La policía carga contra la movilización de los trabajadores de Izar en Sevilla
EP-EFE / La Haine
Crece la tensión en torno a la privatización de los astilleros de Izar. Alrededor de un centenar de trabajadores de la factoría sevillana fue reprimido ayer violentamente por la Policía cuando intentaban entrar en el Ayuntamiento para irrumpir en el pleno
Según fuentes de los trabajadores de astilleros, en un primer balance, la protesta se habría saldado con hasta cuatro detenciones y seis heridos, uno de ellos más grave. El Ayuntamiento decidió cerrar las puertas del edificio, que permanecieó rodeado de agentes de la Policía, desde que en respuesta a la represión los manifestantes comenzaran a arrojar piedras, lo que provocó la rotura de numerosos cristales.
Los trabajadores de los cuatro centros de Izar repartidos por la geografía española llevan meses manifestándose contra el proceso de venta de los astilleros en Sestao, Gijón, Sevilla y Manises. Sin embargo, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) confirmó ayer su disposición a adjudicar las plantas a diferentes compradores el próximo martes, 18 de julio.
El proceso de privatización de los activos de Izar empezó en mayo de 2004, cuando la Comisión Europea abrió expedientes reguladores para exigir la devolución de 1.200 millones de ayudas públicas concedidas por el Gobierno del PP y declaradas ilegales. Bruselas permite que se concedan subvenciones a los astilleros militares, pero no a los públicos.
El actual Ejecutivo decidió entonces segregar la rama militar de la civil. La primera quedó integrada por los astilleros de San Fernando, Cartagena, Ferrol, Fene y Puerto Real en una nueva empresa estatal, Navantia, mientras que se aprovechó para privatizar los astilleros civiles.
Navantia, en pie de guerra
Pero en Navantia también protestan, aunque por diferentes motivos. Cerca de 3.500 trabajadores cortaron esta mañana el tráfico en el acceso norte a Ferrol, provocando grandes retenciones, informó la Policía Local.
Tras una asamblea en el astillero, los trabajadores acordaron seguir adelante con la huelga iniciada ayer, en protesta por el despido inmediato de 167 trabajadores de la empresa auxiliar Nervión.
Tras bloquear el acceso al centro de la ciudad durante unos veinte minutos, los operarios se dirigieron a las sedes locales del PSOE y del BNG, partidos en el Gobierno central el primero y en el autonómico ambos, para protestar contra la política de subcontratación que practica el grupo Navantia.
Según fuentes de los trabajadores de astilleros, en un primer balance, la protesta se habría saldado con hasta cuatro detenciones y seis heridos, uno de ellos más grave. El Ayuntamiento decidió cerrar las puertas del edificio, que permanecieó rodeado de agentes de la Policía, desde que en respuesta a la represión los manifestantes comenzaran a arrojar piedras, lo que provocó la rotura de numerosos cristales.
Los trabajadores de los cuatro centros de Izar repartidos por la geografía española llevan meses manifestándose contra el proceso de venta de los astilleros en Sestao, Gijón, Sevilla y Manises. Sin embargo, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) confirmó ayer su disposición a adjudicar las plantas a diferentes compradores el próximo martes, 18 de julio.
El proceso de privatización de los activos de Izar empezó en mayo de 2004, cuando la Comisión Europea abrió expedientes reguladores para exigir la devolución de 1.200 millones de ayudas públicas concedidas por el Gobierno del PP y declaradas ilegales. Bruselas permite que se concedan subvenciones a los astilleros militares, pero no a los públicos.
El actual Ejecutivo decidió entonces segregar la rama militar de la civil. La primera quedó integrada por los astilleros de San Fernando, Cartagena, Ferrol, Fene y Puerto Real en una nueva empresa estatal, Navantia, mientras que se aprovechó para privatizar los astilleros civiles.
Navantia, en pie de guerra
Pero en Navantia también protestan, aunque por diferentes motivos. Cerca de 3.500 trabajadores cortaron esta mañana el tráfico en el acceso norte a Ferrol, provocando grandes retenciones, informó la Policía Local.
Tras una asamblea en el astillero, los trabajadores acordaron seguir adelante con la huelga iniciada ayer, en protesta por el despido inmediato de 167 trabajadores de la empresa auxiliar Nervión.
Tras bloquear el acceso al centro de la ciudad durante unos veinte minutos, los operarios se dirigieron a las sedes locales del PSOE y del BNG, partidos en el Gobierno central el primero y en el autonómico ambos, para protestar contra la política de subcontratación que practica el grupo Navantia.
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