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lunes, enero 22, 2007

Los Comunistas Filipinos y la Internacional

Contribución al XV Seminario Comunista Internacional"Experiencias pasadas y presentes en el movimiento comunista internacional"Bruselas, 5 - 7 de mayo del 2006

Impacto de la internacional comunista en la fundación y desarrollo del Partido Comunista de Filipinas
Partido Comunista de FilipinasPor Jose Maria Sison
Director fundador

I. Antecedentes históricos de la clase trabajadora filipina
En la segunda mitad del siglo XIX, emergió un proletariado industrial moderno en la entonces Filipinas colonial y feudal del régimen español. La maquinaria para la industria moderna y el comercio eran importados. Los obreros laboraban en los ferrocarriles, astilleros, comunicaciones, electricidad, construcción, almacenes, imprentas, procesamiento de tabaco, cervecerías, corderías, refinadoras de azúcar, procesamiento de cuero y del estilo. La formación de la Unión de Litógrafos e Impresores de Filipinas, y después la de la federación laboral Unión Obrero Democrática (UOD) en 1902, significó un avance de los gremios de artesanos y asalariados del siglo anterior al sindicalismo moderno.

El fundador filipino de la UOD, Isabelo Reyes, había regresado a Filipinas a finales de 1901 después de haber sido aprisionado en Barcelona en 1897 por actividades anticoloniales, pero después dejado libre por las autoridades españolas para hacer una campaña antiestadounidense en Europa en 1898. Se enteró de los diferentes movimientos sociales y políticos y de las tendencias en Europa, y llevó de regreso a Filipinas literatura radical, incluyendo algunos trabajos de Marx. Pero fue más influenciado por el nacionalismo pequeño burgués y el sindicalismo anárquico. Consideró la formación del movimiento sindicalista como la forma de construir el movimiento nacionalista contra la nueva potencia colonialista, los Estados Unidos.
Como una potencia imperialista moderna, los Estados Unidos pretendieron desarrollar una economía semifeudal en las Filipinas, absorbiendo los excedentes de los bienes y capitales de los Estados Unidos pero limitados a producir más en agricultura y en materia prima por el comercio desigual con los Estados Unidos.

No industrializaron a las Filipinas, aunque aumentaron la proporción del proletariado moderno por alrededor del 10% como resultado del mejoramiento del transporte y las comunicaciones, la abertura de minas, el establecimiento de plantaciones modernas, el aumento de la construcción pública y privada, la fabricación de metales y el aumento en la producción de medicinas, bebidas, productos caseros, textiles y productos de cuero.

La proporción de campesinos disminuyó en alrededor del 10 al 15% pero el carácter básico agrario permaneció. La disminución de campesinos significó el aumento de la clase obrera y de los pequeños burgueses citadinos.
A comparación de los líderes sindicales cobardes que simplemente seguían la batuta de los jefes de las compañías, los líderes sindicales patriotas y progresistas estaban enterados de las corrientes sindicales radicales en el extranjero, especialmente en Europa y en los Estados Unidos. Tenían nociones del socialismo como la forma de terminar con la explotación y atraer los beneficios de los progresos materiales a la clase trabajadora después de la realización de la independencia nacional.

Pero estaban, a lo más, versados en las ideas del nacionalismo y la liberación en la tradición de la revolución francesa. Aunque no existían círculos marxistas en las Filipinas en 1917, los líderes obreros más avanzados y muchos trabajadores oyeron y dieron la bienvenida a los estremecedores vítores de la gran Revolución de Octubre.

El futuro fundador del Partido Comunista de las Filipinas (CPPI, Communist Party of the Philippine Islands), Crisanto Evangelista, pertenecía todavía al Partido Nacionalista cuando fue asignado a la Misión de Independencia en Washington como representante de los trabajadores de Filipinas en 1919. Tuvo largas discusiones de la revolución bolchevique con los líderes de los Obreros Industriales del Mundo (IWW). Pero no hay evidencia histórica de que tuviera una reunión formal con los miembros del ala izquierda del Partido Socialista de América, quienes estaban por entonces involucrados en la formación del Partido Comunista del Trabajo y el Partido Comunista de América, los primeros antecedentes del Partido Comunista de los Estados Unidos (CPUSA, Communista Party of the USA).

En casi toda la década de los 20s, Evangelista y otros trabajadores progresistas del movimiento de la clase obrera, se preoucuparon por reunir a los sindicatos y federaciones laborales en el Congreso Obrero de las Filipinas (COF). Fue hasta 1925 que establecieron el Partido Obrero en base al movimiento sindicalista y al movimiento campesino. Fue el momento para que los líderes obreros patriotas y progresistas, quienes estaban en su mayoría en el COF. se distinguieran de los líderes obreros cobardes. Pero el Partido Obrero no era aún una vanguardia marxista de la clase trabajadora.

Los filipinos aman felicitarse a sí mismos por haber llevado a cabo la primera revolución democrática burguesa en Asia. La revolución filipina de 1896 fue de hecho muy anterior a la revolución china de 1911, a la sublevación indonesia de 1926 contra el colonialismo holandés, a la independencia hindú, etc. Pero ciertamente los filipinos deben felicitar a los indonesios por haber establecido el Partido Comunista de Indondesia en 1920, y a China, por el Partido Comunista Chino en 1921, mucho antes del establecimiento del Partido Comunista de las Islas Filipinas en 1930. Como todos los demás partidos comunistas, el CPPI cayó en la congruencia e interacción de condiciones objetivas y factores subjetivos.

II. La internacional comunista respecto a las Filipinas

La Tercera Internacional de la Internacional Comunista (Comintern) fue establecida por su primer congreso en Moscú del 2 al 6 de marzo de 1919. Juntó a 52 delegados de 36 partidos comunistas y socialistas, organizaciones y grupos. Fue la consecuencia lógica y necesaria de la victoria de la gran Revolución de Octubre, que hizo de Rusia el centro de la revolución del proletariado mundial. Estuvo en claro repudio con la línea oportunista y revisionista de la Segunda Internacional, que había convertido a los socialdemócratas en social-chauvinistas y social-pacíficos subalternos del imperialismo en explotación capitalista, en colonialismo y en guerras agresivas.

El programa del Comintern declaró con optimismo que el sistema imperialista se estaba viniendo abajo y había agitación en las colonias, insurrecciones del proletariado entre las pequeñas naciones anteriormente dependientes, revoluciones del proletariado victoriosas en algunos países, disolución de ejércitos imperialistas, completa incapacidad de las clases gobernantes de guiar el destino de los pueblos. Señaló que el caos podría superarse por la clase más grande, la clase productiva. Confió en que la clase trabajadora daría un orden genuino -un orden comunista- destruyendo las reglas del capital, haciendo imposible la guerra, aboliendo fronteras entre países, cambiando al mundo entero en una comunidad cooperativa y realizando le hermandad y la libertad de los pueblos.

