Pablo E. Barreto Pérez
* Oligarcas provocaron desempleo masivo, hambre, abandono de los
servicios públicos y hasta vendieron Nicaragua a los yanquis
Este seis de noviembre en la madrugada, sentí que hicimos añicos el
túnel tenebroso, sombrío, cerrado, triste y diabólico que nos impuso el neoliberalismo o capitalismo salvaje desde hace 16 años, mediante engaños y manipulaciones de los propagandistas de derecha, expertos en fabricar mentiras y crear miedos entre la gente humilde por medio de sus periódicos,televisoras, radioemiosas, revistas, e intelectuales al servicio de la oligarquía vende patria local y del gobierno criminal de Estados Unidos.
Sentí la misma alegría inmensa que cuando supe claramente que habíamos
liberado al país de la tiranía genocida del somocismo aquel 19 de Julio de 1979, a las cinco de la mañana, hora en que visitaba yo personalmente los sótanos de la Fortaleza del Coyotepe, que funcionaba como prisión, centro de torturas y asesinatos masivos, y comprobaba que los guardianes de la tiranía habían huido, y que apresuradamente se cambiaban de ropas militares por civiles y abandonaban las armas y las municiones, porque el pueblo libre ya transitaba los caminos, calles y carreteras, proclamando que el ansiado triunfo popular había llegado como cuando, finalmente, el túnel oscuro había sido destruido por el avances popular, o como cuando los cristianos, igualmente, salían de las catacumbas en Roma hace casi dos mil años.
Pude ver aquella mañana del 19 de julio de 1979 cómo los pobladores sencillos, humildes, pobres, sufridos y humillados desde hacía más de 50 años, finalmente se abrazaban felices, corrían, saltaban y gritaban publicando la noticia de que el Triunfo había llegado, y que la luz
explotaba en mil colores y que los prisioneros salían por las bocas de esos túneles tenebrosos.
La situación de hoy es distinta, porque el triunfo de 1979 fue con armas y minuciones en las manos, y esta vez fue con los votos, depositándolos en las urnas electorales, para derrotar a los partidos políticos y sus jefes que durante 16 años mintieron, manipularon, robaron, sometieron al pueblo al desempleo general, al hambre, al abandono de sus servicios básicos como
Salud y Educación; fueron votos contra los que abandonaron y persiguieron a los productores agrícolas y ganaderos, votos contra los que en vez de servirle a los pobladores, como lo indican varias leyes nacionales, se dedicaron a servirse del erario público, de los recursos naturales de
nuestra Madre Tierra y de los recursos del Estado, para enriquecerse ellos, sus amigotes, sus familiares y de paso, imitando a Dolfo Díaz Resinos, Emiliano Chamorro Vargas y José María "Chema" Moncada Tapia, porque también se vendieron al gobierno criminal de Estados Unidos y los representantes de sus trasnacionales del saqueo de nuestros naturales y laborales.
Al ver a hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos rebosantes de alegría y notar cómo se agitaban las banderas rojinegras y de la "Alianza Unida, Nicaragua Triunfa", que recorrían por centenares de miles las calles de Managua y del país, me sentí otra vez, inmensamente feliz como aquel día 19 de julio de 1979 y, por supuesto, el propio 20 de Julio de 1979, cuando
ya celebramos el Triunfo en la Plaza, en Managua.
Los fabricantes de falacias, los bandidos de corbata, que por naturaleza son arrogantes, insolentes, intolerantes y brutales, han sido derrotados por medio del juego electoral que ellos mismos han impuesto a los pobres.
Hoy la tarea es inmensa, porque el país lo dejan, otra vez, destruido, y es necesario trabajar sin descanso para que casi un millón de nicaragüenses y sus familiares vuelvan a tener empleo digno, trato cariñoso en las instituciones del Estado, para que realmente sean atendidos
gratuitamente en los Hospitales, que ningún niño se vaya a quedar fuera de las escuelas,
que se acaben los apagones planificados por negocios lucrativos de esos bandidos del capitalismo salvaje.
Los pobladores organizados tendrán, nuevamente, la palabra "con voz y voto" en las Asambleas Populares, para tomar decisiones conjuntas con funcionarios del gobierno de Daniel Ortega Saavedra y Jaime Morales Carazo y con los Alcaldes y Concejales de todo el país.
Pablo E. Barreto Pérez: periodista, editor, investigador histórico, fotógrafo, Cronista de la Capital y Concejal del FSLN en Managua.
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