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miércoles, febrero 29, 2012

El 15-M en la encrucijada-IIIyfinal

3. La izquierda y el 15M: hacia un matrimonio más feliz.
El 15M ofrece la posibilidad de confluencia entre «dos izquierdas» cuyo mutuo aislamiento desarmaba cualquier tentativa de cambio social emancipador. Por un lado, la izquierda política, que, encerrada en su propio ghetto, raramente salía de sus eternas disputas endogámicas (o, peor aún, de las instituciones). Por el otro, la izquierda social, con incidencia y práctica en los barrios, pero de limitadas posibilidades por su carencia de una estrategia global de transformación. Las posibilidades de un éxito transformador pasan porque la izquierda política aprenda a trabajar con la izquierda social sin tratar de dirigirla, pero que, a su vez, dicha izquierda social sepa enmarcar su praxis en un horizonte de superación del capitalismo, horizonte lejos del cual sólo colocará tiritas sobre la herida.

Lo que la izquierda puede aportar al 15M es su propia experiencia. Así, los militantes de la izquierda pueden contribuir al movimiento con las habilidades organizativas y el compromiso personal que se les presupone al formar parte de estructuras permanentes. Como rezaba un artículo reciente: «Si el movimiento 15M viera quebrada su continuidad por la inexperiencia política de sus integrantes no sólo sería responsabilidad de éstos, sino también y, sobre todo, de aquellas organizaciones de la izquierda que prefirieron contemplar desde el balcón su fracaso; porque su alejamiento de la sociedad les impidió entender un proceso social sin precedentes en los últimos treinta años»25. Además, la izquierda política posee una capacidad de análisis y de definición estratégica esenciales para la continuidad del 15M. La clarificación de los objetivos y del programa político del movimiento es una de las tareas de las que pende el éxito o fracaso del mismo.

Otra asignatura pendiente es el fortalecimiento de aquellos objetivos y tácticas del 15M que tienden puentes con la clase trabajadora. En este sentido, gozamos de una oportunidad excelente a partir de la extensión barrial: «ubicar la organización y las acciones de lucha geográficamente en los barrios populares (…) supone un salto cualitativo de extraordinaria importancia»26. La lucha contra los desahucios y el apoyo a las familias expulsadas de sus hogares no sólo han producido solidaridades y simpatías entre las clases populares, sino que, además, ha devuelto el protagonismo a la lucha como herramienta viable (socialmente aceptada y útil) frente a la injusticia. De este modo, cuando se actúa contra los desahucios, se suelen conseguir aplazamientos pero no revocaciones de la orden judicial. Las familias saben que, antes o después, serán expulsadas de sus hogares por la policía y los jueces, pero no están dispuestas a irse sin dar antes la batalla27. El mismo protocolo de actuación contra el desahucio puede ser eficaz frente a los ERE’s y a los despidos masivos.
En cualquier caso, el 15M ha redescubierto la lucha y la solidaridad como herramientas viables –y aceptadas socialmente- contra la injusticia. Al mismo tiempo, la represión policial para garantizar los desahucios supone una importante pedagogía social, al desactivar el fetichismo del Estado, desenmascarando su carácter de clase, no neutral, sino al servicio de intereses capitalistas

No hay camino: se hace camino al andar

Más allá de la pasión que suscita este tipo de conflictos sociales, de los deseos y fantasías que estimulan, en este artículo reivindicamos un análisis materialista del proceso de acumulación de fuerzas sociales al que asistimos, aún a sabiendas de que es pronto para alcanzar conclusiones de peso. Este análisis se basa en la coyuntura de crisis actual, en las dinámicas estructurales en las que se inserta y en el estudio de las propias peculiaridades del proceso. Sólo una observación relativamente desapasionada de los acontecimientos del 15M nos permitirá entender su potencial y limitaciones, y ello condicionará, precisamente, el acierto de nuestra táctica. Como diría Maquiavelo, la fortuna nos viene dada, pero siempre nos queda el empleo de la virtud.