El gran Lenin retó a los delegados del Congreso de las Organizaciones Comunistas de los Pueblos del Este en Bakú el 22 de noviembre de 1919: "Ustedes son representantes de organizaciones y partidos comunistas de varios países del Este. Debo decir que los bolcheviques rusos tuvieron éxito en romper una brecha en el viejo imperialismo, en comprometerse en la excesivamente difícil, pero también excesivamente noble tarea de iluminar nuevos caminos de revolución, mientras que ustedes, los representantes de la clase trabajadora del Este, tienen enfrente una tarea que es aún más grande y nueva. El periodo del despertar del Este en la revolución contemporánea está siendo sucedido por un periodo en el que todos los pueblos del Este participarán decidiendo el destino del mundo entero, sin ser simplemente el objetivo del enriquecimiento de otros. Los pueblos del Este se están haciendo concientes de la necesidad de la acción práctica de cada nación para tomar parte en la formación del destino de toda la humanidad."

En su "Proyecto de tesis sobre cuestiones nacionales y coloniales" para el Segundo Congreso del Comintern del 5 de junio de 1920, Lenin declaró: "toda la política de la Internacional Comunista sobre las cuestiones nacionales y coloniales debe enfocarse principalmente en una unión más cercana entre los proletarios y las masas trabajadoras de todas las naciones y países para una lucha revolucionaria conjunta para derrocar a los terratenientes y a la burguesía. Tan sólo esta unión garantizará la victoria sobre el capitalismo, sin la que la abolición de la opresión nacional y la desigualdad es imposible."

Lenin fue más allá: "En lo que concierne a los estados y naciones más atrasados en los que predominan las relaciones feudales o patrón-campesino, es particularmente importante tener en mente, primero, que todos los partidos comunistas deben apoyar al movimiento de liberación de la burguesía democrática en estos países, y que el deber de dar el mayor apoyo reposa principalmente con los trabajadores de los países atrasados coloniales o con los más dependientes financieramente."

En la "Tesis sobre cuestiones nacionales y coloniales" adoptada en julio de 1920 durante su Segundo Congreso, el Comintern proclamó: "Todos los países comunistas deben apoyar con acciones los movimientos nacionales revolucionarios en los países coloniales. La forma en que este apoyo debe ser dado debe ser discutido con el partido comunista, si es que hay uno, del país en cuestión. Esta obligación se refiere, en primer lugar, al apoyo activo de los trabajadores en los países atrasados que son dependientes financieramente, o que son colonias." El programa del Comintern incluiría subsecuentemente lo siguiente: "Los partidos comunistas de los países imperialistas deben dar una ayuda sistemática al movimiento revolucionario colonial, y al movimiento de las naciones oprimidas en general."

En su 5o plenum de abril de 1925, el Comintern aprovó su primera resolución sobre Filipinas. Ésta urgía a los comunistas estadounidenses a apoyar el movimiento de liberación en las Filipinas y a alentar la formación de un partido comunista a partir del sindicato revolucionario y el movimiento campesino, así como de un partido de masas revolucionario nacional formado por todos los grupos en campaña activa por la independencia nacional. A través del Partido Comunista de los Estados Unidos (entonces conocido como el Partido Comunista de los Trabajadores, hasta 1930), el Comintern tendría la tarea de fomentar y apoyar la organización del partido comunista en las Filipinas.

Los propios trabajadores filipinos tendrían que organizar su propio partido, tomando en cuenta condiciones objetivas y capacidades subjetivas. Desde su Segundo Congreso en 1920, el Comintern adoptó términos de admisión que requerían que todas las decisiones del Comintern fueran obligatorias en todos los partidos afiliados, pero al mismo tiempo se comprometió, y así lo hizo también su comité ejecutivo, a tomar en cuenta la diversidad de condiciones en las que los distintos partidos tenían que luchar y trabajar, y así tomar decisiones obligatorias en temas donde tales decisiones fueran posibles.

III. Contactos iniciales con el Comintern y con comunistas estadounidenses

El Comintern estableció un número de organizaciones revolucionarias de trabajadores. Éstas incluyeron a la Red Internacional de Sindicatos (RILU, Red International of Labor Unions, o su abreviación rusa Profintern), que fue organizada en 1921, y a la Internacional de Campesinos (Krestintern), organizada en 1923. Posteriormente, oficinas subsidiarias de éstas fueron establecidas en China, para cubrir el lejano Oriente y el área del Pacífico.

Bajo los auspicios del RILU, se llevó a cabo la Conferencia de trabajadores del transporte del Pacífico (Oriental) en Cantón, China, del 18 al 24 de junio de 1924. Cinco delegados filipinos pudieron asistir. Para permitir su asistencia, el comunismo estadounidense nombró a Alfred Wagenknecht (conocido también por sus alias William Elliot o Mateus Girunas) para llevar la invitación a las Filipinas. Hizo una inspección de las organizaciones laborales y arregló el viaje de los delegados elegidos que lo acompañaron a Cantón.

Los delegados eran: Domingo Ponce y José Hilario de los Legionarios del Trabajo, Eliseo Alampay de la Unión de Ferrocarrileros de Manila, José Salazar de la Unión Internacional de Marinos de las Filipinas y Eugenio Enorme del Nuevo Gremio de Marinos Mercantes. Éstos pudieron conocer y discutir con líderes obreros de China, Indonesia, Japón, Corea, Australia, E.U., Inglaterra, Francia y la URSS.

Pudieron llevar de regreso a Filipinas una resolución de la conferencia llamando a la inmediata independencia de las Filipinas del imperio colonial estadounidense, y otra resolución urgiendo a los obreros y campesinos de Asia a organizar sindicatos y luchar contra el imperialismo y los explotadores locales. Al principio, estaban entusiasmados y formaron una "secretaría bolchevique" para editar un periódico secreto. Pero en un periodo corto perdieron su entusiasmo y ninguno de ellos se uniría más tarde al movimiento comunista internacional.

A cierto ritmo, los enlaces de comunicación con las organizaciones del Comintern, el flujo de comunicaciones de la Internacional Comunista y las consultas con visitantes comunistas estadounidenses, chinos e indonesios habían comenzado y eventualmente ayudaron a estimular una tendencia izquierdista en el movimiento obrero de Filipinas, entre el empeoramiento de las condiciones sociales y el aumento de las luchas antiimperialistas y de clases. En 1924, el Congreso Obrero de Filipinas (COF) eligió a Francisco Verona como su presidente y a Crisanto Evangelista como su secretario. En 1925 Evangelista se convirtió en secretario del Partido Obrero, basado en el COF, y dejó que se adoptara una posición de izquierda que prosiguiera una lucha antiimperialista y de clases pero aún buscando reformar el sistema de vida social y demandando pacíficamente la independencia. Ésta no era todavía una posición marxista-leninista.

De 1924 a 1928, cuadros del CPUSA (conocido hasta 1925 como el Partido de los trabajadores de América y después como el Partido Comunista de los Trabajadores), quienes estaban conectados con la rama Pan-Pacífica del RILU, con sede en China, visitaron las Filipinas e interactuaron con los líderes obreros filipinos. Entre ellos se encontraban Harrison George (quien representaba a la unión de ferrocarrileros de Estados Unidos) y Earl Browder, antes de que éste llegara a ser secretario de la Secretaría de Sindicatos del Pan-Pacífico (PPTUS). Los dos representaban a la Liga Educacional de Sindicatos de Estados Unidos dirigida por el CPUSA (TUEL) en la rama Pan-Pacífica del RILU, localizada en diferentes momentos en Cantón, Hankow y Shanghai.

