París, 19 may (PL) Recibido con beneplácito subliminal por medios locales y occidentales, el nuevo canciller
de Francia, Bernard Kouchner, muestra una hoja de servicios en la cual predomina un famoso silogismo.Socialista hasta ayer cuando se integró al gobierno de derecha del
presidente de la República, Nicolás Sarkozy, este médico de profesión parece haber estado seducido por el poder y por el silogismo de que el fin justifica los medios.
Así lo consideran fuentes de la izquierda gala que conversaron con Prensa Latina a condición de no revelar sus nombres. "Es una pieza perfecta, pronorteamericano y con popularidad en los medios, que encaja en el tablero de Sarkozy", acotaron.
Estuvo al lado de la candidata presidencial socialista Ségoléne Royal hasta el último momento y aunque de forma moderada, criticó la plataforma del ahora flamante jefe de Estado. En apenas unos días cambió de parecer y ahora es ministro del Exterior.
Entre sus capítulos más significativos están su magra actuación en
Calidad de comisario de Naciones Unidas para el tema de Kosovo y su postura de alegre apoyo a la invasión de Estados Unidos y Gran Bretaña a Iraq.
Según la óptica de Kouchner, era preferible que murieran cientos de miles de iraquíes y fuese destruida una de las reliquias de la cultura de la humanidad, con tal de sacar del poder a Saddam Hussein.
Nos alineamos con el pacifismo alemán. Eso fue un error. Causamos una grave división con Estados Unidos, declaró Kouchner al analizar la firmeza del entonces presidente, Jacques Chirac, contra la guerra en Iraq.
Algunos observadores se inclinan por darle el beneficio de la duda, al igual que a Sarkozy. Sin embargo, la izquierda francesa está convencida de que no se pueden esperar peras del olmo.
Uno no se hace socialista con Francois Mitterrand, para luego ser
"sarkozysta" con Nicolás Sarkozy, subrayaron los detractores de Kouchner.
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