La victoria de Petro en Colombia

 Inna Afinogenova

La victoria de Petro pone fin a décadas de gobiernos de derecha y demuestra hasta qué punto llegó el hartazgo popular en Colombia: ni tachándole de ‘exguerrillero’, ni con miles de horas de grabaciones de conversaciones privadas, ni con el tradicional espantapájaros de Venezuela han podido inclinar la balanza a favor de Rodolfo Hernández. 

Francia Márquez parece que ha sido clave en este histórico triunfo: mujer negra que nada tiene que ver con el establishment no solo logró el voto de los ‘nadies’, sino de parte de ‘antipetrismo’. Colombia, el país donde la abstención ha sido tradicionalmente alta, en esta segunda vuelta ha batido el récord nacional de participación: 57,94%. 

Petro recibe un país con 22 millones de pobres. Sería ingenuo pensar que a partir de mañana los problemas de décadas empiecen a solucionarse. La esperanza es que cesen los asesinatos sistemáticos de líderes sociales y exguerrilleros. Que los campesinos puedan dedicarse a la agricultura en lugar de plantar coca para sobrevivir. Que ‘los nadies’ puedan tener acceso a la sanidad y la educación. Que las políticas de gobierno contemplen a esos ‘nadies’.

Días antes de la primera vuelta Colombia se convirtió en el mayor aliado de EE.UU. fuera de la OTAN, un detalle nada menor que compromete al país a albergar "elementos militares" de los norteamericanos, participar en ejercicios militares conjuntos, etc. Así, Washington lo dejó todo bastante bien atado en aras del giro a la izquierda que acaba de dar el país. 

Si quieren saber un poco más sobre cómo es el país que le toca gobernar a Petro, les invito a que vean el vídeo que sacamos en vísperas de la primera ronda (pensando todavía que se enfrentaría a Fico Gutiérrez).

En resumen: no va a ser fácil, no habrá revolución socialista y tocará ver qué es lo que le dejará hacer el congreso (donde no tiene mayoría amplia), el ‘uribismo’ que no murió, se estrena en la banca de la oposición y hará todo lo que esté en sus manos para regresar cuanto antes. Cuenta con una poderosísima maquinaria mediática para ello y con un número considerable de simpatizantes.