El RILU llevó a cabo una Conferencia de Sindicatos del Pan-Pacífico del 20 al 26 de mayo de 1927. Se enviaron invitaciones a los sindicatos y federaciones obreras de Filipinas. Pero ninguna delegación filipina pudo asistir. Una Secretaría de sindicatos del Pan-Pacífico (PPTUS) se estableció. De parte de los trabajadores estadounidenses, Harrison George impulsó una resolución expresando la solidaridad con los trabajadores y campesinos de las Filipinas, y el apoyo en sus luchas por la libertad nacional y la emancipación de la explotación.

En su 15ava convención del 30 de junio al 1 de julio de 1927, el Congreso Obrero de Filipinas declaró su adherencia al PPTUS y desplegó esfuerzos hacia la realización del programa adoptado en la conferencia de Hankow. El COF y el Kalipunang Pambansa ng mga Magbubukid ng Pilipinas (KPMP, Federación Nacional de Campesinos de las Filipinas) se afiliaron también con el PPTUS. El KPMP se empezó a comunicar con la Internacional de Campesinos (Krestintern).

IV. La visita de Evangelista a Moscú y los trabajadores filipinos como estudiantes
En marzo de 1928, el RILU invitó a Crisanto Evangelista y a Cirilo Bognot del COF a asistir al 4o congreso del RILU en Moscú. Al mismo tiempo, la Internacional de Campesinos invitó a Jacinto Manahan del KPMP a asistir a su conferencia. Pasaron por Shanghai en febrero para consultar a Earl Browder y otros cuadros del PPTUS. Evangelista y Manahan se quedaron por tres meses en Moscú. Tuvieron largas discusiones con la Secretaría política del Comintern sobre la cuestión de organizar el partido de la clase trabajadora de vanguardia en las Filipinas.

La secretaría adoptó una resolución el 20 de abril de 1928, "Las tareas principales de los comunistas en las Filipinas". Impulsó lo siguiente: "la principal y más necesaria condición para el establecimiento de un partido comunista es la formación de un grupo comunista iniciador educado en el espíritu revolucionario del marxismo-leninismo, que ha aprendido las principales lecciones de las experiencias del movimiento comunista internacional, que ha aprendido como aplicar esa experiencia en las condiciones particulares del movimiento de la clase trabajadora en las Filipinas, y que puede comprometerse a transformar gradualmente al Partido Obrero en un partido de masas, en un partido efectivamente comunista."

Evangelista propuso enviar trabajadores de Filipinas a estudiar en Moscú en abril de 1928. Visitó la Universidad Comunista de los Trabajadores de Oriente y platicó con el director y los coordinadores educativos del Profintern y el Krestintern. Poco antes, en octubre de 1927, después de su visita a las Filipinas en septiembre, Harrison George había recomendado que el Comintern invitara a seis filipinos cada año a estudiar en la Universidad Comunista en Moscú.
A su regreso a las Filipinas, Evangelista arregló que tres jóvenes obreros estudiaran en Moscú.

Éstos eran Dominador G. Gálvez, un líder del sindicato en la fábrica de chanclas de Ang Tibey, y Liborio Natividad y Ambrosio Cándido, quienes eran responsables de sindicatos de cigarreras. Partieron a Shanghai el 20 de agosto de 1928 y llegaron a Moscú el 2 de octubre de 1928 después de un penoso viaje vía Dairen, Harbin y Manzhouli en la frontera chino-soviética y el tren trans-siberiano.

Estudiaron en la Universidad Comunista de los Trabajadores de Oriente. Ésta era una escuela secundaria especial para estudiantes de Asia, previa a la admisión a la escuela de Lenin de estudios superiores. Los compañeros de los filipinos eran de China, Indochina, Mongolia, Corea, India, Indonesia y de las repúblicas autónomas soviéticas asiáticas en el Cáucaso y Siberia. El mayor número de estudiantes no soviéticos eran chinos.

Los temas en la Universidad incluían materialismo dialéctico e histórico, economía política, historia mundial, historia del movimiento obrero, ciencias naturales, física y matemáticas. Tenían entrenamiento militar rudimentario y viajes educativos. Sus maestros eran profesores soviéticos que dominaban el inglés y un cuadro comunista estadounidense del Comintern, Eugene Dennis, quien daba clases sobre sindicalismo. Éste viajaría más tarde a las Filipinas bajo el nombre de Tim Ryan.

Gálvez terminó el curso completo de tres años y se unió al KOMSOMOL o Liga Juvenil Comunista de la URSS. El cuadro comunista estadounidense Sam Darcy asignado al Comintern le dió informes sobre el trabajo del partido. A su regreso a las Filipinas en noviembre de 1931, Gálvez se dedicó a la educación del partido. Natividad, quien sólo completó dos años del curso, regresó antes a las Filipinas y se volvió un delegado en el Primer Congreso del CPP el 30 de mayo de 1931.

En junio de 1929 otros dos trabajadores filipinos fueron enviados a Moscú a estudiar en la Universidad Comunista de los Trabajadores de Oriente. Ellos eran Emilio Maclang, un organizador campesino del KPMP, y Pascual Bambao del Katipunan ng mga Anakpawis ng Pilipinas (KAP, Congreso Obrero del Proletariado de las Filipinas). El primero terminó el curso de tres años y se quedó por un año más para traducir textos y documentos al idioma nacional filipino. A su regreso a las Filipinas en 1933, sería electo como cabeza de la segunda línea de mando. Él sería el secretario secreto del CPP tan pronto como los líderes abiertos del CPP fueron encarcelados y desterrados.

Los cuadros comunistas estadounidenses brillaron prominentemente como los más útiles para los cuadros filipinos en la formación del CPPI. Pero camaradas de otras nacionalidades, especialmente los chinos, fueron también útiles, especialmente porque tenían sus propias organizaciones laborales y juveniles en las Filipinas. La rama filipina del Partido Comunista Chino fue establecida a principios de los años 20, mucho antes del establecimiento del Partido Comunista de las Islas Filipinas (CPPI). El "camarada C", quien dirigió la rama mencionada, fue por mucho tiempo camarada de Crisanto Evangelista en el movimiento sindicalista. La liga juvenil comunista del CCP se formó en 1926. Fue conocida también como la Hoa Chiao Chung Kung Hue (Unión Comunista China en el Extranjero).