Aunque todavía es pronto para evaluar el impacto del movimiento de «l@s indignad@s», consideramos que uno de sus logros ha sido aglutinar las «dos almas» de la izquierda de este país; por un lado, la izquierda social, por otro, la izquierda política. A pesar de las contradicciones y conflictos que esta unión conlleva, no podemos dejar de lado el enorme potencial transformador de dicha confluencia. Por otro lado, el 15M, como respuesta a la crisis, ha tenido un efecto revelador, clarificador de verdades, destructor de mitos: el sistema representativo es elitista y responde, en última instancia, a los intereses de la oligarquía económica; la policía y el sistema judicial no son neutrales; el Estado asistencial no es una conquista irreversible; el capitalismo, como sistema social, no promueve el bienestar general… Por fin, la generación de contrapoderes, la lucha y la organización fuera de las instituciones se han revelado como las herramientas más eficaces para la resistencia y la transformación de la sociedad.
Somos muchos los que, en el 15M, entendemos que estamos ante una importante oportunidad para construir una fuerza social de confrontación del capitalismo globalizado; somos muchos los que no nos conformamos con arrancar meras concesiones institucionales o socialdemócratas a la oligarquía económica y política. Sin embargo, también un sector conservador pugna por encauzar el proceso. El 15M se enfrenta a una encrucijada. De nuestra implicación y compromiso con el 15M dependerá, en buena medida, la dirección y estrategia que éste adopte. Implicación que no significa desplegar una actitud dirigista, paternalista y destructora; sino una participación honesta desde nuestra experiencia práctica, de igual a igual con el resto de «indignad@s», sin renunciar a nuestro programa superador del capitalismo, pero siendo respetuosos con los ritmos y sensibilidades del movimiento.
Es el momento de que el 15M se defina, exponiendo a la luz sus objetivos y métodos de lucha. Una vez pase el reflujo estival, jugaremos una batalla decisiva: que el movimiento de «l@s indignad@s» quede en el recuerdo como una lluvia de primavera, o que, como dice Carlos Taibo, se convierta en una activa red de asambleas que plante cara a los poderes establecidos y lo haga desde la contestación al capitalismo, la sociedad patriarcal y el productivismo; desde la solidaridad internacionalista con los países del Sur28.¿Acaso nos queda otra que intentarlo?

