba los hizo huir y Omar se refugia en Marruecos, volviendo al poco tiempo gracias a la ayuda de un influyente y poderoso familiar.
Las ideas españolistas de Omar son compartidas por sus familiares y allegados: pensaban que las poblaciones islamizadas de Al Andaluz eran extranjeras-no teniendo en cuenta que el islamismo llevaba asentado mas de un siglo- y que había que luchar contra esa raza invasora; era odio contra el árabe y desmedida fe católica lo que tenían.
En la montaña de Bobastro establece Omar el centro de sus operaciones, desde allí alza la bandera antiandalucista y concibe que tras la expulsión del "moro", los poderosos españoles tienen que volver a sus antiguos dignatarios. Como ni Omar ni un jefe militar de Córdoba desconocían la fuerza de cada uno, y el poder de convocatoria del rebelde se hacia cada vez mayor debido a la adhesión de todos los enemigos del Islam, ambos llegan a un acuerdo y Omar ingresa en las filas del ejercito del emir Mohamed. Esto venia a satisfacer los planes de Omar, ya que pretendía tomar el pulso al ejercito enemigo desde sus mismas entrañas. Una vez informado, utilizo un fútil pretexto y regreso a su fortaleza de Bobastro donde entablo un primer encuentro con las fuerzas del emir, resultando victorioso e incluso haciendo prisionera a la esposa del jefe derrotado a la que mas tarde convertiría en su favorita.
En otra ocasión, simulo sumisión al emir, consiguiendo ser restituido en Córdoba, y hasta llego a luchar contra los propios cristianos-y es que no reparaba en medios con tal de descubrir los secretos de su enemigo. Con las nuevas informaciones obtenidas y en poder de nuevos conocimientos militares declara definitivamente la guerra al "no cristiano", desde su refugio de Bobastro. Se atrae a cristianos y muladíes, y ya no permite que se le adhieran sus antiguos compinches bandoleros. "Se siente español hasta los tuétanos y cree a machamartillo en el triunfo del godo como raza superior".
En sus primeras acciones se apodera de Mijas, Comares, Archidona y Anta, y con el entusiasmo de esta victorias, hace publico su plan de fundar-como Pelayo- al precio que fuera necesario, un reino cristiano en Al Andaluz. Quería volver a la fe de sus antepasados, a la tradición, y en esto estuvieron de acuerdo los jeques de Cabra, Jaén y parece que también el de Granada.
En los mas agitado de la campaña contra el reaccionario Omar, muere Mohamed y le sucede su hijo el guerrero Al Mondhir, que promete vencer a la fortaleza de Bobastro: sus cualidades guerreras, valentía, generosidad y amplios conocimientos de la política hacían de Al Mondhir un digno rival de Omar. Archidona es rescatada y Bobastro sitiada, pero en el preciso momento en que la victoria parecía inclinarse a favor del emir-29 de Junio de 888-, este cae victima de las numerosas heridas recibidas. Una tregua permitió que el cadáver de los valerosos Al Mondhir partiera hacia Córdoba.
Se hace cargo del Gobierno el hermano del difunto, nuevo emir Abadía, considerado como uno de los mas representativos prototipos de la raza arábigo andaluza: como tal, era inteligente y bravo, pero con tan mala suerte que le coincidieron nuevas rebeliones en las fronteras del norte de Al Xarq, protagonizadas por los pro-godos alentados por Asturias y Pamplona, y las victorias de Omar en Al-Andaluz. Ya no es un levantamiento aislado sino toda una reacción frente a la religión contraria, una Guerra Santa y racial por desprecio a "la otra piel".
A Omar se le une la Vega de Granada, importantes familias de la aristocracia sevillana, de Almería, Lucena, Aguilar, Baena, Osuna, Priego, Úbeda, Ecija, Baeza,… y sus dominios llegan hasta Murcia.
El propio emir le reconoce como "señor de la mayor parte de la baja Andalucía".Pero si claro veía el camino para proclamarse dueño de Al Andaluz, difícil resultaría que le aceptasen los que no partidarios de su causa. Para ello pensó en buscarse títulos de origen árabe y puso en marcha una serie de gestiones con el gobierno de Bagdad.
A mediados de Abril del 891, el caudillo de Bobastro pone sitio a la mismísima ciudad de Córdoba con un ejercito de 30.000 hombres, frente a las defensas del emir, compuestas tan solo por 14.000 soldados de a pie. La inesperada victoria andalusí abre nuevos éxitos: se reconquista Ecija, Archidona, Granada y Jaen.Pero una nueva operación política urdió Omar Ibn Afsun: se hizo acristianar en compañía de su mujer, tomando los nombres de Samuel y Columba respectivamente. Acertó."En nombre de Cristo y de España lucharan mucho contra la raza y religión enemigas". La guerra tomo dimensiones mas dramaticas, el cristiano de Omar cada vez mas fanatico, inspirado en la "lección de los mártires", y con ello prestaba un servicio inapreciable a los cristianos del Norte en constante lucho contra la Media Luna.
La muerte del valeroso y sabio Abadía en el 912 aclama como nuevo emir a su nieto Abderrahman III, magnifico político, gobernante genial y mejor estrategia.
En este mismo año Abderrahman se proclama califa, y con este hecho nace el primer califato andalusí independiente.
Mientras tanto en Bobastro, antigua guarida de bandidos, se vivía de fe y se querían morir por la fe-convertido casi en un monasterio. Omar Ibn Afsun tuvo tiempo de ver entregadas las ciudades que quedaban a sus órdenes, y como muchos de sus leales se pasaban a las filas andalusíes. Bobastro quedo sola, y Abderrahman la conquista el 19 de Enero del 928. El "Pelayo del Sur" había muerto de enfermedad cuando la fortaleza fue tomada por el ejercito andalusí.
Andalucía evito con los Omeya que su identidad fuese nuevamente borrada, anulada como pueblo libre, conducida por riendas ajenas.
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