Ésta fue dirigida por Co Sing Liat, quien junto con otros dos camaradas chinos (Ko Keng Seng y Sun Ping) se volvió más tarde un miembro del primer Comité Central del CPPI en 1930. Los comunistas chinos organizaron la Federación Obrera Chino-Filipina (PCLF). El PCLF tenía relaciones cercanas con el COF y el Partido Obrero. En octubre de 1929 el Partido Comunista Chino y la Liga Juvenil Comunista decidieron que los comunistas chinos deberían apoyar los esfuerzos del Partido Obrero para formar el Partido Comunista de las Islas Filipinas (PCCI). Al mismo tiempo, los contactos del PCLF con el Profintern fueron cursados a través de la dirección del Partido Obrero. Cuando el PPTUS fue transferido de China a Vladivostok, el PCLF siguió recibiendo publicaciones en chino a través del Partido Obrero.

V. La fundación del Partido Comunista de las Islas Filipinas
En el año anterior al establecimiento del Partido Comunista de las Islas Filipinas (CPPI), la Gran Depresión hundió al mundo del sistema capitalista. Las condiciones económicas y sociales se deterioraron rápidamente. Las masas obreras y campesinas se agitaron. Las huelgas de trabajadores y las sublevaciones campesinas se extendieron. Hubo clamor generalizado por la independencia nacional del régimen colonial de los Estados Unidos y las luchas de clases se intensificaron contra el comprador local gran burgués y los terratenientes. Las condiciones objetivas eran abundantes para establecer el CPPI.

Veintisiete de 35 federaciones obreras y asociaciones del COF se separaron para formar el Katipunan ng mga Anakpawis ng Pilipinas (KAP, Congreso Obrero Proletario de las Filipinas). El KAP y el KPMP fueron la base organizadora de masas del futuro CPPI. El PPTUS reconoció al KAP como el representante legítimo de los trabajadores organizados en las Filipinas. La Liga de la Unidad de Sindicatos dirigida por el CPUSA (TUUL) reservó un asiento en su Comité Ejecutivo Nacional para un representante del KAP como una forma de reconocimiento.
Después de la formación del KAP, el comité para un partido de trabajadores de vanguardia estuvo listo para reclutar a los primeros miembros comunistas. En junio de 1930, habían 96 de ellos. 50% eran trabajadores industriales, 25% campesinos y 25% trabajadores artesanos y empleados de oficina. La mayoría fueron reclutados de los sindicatos del KAP. Casi al mismo tiempo, 60 chinos comunistas del PCLF y YCL estuvieron listos para unirse al CPPI pero retuvieron su núcleo autónomo chino.

Una convención organizó al partido el 26 de agosto de 1930 y eligieron al primer Comité Central, con 35 miembros. El departamento de política fue compuesto por Crisanto Evangelista, Antonino D. Ora, Jacinto G. Manahan, Juan N. Feleo, Félix Caguín, Urbano Árcega y el chino "camarada C". Se eligió a Evangelista como secretario general y a Antonio D. Ora como presidente.

Posteriormente, el partido fue presentado formalmente en un mitin público el 7 de noviembre de 1930, para marcar el aniversario de la gran Revolución de Octubre. Durante el mitin, tres mil de los seis mil obreros y campesinos que asistieron llenaron las formas de aplicación para la membresía.

Entre los propósitos del CPPI estaban los siguientes: luchar por la inmediata, completa y absoluta independencia de las Filipinas; luchar por el derrocamiento del imperialismo estadounidense que dominaba las Filipinas; luchar contra la explotación de las masas y defender sus libertades; luchar por el derrocamiento del sistema capitalista; reforzar la unidad del movimiento obrero y en particular la unidad entre los trabajadores y campesinos; luchar contra el reformismo y el oportunismo en el movimiento obrero; establecer un soviet o forma comunista de gobierno bajo la autoridad y dirección de las masas; y unirse con el movimiento revolucionario internacional, incluyendo la Unión Soviética y los movimientos de liberación de las colonias.

A diferencia de otros partidos del Este de Asia, el CPPI se estableció legal y abiertamente, a pesar de sus propósitos de derrocar al imperialismo estadounidense y al sistema capitalista. Fue por tanto vulnerable a la ilegalización unos cuantos meses después de su establecimiento. Las autoridades coloniales de Estados Unidos realizaron una vigilancia cercana y desbarataron acciones masivas legales del recién partido fundado en 1931. Hicieron un arresto masivo de los líderes del CPPI y los delegados del Primer Congreso del Partido. Acusaron con cargos de sedición y asociación ilegal a los líderes del partido, quienes fueron posteriormente sentenciados a prisión y al exilio en 1933 después de una serie de apelaciones a la corte.

VI. Debilidades del partido recién formado
Poco después de la fundación del CPPI, el Comintern envió al comunista estadounidense Eugene Dennis (Tim Ryan) a las Filipinas para investigar y reportar la situación del partido y hacer recomendaciones. Reportó que el CPPI tenía una influencia considerablemente amplia y que su cristalización fue de tremenda importancia para los trabajadores y campesinos y para el movimiento revolucionario como un todo y asentó las bases para el rápido desarrollo del movimiento de liberación nacional bajo el liderazgo de la clase proletaria. Pero también encontró que el partido estaba atrasándose seriamente respecto al desarrollo del movimiento de huelgas entre los trabajadores (con sólo unas cuantas de las huelgas lideradas por el CPPI), y en organizar el descontento creciente de las masas de campesinos.

Señaló la seria deficiencia del CPPI en construir su trabajo desde abajo y en liderar a los trabajadores y campesinos en luchas basadas en sus necesidades y demandas cotidianas. Observó que había una tendencia a trabajar desde arriba y no a través del trabajo de las masas desde abajo. La fundación del partido no fue precedida por el trabajo de masas y discusiones que llevaran a la elección de delegados de grupos comunistas dentro del KAP, KPMP y otras organizaciones. Comentó que el CPPI funcionaba principalmente como una organización de propaganda y no como una fuerza de pelea de los trabajadores y campesinos. La lucha contra los líderes sindicales reformistas no era organizada en los talleres sino se platicaba en los mítines masivos y a través de pancartas pegadas fuera de los talleres. Al mismo tiempo, había una escasez de instructivos y publicaciones para propagar el marxismo-leninismo y aplicarlo a la historia y circunstancias de las Filipinas.

El trabajo del partido entre los campesinos era aún peor, de acuerdo a Eugene Dennis. El KMPM estaba desligado de la vida diaria y las luchas de los campesinos. Había fallado en construir comités de campesinos como órganos para librar batallas y huelgas contra arriendos e impuestos, y para movilizar a los campesinos para detener expulsiones. Notó la tendencia a confiar en batallas legales en la corte y a solicitar el apoyo de políticos locales de los partidos burgueses. Observó también que no había una organización efectiva de jóvenes o mujeres. Había confusión política y organizativa debido a la falla en distinguir al CPPI, el KAP, el KPMP y la liga antiimperialista.

Siguiendo las recomendaciones de Dennis en su reporte "La situación presente en las Filipinas y las tareas inmediatas del Partido Comunista", el Comintern aconsejó al CPPI que organizara el Primer Congreso del partido en seis meses y a hacer preparaciones intensivas para ello a los niveles más bajos del partido, incluyendo discusiones y un borrador del programa. Se le avisó al partido que su existencia legal sería de corta duración debido a que el capital financiero de Estados Unidos estaba preparando suprimirlo. Se le aconsejó entonces construir un aparato secreto que no estuviera aislado de las masas sino aún vinculado a ellos a través de las organizaciones y luchas de masas.