Tabla 1. Los principales hitos del Movimiento 15M.
Fecha
Principales Acontecimientos
7 de Abril
—Manifestación en Madrid, Juventud Sin Futuro: «Sin trabajo, sin pensión, sin miedo». La manifestación tiene cierta aceptación en Madrid y se dan una serie de actos fragmentarios en otras capitales de provincia.
15 de mayo
—Manifestación convocada por Democracia Real Ya. A pesar del silencio de los medios dominantes, la manifestación es un éxito en todo el Estado.
17 de mayo
—De madrugada, la policía desaloja la acampada en la Puerta del Sol, Madrid.
—Las acampadas en plazas públicas se extienden por todo el Estado.
18 de mayo
—La Junta Electoral Provincial de Madrid prohíbe la concentración por estar en campaña electoral. Las concentraciones se celebran por doquier y la policía no interviene. Estamos a 4 días de las elecciones autonómicas y locales. En los días que siguen, se celebrarán concentraciones a las 20:00 en plazas centrales de las capitales de provincia.
19-21 de mayo
—La Junta Electoral Central declara ilegales los actos y manifestaciones convocados para los días 21 y 22 (jornada de reflexión y electoral). Concentraciones multitudinarias de las 20.00h. en adelante.
22 de mayo
—Las concentraciones y acampadas prosiguen al margen de los resultados electorales.
23 de mayo
—Las acampadas deciden mantenerse.
26 de mayo
—La Asamblea General de la Acampada de Madrid, decide 4 líneas programáticas de trabajo (reforma de la ley electoral, participación ciudadana, separación de los poderes, etc.). Estas reivindicaciones de mínimos no llegarán a cuajar en el resto del Estado, que mantiene también las reivindicaciones sociales y económicas de los 8 puntos propuestos por Democracia Real Ya!
—A esta altura de los acontecimientos, se empieza a fraguar la organización embrionaria del movimiento: la división del trabajo en comisiones de la Asamblea General.
—El movimiento va definiéndose en tres brazos: el 15M –el conjunto de los participantes-, Democracia Real Ya! y las acampadas. Es importante distinguir entre estos tres actores.
27 de mayo
—Los Mossos d’Esquadra y la Policía Local de Barcelona intentan desalojar la acampada de Plaça Catalunya por la fuerza. Dejan más de un centenar de heridos, algunos hospitalizados graves.
—Las acampadas y concentraciones se mantienen. Se produce una oleada de solidaridad con «l@s acampad@s» de Barcelona.
—Críticas en los medios al Conseller Felip Puig por la dura intervención de los Mossos.
28-29 de mayo
—Se decide mantener la mayoría de las acampadas, incluida la de Sol en Madrid.
—El movimiento –copiando la decisión de Madrid- decide extenderse por los barrios. Por ejemplo, en Sevilla, se impulsan las Asambleas de Barrios,la Comisión Coordinadora de Barrios y las marchas descentralizadas.
29 de mayo
—Manifestación multitudinaria en Sevilla, a pesar de ser la única convocada ese día a nivel estatal.
—Continúan las acampadas. Las concentraciones se reducen a determinados días de la semana.
—Se mantienen las Asambleas Generales del 15M.
5 de junio
—Reunión en Madrid de una cincuentena de acampados para analizar y coordinar el movimiento.
—Se plantea realizar una gran marcha estatal hasta Madrid. Esta marcha culminaría el día 23 de julio. Se propone realizar una manifestación estatal el 19 de junio.
9 de Junio
—Carga policial en las Corts Valencianas.
—Se abre paso el discurso criminalizador del movimiento. Rubalcaba anuncia mano dura.
11 de junio
—Concentraciones en los Ayuntamientos por la constitución de los plenos.
12 de junio
—Se levanta el campamento de Sol y otros en el Estado.
—El movimiento comienza a funcionar de manera generalizada por Comisiones y Asambleas de Barrio.
15 de junio
—Concentración en el Parlament de Catalunya contra los recortes sociales incluidos en los Presupuestos. Se obstaculiza la entrada de los parlamentarios
—Los partidos condenan las interpelaciones e increpaciones a los parlamentarios.
—Los medios diagnostican la decadencia y ruptura del movimiento. Comienza una brutal campaña de criminalización.
19 de junio
—Manifestaciones multitudinarias en todo el Estado. La estrategia de criminalización ha fracasado.
El 15M ante su encrucijada
1. Informe de Economía Crítica Nº 7, «La crisis en el Estado español: el rescate de los poderosos», Seminario de Economía Crítica Taifa, mayo de 2010.
2. Plataforma de Afectados por la Hipoteca, julio, 2011.
3. Lacalle, D.: «Trabajadores Precarios: trabajadores sin derechos», El Viejo Topo, Madrid, 2009.
4. Sobre el workfare, o las prestaciones sociales vinculadas a las contribuciones o cuotas del trabajo frente al universalismo en la prestación: Jessop, B., «From Thatcherism to New Labour: Neoliberalism, Workfarism and Labour market regulation», Sociology Papers,Lancaster University, UK, 2003.
