Las empresas estatales chinas

China hará desaparecer más de 2.000 empresas estatales antes de 2008.
Efe

El Gobierno chino declarará en bancarrota, antes del 2008, a más de 2.000 empresas de propiedad pública cuyos beneficios son insuficientes o que tienen un coste medioambiental demasiado alto, informó hoy a Efe la Comisión de Supervisión y Administración de Bienes Estatales (SASAC, siglas en inglés).

Según el director de la Oficina de Información de esta Comisión, apellidado Su, la bancarrota será decidida y dictada directamente por el Gobierno chino y no atiende a las leyes de mercado.
La Comisión ya ha dado el visto bueno para declarar la bancarrota de 619 de estas 2.000 empresas, que son filiales locales de empresas vinculadas al Gobierno central o propiedad de los gobiernos provinciales.

Según estadísticas oficiales, en China había un total de 370.000 empresas estatales en 2002, que han quedado reducidas a 150.000 en la actualidad mediante cierres y fusiones.
Se trata de las 2.000 últimas empresas públicas que constituyen "la última excepción en la economía de mercado de China", ya que una vez finalizado el proceso de bancarrota, los ocho millones de empresas que hay en el país asiático se acogerán a una ley de bancarrota unificada si sufren pérdidas.

Son los últimos vestigios de la economía planificada comunista, después de que en 1978 el ex líder Deng Xiaoping pusiera en marcha el proceso de reforma y apertura hacia una economía capitalista.

La SASAC informó de que este año aprobó además otras 500 bancarrotas en empresas públicas obsoletas o que se enfrentaban a dificultades, entre otros motivos.

El plan de bancarrota para los futuros 2.000 cierres estará finiquitado a mediados de 2007 y según Li Wei, subdirector de la SASAC, "los principales problemas que se tienen en cuenta en este proceso son la seguridad social, el desempleo y los yacimientos mineros agotados" en manos públicas.

Un proceso contrario sufrirán sin embargo las 160 empresas estatales bajo control directo del Gobierno central que se verán reforzadas mediante reestructuraciones, fusiones y adquisiciones mutuas hasta verse reducidas a un número de entre 80 y 100 empresas en 2010, explicó el portavoz Su.

Según otro subdirector de la SASAC, Shao Ning, estas fusiones responden a una necesidad de "acelerar la reestructuración y consolidación de las empresas estatales" como una de las prioridades de la Comisión durante los próximos años.

Se trata de un masivo proceso de privatización de estos activos estatales que se acelerará sobre todo en sectores clave como el acero, la automoción y las aerolíneas, después de que las privatizaciones se pusieran en marcha hace una década.

De hecho, según declaró a Efe el decano asociado de la Guanghua School of Management de la Universidad de Pekín, Wu Changqin, del total de 150.000 empresas estatales que existen hoy en día en China, 50 son grandes conglomerados en sectores clave como el petróleo, la energía y minería, infraestructuras y telecomunicaciones.

El desempleo es la primera consecuencia de estos cierres y privatizaciones, que se cifra según diversas fuentes en más de 150 millones de afectados, de los cuales 100 millones son campesinos que representan un "excedente laboral" en las áreas rurales, señaló hoy la Academia de Ciencias Sociales.

La Academia (CASS, siglas en inglés), adscrita al Consejo de Estado (ejecutivo chino), calcula que los desempleados de las empresas estatales y de propiedad colectiva son al menos 5 millones, y prevé que otros 3,6 millones perderán su trabajo debido a privatizaciones y bancarrotas en los próximos tres años.

La CASS, citada hoy por la agencia oficial Xinhua, informó de que más de 15 millones de residentes urbanos son incapaces de encontrar empleo, una cifra que el año próximo será de 25 millones, aunque China sólo tiene capacidad para crear 9 millones de puestos de trabajo al año.
Por otro lado, 1,4 millones de graduados universitarios no encontrarán trabajo cuando terminen sus estudios el año próximo, según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.