El CPPI siguió el consejo del Comintern y sostuvo su Primer Congreso el 30 de mayo de 1931. Los primeros 400 delegados fueron bastante representativos de las masas trabajadoras. Las resoluciones abordaron problemas políticos y organizativos como lo recomendó el Comintern. El espíritu del internacionalismo proletario se manifestó en resoluciones en solidaridad con los trabajadores chinos y en apoyo a la Unión Soviética, y por decisiones que reforzaban los lazos entre el KAP y el PPTUS así como con la Liga de la Unión de Sindicatos dirigida por el CPUSA. El Congreso pasó la resolución de aplicar formalmente la afiliación al Comintern.

El CPPI recibió una respuesta con fecha 7 de septiembre de 1931, con el siguiente contenido:
"El Comité ejecutivo de la Internacional Comunista saluda la formación del CPI y aprueba la decisión del 1er congreso del CPPI en mayo de 1931 de pedir la afiliación al CI. Esta decisión será presentada en el 7o Congreso Mundial del CI para confirmación."

"El establecimiento de un nuevo sector del CI en las Filipinas refleja el rápido crecimiento del movimiento revolucionario nacional en los países coloniales. Más aún, marca un hito histórico en el desarrollo de la revolución filipina lejos del camino traicionero del reformismo y sobre la vía de la lucha revolucionaria organizada bajo la bandera del Partido Comunista, la vanguardia de la clase trabajadora. Indica el aumento del desarrollo revolucionario en las Filipinas y el despertar político del proletariado y las masas de campesinos. Expresa su determinación de luchar por una vía revolucionaria fuera de la crisis capitalista, para la completa e inmediata emancipación de las Filipinas del dominio del imperialismo estadounidense y sus lacayos nativos, y para el establecimiento de un gobierno de obreros y campesinos."

"La cristalización organizada del movimiento comunista en las Filipinas y su afiliación al CI -líder de la revolución organizada mundial- significa aún más la coordinación del movimiento de liberación nacional en las Filipinas con la lucha revolucionaria en otros países coloniales o semicoloniales y con el movimiento del proletariado en la Unión Soviética y en los países capitalistas, particularmente en los Estados Unidos; y representa la garantía más segura de salir victoriosos a través de la revolución antiimperialista y agraria en las Filipinas. Simultáneamente, reforza el frente de lucha de los obreros, campesinos y esclavos coloniales de todo el mundo, y expresa su creciente confianza en la lucha bajo la dirección del CI, que es capaz él sólo de ayudarlos y guiarlos a la victoria en su lucha por la liberación final del yugo del imperialismo."

VII. Años clandestinos del CPPI, de 1933 a 1937

El CPPI no siguió la línea completa de la revolución antiimperialista y agraria para derrocar al enemigo y establecer un gobierno de los obreros y campesinos, como les fue indicado por el Comintern y ejemplificado por el Partido Comunista Chino (CCP). En el caso de China, bajo la dirección del camarada Mao Tse Tung, el CCP llevó a cabo una lucha revolucionaria armada para lograr la revolución antiimperialista y agraria. Al hacer esto, fue capaz de lograr la alianza básica de la clase obrera y los campesinos, y aportar la gigantesca fuerza de los campesinos en apoyo a la revolución democrática nacional bajo la dirección de la clase trabajadora.

El CPPI hizo declaraciones para derrocar el imperialismo estadounidense, la burguesía completa y a los terratenientes, para alcanzar lo que la clase trabajadora había logrado en Rusia. Pero tales declaraciones fueron meramente retóricas. El CPPI no reconoció completamente el dominio colonial estadounidense y la crisis crónica de la economía semifeudal como condiciones favorables para una revolución armada. Tampoco encontró ninguna forma de revolución armada mas que las cortas y discontínuas explosiones de las sublevaciones que podían ser fácilmente reprimidas por las autoridades coloniales. No tenía prácticamente idea acerca de la línea estratégica de una guerra prolongada bajo condiciones de crisis crónica en una colonia o semicolonia y en un tipo de sociedad semifeudal.

Con respecto al antiimperialismo, el CPPI compitió con el Partido Nacionalista y otros partidos burgueses en demandas verbales para la inmediata, completa y absoluta independencia nacional dentro de los procesos legales y políticos del sistema colonial estadounidense. No hizo un análisis de la burguesía local y así se involucró sólo en la retórica generalizada antiburguesa y anticapitalista. A falta de un análisis de la burguesía local, tuvo la tendencia sectaria de cerrar la puerta al pequeño burgués urbano (especialmente a los intelectuales), quienes estaban ansiosos de involucrarse en revoluciones proletarias. Falló en distinguir al burgués promedio del gran burgués comprador. Denunció al partido populista y pro-japonés Sakdalista como riesgoso por defender y llevar a cabo una insurrección armada contra el régimen colonial estadounidense. Pero usó sus denuncias a este partido para justificar la extinción de la lucha armada revolucionaria.

En lo relativo a la cuestión de la revolución agraria, el CPPI no tuvo una comprensión de como llevarla a cabo integrando la lucha armada, las reformas a la tierra y el trabajo en masas, y hacerlo en el marco de la revolución democrática nacional. Elogió por un corto tiempo la sublevación campesina en Tayung contra el sistema y las prácticas feudales. Pero posteriormente en la década completa de los 30, denunció radicalmente como anarquistas y arriesgadas todas las revueltas armadas campesinas que ocurrieron en diferentes provincias de Luzón, Visayas y Mindanao. Rechazó éstas para justificar el evitamiento de la revolución agraria.

Consideró al comunista Teodoro Asedillo como un renegado por tratar en 1934 de incitar una lucha armada antiimperialista y antifeudal en la provincia de Laguna. También responsabilizó al Partido Socialista y a la Agunam deng Maldeng Tagapagobra (Liga de las masas trabajadoras) por el incendio espontáneo de campos de caña de azúcar y la matanza de terratenientes abusivos, y los acusó de ser riesgosos e incluso terroristas.

Inmediatamente después de que las autoridades coloniales estadounidenses suprimieran al CPPI en 1931, su membresía pasó abruptamente de dos mil a sólo unos cuantos cientos. Era una membresía con un bajo nivel de conciencia ideológica y política en general, y sin experiencia y falta de preparación organizativa contra la represión. La dirección del CPPI no había aplicado el marxismo-leninismo de manera integrada y profunda en la historia y circunstancias de las Filipinas para definir el carácter de la sociedad y el correspondiente estado de la revolución filipina, los amigos y enemigos de la revolución, la estrategia y las tácticas, las tareas básicas y las perspectivas de la revolución.