5. Creo que esta frase sintetiza a la perfección la perplejidad de la izquierda ante la deriva económica y la inexistencia de un movimiento de masas potente. La frase proviene del ya citado Informe Nº 7 del Seminario Taifa, pp. 18-19.
6. Sobre los actores originarios del 15M en Madrid: «El 15M sacude el sistema», por Josefa Elola, El País, 22/05/2011; y «La Ola que llevó al 15M», en Público, Pere Rusiñol, 26/06/2011.
7. http://www.democraciarealya.es/?page_id=234
8. Por ejemplo, «No son antisistema», de Berna González Harbour, El País, 20/05/2011. Este artículo presupone que la principal motivación del 15M es la desafección hacia la clase política. Otro artículo que asigna el mismo discurso anti-político al 15M: «La manifestación en 50 ciudades que el domingo reunió a un heterogéneo grupo de personas, del ‘nini’ al ejecutivo de una empresa internacional, con un adversario común: los políticos», en «Movimiento 15-M: los ciudadanos exigen reconstruir la democracia», de Soledad Alcaide, 17/05/2011, El País.
9. Castells, «Internet y la Sociedad Red», Universitat Oberta de Catalunya, Lliçó inaugural del programa de doctorat sobre la societat de la informació i el coneixement, http://www.uoc.edu/web/cat/articles/castells/m_castells8.html.
10. En Público: la protesta del 15M en portada los días 19, 20, 21 y 22 de mayo, http://www.publico.es/estaticos/pdf/?mes=201105. En El País: 200 noticias relacionadas desde el 15M, http://politica.elpais.com/tag/movimiento_15m/a/. En El Mundo: 246 noticias relacionadas, http://ariadna.elmundo.es/buscador/archivo.html?q=Indignados+15M+.
11. A modo de ejemplo: comunicado del PCPE (Partido Comunista de los Pueblos de España) sobre el movimiento 15M.
12. Antona Martínez, D.: «El PSOE, el PP y el 15M ante una segunda transición: el caso del mayo francés», Rebelión, 06/07/2011.
13. Gutiérrez, P.: «De mayo a mayo», Kaosenlared, 7-06-2011.
14. Díez, A.: «Una grave crisis de legitimidad», en el artículo Cinco intelectuales analizan el 15 M, Blog La Pupila Insomne, 28-05-2011.
15. Alba Rico, S.: «La repolitización es una revolución», en Cinco intelectuales ante el 15M.
16. Gramsci, A.: «Análisis de las situaciones. Relaciones de Fuerzas», en La política y el estado moderno, Ed. Diario Público, 2009.
17. A este respecto, recomendamos un artículo de opinión muy cortito pero de enormes potencialidades como plan de estudio del 15M: Sergio Almisas Cruz, «La historia y el 15M. Sobre la teoría y práctica militante», Kaosenlared, 27-06-2011. «El movimiento 15-M debe estudiarse desde un punto de vista histórico, entendiendo que el cambio en la historia es fruto de las contradicciones surgidas en el seno social».
18. Punto 2 de este artículo. Sobre la caída en la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora desde los años noventa: Alberto Garzón Espinosa, Evolución de los Salarios en España (1978-2010), Blog Pijus Económicus: http://www.agarzon.net/?p=949.
19. Laclau, E.: La Razón Populista, FCE, Buenos Aires, 2005, p. 102.
20. Fernández Liria, C.: «Algunos también somos comunistas», Rebelión, 20-05-2011.
21. Calle, Á.: «Los nuevos movimientos globales», Papeles de la CEIC #7, marzo de 2003.
22. Calle, Á.: «Nuevos movimientos globales. Tiempos de reflujo y sedimentación», en La política en la red: anuario de movimientos sociales / coord. por Pedro Ibarra Güell, Elena Grau, 2005.
23. Frabetti, C.: «Ya podemos hablar de un gran cambio social», en Cinco intelectuales analizan el 15M.
24. Una reflexión interesante sobre los aprendizajes organizativos: «Cuando no hay organización se reproducen estructuras primitivas que concentran el poder, como el poder carismático momentáneo (por ejemplo, que hable más quien grita más)» en Soraya González Guerrero, «¿Las Asambleas masivas pueden ser inteligentes?», Diagonal, nº 152, 13-06-2011. La ausencia de instrumentos organizativos adecuados más que reproducir estructuras primitivas, lo que reproduce son desigualdades preexistentes o de partida (en poder, recursos económicos, intelectuales, etc.) que no son nada primitivas.
25. Medina, M: «Las organizaciones de la izquierda política y el 15M», Canarias Semanal, Rebelión, 22-06-2011.
26. Íbid.
27. Caso de desahucio en Macarena, Sevilla, 16-07-2011. «El 15M logró aplazar la expulsión de la familia». http://www.elcorreoweb.es/sevilla/126837/m/moviliza/desahucio/macarena
28. Taibo, C.: «El otoño del movimiento 15M», Kaosenlared, 23-06-2011.

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