Después de servir sus sentencias de prisión, los líderes del CPPI fueron exiliados a diferentes provincias en las Filipinas. Pudieron haber escapado fácilmente de su exilio y seguido la línea de la revolución antiimperialista y agraria. Pero no lo hicieron. Prefirieron quedarse donde fueron exiliados, aunque continuaron sus ligas con la resistencia del CPPI. Como líder de segunda línea, Emilio Maclang, quien había estudiado en Moscú bajo los auspicios del Comintern, tomó el lugar de Evangelista de 1933 a 1935. No pudo detener el debilitamiento de la organización del CPPI. Rufino Tamanda lo reemplazó como secretario general de 1935 a 1938. Había sido un miembro filipino del CPUSA y había fundado la Liga Antiimperialista Filipina en Brooklyn. Contó con la aprobación del CPUSA sobre una base bilateral y dentro del marco del Comintern. No pudo detener el encogimiento de la membresía del CPPI a sólo 197 en 1938.

Aunque la membresía era pequeña, los miembros activos del partido dentro del KAP y el KPMP tenían una amplia influencia en las fábricas de Manila y en ciertos pueblos de Luzón Central, respectivamente. También, la Liga para la Defensa de la Democracia del CPPI tenía una influencia creciente entre los pequeños burgueses urbanos, especialmente los intelectuales. Su núcleo incluía a unos cuantos intelectuales universitarios así como a miembros filipinos del CPUSA (el Dr. Vicente Lava fue un ejemplo prominente) que regresaron a las Filipinas.

El Frente Popular fue formado en 1936 como un frente unido antifascista. Dió a la resistencia del CPPI un espacio relativamente más amplio para maniobrar. Pero se volvió muy expansivo al incluir al Partido Sakdalista y al Partido Nacional Socialista de Emilio Aguinaldo, también se llegó a preocupar demasiado por las luchas electorales contra el gobernante partido Nacionalista y tuvo dificultad en poner atención al fascismo en Japón, Alemania, Italia y España hasta 1938.
A pesar de ser clandestino, el CPPI pudo enviar su delegación al excesivamente importante 7o Congreso Mundial del Comintern en 1934, con la asistencia del CPUSA. La delegación consistió de Lázaro Cruz, Martín Bautista y Ramón Espíritu. Como el Congreso fue pospuesto hasta 1935, éstos tuvieron la oportunidad de estudiar por un año en la Universidad Comunista de los Trabajadores de Oriente. El 7o Congreso del Comintern de 1935 estresaba el desarrollo de un amplio frente unido antifascista y antibélico de fuerzas comunistas y no comunistas, y el señalamiento de las potencias fascistas como el peligro más grave para la humanidad. El Congreso también aprobó la aplicación de 1931 del CPPI a la membresía del Comintern, aunque condicionalmente debido a la incapacidad del CPPI para colocar un cuadro líder en el cuartel general de Moscú. Lázaro Cruz permaneció por unos cuantos meses más para aprender trabajo de administración en el cuartel general del Comintern.

Un grupo de cinco estudiantes filipinos fueron a Moscú en 1935 vía China y el tren trans-siberiano. Eran Felipe Sevilla del sindicato de trabajadores del tabaco, Godofredo R. Mallari y Pablo Antonio del KPMP, Primitivo Arrogante del sindicato de los trabajadores portuarios y Fermín Rodillas de una fábrica de cigarros. Fueron escoltados por el cuadro del CPUSA Isabelle Auerbach, esposa del escritor Sol Auerbach, mejor conocido por su nombre de pluma, James S. Allen. Los filipinos pudieron regresar en 1937 y 1938 vía Europa Occidental y los Estados Unidos. Otros intentos del CPPI de enviar filipinos a Moscú a través de China y el tren trans-siberiano fallaron en 1936 y 1937 debido a la guerra de agresión a gran escala de Japón contra China.

El CPPI tuvo un registro de alta acreditación de internacionalismo proletario desde el principio. Apoyó los movimientos revolucionarios de los indonesios, chinos, indochinos, malayos, hindús y otros pueblos en contra de las potencias coloniales y sus títeres. Comunistas chino-filipinos pertenecientes al CPPI apoyaban la revolución china desde las Filipinas o bien iban a China a unirse al CCP y al ejército del pueblo. Miembros filipinos de ambos, el CPPI y el CPUSA, se unieron al batallón Abraham Lincoln para pelear del lado de los republicanos españoles contra las fuerzas fascistas de Franco en la guerra civil española.

VIII. Legalización del CPPI y la fusión partidista del CP y el SP

El CPUSA instruyó a James S. Allen (Sol Auerbach) en 1936 a ir a las Filipinas a promover entre los filipinos comunistas la implementación de la línea de frente popular antifascista del 7o Congreso Mundial del Comintern. También lo mandó para trabajar en la liberación de los líderes prisioneros y exiliados del CPPI, en la legalización de éste, y a explorar la fusión del CPPI y el Partido Socialista dirigido por Pedro Abad Santos. Allen viajó a las Filipinas como corresponsal de la prestigiosa revista estadounidense The Nation. Junto con su esposa Isabelle Auerbach se quedó en el país de agosto a noviembre de 1935.

La pareja conocía muy bien al secretario general del clandestino CPPI, Rufino Tumanda, quien había sido miembro del CPUSA en Nueva York. Éste arregló encuentros con Crisanto Evangelista, Guillermo Capadocia y Mariano Balgos en sus lugares de exilio. Posteriormente organizó una conferencia de 25 cuadros centrales para recibir órdenes de James S. Allen y consultar con él la situación, posiciones y planes del CPPI. Tumanda también pudo consultar y desarrollar relaciones cercanas con Pedro Abad Santos, presidente del Partido Socialista, con el obispo supremo Gregorio Aglipay de la Iglesia Independiente Filipina y con ciertas personalidades de los círculos intelectuales.

El 20 de septiembre de 1936, el Comité Central del CPPI sacó un manifiesto intitulado "En adelante con la formación de un Frente Popular". Llamó a una alianza de todas las organizaciones obreras, de campesinos y de la clase media y a los grupos políticos y sociales que estuvieran en oposición con las políticas del gobierno de la Coalición, particularmente con la coalición Quezon-Osmeña, y estuvieran deseosos de trabajar por mejores condiciones sociales y la absoluta independencia nacional. Anunció como propósito del Frente Popular "salvar al pueblo filipino del peligro de la guerra imperialista, la dictadura y el fascismo; mejorar las condiciones de las masas y obtener la independencia".

Se llevó a cabo una conferencia en octubre de 1936 para organizar el Frente Popular. Pero la dirección del CPPI no entendió completamente la naturaleza del frente unido y el propósito antifascista del Frente Popular. Permitió la entrada de un amezcolanza de organizaciones de izquierda a derecha, incluyendo organizaciones pro-japonesas y pro-fascistas. Se tuvo la noción equivocada de que el Frente Popular se formaba principalmente por razones electorales para oponerse al presidente Quezon como un autoritario y un traidor de la causa de la independencia nacional y para demandar la inmediata separación de los Estados Unidos. El objetivo de oponerse al fascismo y a la guerra viniendo del Japón y de otras potencias fascistas no era claro para los cuadros del CPPI durante por lo menos dos años. Influyó en esta confusión la opinión de que Japón era una amenaza para las Filipinas solamente debido al dominio colonial estadounidense.
El 23 de noviembre de 1936, James Allen sostuvo una entrevista de todo un día con el Presidente Quezon sobre un amplio rango de temas, como democracia, amenaza fascista, disturbios sociales, justicia social e independencia. Aprovechó la oportunidad para urgir a Quezon a liberar a los líderes comunistas para fortalecer la unidad nacional contra la amenaza de agresión creciente del fascismo japonés.

Quezon no se comprometió a liberar a los líderes comunistas. Pero el día del año nuevo de 1937, usó sus poderes presidenciales para liberarlos a través del perdón condicional. Los líderes del CPPI rechazaron aceptar los términos de la liberación al principio. Pero el 16 de octubre de 1937 acordaron ser liberados. Ante la solicitud del CPUSA, Quezon permitió que Cristo Evangelista recibiera tratamiento médico por la tuberculosis en la Unión Soviética, donde permaneció por más de un año.

Contra la realidad del dominio colonial estadounidense, el Comité Ejecutivo Central del CPPI emitió una declaración el 7 de septiembre de 1937, diciendo que el inmediato reconocimiento de la independencia de Filipinas la salvaría de una posible invasión de Japón. La declaración impulsó a James S. Allen a escribir una larga carta al presidente del Partido Socialista Pedro Abad Santos para explicar que la demanda por una independencia inmediata o el acuerdo estadounidense a tal demanda sería precisamente la invitación a una invasión de Japón. La carta fue publicada en el Philippines Herald del 1 de noviembre de 1937. Fue una notificación clara al CPPI para dirigir su fuego contra la amenaza del fascismo japonés. Mucho antes, en 1936, ante el inminente ataque japonés a Indochina, el Partido Comunista de Indochina había retirado la demanda por la independencia de Francia, bajo el consejo del Partido Comunista francés dentro de la estructura del Comintern.

El 18 de agosto de 1938, James S. Allen regresó a las Filipinas para ser consultado durante la preparación y participación de importantes reuniones del CPPI. El Comité Central del CPI sostuvo una reunión del 28 al 30 de agosto de 1938 para discutir y aprobar los documentos "Memorándum de las tareas principales del CPPI" e "Independencia, democracia y paz". El memorándum declaraba que la tarea central del CPPI era organizar un frente democrático nacional contra el fascismo militar japonés, el obstáculo principal para el establecimiento de una República democrática independiente de las Filipinas, y garantizar su seguridad. Se decidió que el CPPI se disociara de los elementos pro-japoneses y terroristas, para llevar a cabo la tarea más inmediata y urgente de asegurar la legalidad por sí misma y convocar en un futuro cercano a un congreso abierto.

Del 29 al 31 de octubre de 1938 se llevó a cabo el Tercer Congreso del CPPI, con el tema: Por un frente democrático nacional contra la reacción y la agresión japonesa, ¡por la seguridad, democracia, paz y libertad! Marcó el paso del CPI de la clandestinidad a la legalidad. El CPPI aceptó al gobierno de la Coalición, su constitución y la promesa estadounidense de otorgar la independencia en 1946. El Congreso también sirvió para fusionar al CPPI y al Partido Socialista en el Partido Comunista de las Filipinas (CPP). Se aprobó una nueva constitución del partido y se eligió un nuevo Comité Central, que a su vez eligió el departamento político. Los directivos más altos del partido fueron Crisanto Evangelista como presidente, Pedro Abad Santos como vicepresidente, y Guillermo Capadocia como el secretario general.

La amenaza de una invasión japonesa fue fuertemente percibida en las Filipinas desde 1938. Los intereses económicos japoneses y los políticos, hombres de negocios y organizaciones pro.japonesess se habían vuelto demasiado evidentes y alarmantes. La agresión japonesa en China y contra Indochina sirvió como una alerta para todos los pueblos de Asia. Los residentes chinos en las Filipinas hacían campañas en apoyo a China contra el fascismo japonés. La guerra civil española se sintió también fuertemente en las Filipinas cuando los super ricos españoles (las familias Roxas, Soriano, Ayala, Zobel y Ortigas) y los dominicos -con mayoría española- y otras órdenes religiosas se aliaron provocativamente a las falanges de Franco, y cuando las fuerzas progresistas y el pueblo se les opusieron.

Menos de dos meses antes de la invasión japonesa del 8 de diciembre de 1941, el Comité Central del CPPI llamó a sus masas organizadas para prepararse para la resistencia armada y nombró un segundo frente de directivos encabezado por el Dr. Vicente Lava para asumir el poder en caso de que el primer frente de directivos fuera eliminado por los invasores japoneses. De hecho, el presidente Evangelista, el vicepresidente Pedro Abad Santos y el secretario general Capadocia fueron pronto capturados en Manila por los fascistas japoneses.

El ejército del pueblo contra Japón (Hukbalahap) fue fundado apenas el 29 de marzo de 1942 y el plan para construir los Cuerpos de defensa unidos del barrio fue dejado también tardíamente. Los líderes principales del CPPI no prestaron atención a los llamados urgentes de mucho tiempo atrás del camarada C y otros camaradas chinos en las Filipinas para construir el ejército del pueblo e incorporar a los combatientes chinos, cuyas unidades serían conocidas como Wa Chi.
Sería en el transcurso de la guerra contra la ocupación japonesa de 1942 a 1945 que el CPP sería capaz de desarrollar una fuerza armada revolucionaria, llevar a cabo reformas a la tierra, expander la base de masas y establecer órrganos locales de poder político.

El CPUSA se desafilió del Comintern en 1940 después de que el Acta Voorhis fuera adoptada por el gobierno estadounidense, requiriendo que el CPUSA se registrara en la oficina del Abogado General como un agente externo de la Unión Soviética buscando el derrocamiento del gobierno estadounidense. Por tanto el CPP perdió su conexión con el Comintern. El 15 de mayo de 1943, el Comintern adoptó una resolución para disolverse debido a las atroces condiciones de guerra.
Las palabras finales de la resolución eran las siguientes: el Presidium del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista siendo incapaz en las condiciones de la guerra mundial a llamar a un congreso de la Internacional Comunista:
La Internacional Comunista, como el centro directivo del movimiento de la clase obrera internacional, tiene que disolverse.

Las secciones de la Internacional Comunista tienen que ser liberadas de las obligaciones a sus reglas y regulaciones, y de las decisiones de los congresos de la Internacional Comunista.
El Presidium llama a los simpatizantes de la Internacional Comunista a concentrar sus energías para apoyar con todo su corazón y participar activamente en la liberación impulsada por los pueblos y estados de la coalición anti-Hitler para la derrota más rápida del enemigo de la clase trabajadora -el fascismo alemán y sus asociados y vasallos.

IX. Conclusiones
En resumen, el Comintern tenía una relación con el CPPI en su concepción, nacimiento y durante su niñez desde 1930 a 1941, y junto con el CPUSA, tuvo un impacto significante en él. Es interesante estudiar como tal impacto fue favorable o desfavorable para el desarrollo de un partido revolucionario filipino de los proletarios no sólo en el periodo de 1930 a 1941 sino también en los periodos siguientes. Este artículo puede ser sólo un punto de referencia inicial y puede señalar datos históricos dignos de atención y las condiciones objetivas, así como las responsabilidades subjetivas principalmente por parte del CPPI y sus cuadros bajo la dirección de Crisanto Evangelista.

El Comintern y el CPUSA tuvieron una amplia influencia sobre el CPP mucho después de que perdieran contacto entre ellos al finalizar la segunda guerra mundial en la región Asia-Pacífico.

Las influencias fueron positivas y negativas. Entre las positivas estaban la inspiración a llevar una resistencia armada contra las fuerzas del fascismo, llevar a cabo una revolución antiimperialista y agraria y construir una fuerza revolucionaria del proletariado y el pueblo entero bajo el liderazgo del partido comunista. Entre las negativas estaban la influencia oportunista y revisionista de la dirección de Earl Browder del CPUSA en la aceptación del CPP al dominio colonial estadounidense y al gobierno de la Coalición, la tendencia derechista en la política de "retirada en defensa propia" bajo la dirección de Vicente Lava, y la bienvenida al regreso del imperialismo estadounidense y el slogan de "paz y democracia" después de la segunda guerra mundial.

Los fundadores del Partido Comunista de las Islas Filipinas fueron también responsables al fallar en desaprovechar las condiciones favorables para la revolución antiimperialista y agraria, especialmente las condiciones para la revolución agraria de los años 20s en adelante. Siguieron consistentemente la línea de la legalidad y el reformismo en la cuestión campesina y se opusieron a las revueltas campesinas tachándolas de riesgosas y anárquicas, sin encontrar la manera de cómo el partido proletario podría dirigir la revolución agraria. Fueron por tanto incapaces de desarrollar a las masas campesinas como el apoyo principal para la nueva revolución democrática liderada por la clase trabajadora.

Hasta ahora, el Partido Comunista de las Filipinas de los 30s, que fue el sucesor revisionista del CPPI, abate la línea de la legalidad y el reformismo en la cuestión campesina y denuncia al partido como "riesgoso", o más aún, como "terrorista" al llevar a cabo la revolución armada. La línea revisionista concerniente a la cuestión campesina fue reforzada después de la segunda guerra mundial por la línea Titoíta y Krushovita, la cual estipula que la reforma a las tierras es innecesaria debido a que la industrialización socialista resuelve supuestamente el problema de tierras automática y económicamente al mecanizar la agricultura y disolver el campesinado.

Cuando el CPUSA a través de James S. Allen empujó la línea antifascista del Frente Popular de 1936, con la obvia cooperación de los gobiernos estadounidense y del de la Coalición, el CPPI no tenía una base de masa revolucionaria campesina ni un ejército del pueblo para mantener la iniciativa y la independencia. Fue necesario prepararse contra la inminente invasión y ocupación de los fascistas japoneses. Pero habría sido mucho mejor si el CPPI hubiera desarrollado en el periodo anterior a la segunda guerra mundial una base de masas campesinas revolucionarias.
El CPPI habría corrido más fácilmente la dirección de su principal línea de ataque al régimen colonial estadounidense al del Japón fascista a finales de los 30s. Habría podido construir un ejército del pueblo más grande y liberar más regiones durante la resistencia contra la ocupación japonesa. Así, habría sido mucho más capaz de pelear contra el regreso del dominio colonial estadounidense y el gobierno de la Coalición. En lugar de eso, aceptó la bienvenida de regreso al imperialismo estadounidense y le dio independencia a sus marionetas filipinas en 1946.

En el caso de China, el camarada Mao Tse Tung había agradecido siempre al camarada Stalin el declarar como ventajosa para la revolución china la lucha armada continua debida principalmente a la revolución agraria. El Comintern mantuvo una posición similar. El camarada Mao alabó al Comintern por haber dado un gran servicio a la revolución china y a la revolución proletaria mundial. Pero lo que criticó fuertemente fueron las interferencias indebidas. Éstas fueron hechas por Wang Ming y otros que lo hicieron en el nombre del Comintern, en lo respectivo a estrategia y tácticas. Los intrusos fueron responsables de graves errores que dañaron al ejército del pueblo en las montañas Chingkang y que hicieron necesarias la Gran Marcha. De acuerdo al camarada Mao, durante la disolución del Comintern en 1943, éste había dejado de interferir en la revolución china desde 1935.

Cuando la ruptura definitiva entre los revisionistas y los marxistas leninistas filipinos ocurrió en 1967, los primeros se jactaron de tener el mayor número de cuadros de los 30s. De hecho, los veteranos que se aliaron con los revisionistas habían entrado al partido desde 1935 y habían estado bajo la fuerte influencia de la tradición del legalismo y el reformismo en lo referente a la cuestión campesina así como al reformismo Browderiano y al oportunismo relativo al imperialismo estadounidense y al estado reaccionario. Cayeron fácilmente en el revisionismo moderno centrado en la Unión Soviética desde 1956.

Los marxistas-leninistas que impulsaron o trabajaron por el reestablecimiento del CPP desde 1968, apoyaron acérrimamente el contenido revolucionario esencial del Primer Gran Movimiento de Rectificación que se enfocó en los errores del antiguo partido fusionado del periodo 1938-1962. Incluyeron a los veteranos de mayor antiguedad del viejo partido, como los dos miembros sobrevivientes filipinos del Primer Comité Central del CPPI (camaradas Lucio Pilapil y Max Gutierrez) y cuadros sobresalientes de periodos posteriores. El reestablecimiento del CPP fue también apoyado con entusiasmo por el camarada C, quien había sido miembro del Primer Comité Central y Directorio Político del CPPI y quien se convirtió en un alto oficial de la Escuela superior del partido del Comité Central del partido Comunista Chino.

En los 60s, el autor tuvo el privilegio de conocer a la mayoría de los cuadros sobrevivientes del CPPI/CPP, quienes se habían involucrado de una manera o la otra con el Comintern y el CPUSA. Como un cuadro del CPP, trabajó por la reavivación del viejo CPP (fusión del CP y SP) desde 1962, y más tarde por el reestablecimiento del CPP en las bases teóricas del marxismo-leninismo-mao-tsismo desde 1966. También tuvo la oportunidad de conocer incluso a algunos de los que habían dejado el CPPI o el CPP pero que tenían algún contacto directo o relación con el Comintern y el CPUSA cuando él asesoró a Antonio S. Araneta Jr. en su disertación doctoral sobre el comunismo en las Filipinas en la Universidad de Oxford.

Referencias/Fuentes:
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Sison, Jose Maria
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Notas y Recolecciones de conversacioness con Lucio Pilapil, Max Gutiérrez, camarada C, Dominador Gálvez, Lázaro Cruz, Godofredo Mallari, Vivencio Cuyugan y otros cuadros comunistas sobreviviente filipinos de los 30s, en el curso de trabajo para la reavivación de la fusión de los partidos Comunista y Socialista y para el reestablecimiento del partido Comunista de las Filipinas en los 60s.

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